Reshforce

[Caleb]

RESHFORCE

Capítulo 1
Introducción

Un hombre de traje estaba sentado en una gran oficina frente a su escritorio, donde tenía un ordenador encendido y varias carpetas. A sus espaldas entraban los últimos rayos de sol por la ventana a medida que el día llegaba a su fin.
Una placa en la puerta decía “Director Beltrán”. RESH se encontraba en Langley, y era una de las agencias de inteligencia más grandes del mundo. Allí tenían su edificio principal con las divisiones administrativas, de espionaje, contraespionaje, almacenamiento y más. Las instalaciones de entrenamiento estaban diseminadas por todo el país, y sólo aquellos que destacaban podían acceder a Langley.

Como todo, tenían un rival. BOEN era otra organización del mismo estilo, con base en Roswell. Competían en muchas áreas, una de ellas la de los contratos del gobierno. Cada una de esas contrataciones dependía del caso, y esta vez el asunto había caído en manos de RESH.

Beltrán se encontraba hablando por celular, recibiendo información de última hora. Miraba las carpetas mientras escuchaba, y cuando la conversación se dio por finalizada, resopló y se puso de pie.
Marcó un número y caminó hasta la ventana, desde donde observaba el horizonte detenidamente.
-Rain.-Dijo en cuanto le atendieron.
-¿Sí, Beltrán?-
-Escucha, voy a mandar unas carpetas a tu departamento ahora mismo. Lee los detalles, y prepara una respuesta rápida.-
-Bien, pero... ¿de qué se trata?-
-Parece que ocurrió un incidente en una de las instalaciones del gobierno. Quiero a la Reshforce en esto. El Presidente cuenta con nosotros.-
-De acuerdo. Pasa a dejar las cosas, mañana a primera hora empezaremos.-Contestó Rain.
-Excelente.-

Finalizada la conversación, Beltrán se alejó de la ventana, agarró las carpetas del escritorio y se encaminó a la salida. Otra jornada que terminaba, pero esta vez con algo gordo entre manos. El Presidente hacía bien en contar con su agencia para este encargo, puesto que no cualquiera sería apto para manejarlo.
Abrió la puerta, apagó la luz y salió cerrando a sus espaldas. Se acomodó el cabello con su mano libre, y siguió a paso firme. Ahora todo correría por cuenta de Rain Ocampo.

La cuenta regresiva había comenzado.

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Pues no desvela mucho la intro xD pero pronto llegará el resto.

Este fic ya lleva un tiempo en marcha así que tengo varios capítulos escritos, por lo que podría haber actualizaciones relativamente rápidas. Al mismo tiempo sigo llevando la cosa adelante y voy corrigiendo los que van quedando.

El cast ya está cerrado. Espero que lo disfruten xD


-Próximamente más info-

[Ill]

Esto de la Reshforce suena a Escuadrón Suicida meets The Expendables, no lo abandones Caleb que me interesa

[Ele Alzerav]

Uuh tanto tiempo hablándonos de él y ya por fin lo empiezas a publicar.
Y con esa canción xDD

Pinta bastante bien, la introducción de momento no deja entrever mucho pero con algunos detalles sueltos que nos has comentado se ve que se va a armar algo interesante.

[Caleb]

Y aquí seguimos!

Capítulo 2
Alzerav

Langley. Un día lluvioso.

Elena había ingresado al edificio y pasado el rutinario control de acceso, para encaminarse al sector de Ocampo. Era el edificio administrativo, la mayoría de los presentes que iban y venían se ocupaban de informes y balances. Pasó por varias oficinas hasta que llegó al pasillo final, con ventanas a ambos lados y una puerta al fondo. Allí la placa decía “Rain Ocampo”.

Vestía una campera de cuero negra, pantalones de camuflaje urbano y borcegos. Tenía el cabello recogido, y al cuello llevaba una cadenita con una chapa que tenía inscripta una fecha.
Dio unos golpecitos a la puerta y al escuchar el “adelante”, ingresó. Cerró la puerta y se encontró en aquella oficina donde había estado tantas veces.
Tenía el suelo alfombrado, un escritorio, un minibar, una biblioteca y un gran ventanal que daba al espacio interno del complejo.

Rain estaba sentada detrás de su escritorio con una pila de carpetas frente a ella. Llevaba su vestimenta habitual de chaleco y pantalones grises con camisa blanca. Tenía las gafas puestas y una notable expresión de malhumor.

-Buenos días.-Saludó Ele y se sentó en una de las sillas que había frente al escritorio.
-Buenos días, Ele. Espero que hayas aprovechado bien estos últimos días libres, porque ya tenemos que poner a Reshforce en marcha otra vez.-Dijo Rain, y se quitó las gafas.
-Ya, lo suponía. Dame las carpetas, llamaré al equipo y...-
-No, no.-Interrumpió Rain.
Elena hizo silencio. Rain se levantó, caminó hasta el minibar y se sirvió un vaso de whisky. Le ofreció uno a Ele, pero ella declinó.
Rain regresó al escritorio, dio un sorbo y le pasó una carpeta a su colega.

Allí había información sobre un lugar llamado “Sanatorio Meyers”, para criminales dementes. Quedaba hacia el norte, en una zona boscosa. El contenido de esa carpeta no apuntaba a nada exactamente sospechoso.
-Verás, esta vez es más complicado.-Comenzó Rain.
-Te escucho.-
-En ese lugar funciona una instalación del gobierno. No sabemos qué hacen, ni nos interesa. Allí hay un bloqueo de señal a cinco kilómetros a la redonda del sanatorio, nadie puede comunicarse. Los únicos que pueden hacerlo son los que trabajan allí, mediante un sistema del gobierno. Parece que hacía dos meses que estaban sin noticias, cosa que en sí no es extraña, pero hace veinticuatro horas se emitió una señal de alerta.-Explicó Rain.
-¿Y hay algún detalle sobre eso?-Preguntó Ele dejando la carpeta en la mesa.
-No. Sólo se transmitió la señal. Y desde entonces nadie se comunicó. El gobierno no quiere meterse directamente, así que...-
-Nos toca a nosotros.-Completó Ele y se cruzó de brazos.
-Sí. No saben qué está pasando, pero temen que sea una fuerza ajena al gobierno. Un grupo terrorista, o espías, o algo. De modo que necesitan a Reshforce para que destruyan todas las investigaciones y saquen de allí a unos hermanos.-

Dicho esto, Rain tomó una de las carpetas, la abrió en una página específica y se la pasó a Elena.
Allí se veía a un joven de cabello negro con gafas redondas, sonriente; y en otra fotografía a una chica de características similares pero sin gafas.
Michael y Roxan Rivaille. Científicos.

-¿Y por qué a estos dos?-Preguntó Elena.
-Cosa del gobierno, los quieren de regreso sea cual sea la situación.-
-Pero si esto es una falsa alarma, ¿qué hacemos con el resto de los que están ahí?-
-En el mejor de los casos sólo tendrán que identificarse y pasar. Pero como todos esperamos lo peor, no creemos que sea una simple falsa alarma. Así que vayan preparados.-Respondió Rain.
-¿Y si alguien más quiere salir de allí?-
-Nada, lo dejan. Sólo hay lugar para dos: los Rivaille.-Dijo Rain con firmeza.
A continuación le pasó otra carpeta a Elena, y dejó su vaso sobre la mesa. Caminó hasta la ventana y se apoyó sobre el borde.
-Se dice que el gobierno tiene un proyecto secreto en ese lugar, así que procedan con cautela. No se enteren de nada que no les convenga saber. Podría ser peligroso.-Advirtió Rain.
-Sí, no hay problema.-Contestó Elena con tranquilidad.
-Hay otra cuestión. No podrás llevar al equipo de siempre.-Agregó Ocampo.

Elena dejó la carpeta en la mesa y se extrañó ante el planteo.
-¿Por qué?-Preguntó.
-Los habituales están rindiendo bien, no nos gustaría perderlos...-
-¿Ahora nos preocupamos por que regresen?-Interrumpió Elena.
Rain resopló y se frotó los ojos.
-Vamos, sé directa.-La interpeló Elena.
-Bien. Justamente, esta vez no pueden regresar.-
Elena se recostó en la silla y clavó su mirada en Rain.
-¿Me incluye a mí?-
-No, claro que no. El director está más que satisfecho con tu desempeño, y alguien así al mando de Reshforce es lo mejor que tenemos. Son los demás los que no deben regresar.-Expresó Rain.
-¿Pero qué sentido tiene...?-
-Mira, recluta a quien quieras. No los volverás a ver. Se los necesita para colaborar con la extracción de los científicos y destruir las investigaciones. Si el lugar está bajo ataque, probablemente algunos caigan. Y cuando se estén retirando, elimina a los que sigan vivos. Es todo.-
-Parece que el gobierno tiene cosas que ocultar...-Especuló Elena.
-Sí, y el círculo de confianza es bastante pequeño.-Agregó Rain.

Elena se levantó, y Rain se acercó al escritorio.
-Supongo que esto se sale de lo habitual.-Dijo Elena.
-En efecto. La paga será el doble, y tendrás tres semanas libres.-
-Me parece bien.-
Tomó una de las carpetas y enfiló hacia la salida.
-Reuniré un equipo. En menos de veinticuatro horas estaremos allá.-
-Muy bien.-Aprobó Rain, y volvió a su trabajo.

Elena regresó al pasillo y empezó a caminar. Por su cabeza daban vueltas muchas cosas, pero ya iba armando una lista. Aquella vez más que nunca serían prescindibles. Ya lidiaría con ello cuando llegue el momento.

[Mataformigues]

Madre mía, qué agencia más malvada. Me ha gustado este capítulo, ya tengo ganas de saber qué va a pasar ahí dentro. Seguro que todo el instinto cinematográfico de Caleb no nos decepciona.

[Ele Alzerav]

Omg, pero qué "malvadez" quieren que haga?
Ves, eso me pasa por rechazar el güisqui... u.u

xDD

[Caleb]

huehue ya ves, si era Red Label eso no se rechaza!

xDD


Hey, pero cómo van a decir que estos son malvados, si son muy buena gente :3

jaja bueno, para no hacer doblepost actualizaré cuando alguien más escriba

[Ill]

Qué gente más perversa xD

[Caleb]

xDD y aquí seguimos!

Capítulo 3
Segundas oportunidades

La prisión de máxima seguridad era un complejo que ocupaba un gran terreno y se componía de varios edificios, incluido un sector subterráneo. Varias torres de vigilancia supervisaban constantemente los alrededores, y varios vallados limitaban un perímetro difícil de atravesar.
El personal no estaba al tanto de las movidas de RESH, con la excepción de algunos miembros clave. Uno de ellos era Jotha, quien fue a recibir a Elena a la puerta principal.

Llovía y corría viento, por lo que Elena se apresuró en ingresar junto a varios oficiales. Un camión celular había llegado con policías que iban a buscar algunos criminales para trasladar a otra prisión.
Jotha vestía un uniforme estándar pero tenía más permisos que nadie. Llevaba una barba prolija y el cabello corto.
Le ofreció un café a Elena, y comenzaron a caminar por un pasillo iluminado por tubos fluorescentes hasta el edificio donde albergaban a los más peligrosos. En el camino comentaron en voz baja de qué iba esa visita.
-¿Vienes a llevarte a algunos de estos infelices?-
-Sí, tengo una lista. Reshforce necesita un poco de fuerza bruta.-
-Así que hay una misión en curso...-
-Mañana. Dicen que hubo un incidente en el Sanatorio Meyers, ¿escuchaste algo?-
-No, aquí no llegan muchas noticias. Pero si Reshforce está en marcha, imagino que debe ser bastante secreto. Operaciones encubiertas.-
-Así es.-

Llegaron a un punto de control donde había dos guardias y un puñado de oficiales con pertrechos antidisturbios.
-Si llega a haber un problema, entramos.-Dijo uno de ellos exhibiendo un palo.
-No se preocupen, todo irá bien.-Los tranquilizó Jotha.
Las puertas se abrieron y pasaron al sector más evitado por el personal de la prisión.

Era un complejo repleto de celdas aisladas, donde se retenía lo peor de lo peor. Los pasillos eran laberínticos, y había cámaras de seguridad en cada punto. Asimismo tenían sistemas de seguridad en caso de que se provoque una fuga, y varios pelotones de antidisturbios monitoreando las celdas.
Elena sacó un papel de un bolsillo de su campera y lo extendió. Tenía un par de nombres.
Antes de salir de Langley había consultado algunos registros, buscando sujetos aptos para formar parte del escuadrón. Varios de los seleccionados cumplían las expectativas que ella tenía, pese a que eran peligrosos e impredecibles.
Jotha se acercó y señaló hacia las celdas.
-¿A quiénes buscas?-
-Veamos primero a Point Reflex.-Contestó Elena.
-Claro, por aquí.-

Caminaron entre celdas llenas de criminales, algunos enajenados golpeando las paredes, otros gritando. Unos pocos hablaban solos, mientras otros observaban en silencio.
Finalmente llegaron a la que buscaban. Una puerta de acero con una ventana les permitía observar el interior, donde Point Reflex descansaba sobre su cama.
Jotha dio unos golpes y el sujeto se levantó. Era calvo, no tenía barba ni cejas, y llevaba un parche sobre su ojo derecho.
-Aquí está Point. Por momentos parece cuerdo...-
El tipo se acercó velozmente a la puerta y de pronto parecía furioso.
-¡Ya les dije que no soy Point! ¡He dejado de serlo! ¡Soy la Furia!-Exclamó violentamente.
-Ya, cálmate.-Le espetó Jotha.
Elena hizo un gesto afirmativo.
-A este lo llevo. ¿Todavía tienen su equipo?-
-Emmm... sí. Un traje ignífugo, un casco de astronauta... el lanzallamas está confiscado.-
-Está bien, con eso bastará. Apúntalo.-Dijo Elena.
-Muy bien.-

Continuaron su camino. Elena le mostró la lista a Jotha, que asintió con la cabeza. Señaló una celda a lo lejos y se acercaron.
Allí observaron a un tipo delgado con varias cicatrices en el torso y una mirada tranquila. En las paredes había varios dibujos indrescriptibles pegados.
-Jig. Con un historial... interesante.-Dijo Jotha.
-Vigilante, pero con métodos propios de un asesino en serie. También lo llevo.-
-¿Segura?-
-Sí. Estos tipos parecen difíciles, pero no lo son tanto. ¿No tenía ningún equipo particular?-
-No. En su casa había herramientas, pero no creo que te sirvan.-Respondió Jotha.
-No hará falta. Sigamos.-

Avanzaron en aquel clima de locura hasta la siguiente celda, donde había un tipo con el cabello azul enrrollado en sus sábanas. No parecía prestarle atención a lo que pasaba fuera de la celda.
-Isra.-
-Sí. ¿Aún tienen su equipo?-
-La ropa y el guante con cuchillas. Tenía un rifle personalizado pero está confiscado.-
-¿Podrás gestionar que me lo liberen? Leí que lo empleó bastante bien.-
-Veré qué puedo hacer.-
-Gracias.-
-¿Qué viste en este sujeto?-Preguntó Jotha.
-Sabe combatir, pero se entusiasma demasiado. A su rifle le dio una mano de pintura, le puso accesorios, y nunca pudo despegarse de él. Cada puntito blanco sobre el arma es una baja confirmada.-Contestó Elena.
-Ya veo... bueno, continuemos por aquí.-

Siguieron caminando hasta una celda un poco más alejada. Allí había una chica de cabello corto negro y delgada, sentada en el suelo abrazándose las rodillas.
-Apuntaste su número de celda, porque en efecto nadie sabe su nombre. No hay registros, nada. Le dieron el apodo de “Sombra”.-Dijo Jotha.
-Interesante. Supongo que tendré que llamarla así.-
-Está en permanente estado de negación. Por lo que sabemos tenía una hermana llamada Raven. Trabajaban juntas en un comando de demoliciones, y bueno, una misión que salió mal y...-
-¿No fue un trabajo conjunto con los Hermanos Fuchs?-
-Sí. Claro que ellos se largaron cuando las cosas se torcieron. Desde entonces Sombra cree que Raven está viva, internada en el Hospital Central.-
-Hmmm... es bueno saberlo. También la quiero en el grupo.-
-Entre sus pertenencias tenía un par de herramientas y un llavero de panda. Puedes llevarlos.-Dijo Jotha.


Ese era el final de la lista. Mientras se encaminaban hacia la salida conversaron un poco más.
-Mándalos a todos a Langley con sus respectivas pertenencias. Y no olvides el rifle de Isra.-Solicitó Elena.
-Claro. Para esta tarde ya los tendrás ahí. ¿Los mando al edificio de informes?-
-Mejor al de interrogatorios. Prefiero tener un vidrio de por medio antes de pararme frente a ellos.-Dijo Ele guardándose la lista en un bolsillo.
-Bien. Espero que te sirvan... no sé cómo los harás seguir órdenes.-
-Por eso no te preocupes. Es mi especialidad.-

Salieron de aquel sector y regresaron a la recepción de la prisión. Allí se despidieron y Jotha procedió a preparar los traslados.
Mientras tanto Elena regresó a su coche, un Cadillac blanco, y partió hacia su próximo destino: la pieza final de su nuevo escuadrón. Necesitaba a alguien esencial en ese armado, pese a que no le gustaba nada la idea de ir a buscarlo.
La lluvia se intensificaba. A lo lejos, la ciudad se veía más gris que nunca.

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¿Qué tal el elenco? xD y prepárense que hay más!

Espero que sea de su agrado. Hasta la próxima!

[Ele Alzerav]

Madre mía, la Furia se enfurece haciendo honor a su nombre
El elenco en fin, a cada cual lo veo más loco pero... no os preocupéis que cuidaré de vosotros (?) xDD

Ya Calebín pon el siguiente que veamos quién falta xD

[Ill]

Caleb puto, no abandones el fic

[JIG]

Are we some kind of suicide squad?

[Gray Fox]

Dios, simplemente genial un Broforce de Resh con todos los zumbados juntos haciendo piña (xD), just.....epic.

Casi me descojono con la intro de Poin.... *ejem* Fury, se ve que el pobre tiene un pasado duro y oscuro, no demores mucho que queremos leeer mas.

[Spike]

postea ya el nuevo capitulo o te corto las tetas.

[Caleb]

Ya paren las amenazas, por fin terminé el año así que ya estoy xDD

Capítulo 4
Cuestiones del pasado

La lluvia no cesaba, y las calles se poblaban de paraguas. En cambio, el barrio por donde conducía Elena parecía despoblado. Hojas de periódicos volando, basura acumulándose con el agua, edificios a oscuras.
Se estacionó frente a una casa que tenía el patio frontal muy descuidado y casi parecía abandonada, si no fuera por las luces encendidas.
Apagó el motor y bajó. Caminó entre baldosas flojas y maleza descuidada, incluso con algunas latas y restos de cartón, hasta el umbral donde tocó el timbre y esperó. Escuchó unos pasos y la puerta se entreabrió. Se oyeron ladridos desde el fondo, y entonces apareció Ill con una expresión de molestia en el rostro.
-¿Qué haces aquí?-Preguntó su ex colega.
-Traigo una propuesta, ¿puedo pasar?-Contestó Elena.
-No, no quiero saber nada.-Dijo Ill y empezó a cerrar la puerta, pero ella se lo impidió con una mano.
-Es importante. Te necesito para organizar un equipo, como solías hacer...-
-Ya no me dedico a eso.-
Ill cerró la puerta, pero aún no se había alejado lo suficiente. Elena pensó rápido, sabía lo que tenía que hacer.
-¿Y por tu primo?-Preguntó ella en voz alta.

Pasaron unos segundos de silencio, hasta que la puerta esta vez se abrió por completo. Ill vestía pantalones gastados y un anorak verde, no parecía estar en perfecto estado.
-¿Qué sabes de mi primo?-
-Creemos saber dónde está James. ¿Puedo pasar?-
Esta vez Ill se hizo a un lado y Elena ingresó. El interior de la casa estaba poco amueblado, pero tenía una mesa y un par de sillas. Un pug daba vueltas por allí babeando y dando saltitos.
De fondo se escuchaba un televisor con el volumen bajo.

Elena dio unos pasos pero no se sentó, sino que se cruzó de brazos. Ill tenía las manos en los bolsillos y una mirada suspicaz.
-¿Encontraron a James? ¿Dónde está?-Preguntó el joven.
-Mira, puede ser complicado... un informante dijo que podría estar en el Sanatorio Meyers...-
-¡¿Qué?!-Preguntó Ill, incrédulo.
-¡Espera! No está internado. El gobierno está haciendo algo ahí, y por lo que nos dijeron creen haberlo visto allí.-
-¿Están seguros?-
-La descripción encaja bastante.-Contestó Elena.

Ill se tomó la cabeza con ambas manos y se sentó en una silla. Luego suspiró y se pasó una mano por la frente.
-Estoy preparando una operación para ingresar allí. Se reportó un problema.-Continuó Elena.
-¿Y me necesitas con ustedes?-Cuestionó Ill.
-Más bien... quisiera que estés allí. No quería tener que decírtelo de esta forma, pero en cuanto se dijo lo de James pensé en ti. Sé que tuvimos diferencias con Reshforce, pero...-
-Lo que haya sido, ya pasó. Si James está ahí, tengo que encontrarlo.-
-Sólo necesito de tu colaboración con el equipo. Tenemos que rescatar a dos personas, pero no habrá problemas en llevarnos a James también.-
-¿Estará secuestrado...?-Se preguntó Ill.
-Es posible. Si lo están reteniendo contra su voluntad es mejor sacarlo cuanto antes.-
Ill se incorporó y volvió a meterse las manos en los bolsillos.
-Está bien, cuenta conmigo.-Dijo haciendo un gesto afirmativo.
-Gracias. Te garantizo que no nos iremos de allí sin James.-

Hicieron unos últimos acuerdos. Ill se pondría en marcha hacia Langley cuanto antes, mientras Elena se retiraba.
Allí en el asiento del acompañante tenía la carpeta que se había llevado de la oficina de Rain. Figuraban ex miembros de Reshforce, tanto vivos como muertos. Entre aquellos folios tenía uno marcado: El informe de defunción de James Rogan en medio de un operativo secreto contra BOEN.

Ill y Elena habían tenido una fuerte rivalidad en otras épocas, cuando Reshforce conducía operaciones más agresivas.
Fue durante una misión en Sudán en la que ocurrieron cosas que nadie pudo detallar con precisión. Varias bajas, un rehén muerto, terroristas muertos... y Elena que siempre sospechó que Ill había intentado asesinarla.

De aquella misión sólo habían sobrevivido Elena, Ill y Korvy. Cuando Rain escuchó sus versiones sobre lo ocurrido, todas eran diferentes. No podía creerle a ninguno, por lo que optó por cerrar el expediente y no volver sobre él.
Un episodio oscuro del pasado que nadie logró aclarar. Viejas heridas que nunca habían cerrado...