[Juego] Guionistas de Resident Evil

[Nightmare Hunter]

Acá mismo creo que sería lo mejor, así no creamos otro tema aparte.

[Klaus]

Bbrrr y como lo prometido es deuda, después de diez día y toda la tarde escribiendo, acá esta el primer capitulo de este fan-reboot:

Resident Evil

Capítulo 1: El Bosque Maldito

24 de Julio de 1998
El helicóptero UH-1 surcó el cielo nocturno como un ave enfurecida. Sobrevolando los fríos bosques de coníferas, recorría su camino hacia lo profundo de las Montañas Arklay. En su interior, un joven grupo de aspecto militar se preparaba para su misión, una misión de rescate. El grupo era el equipo Alfa de los S.T.A.R.S, el Servicio de Rescate Y Tácticas Especiales, del Departamento de Policía de Raccoon, un pequeño pueblo escondido entre las montañas.
En el interior del vehículo, Chris, el hombre más joven limpiaba su cuchillo, una verdadera monstruosidad hecha especialmente para la caza de animales grandes. En frente de él, estaba el más viejo, Barry, un verdadero oso grizzley que pasaba un trapo grasiento por los recovecos de su Colt Python. A su lado estaba la chica, Jill, que revisaba su equipamiento asegurándose de que no faltaba nada. Sentado enfrente estaba, Joseph, el del pañuelo en la cabeza que examinaba una videocámara y la aseguraba sobre su hombro; y junto a él, el capitán Wesker, un impasible rubio que estudiaba el mapa con su linterna. En la cabina el piloto del equipo, Brad, y su compañero de la policía, Trevor, dirigían el ingenio metálico mientras oteaban el bosque en busca de su objetivo.
Cerca de la media noche, Brad habló por el auricular.
_ Objeto desconocido a las 2:00, capitán.
Todos se asomaron en la dirección señalada. En efecto, una masa negra se dibujaba contra los arboles apenas iluminada por la luna menguante.
_ Ese es_ dijo Wesker_ Bájanos, Vickers, seguiremos a pie.
El helicóptero descendió en un claro de altos pastos cubierto por una densa neblina al nivel del suelo. Los STARS bajaron a tierra y se reunieron a cierta distancia.
_ Bien_ dijo el capitán_ Vamos a rastrear la zona, vayan separados para cubrir más terreno, pero no se pierdan de vista, mantengan a, por los menos, uno de sus compañeros a la vista.

_Voy a revisar el rotor de cola_ dijo Trevor a su compañero_ hacía un ruido extraño cuando descendiste.
El hombre se bajó y Brad quedó solo.

El equipo avanzó por el claro, con sus armas en mano, atentos a cualquier señal de socorro o peligro. Entre los árboles, Joseph distinguió la masa negra que reconoció como el helicóptero caído que estaban buscando. Le dirigió una seña a Jill, su compañera más cercana, para que lo siguiese y se adentró en el bosque.
Cuidadosamente se acercó al vehículo caído que a ahora se parecía más a un montón de metal abollado y fierros doblados. Sigilosamente se asomó por el parabrisas delantero y encontró la cabina vacía. En la parte de atrás tampoco había nadie, sin embargo le llamó la atención una pequeña mancha negra en el suelo. Al iluminarla con la linterna, esta adquirió un color rojizo oscuro y Joe se horrorizó al descubrir que era sangre. Bajo la luz de la linterna examinó nuevamente la cabina de pasajeros y descubrió otra mancha más pequeña e imperceptible a pocos centímetros de la primera, y otra más allá. El hombre siguió este rastro que bajaba del helicóptero y se alejaba en dirección al bosque hasta detenerse en lo que parecía ser una pistola con el símbolo de la Unidad. Antes de tomarla, Joseph dirigió la mirada hacia Jill, que se encontraba a casi cien metros de él. Le hizo una señal con la mano y ella se la devolvió.
Joe tragó saliva y tomó el arma con precaución por el caño y noto que estaba ligeramente más pesada de lo que debería. Cuando la sostuvo en alto y la alumbro con la linterna descubrió por qué: Una mano humana pálida y frígida colgaba del mango del arma hasta la muñeca, donde se costaba abruptamente y colgaban de ella algunos tendones y músculos mutilados. Joseph gritó de la impresión y soltó al arma. Se dio vuelta para correr en dirección a Jill pero no tuvo tiempo ni de dar un paso cuando algo le salto encima.

Desde su punto de vista, a Jill se le hacía muy difícil ver a su amigo. La oscuridad y la arboleada le impedían cada tanto verlo, y debía moverse para recuperarlo en su campo visual. Sumado a esto, ella estaba preocupada de perder a sus compañeros e intentaba hacer contacto visual con alguno, aunque esto era también muy difícil. El único con el que lo había logrado era con Chris, quien se había quedado lo más cerca posible para acudir a su lado en caso de que fuese necesario.
Cuando escuchó el grito, Jill se quedó paralizada, no podía ver a Joseph y corrió unos metros para divisarlo, sin embargo, no lo logró. Con la respiración agitada, la joven avanzó hasta la última posición de su compañero: el helicóptero caído. Sin embargo, antes de llegar, divisó movimientos en el lugar seguido de gritos de agonía que le erizaron los pelos.
_ ¡Joseph!_ gritó.
Entre la masa que se movía desenfrenadamente distinguió a su compañero revolcándose en el suelo. Rápidamente sacó su linterna e iluminó la monstruosa escena: Cerca de una docena de criaturas similares a perros se encontraban sobre Joseph devorándolo vivo, mientras este gritaba por ayuda.
_ ¡Jill!_ gritó_ ¡Jill, ayúdame!
Esta desenfundo su arma y disparó frenética contra las criaturas que no se inmutaron y continuaron con su actividad. Joseph sentía el sinfín de dientes que le arrancaban la carne de los huesos y gritaba desesperadamente, mientras que con sus pocas fuerzas intentaba alcanzar su escopeta que descansaba sobre la hierba manchada de sangre.
Jill escuchaba los gritos de su amigo, aún después de que este estuviera muerto, y continuaba jalando el gatillo a pesar de que el cargador se había vaciado. A su lado sintió pasar más de estos perros que acudían al festín en busca de su alimento. Cuando este se terminó, algunas bestias dirigieron su atención hacia la mujer, una nueva fuente de carne fresca.

Atraídos por los disparos, Chris y Wesker corrieron en dirección al bosque dirigidos por el primero que recordaba donde había visto a Jill por última vez. Una vez en el bosque no les fue difícil encontrarla a ella y a lo que quedaba de Joseph.
_ ¡Jill!_ gritó Chris_ ¡Jill vamos! ¡Tenemos que irnos!
Ella no respondió. Se encontraba paralizada y horrorizada. Sus ojos estaban perdidos y su rostro pálido.
_ ¡Jill!_ repitió su compañero_ ¡Maldita sea! ¡Valentine muévase es una orden!
Y reaccionó. Sin decir palabra giró sobre sus talones y corrió en dirección al claro. Chris se dispuso a seguirla pero por instinto volvió la cabeza, encontrándose cara a cara con uno de los perros que dio un salto con las mandíbulas abiertas en dirección a la yugular del hombre. Este se encogió esperando el final pero en su lugar escuchó un disparo y la bestia cayó a sus pies.
_ ¡Vamos Redfield, al helicóptero!_ gritó Wesker con su arma humeante.

Barry se encontraba sobre una loma mientras mantenía al helicóptero en su campo de visión y observaba la arboleada esperando a sus compañeros. Cuando los vio salir, le dirigió una seña a Brad para que encienda la máquina y esté listo para salir.

Vickers obedeció. Le advirtió a Trevor e inició el encendido del rotor que comenzó a girar cada vez más rápido hasta que disipo la poca niebla que se había acumulado a su alrededor. Luego observó por el parabrisas en dirección a Barry y vio a todos sus compañeros huyendo hacia él. Detrás de ellos divisó horrorizado a las criaturas y casi por instinto tomó la palanca y la atrajo hacia sí, haciendo que el ingenio comenzara a ascender.
_ ¿Qué haces, Brad?_ preguntó Trevor desde la cabina de atrás_ ¡Debemos esperar a los demás!
_ ¡No!_ gritó Brad aterrorizado_ ¿¡Viste esas cosas!? ¡No lo lograran! ¡Están muertos! ¡No quiero morir yo también!
_ ¡Brad, baja esta cosa!
Pero Vickers no escuchó.

_ ¿¡Que está haciendo!?_ gritó Barry.
_ ¡Brad! ¡Brad, espéranos!_ gritó Jill.
_ ¡No, no te vayas!_ gritó Chris_ ¡Maldito seas!
Wesker no dijo nada. Por el rabillo del ojo distinguió una silueta negra a lo lejos, entre los árboles. Sonrió.
_ Se fue_ suspiró Jill_ Nos dejaron.
_ Rápido, hacia esa casa_ ordenó Wesker_ por aquí.
Los demás obedecieron. Jill inmediatamente vio en la oscuridad la silueta de una vieja Mansión. De tanto correr, y con la fatiga doliéndoles en las pantorrillas, las bestias comenzaron a ganar terreno. Las más rápidas corrían a la par de los rezagados Chris y Wesker quienes se volteaban cada tanto a disparar. En uno de estos intentos Chris trastabillo y soltó su arma y, sin tiempo para volver por ella, debió correr desarmado.
Uno de los perros se le acercó por la izquierda, situándose entre Wesker y él, y se abalanzó sobre Redfield quien debió desviarse del camino para esquivarlo.

Cuando el grupo llegó a la mansión, cruzaron la puerta a toda velocidad y la cerraron detrás de ellos. Esta se tambaleó ante las embestidas de los perros pero ni se astilló ni se dobló, manteniéndose firme.
Jill, Barry y Wesker respiraron aliviados.
_ Wow_ dijo Barry observando a su alrededor_ Miren el tamaño de este lugar…
Se encontraban en un vestíbulo amplio, de paredes amarillentas y alfombra roja cubierta por una capa de polvo. Estaba adornado con cuadros de todo tipo, mesitas con jarrones y estatuillas y otras cosas. En el centro una escalera que subía a la planta superior.
_ Vaya, eso estuvo muy cerca_ dijo Wesker.
De pronto, Jill miró preocupada hacía todos lados, miró a sus compañeros que, por la adrenalina del momento, apenas percibían lo que la inquietaba, y luego miró la puerta.
_ Capitán Wesker…_ dijo casi en un susurro_ ¿Dónde está Chris?

[Klaus]

Hola!
Si, tarde mucho, perdón, en serio, estas ultimas semanas estuvieron... hevys, en fin un capítulo más corto y simple para ahorrar tiempo. Antes del lunes lo actualizo.

Capítulo 2: Ida y Vuelta al Infierno
Chris corrió a toda velocidad desviándose del camino que seguían sus compañeros. Corrió por entre una maraña de plantas y arbustos hasta divisar una puerta lateral medio camuflada que debía pertenecer al servicio. Sin pensarlo dos veces, Redfield la atravesó como un rayo y trabó la puerta detrás de sí. AL mirar a su alrededor se encontró en una bodega de alimentos, con varios estantes cargados con cajas de alimentos enlatados y, en resumen, de todo aquello que no necesitase de frío. Cruzó la habitación hasta una escalera de granito y subió hasta una cocina de aspecto victoriano. Al entrar, un fuerte olor asaltó su nariz. El olor a muerte. Con su cuchillo en mano, caminó lentamente hasta encontrar, en un rincón junto a una caldera, un cadáver humano que lucía en su brazo izquierdo el símbolo de su unidad. Era un STARS.
_ Edward…_ susurró.
Edward era miembro del equipo Bravo y, junto con el propio Chris, uno de los tiradores expertos del equipo. Pese a que la relación entre ambos era nada más que profesional, Chris sentía respeto por su compañero.
Un ruido que parecía provenir desde las profundidades mismas de la mansión distrajo su atención. Previniendo lo peor tanteo la funda de su pistola pero, al encontrarla vacía, recordó que la había dejado caer durante la carrera por su vida. Con cierto recelo se acercó a su compañero caído y registró su funda. Su pistola aún estaba allí, por lo que el muchacho la tomó, la recargó, y se preparó para lo peor. Con cautela se encaminó a la puerta. Al otro lado había un pasillo y al final de este, una habitación amueblada con sofás, una chimenea, y varios estantes con libros. Era la biblioteca.
Apenas entró, un zarpazo cruzó el aire e impacto contra la madera de la puerta. Chris, hábilmente se apartó antes de sufrir daños y apuntó con la pistola a su agresor. Se trataba de una horrible criatura de piel verde escamosa, espalda encorvada, ojos amarillos y colmillos fieramente afilados, pero lo que a Chris más le preocupo fueron las enormes garras de las patas delanteras que este ser blandía. El engendro chilló con un grito agudo y saltó con las garras abiertas a donde Chris estaba, pero este levantó el arma y disparó hasta que su cargador se vació. La bestia cayó herida y, tras agonizar unos segundos, murió con un gorgoteo.
Redfield se acercó al cadáver de la criatura justo cuando el sonido de la puerta llamó su atención, e hizo que apuntara con su arma.
_ Chris_ dijo una voz femenina_ Soy yo.
_ ¿Rebecca?_ el policía no se lo podía creer_ ¿Eres tú?

Jill y Barry recorrieron los laberinticos pasillos de la mansión. Con su capitán, Wesker, habían acordado separarse para buscar a Chris y cualquier otro superviviente que pudiese haber, mientras él hacía lo propio buscando una salida.
Luego de caminar por un rato alcanzaron una sala de estar.
_ Espérame aquí_ dijo él_ voy a adelantarme un poco.
_ ¿No quieres que te acompañe?
_ No es necesario, solo iré a la siguiente habitación_ y sin decir más se fue por la puerta.
Después de esperar un rato y al ver que Barry no regresaba, Jill comenzó a preocuparse. Sigilosamente atravesó la puerta y recorrió el corredor hasta que, al girar en una esquina, descubrió a un hombre de rodillas junto a otro hombre tendido en el suelo. No podía ver el rostro de ninguno, pero presintió lo peor. Con cuidado apuntó con su arma y dijo:
_ ¡S.T.A.R.S! Póngase de pie con las manos en la cabeza.
El hombre giró la cabeza lentamente. Con la piel pálida, la mirada vidriosa y la sangre empapando sus labios, se levantó y comenzó a caminar hacia Jill. Al hacerlo, dejó caer de sus manos una cabeza humana medio comida por la parte de atrás.
La joven, con un nudo en la garganta, apuntó y disparó dos disparos que impactaron en el pecho del hombre. Este no se inmutó, por lo que ella disparó otros dos a la misma región. Finalmente, cuando ya casi estaba sobre ella, un potente disparó resonó en el ambiente. El cerebro del hombre se esparció por la pared y su cuerpo cayó redondo. Detrás de él estaba Barry con su revolver humeante.
_ ¡Dios!_ dijo Jill_ ¿Qué rayos le pasa?
_ Esta muerto_ dijo Barry recargando su arma_ por eso le disparé.
_ ¿Cómo?
_ Son zombis, Jill, como los de Romero, pero más… reales.
_ Dios…
_ Si quieres detenerlos debes dispararles en la cabeza, Sin cerebro no tienen nada que hacer.
_ ¿Cómo sabes esto?_ preguntó ella, al cabo de un momento.
_ No es el primero que me cruzo.
Valentine se acercó al segundo cuerpo. Le sorprendió y aterrorizó a la vez que llevara una chaqueta con el símbolo del escuadrón.
_ ¡Maldición!_ rugió Barry arrodillado junto a la cabeza de la víctima.
Al verle el rostro, a Jill le dio un vuelco el corazón. Era Kenneth Sullivan, el especialista en bioquímica del equipo Bravo. Ella y él eran muy buenos amigos.
_ Eso no es todo_ Barry interrumpió las cavilaciones de su compañera_ Vi a Forrest en el balcón_ meneó la cabeza_ se transformó en una de esas… cosas.
_ Dios…
Se mantuvieron un momento en silencio.
_ Vamos_ dijo ella tratándose de despejar la mente_ tenemos que encontrar a Chris.

[Caleb]

Aah antes de que se me siga pasando el tiempo, quería avisar para darme de baja. En realidad por lo menos hasta bien entrado diciembre xDD antes de eso no me voy a poder poner al 100% con esto porque ya estoy con varias cosas.

[Nightmare Hunter]

Aah antes de que se me siga pasando el tiempo, quería avisar para darme de baja. En realidad por lo menos hasta bien entrado diciembre xDD antes de eso no me voy a poder poner al 100% con esto porque ya estoy con varias cosas.

No hay problema, gracias por avisar. De todos modos cuando esté la parte de RE1 terminada vendría AlexKemp, que hay que ver si está disponible también, y para eso puede pasar un tiempo, así que la cuestión es ir viendo cómo se desarrolla la cosa. Llegaremos hasta donde se pueda, a cualquiera le puede tocar su parte en algún momento en que esté ocupado así que nunca se sabe.

[Klaus]

Capítulo 3: Moriría por Ella
_ ¡Chris!_ gritó la muchacha llena de alegría_ ¡Qué bueno que llegaste!_ agregó mientras abrazaba a su compañero.
Redfield se extrañó por la bienvenida de su compañera pero se rio cuando esta retrocedió sonrojada.
_ Lo siento_ dijo_ No quise…
_ Está bien, Rebecca_ dijo él.
_ Es que me alegra mucho que hayas llegado_ aclaró_ ¿Viniste solo?
_ No, el equipo Alfa fue en su búsqueda cuando perdimos comunicación.
_ Oh si_ dijo ella_ Nuestro motor se dañó, hubo que hacer una parada de emergencia y esos perros nos atacaron. Por suerte huimos hacia aquí.
_ Si_ dijo Chris_ a nosotros también nos atacaron, que coincidencia ¿No? Los dos equipos enteros reunidos en el mismo lugar_ en ese momento recordó la trágica pérdida sufrida en el campo, y a su compañero muerto en la cocina_ No, no enteros.
_ ¿Eso qué significa?
_ Perdimos a Joseph_ respondió.
_ ¡Oh no!_ Rebecca se cubrió la boca con las manos.
Luego de un largo silencio, ella acotó:
_ Yo tampoco sé dónde están los demás, nos separamos al llegar aquí y no los volví a ver, excepto a Richard.
_ ¿Dónde está?
_ En la otra habitación, lo habían envenenado, así que le di un antídoto y lo deje descansar.
_ Deberíamos juntarnos, no es bueno que estemos todos dispersos.
_ ¿Pero y los demás?
Chris suspiró mientras se rascaba la cabeza.
_ Becca, yo… encontré a Edward muerto en la cocina, parecía comido… o algo.
_ ¡No!_ gritó ella_ Edward…
Sollozó unos minutos contra el pecho de Chris mientras este la consolaba en silencio.
_ ¿Qué está pasando?_ murmuró ella.
_ No lo sé_ respondió él.
Después de recuperar la compostura, ambos compañeros procedieron a reunirse con Richard. Al llegar a la habitación señalada por la muchacha, la descubrieron vacía, y está se desesperó al darse cuenta de que había perdido a su compañero.
_ Calmate_ le dijo Chris_ Lo encontraremos, dices que estaba envenenado, entonces no puede estar muy lejos.

Jill y Barry caminaron juntos en silencio por las laberínticas habitaciones de la mansión. No querían hablar. Al fin, llegaron a un cuarto repleto de armaduras y armas medievales. “La armería” pensó Jill, deteniéndose frente a una que le llamó la atención. Antes de que pudiese reaccionar, la armadura se movió y balanceo su enorme hacha en su dirección, y la hubiese cortado a la mitad de no ser por Barry que se arrojó contra ella empujándola. Al instante la armadura se tambaleo y cayó al suelo.
_ ¿Qué rayos fue eso?_ gritó la mujer.
En ese momento, todas las demás estatuas cobraron vida emitiendo sonidos desgarradores. Con pesar tomaron sus armas y se balancearon sobre los STARS que dispararon sus armas. Las balas rebotaban contra el metal y pronto el dúo busco una alternativa.
_ ¡Corre!_ gritó Barry.
Esquivando los ataques, Jill logró llegar hasta una puerta lateral que cruzó sin pensarlo dos veces. Sin detenerse allí, corrió por las habitaciones y pasillos hasta llegar a una vieja escalera. Cuando tomó aliento se descubrió a si misma completamente sola.
_ ¡Barry!_ llamó en un grito y el eco le respondió en un susurro.
De improviso, una mano le cubrió la boca y unos labios se le pegaron al oído.
_ No grites_ dijo una voz_ ellos escuchan.
Con un movimiento brusco se liberó de su captor y desenfundó su cuchillo dispuesta a pelear, cuando lo reconoció: con su camisa anaranjada y sus pantalones verdes, Richard Aiken se tambaleaba frente a ella.
_ ¡Richard!_ dijo mientras pasaba su brazo detrás de su nuca para ayudarlo a mantenerse de pie_ ¿Qué te pasó?
_ Fue horrible_ respondió con la voz quebrada_ Nos atacó, y me mordió en el abdomen… Creí que moriría pero Rebecca me salvo.
_ Espera, más claro_ pidió ella_ ¿Quién los atacó?
_ Un monstruo, una serpiente gigante_ explicó_ parece una locura, pero es real.
_ Mencionaste a Rebecca_ dijo recordando a la joven medica novata_ ¿Dónde está ahora?
_ Yo… ella… no lo sé.
Jill suspiró.
_ Bien, escucha, voy a dejarte aquí ¿Si?_ dijo_ Volveré en un instante, iré por Barry y los tres buscaremos a Rebecca y a Chris ¿De acuerdo?
Richard asintió. Estaba demasiado cansado, sentía sus miembros como gelatina y su cabeza estaba a punto de explotar. Cuando Jill lo sentó en una silla de mimbre, no pudo resistir mucho antes de caer inconsciente. Lo último que vio fue a su compañera descender por la vieja escalera.
_ No…_ susurró abriendo los ojos.
Intentó ponerse de pie. No sabía cuánto había estado dormido, o inconsciente, pero la imagen de Jill permanecía en su cabeza. No debía ir por ahí.
_ Jill…_ llamó_ No… allí… no…
Bajó las escaleras y llegó al cuarto en penumbras del que había escapado.
_ Jill_ llamó de nuevo.
Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad divisó más adelante a una figura humana que se movía.
_¡Jill!
La figura se detuvo. Miró en su dirección y lo distinguió en la misma penumbra. Cuando comenzó a caminar hacia él, Richard distinguió un movimiento en el ambiente, y supo que ya era tarde.
_ ¡No!_ gritó_ ¡No! ¡Corre! ¡Da la vuelta y corre!
La figura delante de él se detuvo confusa.
_ ¡Solo corre!
La figura obedeció. En ese momento, Aiken divisó claramente el grotesco cuerpo del monstruo que los acechaba y como iba acercándose cada vez más a la figura que corría delante de él.
_ Más rápido, Jill!_ gritó.
Desesperadamente intentó acortar la distancia entre él y ella, pero sus piernas le dolían demasiado y sentía como sus huesos se iban quebrando lentamente. Sin embargo, poco a poco comenzó a ganar carrera.
Al final del túnel distinguió una luz y supo que la figura también la había visto. Pero no la alcanzaría, la criatura, viéndose derrotada, abandonó las sombras y el acecho, se lanzó contra la mujer.
En un acto de fuerza milagrosa, Richard saltó hacia adelante. Empujó a Jill y e lanzó directamente a las fauces de la bestia.

[Klaus]

Capítulo 4: Un Duro Adiós
Jill miró hacia atrás y observo horrorizada como esa enorme serpiente se tragaba a su amigo de un bocado. Sin tiempo para pensar, se puso de pie y corrió hasta la salida trabando la puerta detrás de sí. Se sentía demasiado excitada y aterrorizada a la vez. Esa cosa, literalmente, se comió a Richard, y todo por salvarla a ella. Cuando se tranquilizó, hecho un vistazo a su alrededor. Era un cuarto de aspecto victoriano, con unos sillones de terciopelo, una cama con sabanas de seda, algunas mesillas de caoba, y un espejo de cuerpo completo en la pared. Valentine se acercó a este y lo examinó. Por un segundo le pareció ver a la criatura reflejada pero al darse vuelta estaba sola. Se frotó los ojos, debía concentrarse, ser profesional. Había perdido a su amigo pero no debía flaquear ahora, o su sacrificio habría sido en vano. Examinó más fríamente el marco del espejo y noto una especie de placa que, cuando la oprimió, activó un mecanismo que rebeló un pasadizo a través del espejo. Detrás había una habitación idéntica a la anterior, con la diferencia de que todo estaba invertido, como si de verdad ella hubiese entrado al espejo, y en lugar de una puerta esta tenía un elevador.
Jill se montó y, tras apretar el único botón que tenía en su placa de mando, el ingenió comenzó a descender. Después de unos segundos, las puertas se abrieron revelando Un largo pasillo blanco que desembocaba en una especie de recepción, con un escritorio con una computadora, un sofá y una puerta de metal. Valentine se acercó a la computadora y desde allí logró abrir la puerta.
Del otro lado había un pasillo con paredes de cristal que daban la vista hacia varios y modernos laboratorios con grandes máquinas de las cuales la joven desconocía su función. Valentine estaba boquiabierta. No había que ser un erudito para darse cuenta de la verdad: Allí estaba la causa de los monstruos que asolaban la mansión y los bosques cercanos, y el hecho de que el símbolo de Umbrella Corp., la mega corporación especializada en farmacéuticos, estaba estampado en cada pared del lugar, daban una idea de quién era el responsable. Siguiendo por el pasillo, llegó hasta una puerta por la que accedió a uno de los laboratorios bajo el letrero “Armas BioOrganicas”. Allí había dos grandes tubos de metal con cientos de manqueras y válvulas saliendo de su interior. Cuando se acercó más una voz a sus espaldas llamó su atención.
_ No deberías haber entrado aquí.
Al darse vuelta vio a Barry que le apuntaba con su arma.
_ ¿Barry?_ dijo ella confusa_ ¿Qué estás haciendo?
_ ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué corriste de esa forma?_ el hombre sonaba consternado_ Pude haberte sacado a salvo de este lugar, sin que supieses la verdad, ahora ya es tarde, tendré que matarte.
_ ¡Espera!_ dijo ella_ ¿Qué verdad? Barry te volviste loco.
_ ¡Matará a mi familia! ¿Qué esperabas que hiciera?
_ ¿¡Quién!? ¿De qué estás hablando?
Mientras discutían, un zombi se acercó por detrás de Barry y lo tomó por el cuello. Burton intentó quitárselo de encima, pero fue Jill la que, con un disparo certero, le salvó la vida.
_ Jill… _ empezó a decir Barry, pero ella lo interrumpió.
_ Cierra la boca_ le apuntó con su arma_ Dame tu arma_ lentamente se le acercó y le quitó su revolver.
Jill continuó:
_ Vas a decirme que rayos está pasando o te pondré una bala entre las cejas, juro que lo haré.
_ Está bien_ dijo Burton levantando las manos_ Estos es todo lo que sé:
“Umbrella Corp. No es lo que parece. Se dedica a fabricar medicinas y tecnología médica, sí, pero su mayor fuente de ingresos no es tan benévola. Por debajo de la mesa vende armas biológicas a los militares y en el mercado negro, armas eficaces que no se han visto nunca. Recientemente desarrollaron el virus-T, un virus mutagénico que mata al cuerpo y lo revive como un zombi. Es el soldado casi perfecto, pues su única falla es que es incontrolable. Para eso desarrollaron otras armas, como los Hunters, nunca los vi en persona pero son mortales y por eso estamos aquí. Todo esto era una trampa para probar el nuevo virus contra grupos militares. Los S.T.A.R.S eran perfectos.”
Jill no podía creer lo que escuchaba.
_ Y tú..._ dijo por fin_ Tu nos traicionaste ¿Nos vendiste a Umbrella como conejillos?
_ No, yo no, yo descubrí todo esto sobre la marcha_ Se defendió Barry_ Yo descubrí al verdadero traidor y quería contárselo a los demás, pero él amenazó a mi familia, dijo que si hablaba mi mujer y mis hijas morirían, tienes que entender…
_ Éramos tus amigos…
_ Jill verlos morir a todos fue lo peor que me pasó en la vida, pero era mi familia o ustedes ¿Qué hubiese hecho en mi lugar?
Ella no contestó. Barry estaba destrozado, sus ojos lagrimosos y sus piernas temblaban. Entonces supo que él estaba arrepentido. Bajó el arma y lo abrazó. El gigante Burton su encogió en el hombro de su amiga y lloró en silencio.
_ Escucha_ dijo ella más calmada_ te ayudaré ¿Si? Juntos protegeremos a tu familia, solo dime quien fue el traidor.
_... El capitán Wesker.

Chris y Rebecca caminaban en silencio por los corredores del edificio. Casi ni hablaban, ella estaba muy desanimada por haber perdido a su compañero y él no quería tocar temas difíciles en este momento. Cuando llegaron a lo que parecía ser un jardín botánico, Redfield la detuvo.
_ Rebecca yo… sé que es difícil para ti hablar de esto_ dijo_ Pero tienes que decirme que pasó.
Ella suspiró.
_ De acuerdo, así comenzó:
“ Recuerdo que tuvimos un aterrizaje forzoso en el bosque antes de llegar a nuestro punto seleccionado, luego fuimos a inspeccionar mientras Kevin se quedaba en el helicóptero, y nos atacaron unos perros monstruosos, fue horrible, yo me separé del grupo y me encontré con un tren varado en una línea que creí muerta. Estaba vacío, todos los pasajeros estaban muertos, pero cuando los investigué revivieron como esos zombis y me atacaron. Intenté escapar pero el tren se encendió y tuve que esconderme sola allí, sabía que debía alcanzar la locomotora. Crucé a través de mucha locura pero, al final, lo logre. Llegue hasta la máquina, allí encontré a dos soldados muertos, de ellos brotó una especie de sanguijuela gigante que descarriló el tren y se estrelló contra una vieja mina abandonada. Allí encontré un laboratorio escondido de Umbrella, todos estaban muertos y el único superviviente intentó cazarme. Tuve que sobrevivir allí hasta que casi logro escapar, pero en el último segundo, ese demente casi me mata, lo enfrente y cuando pensé que no podía ir peor, aparece esa sanguijuela gigante y se lo traga, y muta en una cosa aún más grande y peligrosa. Me hubiese aniquilado si yo no hubiera activado un sistema de contención biológica que derrumbó la mina sobre él. En fin, cuando pensé que todo había terminado encuentro un pasadizo secreto que me lleva al patio interno de este caserón. Luego me crucé con Richard… y el resto es historia.”
_Wow_ exclamó Chris_ ¿hiciste todo eso tu sola?
Ella apretó los labios antes de contestar.
_ Si_ respondió_ No creas que no puedo cuidarme sola.
Él se rio y continuó caminando dispuesto a explorar el lugar, pero ella se quedó en el lugar. Había mentido, estaba segura de que sola no hubiese podido lograrlo, a pesar de lo que el joven marine que le había ayudado le dijo: “Eres más fuerte de lo que crees”. Ella no lo creía.
_ ¿Vas a quedarte ahí?_ gritó Chris desde el otro lado de la habitación.
_ Voy_ respondió ella.
Los dos recorrieron las largas hileras de plantas, flores y arbustos hasta que un sonido los paralizó. Era un rugido cercano y sonaba muy enojado. El dúo desenfundó sus armas se prepararon para pelear. La maleza comenzó a agitarse a su alrededor y los gruñido se hicieron más presentes.
_ ¡Abajo!_ gritó Chris al ver a un Hunter salir disparado en su dirección. Ambos se agacharon a tiempo y la bestia se estampo contra una vasija de terracota. Inmediatamente abrieron fuego contra el centenar de monstruos que se abalanzaron contra ellos. La batalla estaba bastante reñida, hasta que la escases de munición empezó a darle ventaja a los Cazadores.
_ Retrocedamos_ sugirió la chica y su compañero estuvo de acuerdo.
Ambos corrieron hasta la entrada pero antes de que pudiesen llegar, un Hunter se interpuso entre Chris y Rebecca. El hombre, que iba delante apuntó su arma y disparó, pero las pocas balas que le quedaban eran insuficientes para frenar a la bestia. Ella, paralizada, mantenía su arma en alto pero estaba muy asustada para dispararle al Hunter que había puesto sus ojos en ella.
_ ¡Becca, hazlo!_ Gritó Chris, pero ella no se atrevía_ ¡Hazlo!
El monstruo avanzaba lentamente, relamiéndose ante presa tan fácil. “Basta” se decía ella para sí misma “Eres fuerte, dispara”.
_ No…_ murmuró, cada fibra de su cuerpo estaba en pánico_ No puedo…
_ ¡HAZLO!_ gritó Chris desenfundando su cuchillo para lanzarse contra la criatura.
“Dispara” volvió a repetirse Rebecca y respirando profundamente comprimió los músculos de su índice, justo al tiempo que el Hunter se lanzaba al ataque.
La bala penetró entre los ojos del monstruo y este cayó a los pies de la joven que respiró aliviada. Había vencido su miedo.
_ ¡Rebecca cuidado!_ Gritó Chris.
Ella confundida se volteó al tiempo que vio a un segundo Hunter dirigirse a ella con las garras extendidas. Lo siguiente que vio fue el techo de cristal del jardín botánico y luego su propio cuerpo, algunos metros más lejos, mientras un halo de oscuridad comenzaba a cerrarse sobre su visión.

_ ¡REBECCA!_ Estalló Chris.
El cuerpo y la cabeza de su amiga separados por varios metros yacían a sus pies. Los Hunters se amontonaron junto al cadáver y comenzaron a devorarlo. Con un poco de tiempo ganado, Chris se obligó a sí mismo a darse la vuelta y salir del lugar. Cuando estuvo a salvo, rompió a llorar.

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Bueno, un capitulo que planee desde hace mucho
Chris así tipo:

Oculto:

[AlexKemp]

vaya que... despiadado.
Una vision interesante del mundo de RE... Y demasiado cruda. He estado esperando a que termine este guion para continuar con el mio, ya que con ciertos personajes muertos...

En fin. Que sucedio? Sigue en pie esto?

[Cursed]

Lástima, llego tarde. Me gustaría reescribir un poco los acontecimientos de Raccoon (RE 2 o 3) pero ya que están reservados... Me pido RE 0

[Klaus]

Lo voy a terminar, lo juro . Estuve de vacaciones, entre otras cosas, pero ya estoy de nuevo.