PREVIOULSY
Hipocondríaco, hábil y desentendido detective privado, investiga el asesinato de Beltrán. Luego de descubrir el cuerpo sin vida de Caleb y tras se atacado por un clon del mismo, el día de revelarle al foro la noticia de la muerte de su señor ha llegado. El pueblo Reshiano se alza fuera del edificio de administración y la central de moderadores pidiendo explicaciones mientras Hipo deduce en el registro de RESH que Beltrán no pudo crear el sistema de puntos de VIT solo. Los moderadores del pasado tienen la respuesta pero Ocampo, quien daba un comunicado de prensa, se ha desmayado en vivo ¿Está muerta? ¿Quién está detrás de la creación de los puntos de VIT? ¿Cómo pagará Hipo su trago cuando se junte con Valentina en el bar de Umbralex si no tiene un post? Eso y más en esta quinta entrada!
QUINTA ENTRADA
Me subí de un salto al Corvette, ya me sentía como uno de los duques de Hazard. La mañana se había vuelto complicada. Rain Ocampo, la administradora provisional, se había desmayado ¿O muerto? En la TV pública y yo me sentía borracho de nuevo. No me dio tiempo para hacer ningún llamado, tenía que llegar al bar de Umbralex y me imaginé que la ciudad estaría sumida en el caos. Saqué el disco del cuarteto de Liverpool y dispuse uno más adecuado para la situación.
El Rey siempre me subía el ánimo y nada mejor para subir el ánimo en estos tiempos oscuros que un buen sorbo de Whisky. Emprendí carrera desde E-rols hacia Colecciones, tendría que pasar por todo comunidad así que me desvié para cruzar por el barrio de Deportes, una zona que pertenecía al distrito de Tema Libre. El Chevrolette bramó en plena mañana gris mientras que la música me alejaba del ruido ambiente anárquico que sonaba por todo RESH. Mi vehículo pasó fuera de todos los sucuruchos de apuestas y empeño.
- ¡Ahí viene! – escuché que gritaban desde lejos. Una tormenta de piedras y botellas golpearon mi Corvette mientras en la vereda derecha estaba Razor, con la mano vendada, y tres mastodontes tirándome proyectiles - ¡Pelao de mierda! ¡Te vamos a linchar! – Me gritó.
- ¡Cómo me linché a tu vieja anoche, mal pario’! – Le grité mientras el auto se alejó a gran velocidad. Esto era un nuevo problema, si Razor y Yukito unían fuerzas contra mí no habría nadie que pudiera detenerlos, ni siquiera supaman.
Llegué a gran velocidad al bar de Umbralex, famoso por abrir antes de la hora permitida. Me estacioné con gran habilidad fuera del antro y, tras guardar la botella de Whisky en la guantera, me desmonté rápidamente del auto. Me peiné los bigotes e improvisando mi altamente entrenada cara de sobrio, pasé al Bar. No había nadie, solo estaba Umbralex detrás de la barra leyendo el Journal con una expresión de preocupación.
- Un Appletini, compadre – Le dije sentándome en la barra.
- Hoy cierro temprano, pelao – Umbralex dejó el Journal de lado y empezó a prepararme el trago – escuché en Rocambole FM que podrían haber saqueos.
- Se nos cae la Ocampo y todos se espantan ¿Eh?
- Dijeron que la administración caerá provisionalmente en Elena – Umbralex me pasó el trago – Rain está viva, pero en coma. Se la llevaron al hospital central.
- Muerta o en coma, tan útil como un castor con un dildo.
- Por lo menos está viva, imbécil ¿No te enviaron la carta?
- No he recibido correspondencia desde que cancelaron mi subscripción a Hustler.
- Elena envió un comunicado express a todos los ex-mods. Quieren re contratarnos.
- ¿Qué has respondido? – Umbralex me pasó mi copa, bebí un sorbo de inmediato.
- Me lo estoy pensando Hipo – Dijo encendiendo un cigarro – Pero creo que diré que si ¿Viste las noticias? El Hall de Honor y el edificio de administración son un caos. Unas 4.000 personas están ahí fuera pidiendo explicaciones y cagándose de miedo en sus pantalones. RESH nos necesita, más que nunca ahora es cuando los mods son necesarios.
- RESH necesita un detective – le dije bebiendo – por primera vez en su historia.
- Y supongo que lo tengo frente a mi – Dijo una voz femenina que sonó en mi nuca. Giré sobre mi asiento en la barra y ahí estaba, despampanante en un vestido rojo que dibujaba a la perfección sus caderas y fumando un Marlboro corriente, Valentina. No la veía hace mucho tiempo, nueve meses para ser exacto, en esos días en que ella, umbralex y la gran mayoría del plantel de moderación renunciamos masivamente. Se veía mejor que nunca, yo me veía peor que de costumbre.
- Un Whisky doble, Umbralex – Dijo la chica sentándose a mi lado y cruzando las piernas. Que piernas tenía ¿De dónde mierda salían estas minas? Umbralex se alejó para servir el trago.
- ¿Qué te dio por beber fuerte? – Le pregunté sin despegar los ojos de mi vaso, que si esta me descubría mirándole alguna parte me colgaba de los huevos.
- Son tiempos difíciles, Hipo – Su trago llegó, bebió un largo sorbo y dio una calada a su cigarro - ¿Ya recibiste la carta?
- La última carta que llegó a mi buzón fue una de mi padre desheredándome.
- He aceptado, pelao.
- ¿Te acostarás conmigo? – Me tiró humo de cigarro en la cara.
- Cállate, asqueroso – Fumó otra calada – he decidido volver a moderación. Hablé con Samuel y aceptó volver de inmediato.
- ¿Le han enviado la carta a todos?
- Si, incluso a Tavo.
- ¡TAVO! – Me había olvidado por completo de las preguntas que tenía acerca del antiguo plantel de moderación. Joumer, Evil y Tyrant Argento, alias Tavo. Le preguntaría a Evil primero, era lo que tenía más cerca y estaba mucho más buena que Tavo.
- Si, Tavo, no te emociones tanto.
- Estoy metido en algo grande Valen, no sabes lo que es ser detective privado.
- Sobre eso Hipo – Se giró completamente hacia mí y me tomó una mano. Pensé en mi madre para evitar una erección – debes tener cuidado. He estado haciendo averiguaciones y – Miró hacia la puerta del bar antes de volver a acercarse a mí – hay gente dentro de moderación que creo no es de confianza.
- Explícate.
- No me da confianza Evil, Hipo – La chica se acercó peligrosamente a mi – Su regreso a RESH es muy extraño.
- Dijo que había venido cuando se enteró de lo de Beltrán – Me acerqué más a ella, había que aprovechar.
- Evil está en RESH desde hace una semana – Nuestras narices estaban a escasos siete centímetros. Eructé a causa de la revelación. Valentina se alejó rápidamente de mi moviendo la mano frente a su nariz - ¿¡Qué te pasa, imbécil?! ¿Qué te has comido un vertedero acaso?
- Una semana…- Me levanté rápidamente de mi asiento, había sufrido la epifanía del detective - Valen, quédate en un lugar seguro y con el móvil encendido. Tengo una visita detectivesca que hacer – Me bebí el appletini al seco y emprendí camino hacia fuera del bar – Te llamaré en la noche, te pondré al tanto.
- Hipo – Me dijo. Voltee hacia ella, se veía tremenda ahí sentada con las piernas cruzadas y un muslo a medio mostrar – Lávate los dientes.
Le tiré un beso a la española y salí del bar. Me había ido sin pagar, nadie se había dado cuenta. Le cargarían a Valen mi trago y ella se cargaría mis pelotas, un precio justo. Me monté en el Corvette y lo direccioné hacia la central de moderadores…Tenía que hablar con Evil con urgencia. Pero antes, un llamado aún más importante. Saqué el móvil y marqué un número.
- ¿Aló? – Me contestó.
- Wex, oye weon necesito veinte paltas de las grandes – Le dije mientras el aire helado del vacío barrio de Colecciones golpeaba mi rostro.
- Pelao, weon, te dije bien clarito que ya no vendo de eso ¿No viste las noticias acaso? Está quedando la mansa cagá y tú preocupándote por marihuana.
- Wex, no entiendes weon – doblé por deportes – es para el caso, soy detective privado ¿te acuerdas?
- Weon, esa wea es mentira. Ya, no me llames más por hierba, tengo que pensarme bien esto de moderación.
Wex me cortó. Maldito, ahora que estaba viviendo de las rentas de su mujer se las daba de hombre de bien. No importa, volví a pescar el teléfono e hice un llamado no tan importante mientras mi auto pasaba impune por deportes.
- Elena – dije apenas escuché que contestaron - ¿Cómo está Rain?
- En coma Hipo ¿Cómo mierda puede estar? – Elena estaba perdiendo los nervios.
- ¿Qué fue lo que pasó? – Le dije mientras doblaba hacia E-Rols, aparcaría fuera de mi oficina y me iría a pie a la central. No quería exponer el Corvette a esos dementes de Yukito, Razor y quizás mi suegra.
- Una falla neurológica fulminante en sus puntos de VIT – La voz de Ele se cortó, estaba al borde del llanto – pudo haber muerto Hipo, pudo haberse muerto ahí en frente de todos.
- Tranquila Ele – Sostenía el celular con el hombro, con una mano manejaba y con la otra destapaba el Whisky – Si le hubiera pasado algo serías la viuda más guapa de RESH.
Elena me cortó, que mal humor tenían estas españolas. Bebí Whisky y redisqué.
- ¿Qué quieres, calvo de mierda?
- ¿Está Evil contigo?
- Sí – Me dijo Elena tratando de controlar el vigor de su propia voz – está interrogando al Clon en este momento.
- Dile que no se mueva, tengo que hablar con ella.
- ¿Quién crees que está detrás de esto, Hipo? – Me dijo Ele con un notorio tono de súplica.
- Si el informe de forense de Caleb es similar al de Beltrán – Dije aparcando mi auto fuera de mi oficina – lo único que puedo pensar es que Rain tuvo suerte.
- ¿A qué te refieres?
- Creo que alguien está cometiendo estos crímenes haciendo fallar el sistema integrado de los puntos de VIT. Es la única manera que se me ocurre de matar sin tener que recurrir a una pistola, un veneno, un fic de Crow.
- ¿O sea…podría matar a cualquiera de manera inmediata?
- No lo sé, Ele – Me bajé del auto y empecé a caminar rápidamente hacia el centro de comunidad – Si Rain sigue viva es por algo. Tranquila, apuesto mi pene a que lo averiguaré y todo esto se resolverá.
- Hipo – Elena río levemente – eres pésimo en las apuestas.
- Eso es porque nunca he apostado mi verga – Corté y me apresuré hacia la central de mods. A medida que avanzaba por las vacías calles escuchaba más fuerte un barullo que sonaba lejano y distante, el sonido ambiente de la gente que pide explicaciones. Miles de ediciones del Journal eran movidas en el aire por el viento y hacían ver las calles como un basurero abandonado. En la cuadra frente a mí, un mar de gente que se había tomado la avenida principal de comunidad, esto era como mayo del ’68. Crucé la calle, un pesado cuerpo se abalanzó sobre mí y me tiró al piso. Se levantó y pude voltearme, vi a Yukito que, acompañado de dos mastodontes con cara de proxenetas, me miraban.
- Los 1000 posts – Me dijo mi corredor de apuestas.
- ¡Serás tarado Yukito! – Le dije levantándome - ¡Estás interrumpiendo una investigación detectivesca!
- Que terminará aquí si no me pagas lo que debes.
- ¿Pero no recuerdas nuestro acuerdo? – Le dije tomando distancia – Dijimos clarito, 1200 posts.
- ¡Claudio perdió! ¡Págame lo que debes!
- El trato eran 1200 Posts, te debo apenas 1000. Para los 200 que faltan tienes que apostarme 200 posts en la próxima pelea y luego de eso te pago el total de 1200 post – Me limpié la ropa de polvo – Dale Yukito ¿Cómo tienes tan mala memoria?
Yukito lo pensó un momento, tenía la misma memoria que una tortuga ciega – Creo que tienes razón Hipo – Sacó una libreta de su bolsillo – Entonces ¿A quién le vas para hoy?
- Te digo cuando vuelva a mi oficina. Ahora saca a tus panderetas vivientes de aquí y déjame hacer mi trabajo.
Yukito me sonrió, le hizo un gesto a sus mastodontes y los tres se alejaron. Me había salvado por los pelos que no tenía. Voltee hacia la masa de gente que se había tomado la avenida de comunidad y empecé a caminar pensando en Claudio ¿Seguiría combatiendo? Lo más lógico era que cuando dejara de apostar por él, el muy puto ganara, así que volvería a apostarle. Si, Claudio era el nombre de un ganador.
El centro neurálgico de comunidad era un puto caos. Tras mucho empujar usuarios y jurarle a Eder que no era yo el responsable de la piedra que le tiraron, logré entrar en la central de moderadores. El interior del Hall seguía vacío así que me precipité a la sala de torturas y entré sin golpear. Allí estaba Elena apoyada contra una pared fumando un cigarro, mirando en un monitor a Evil que entrevistaba a un machacado Caleb vestido de negro.
- ¿Cómo va esto? – Me apoyé a su lado y prendí un cigarrillo.
- Mal – El cigarro de Ele se fumaba solo a causa del aire – el clon no para de repetir la misma puta frase y tengo que salir a dar una declaración en diez minutos – Dijo señalándome un papel sobre la mesa que tenía pinta de ser importante.
- Ocampo se pondrá bien, Ele – Le dije sin mirarla – Tu deber como administradora es poner una cara linda y decirle a RESH que todo estará bien, que Rain se está recuperando y que administración está reclutando de nuevo a los mods para tener todo en orden. Por lo menos – Fumé una calda – eso diría la Ocampo.
- Pelao – Elena apagó su cigarro en el piso, que acento más cachondo - ¿Puedes quedarte aquí un momento con Evil? Tengo que ir a presentar la declaración.
- Si quieres me la llevo para la casa también - Le hice un gesto para que se fuera, me sonrió. Muchas personas me habían sonreído hoy y ninguna de ellas era yo, habíamos partido bien. Me di cuenta que no había comido nada desde hace días y me puse a pensar en comida ¿Qué tendría Beltrán en su despensa? ¿Podría meterme a hurtadillas a su casa y robarle unos chorizos? Mis pensamientos se interrumpieron por el sonido de una puerta. A la habitación entró Evil con el rostro bastante agitado.
- Alegría, alegría – Le dije a penas la vi entrar.
- Jódete – Me respondió antes de apoyarse a mi lado en la pared. Levantó su mano haciéndome un gesto de que le diera una calada de cigarrillo, se lo pasé de inmediato – No he logrado sacarle nada.
- Quizás yo podría sacarte algo.
- ¡Vamos pelao! – Dijo un poco molesta, un poco halagada - ¡Hasta cuando!
- ¿Quién ayudó a Beltrán a crear el sistema de puntos de VIT?
- Nosotros; Ocampo, Joumer, Tavo y yo.
- ¿Puedes explicarme fehacientemente cómo opera el sistema de puntos de VIT y su conexión con el sistema nervioso central? – Evil guardó silencio, se quedó mirando el piso mientras mi cigarro se consumía solo.
- Fue hace tanto tiempo ya, Hipo – Evil no sabía que responderme. La había atrapado a ella y sus tetas en plena mentira.
- No me mientas Evil – Me puse frente a ella y apoyé con violencia el brazo en la pared, atrapándola entre mi sobaco y mi cara – Ni tú ni Rain estuvieron detrás de la creación de los puntos de VIT – Le quité el cigarro de entre los dedos con mi mano derecha – Joumer era el rostro carismático de moderación y Tavo sabía cómo aplicar las leyes pero nada de ciencias – Fumé – Ninguno de ustedes tenía puta idea de cómo hacer algo así ¡¿Quién creo junto a Beltrán los puntos de VIT, carajo?! – ¿Estaba borracho o estaba dominando la situación? Evil se retorció un poco, hundiéndose en la pared. El nerviosismo se hacía visible en su rostro y sentí como su rodilla rozaba estúpidamente mi pierna. Podría violármela ahí mismo pero eso no me daría ninguna respuesta.
- Estuvimos nosotros… - Masculló al borde de un colapso nervioso. Me separé de la pared dando un golpe. Fumé un poco y le di la espalda a la chica. El cigarrillo cayó al piso, escuché tras mío como Evil contenía la respiración. Frente a nosotros, en el monitor que mostraba el interior de la sala de interrogación, veíamos como el esposado cuerpo del clon de Caleb se volvía polvillo rápidamente hasta no quedar nada. Esto no era normal, ningún clon se había desvanecido nunca de esa manera ¡Ninguno se había desvanecido nunca, estaban todos presos! Entré corriendo de una patada voladora a la sala y todo lo que vi fueron cenizas en el piso. Levanté la mirada al horizonte y me pregunté qué haría Clint Eastwood en mi situación, no se me ocurrió nada. Encendí un cigarro y volví a la habitación de la que vine. Al entrar no encontré a Evil ¡Puta de mierda, se escapó sin decirme nada! Me acerqué a la mesa, nada nuevo. El sonido distante de un disparo en el Hall captó mi atención y salí volando hacia allí.
Crow estaba en el piso, su camisa estaba manchada de rojo a la altura de las costillas. Me acerqué con una velocidad exagerada a él y me tiré a su lado.
- ¡Venía armado! – Me dijo el policía - ¡Venía a por ustedes!
- Tranquilo, Crow – Le dije metiéndole la mano al bolsillo y sacándole la pistola – Iré tras ese desgraciado, soy detective – Le metí la mano a la chaqueta y saqué 30 Posts – Necesitaré esto – Me levanté y miré hacia todos lados. Me voltee hacia Crow y me apuntó una de las salidas de emergencia. Corrí en esa dirección mientras repetía de manera mental las últimas palabras que me había dicho Evil.
Salí corriendo con la mente echa un lío ¿Cómo había sobrevivido Ocampo? ¿Quién había entrado armado a la central de moderadores? ¿Venía por mí, venía por Evil, venía a cobrarme lo que le debía a Mephisto? Ahora las cosas se habían ido al carajo y el appletini se me subió al cerebro igual que un calzón chino ¿Estaría bien Ele? ¿Qué mierda le pasó al clon de Caleb? ¿Y qué carajo había estado investigando Valentina? Parecía como si yo no fuera el único metido de narices en este caso y Claudio, sinceramente, tenía todas las de perder de nuevo. Demasiadas preguntas, demasiadas cosas pasando demasiado rápido y yo con unas ganas de orinar inaguantables. Afirmé el arma con todas mis fuerzas, alejé de mi mente todos los pensamientos que tuvieran relación con cascadas y ríos y salí corriendo por la puerta de servicio mientras sentía la resina del dulce perfume de Evil impregnada en mi mano derecha.-
Provecho.-