Resident Evil Black Origins (+18)

[Azrael]

Hola chicos/as del foro, solo vengo aqui por que quiero que se interioricen con la historia de mi personaje llamado Rand
Con una niñez complicada el pudo salir adelante, aunque no de la manera que creen, aprovechare y presentaré un par de personajes nuevos, habrá encuentros con personajes de RE originales y se cerraran argumentos mostrados en Flashbacks de RE 2,5
Sin mas preambulo les presento la primera de tres partes de la vida de Rand LA NIÑEZ

La niñez

Capitulo 1: La calma...


Era una mañana soleada en la ciudad, el sol entró por la ventana de la habitación, todo se iluminó. La habitación estaba bastante ordenada, pero sin exagerar. ¿La habitación de quien?... De un niño llamado Rand, su edad… 10 años. Un chiquillo de cabello marrón algo largo, bastante alegre y simpático, sin mencionar optimista.
Eran las 9:00 AM, Rand se despertó despeinado y con la almohada pegada a la oreja, era temprano, pero su padre le había prometido que lo llevaría a caminar. Entonces se levantó rápido y se cambió rápido, luego corrió a la cocina.
Su padre estaba ahí sentado leyendo el diario, la casa estaba algo desordenada. No había muchas habitaciones ni muchas cosas en ellas, pero podían llamarlo hogar. El padre de Rand tenía un aspecto bastante rudo, tenía el pelo muy corto, casi calvo, una barba candado, y llevaba casi siempre unos lentes de sol. Pero al contrario, era muy callado y bueno, no lo sacaban de quicio fácilmente.
El entró en la cocina y le dio un beso a su padre –Buenos días- Lo dijo con una gran sonrisa
- Hola… ¿Listo para caminar un poco?- Su padre lo saludo con una sonrisa también
Rand asintió con la cabeza, estaba feliz de compartir tiempo con su padre, por lo general estaba trabajando o durmiendo. Pero él entendía que era por su bien, no era fácil criar un niño solo. Su madre no estaba.
Los dos salieron caminando sin desayunar, no querían perder más tiempo. Hicieron bastantes cuadras, Rand no dejaba de mirar a todos lados, le encantaba ir a la ciudad, era tan agitada… Claro que intentaba ir muy rápido para ganarle a su padre, este lo peleaba y decía que corría más rápido que Rand
Estuvieron un buen rato corriendo una carrera hacia la playa, todavía estaba amaneciendo, era un paisaje bellísimo. Se habían levantado algo temprano, pero valía la pena. Alex, el padre de Rand, se adelantó para ganarle a su hijo. – NO SE VALE… TIENES LOS PIES MÁS LARGOS-
Al llegar a la playa Alex se detuvo en seco y dejo que su hijo le ganara
- Bien hecho campeón-
- Te dejaste ganar-
- No es cierto…-
- SI LO ES-
Los dos rieron un rato hasta que el padre quedó callado, un rato luego él tenía la mirada llena de lágrimas.
-¿Qué pasa pa?-
- En este lugar…- Tragó saliva para no llorar y continúo la frase – Aquí fue donde conocí a tu madre…-
- Esto es muy raro-
-¿Qué?-
- Tu hablando de mama… jamás lo haces- El chico estaba entusiasmado
Alex miró hacia abajo y luego sentó a Rand en sus piernas mirándolo a los ojos, se limpio las lágrimas y comenzó a hablarle, era hora que sepa cómo fue su madre.
- Ella era lo opuesto a mi…- El sonrió al decir eso – Era mala, callada y misteriosa-
- Tampoco se parece a mí… Un momento, si eran opuestos, ¿Cómo pudieron estar juntos?- El estaba desconcertado, Rand siempre fue de mentalidad mayor a su edad, pero era muy sensible
- Lo sé… Parece raro, pero cuando crezcas entenderás que no importa si esa persona es opuesta o igual, lo que importa es que la quieras mucho-
- Eso es cursi-
- Lo sé…- El rió y sacó una foto de su billetera – Esta es ella-
Rand miró la foto y vio una mujer. Era bastante linda de cara, flaca y alta, vestía un vestido de color oscuro y tenía el pelo marrón oscuro atado con una cola de caballo, se parecía a él pero femenina y mas grande.
-Je… Se parece a mí- El se estaba emocionando, jamás había visto a su madre -¿Por qué no está con nosotros?-
- Ella esta… bueno… está muerta- En algún momento debía decirlo
- ¿Cómo murió?- Sus ojos comenzaron a estar mojados
- Ella murió al tenerte- Decirle eso a su hijo era una puñalada en el corazón
- FUE MI CULPA- Comenzó a llorar
Alex agarró a Rand y lo apretó contra su pecho – Ella tuvo que elegir-
-¿a qué te refieres?- El no dejaba de llorar
- Veras, ella estaba embarazada de ti y el doctor nos comunico que si nacías ella moriría, sin embargo ella quiso tenerte igual. Al nacer, la predicción se cumplió-
- ¿Eso qué significa?-
- Que ella pudo sobrevivir pero decidió traerte al mundo. Ella era mala, como dije antes, pero prefirió sacrificarse por otra vida-
Rand limpió sus lágrimas y sintió algo raro, estaba feliz de vivir sabiendo que su madre lo quería o al menos lo hizo.
Ninguno de los dos dijo nada mas, se quedaron viendo el sol y el mar, era un lindo momento, Rand no pasaba mucho tiempo con su padre. Más tarde volvieron a casa para desayunar, estaban muy unidos ahora, caminaban abrazados cuando volvían, aunque esto era la calma antes de la tormenta que se avecinaba…

es corta pero bueno ... es que esto es tipo un prologo para presentar algunas cosas en el siguiente capitulo empieza la historia

[Lukkas Redfield]

Muy bueno el cap, quien creería que Rand era así cuando era chico? XD! Continua pronto amigo!

[Azrael]

Muy bueno el cap, quien creería que Rand era así cuando era chico? XD! Continua pronto amigo!

Tambien fijate que al padre le paso lo mismo que a el le pasa luego con Rebecca
- Personas opuestas
- Un sacrificio


Ademas Rand se parece al padre primero, pero de grande se parece a la madre XD
muchos detalles

[mastercheco96]

Me gusto,buen prologo,espero que la historia este aun mejor.
Buen trabajo Rand

[Lukkas Redfield]

Tambien fijate que al padre le paso lo mismo que a el le pasa luego con Rebecca
- Personas opuestas
- Un sacrificio


Ademas Rand se parece al padre primero, pero de grande se parece a la madre XD
muchos detalles

Ajá, no me había dado mucha cuenta, pasaron lo mismo y eso es bueno!

[Azrael]

Bueno un poquito de retraso pero aca esta
lamento haberme tardao

Capitulo 2: Mentiras y mas mentiras


Los dos, padre e hijo regresaron a casa, Rand veía que su padre estaba raro, parecía que estaba haciendo fuerza para sonreír, como si no quisiera hacerlo. Caminaron un largo rato, el chico no paraba de mirar la ciudad, jamás había estado paseando por ahí a la mañana y menos un miércoles.
Al pasar por un local, Rand miró la hora, eran casi las doce, su padre llegaría tarde al trabajo… Luego lo miró y no parecía estar apurado ¿Acaso no iría hoy? Su padre era muy responsable, jamás faltaba al trabajo.
El niño dejó eso de lado, el debía ir a la escuela también a las 1:00, no pensaba llegar tarde. En ese momento, no sabe porque, pensó en la escuela, ¿Qué haría cuando fuera grande? Tal vez ser un investigador… siempre le gustó la química y la matemática.
- ¿En que estas pensando?- Alex rompió el silencio
- ¿No iras a trabajar hoy?- Rand pregunto sin pensarlo
Su padre cambio la cara, como quien se acuerda de algo feo que le haya pasado –Pues… tuve un par de problemas…-
-¿Algo importante?- Tenía mucha curiosidad
- Si… Tal vez… Luego te contare- Alex evitó la conversación
- Por qué no ahora-
- Porque no-
- Porque no, siempre me dices que eso no es una respuesta-
- Ya basta… Luego te contare y ya- Su padre se alteró
Jamás lo había visto así… jamás lo veía mucho, siempre estaba en el trabajo o en algún otro lugar. Pero esta vez estaba alterado, algo le molestaba, Rand quería averiguar que era, pero sería mejor si se callaba.
Cuando quiso acordarse ya estaban en casa, cuando estaban en la planta baja del apartamento su padre lo detuvo con una mano en su pecho, fue casi como un golpe, hasta parecía que Alex estaba nervioso. Rand miró hacia todos lados, no sabía qué pasaba.
- Quédate aquí- Su padre salió caminando hacia unos tipos que vestían igual, Rand asintió con la cabeza
Los sujetos estaban vestidos con Smokings y corbatas negras, no parecían muy amigables, ni siquiera con Alex. Rand se sentó en el piso y vio al tipo que barría que estaba parado junto a él.
Su nombre era Charles, hablaba un tanto raro, no era del país. Varias veces había visto a Rand, a veces hasta charlaba con él. Era un hombre agradable, bastante humilde y bondadoso, tenía 60 años aproximadamente, tal vez más.
- Hola niño- Dijo con una sonrisa
- Hola Charly- Rand le devolvió la sonrisa
- ¿Qué haces aquí abajo?-
- En realidad no lo sé-
- ¿Tu padre?-
- Salimos a caminar temprano… y ahora está hablando con esos señores- Dijo mientras señalaba a los sujetos que hablaban con su padre
- hmmm- La cara de Charles cambió al ver a esos señores, como si fueran malvados o algo así –No te acerques a ellos-
- ¿Por qué?- Rand no entendía nada de lo que pasaba
- Solo no lo hagas…- Entonces el hombre le revolvió la cabeza con su mano –Nos vemos luego travieso-
Rand sonrió, quería a ese hombre como si fuera un abuelo o un segundo padre y pensaba hacerle caso. ¿Pero quiénes eran esos tipos? ¿Y si eran poco amigables por que hablaban con su padre?
Luego de un rato Alex volvió con su hijo y fueron a su apartamento, era en el segundo piso. Como había dicho antes no era muy grande ni muy ordenado. Al llegar Rand miró el reloj y su padre fue a preparar el almuerzo, eran las 12:03, su padre debía irse ahora y sin embargo estaba aquí…
Un rato después Alex termino de acomodar la mesa y los dos se sentaron a almorzar. Estaban comiendo unos fideos con mucha salsa, Rand sentía ganas de sacar el tema de los hombres de hoy, pero no sabía cómo.
Además se le hacía tarde para ir a la escuela
- Creo que ya te has dado cuenta de lo que pasó abajo…- Su padre sacó el tema, sabía que su hijo no era estúpido, y el tampoco lo era. Rand bajó la cabeza avergonzado, no sabía que decir, además era muy vergonzoso –Esta bien… todos tenemos derecho a saber-Su padre puso una mano en su hombro
-Entonces quienes eran-
-Empecemos por el principio…- Su padre se sentó y acomodó su silla – En mi trabajo… me despidieron-
- ¿Por qué?- Rand tenía curiosidad por aquella situación, jamás habían despedido a su padre, era un buen tipo, ¿Por qué lo harían?
- No lo sé-
- Pero…-
- Si lo supiera no estaría tan enojado-
-¿Y esos señores que tienen que ver?-
- Pues ellos… vinieron a ofrecerme trabajo- Su voz temblaba, como si estuviese mintiendo
Rand lo miró raro, no le creía demasiado, pero al fin y al cabo era su padre. Además ya debía irse así que no tenía tiempo para discutir.
Agarró su mochila y se puso los zapatos, luego fue a la cocina y su padre estaba sentado todavía, tenía la mirada perdida. Rand se acercó a él y le habló, este no contestaba, luego se puso delante de él y le hizo señas con las manos –HOLA, TIERRA A PAPA-
- que pasa- Reacciono por fin dando un salto
- Me voy-
- Esta bien- Alex le dio un abrazo muy fuerte –Te quiero hijo- decía mientras lo abrazaba
- Bueno, bueno, yo también- Rand revoleó los ojos hacia arriba, no sabía que le pasaba a su padre
Luego de eso Alex lo dejó ir a la escuela. Por unos instantes no se levantó de la silla, no podía sacar de su mente lo que paso a la mañana.

FLASHBACK
Alex se acercó a los sujetos, estos lo conocían, pero no como amigos. Los tipos eran parte de una banda de crimen organizado, el era solo un pequeño ladrón de segunda, tenia trabajos de mala calidad pero con buena paga. Trabajaba con ellos desde hace semanas, pero nadie lo sabía.
Últimamente se estaba metiendo DEMASIADO en esos asuntos, quería dejarlo antes de que no haya vuelta atrás, pero Alex no sabía que ya no la había
- Les dije, voy a dejarlos- Estaba irritado – y no hay nada que puedan hacer-
-No venimos a pedirte que vuelvas- dijo el primero, el segundo continuó – solo venimos a advertirte. Nadie y digo NADIE nos deja sin consecuencias-
- Crees que somos una pequeña banda de matones- Habló el primero
- Pero tenemos bastante influencia- Ahora hablaba el segundo- Así que ya tienes la horca puesta, solo necesitas un pequeño empujón, y nosotros te lo daremos- Luego de eso los dos se fueron.
Alex estaba aterrado, no por él, sino por su hijo, ¿que iban a hacer esos demonios?

FIN DEL FLASHBACK

Le había mentido, había mirado a su hijo y le había mentido. Esto era peor de lo que pensaba, podrían venir en cualquier momento y podrían eliminarlo sin que nadie sepa nada.
Rápidamente se dispuso a empacar, cuando Rand volviera de la escuela se irían, para siempre…

Bueno, ya ta, espero que les guste XD
Saludos

[Lukkas Redfield]

Muy bueno el cap! Que planeará... continua pronto!

[Azrael]

bueno, mas vale tarde que nunca XDDD
pero veran que al final hay algunos dialogos algo... familiares

Capitulo 3: La tormenta

Rand comenzó su camino a la escuela, notaba que su padre estaba alterado por algo, ¿Seria por esos señores? Ya no importaba, porque debía concentrarse en la escuela.
A él no le disgustaba estar ahí, no tenia problema, además veía a todos sus amigos. El camino era agradable, siempre pasaba por una construcción que estaba parada hace años, luego de cruzar la calle se encontraba con un chico que vivía cerca. No eran amigos exactamente, pero siempre charlaban.
A Rand siempre le pasaba algo raro, siempre se llevaba mejor con las mujeres que con los hombres, ¿sería afeminado?, luego de pensar eso sonrió de la estupidez que pensaba.
En ese momento el chico llegó donde siempre se encontraban, este lo miró y se espantó un poco, Rand solo lo miró y rió de lo espantado que estaba.
- ¡Hola!- Se acercó a él y lo saludó con su optimismo de siempre
- H-Hola- El chico era algo tímido
-Creí que no vendrías-
- Yo digo lo mismo…-
Los dos siguieron caminando un rato, ninguno decía nada. Rand notó que el chico quería decirle algo, pero no sabía que podía ser.
- Dime…-
-Rand… Mi nombre es Rand…-
-Qué raro-
-Lo sé, pero que puedo hacer- Dijo con una sonrisa
-¿Es cierto que tu padre…?- No pudo terminar la pregunta
-Mi padre…-
- Es… bueno… un criminal-
Rand quedó paralizado por la pregunta, ¿Qué clase de hombre creía que era? El era bueno… o al menos aparentaba. No por su apariencia, pero por su personalidad.
-¿QUÉ?- Rand reacciono con un grito
-Perdón…- El chico se asusto con el grito
- No… Mi padre jamás lastimaría a nadie-
- Pero…- El chico no termino la frase y corrió, definitivamente era muy nervioso.
De todas maneras, ¿Qué clase de hombre creían que era mi padre? Pensaba Rand mientras seguía el camino hacia la escuela.
Al llegar pudo ver que todos ya estaban entrando, rápidamente cruzó la calle para entrar a la escuela antes que se haga tarde. Corrió bastante hasta llegar a su salón, no estaba tarde, casi no había nadie- Buenas…- dijo al entrar en vez de saludar a todos los chicos.
Luego de unos minutos, Rand se sentó en su asiento cerca de otros chicos, no le gustaba estar solo, ni en la escuela ni en la vida. No pudo escuchar que hablaban pero seguro eran cosas sin importancia como, ¿Qué hiciste ayer? ¿Cómo te fue? ¿Qué vamos a hacer hoy?
Las clases fueron normales, Rand no era un alumno perfecto, pero no reprobaba nada, sus materias favoritas eran historia y geografía, Odiaba matemática.
Todo transcurrió muy rápido, ya en el recreo pudo charlar con un par de chicos, estos no le daban mucha importancia a su presencia, como que les daba igual
-Hola chicos- Dijo el muy alegre
- Ah hola- Dijeron algunos excepto el chico que venía caminando con él esa tarde
-¿Qué hacen?-
-Hablábamos-
-A decir verdad, ya me tengo que ir- Dijo uno
- Yo también- dijo otro
Y así todos comenzaron a irse a distintos lados del patio, dejándolo solo a él y a su “amigo”, parecía que todos lo evitaban.
-Bueno… adiós- Dijo el chico intentando evitarlo también
- ¿Qué les dijiste?- habló despacio para que no lo oyeran
-¿Yo? Nada…-tenía una sonrisa falsa
-¡Ya te dije que mi padre no es malo!-
-¿Cómo lo sabes?... ¿LE HAS PREGUNTADO?- el chico gritó
- El actúa como siem…- no pudo terminar la frase ya que en ese momento le vino a la mente que su padre actuaba raro toda la semana. Luego guardó silencio, no dijo nada mas, tenía razón, tal vez su padre le ocultaba algo…
Pasó todas las demás horas pensando en eso, ¿Qué le ocultaría? SU PROPIO PADRE, el siempre le dijo todo, y ahora resulta que le estaba ocultando cosas. Rand estaba enojado, era raro, pocas veces se sentía enojado, sobre todo con su padre. Ni siquiera prestó atención a la hora de historia, esto era serio
Al terminar la escuela él fue el primero en irse, no habló ni esperó a nadie, quería respuestas así que se apuró para llegar a casa. Durante el trayecto Rand miró hacia el cielo para despejarse un poco, todo estaba nublado, parecía que iba a llover, y de hecho unas gotas de lluvia cayeron en su cara, eso solo logro que se apurara mas para llegar.
Ya rato después Rand pudo ver su casa a lo lejos, nunca había estado tan apurado por llegar. Había unas patrullas de policía afuera, pero no pensó que podrían estar parando en su casa. Cuando llego a la vereda de enfrente no estaba más furioso, tal vez su padre había ocultado eso para protegerlo.
Rand Iba a cruzar la calle cuando se paró en seco al ver a la policía salir del edificio con Alex a cuestas, no lo podía creer, era cierto… su padre un criminal. Rápidamente cruzó la calle al recuperarse
-¡PAPA!- corrió detrás de la policía mientras a su padre lo metían en un camión
Alex se dio cuenta de su presencia, se puso más mal de lo que estaba, no creía que su hijo lo vería de esta manera
-Papa ¿Adonde te llevan?- el niño tenía la mirada llena de lagrimas
-Hijo… pronto saldré de la cárcel y nos veremos, solo espérame- Alex no podía mentirle más a su hijo
- ¿A la cárcel? ¿Qué hiciste?... ¡ESPERA PAPA NO ME DEJES!- el chico corría detrás del camión que estaba arrancando, el padre no se molestó en contestar, no podía hablarle más a su hijo
- Papa, por favor no me dejes- Rand dio su último grito antes de que el camión se valla, luego se quedó arrodillado en la calle. No podía creer lo que pasaba, luego de un rato corrió hacia su habitación, todo estaba revuelto. Había cosas tiradas, bastante suciedad y ¿Armas sobre la mesa?
Lo habían metido por eso a la cárcel, pero su padre no sabía manejar un arma, aquí había algo raro. Rand no dejaba de llorar, estaba solo, totalmente solo, debía saber qué hacer, pero antes… debía aclarar las cosas con su padre… en la cárcel.

[Lukkas Redfield]

Muy bueno el cap!! Así que era un criminal? De lo que nos enteramos eh! xD, continua pronto!

[Roxanne Rivaille]

Pobrecito Rand Tiene que ser un gope muy duro ver cómo se llevan a tu padre/madre detenido, y enterarte de que es un criminal. Está muy bien, sigue así Estaré esperadno otro cap

[Azrael]

bueno, gracias por comentar, y luego de unos dias ya, ACTUALIZO XDDDD

Capitulo 4: Esperanza

Rand despertó con su sobre una mesa, no podía creer lo que había pasado, lo único que recordaba eran llantos y lamentos de su parte.
Al parecer se había dormido luego de estar lamentándose un rato largo por su padre, el cual está en la cárcel, Rand todavía dudaba en que debía creer y que no. Solo quería a su padre de vuelta en casa.
Al revisar la mesa pudo notar una gran mancha, no era exactamente una mancha, pero había muchas lágrimas. Entre estas había un polvo blanco en una bolsa de papel marrón.
No parecía harina ni azúcar, hasta su olor mareaba al muchacho, más bien parecía algún tipo de fármaco, droga para ser más exacto.
Rand había escuchado en las noticias todos los estragos causados por estas cosas, sobre todo en la juventud o los adolescentes. Sabía que había muchos tipos, pero esta se parecía más a una llamada “Coca”
Al menos llamada así por las personas en la televisión y en la calle, como por ejemplo: “¿Sabes a quien agarraron con 500 Gramos de Coca?” o “Esta cosa de la droga destruye a las personas, como la cocaína”. Eran cosas que se escuchaban todo el tiempo en los mayores, claro el nunca les dio importancia hasta ahora.
Además de la bolsita había un par de armas sobre la mesa, unas pistolas y fusiles, no sabía que clase ni como se llamaban, nunca le interesó el tema tampoco.
Aunque se veían interesantes y era bastante tentador agarrar una, Rand no pensaba en ese momento más que en la venganza, se sentía muy enfadado con el culpable de esto tanto que hasta hacia cosas sin pensarlo.
Una de esas fue agarrar un arma, la más pequeña y meterla en su bolsillo. Una pistola de no mucho calibre, bastante brillante y gris. Parecía nueva, era una P226, pero Rand no lo sabía, lo único que sabía era que podía hacer daño con ella, mucho daño.
Además de todo eso, en un rincón de la casa había un bolso, uno blanco con tiras verdes, era de su padre, lo usaba generalmente para viajes.
Estaba lleno de ropa, tanto de su padre como suya, ¿pero por qué? Acaso Alex ya sabía que vendrían por él, y quien venía, la policía o alguien mas…
Esto se ponía cada vez más extraño, como si todo hubiese pasado a propósito, incluso las armas… las armas... pensó Rand, luego miró su mano.
Todavía tenía esa cosa en la mano, tenía un arma, no lo creía, podría matar a alguien con esto. Y bajo ese riesgo, la seguía sosteniendo.
En ese momento la puerta resonó con su chillido habitual, al hacerlo Rand se precipitó para dejar la pistola en su lugar, su padre siempre decía que debían ponerle aceite, pero nunca lo hicieron.
De atrás de la puerta salieron dos policías armados con fusiles automáticos y linternas, al entrar se dirigieron directamente la mesa para recoger todo lo que había ahí.
Rand miró fijamente a la mesa y cerró los ojos, tenía miedo de que se den cuenta que el había agarrado la pistola y la había dejado en un lugar distinto.
Era estúpido, es decir, ¿cómo podían descubrirlo? Ni que fueran adivinos o personas que lean la mente. Claro que el niño no pensaba en sé momento.
Al volver en si pudo ver un policía que estaba parado frente a él, agachado y hablando
-¡Niño! ¿Estás bien?- El poli sonaba preocupado
- S-Si- Mas bien tenía ganas de decir ACABAN DE METER PRESO A MI PADRE ¿CREES QUE ESTOY BIEN?, pero quedaría mal, además tenía miedo.
-¿Vives aquí?- Insistió el sujeto
Rand solo asintió con la cabeza, mientras sus ojos estaban llenos de lágrimas. Daba lástima dejarlo ahí, por eso el poli se acercó a él.
- Demonios Jeff, no podemos dejarlo aquí- El tipo se dio vuelta para mirar al otro que juntaba las armas
- Ya déjalo- Dijo el segundo con voz más ronca y con cara de pocos amigos –los de protección infantil se encargaran de el-
Dijeron protección, así que no había que temer, pero Rand no se dio cuenta, solo escuchó “se encargaran de él”, aunque no parecían tan malos de cerca los policías estos.
- Está bien- El primer tipo miró a Rand y dijo- Debes quedarte aquí hasta que vengan por ti ¿Okay?- El tipo le dio una orden
Rand tenía miedo de desobedecer así que asintió con la cabeza, obviamente no se quedaría ahí mucho tiempo ya que debía pagar la renta, y él no tenía dinero.
Al cabo de un rato, los policías se fueron, ni se molestaron en preguntar si el necesitaba algo, Rand rápidamente los miró con desprecio. “Ojala que se vallan al infierno” pensó, pero luego sacudió la cabeza como diciendo que no, “no debo ser malo como mi padre, debo ser bueno”.
En ese momento recordó a su padre, debía verlo para aclarar las cosas, no podía dejar esto así como así. Debía aclararlo, para poder quedarse en paz.
Lo primero que hizo, fue revisar la casa en busca de más armas o cosas raras, quien sabe que otras cosas podrían esconder su padre. No podía creerlo, hasta hace unos días confiaba en su padre, y ahora buscaba armas en su propia casa.
Claro que al buscar pudo encontrar una caja, una pequeña caja color verde, tenía una cerradura que solo se abría con una llave, su padre siempre decía que era su cofre secreto, que bajo ninguna circunstancias lo abriera jamás. Claro que Rand lo hubiese abierto pero estaba cerrada y no tenía la llave.
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Al rato, ya cuando dejó de buscar, se puso en marcha hacia la prisión de la ciudad, no había encontrado nada interesante, pero Rand agarró una mochila con ropa por si las dudas.
Cuando estaba caminando por la calle tuvo tiempo para pensar, pensar en lo que había pasado, hasta hace unas horas no esperaba encontrarse con esto, una situación muy delicada.
Su confianza estaba desvanecida, y su vida también, tendría que ponerse a trabajar para poder pagar la casa, quien sabe cuánto tiempo tendrían a su padre ahí.
Esperaba que no sea mucho, aunque todavía no creía que Alex manejaba armas de fuego y negocios sucios. Apenas sabia distinguir entre una pistola y un rifle, esto será bueno de explicar.
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Ya al llegar a la cárcel Rand se detuvo, no pensaba que quedaba tan lejos, pero nunca había venido, ni pensaba que lo haría, y menos para visitar un familiar.
El edificio tenía aspecto tenebroso, era todo gris, no había marcas de pintura ni grafitis que alegraran el lugar, las paredes húmedas y con partes faltantes, ventanas con barrotes cada unos metros en la pared. Era enorme, ocupaba una cuadra y por si fuera poco, había muchos policías afuera y parados en las torres de guardia.
Rand pasó junto al cartel de la prisión, decía “Prisión de máxima seguridad”, ¿tanto alboroto había armado su padre para venir a parar aquí?
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Al llegar Rand pudo encontrarse con un montón de agentes de policía y unos sujetos detrás de un vidrio, era el recepcionista o algo así. El aspecto le daba terror, tenía una barba de unos días, unas ojeras que parecían pintadas con pincel y un traje con corbata manchado de café.
Rand se acercó a él y comenzó a hablarle
-Disculpe, vengo a visitar a alguien- Dijo el medio tímido
El sujeto miró hacia abajo sorprendido, jamás había visto un niño que viniera de visita tan joven, y tan inocente.
- Lo siento niño- Replicó el tipo con cara de dormido –El horario de visitas terminó-
-Pero tengo que ver a mi padre, ¿Cuándo puedo pasar de nuevo?- Dijo con cara de lastima
Pero el recepcionista no le hizo caso –Mañana- dijo de mala gana mientras se dio vuelta para atender a otros. Rand no podía esperar, debía entrar… como sea
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El niño estuvo dando vueltas alrededor del edificio un largo rato hasta poder encontrar una entrada. Luego de dar un par de vueltas pudo encontrar un pequeño ducto de ventilación, podría caber por ahí, además no sería nada ruidoso.
Rápidamente corrió y se metió dentro de la abertura, no era difícil ya que él nunca fue muy grande ni muy alto. Al llegar al final pudo oír unos gritos y carcajadas, no parecían policías, al menos no hablaban bien de ellos.
Rand bajó del ducto a una velocidad impresionante. Al bajar se encontró con un montón de celdas juntas y un murmullo general entre personas que hablaban o se insultaban, no estaba seguro.
Comenzó a rondar por ahí buscando a su padre, no podía creer que estaba paseando alrededor de un montón de presos. Podrían ser peligrosos, además jamás encontraría a su padre entre tantos, pero no se animaba a gritar su nombre por miedo a llamar la atención de los demás.
Tras dar unos pasos, de la tercera celda se asomó un sujeto con pelo largo y ropa rasgada, tenía aliento horrible y actitud aun peor.
- ¡Oye chico!- Gritó el convicto
Rand volteó lentamente, no sabía qué hacer, le hablaba uno de esos criminales -¿Y-Yo?- Dijo con la voz temblorosa, no quería correr, su padre estaba por ahí y debía encontrarlo
- Si tu- El tipo lo miraba como si fuera un preso mas, tenía una mirada escalofriante, los ojos inyectados de sangre – Ahora no es horario de visita ¿Cómo demonios entraste?-
Rand señaló el ducto de ventilación, su mano temblaba de una manera impresionante
-Ahhhh chico listo ¿Y qué haces aquí? ¿Qué no sabes que somos criminales?- El tipo mostró una sonrisa, se veía amigable, o burlón, Rand no entendía la diferencia
- E-Estoy becando a mi padre- Todavía tartamudeaba mucho para decir una frase completa
- Entiendo, OYE JOE, TE BUSCAN- El tipo gritó hacia adentro de la celda –El es un violador, seguro es tu padre-
A Rand le sorprendió un poco la respuesta del sujeto, pero no tenia las agallas para responderle, tenía miedo, aunque estuvieran adentro y el afuera.
- ¿Qué pasa?- Un segundo tipo salió de atrás del primero, este tenía barba y pelo corto. -¿Quién eres tu niño?
- Mi n-nombre es Rand y busco a mi padre- Rand habló un poco fuerte esta vez, no sabe porque, pero lo hizo, entonces una voz se escuchó de la celda de enfrente, un tipo bastante musculoso y grandulón mencionó su nombre.
- ¿Rand?, Tú debes ser el hijo del nuevo- El tipo era muy grande, tenía unas manos como para aplastar personas dentro, su pelo era de color anaranjado casi marrón y era largo con una colita de caballo. – El habló de ti un buen rato mientras lloraba-
Rand no se molestó en responder, solo se acerco al sujeto y tragó saliva al ver lo grande que era, le recordaba a los documentales de monos o a King Kong
- Mi nombre es… Bueno puedes llamarme “Pig”- dijo el tipo mientras estiraba la mano para saludar a Rand, el sacó la mano rápido para no tocarlo, tenía miedo que se la arrancara o algo por el estilo
– Jajajaja está bien, tienes miedo y eso lo entiendo… mira te presentaré a los demás… él es “Slice” un maestro del cuchillo y las armas blancas- Dijo el sujeto mientras señalaba un a Slice que estaba en el fondo de la jaula
Era pelado con un montón de cicatrices por todo el cuerpo, no llevaba remera ni musculosa y además tenía una mirada asesina que daba miedo
- y ese es tu padre- prosiguió Pig señalado a Alex que estaba acostado tomando una siesta en una cama de la celda – OYE OLGAZAN TIENES VISITA- dijo mientras le golpeaba la cabeza
- ¿Q-Que?- Su padre se levantó de repente como si estuviese esperando la visita -¿Quién es?- al ver a Rand reaccionó – ¡RAND!- y rápidamente corrió hacia la reja e intento darle la mano a su hijo. Pero este retrocedió asustado, no podía creer que su padre estuviese ahí.
- Rand ¿Qué pasa?- Alex estaba confundido
- Papa… eres un criminal… eso pasa- El chico tenia las esperanzas rotas
- No lo soy, estoy aquí porque me inculparon-
- ¿Ah sí?- El chico tenía una mirada de esperanza
- Si, esos malditos de la mafia pusieron armas y droga en nuestra casa para inculparme- Su padre parecía sincero, además no sabía mentir
- Seguro… esos tipos son capaces- Dijo Pig desde la otra punta de la celda
- Claro, además, yo no sé manejar un arma- Alex se justificó, pero tenía razón, Rand se sentía estúpido por dudar de él.
- Eso significa que no eres culpable- Dijo Rand emocionado
- Por supuesto que no- Gritó Alex en un tono amigable -¿Alguna vez dudarías de tu viejo?-
Rand sonrió mientras su padre le revolvía los pelos de la cabeza. Al rato Rand tuvo que irse por qué no era tiempo de visitas. Pero prometió volver día por medio hasta que saquen a su padre. Claro que podrían ser años, ¿y quién pagaría las cuentas?
Rand y Alex no se daban cuenta que esto era un preludio para la verdadera tragedia que comenzaría.

Bueno, algo larguito pero tenia ganas de escribir XD
y creanme, si piensan que esto es triste, esperen a ver el proximo capitulo

[Lukkas Redfield]

Muy bueno el capitulo, pobre Alex, y Rand también pero es astuto el pibe para entrar en el ducto! xD, seguilo!

[Azrael]

y luego de un tiempo, vuelvo con uno de lo capitulos mas importantes, aunque sea corto XD

Capitulo 5: El ojo del Huracán

Varias semanas habían pasado desde entonces, Rand visitaba a su padre día por medio, le encantaba ir, obviamente no iba en el horario de visitas.
Pasaba mucho tiempo con su padre, pero también con los demás presos, estos le tomaron cariño, y él a ellos también. A su padre no le gustaba mucho eso, pero quería que lo visitara, no había otra salida.
Durante este periodo Rand se enteró que Pig estaba ahí por mata 15 personas con sus propias manos a sangre fría, lo cual lo impactó un poco.
Slice le había ofrecido enseñarle a manejar los cuchillos, pero Rand no aceptó, no le gustaba andar armado, gracias a las últimas consecuencias.
Todo transcurría de maravilla, claro que Rand hacia caso omiso a que su padre podría estar ahí años, y que no tenía con que pagar las cuentas. Para completar hoy era el día en que pasaba el que cobraba la renta, pero a Rand se le había pasado.
Era un día como todos, Rand había esperado hasta las 1:30 para ver a su padre, entrando por el ducto de ventilación de siempre. Ya parecía normal hacerlo, aunque no pronunciarlo.
Al entrar en la cárcel el niño escuchó el mismo ruido de siempre, algunos presos ya lo conocían. Incluso algunos peligrosos como Slice…
Rand caminó despacio hasta la celda de su padre, todos en esta estaban tomando una siesta, excepto el, estaba sentado con las dos manos agarradas, parecía que lo esperaba.
- Hola pa…- Dijo él despacio
- Rand… quería verte-
-¿Cómo has...?- Rand no pudo terminar la frase
- Mañana necesito que vengas en el horario de visita…. Es importante- Su padre ni se molestó en mirarlo… parecía serio
- Está bien-
- Ahora vete-
-Pero…- Otra vez no pudo terminar la frase
- Vete…-
El hijo le hizo caso… por primera vez en esta semana, solo se dirigió hacia el ducto y se fue despacio, al llegar a su casa se acostó, tenía sueño, eso de ir todos los días hasta la prisión lo agotaba…
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Al día siguiente eran aproximadamente las 5:00 PM, horario de visitas, Alex estaba listo para decirle todo lo que necesitaba a su hijo… aunque esto le doliera
- ¿Seguro que quieres hacer esto?- Pig estaba en la celda con Alex y Slice
- Si… debo decirle toda la verdad a mi hijo-
- Ni que fueras a morir pronto- Rio Slice
- En realidad, la mafia sigue buscándome y supongo que irán tras de Rand también- Alex sonó desalentado
- Debes decirle que huya, que no vuelva a nosotros-
- Eso y unas cosas más-
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Rand por fin había llegado a la prisión, la tarde se había hecho eterna esperando el momento para ir a visitar a su padre. Ya no podía aguantar más, seguro algo importante había pasado para que Alex lo citara de esta manera.
Estaba sentado en una silla, en la sala de espera o algo así… no sabía que era, lo único que sabía era que algunos días las visitas se realizaban al aire libre, en el patio. Y ese era uno de esos días.
Había pedido hablar con su padre al tipo desarreglado de unas semanas atrás, claro este seguía igual de alegre. Al rato de estar allí, un poli se le acercó y le dijo que viniera con él, rápidamente lo guió hasta un patio donde había mesas y sillas.
Claro que el ambiente no era nada lindo, había guardias armados por todos lados, y muros con alambres de púas. En el medio pudo divisar a su padre sentado solo, este lo observaba.
- Hola… ¿Por qué me llamaste así?- Preguntó Rand al acercarse
- Hijo… siéntate, debo hablar contigo- Su padre seguía serio
- Esta bien… pero saca una sonrisa por dios- Rand sonrió invitando a su padre a hacerlo, este no lo hizo.
- Debo decirte algo- Alex quería comenzar a hablar pero no le resultaba difícil
Pero Rand no le prestó mucha atención al miedo de su padre debido a que había un señor detrás de ellos que se paró con algo en la mano.
El niño llego a ver que era una pistola y abrió los ojos grandes, no pudo ni reaccionar ante eso, todo transcurría en cámara lenta antes sus ojos. Su padre hablaba, pero él no lo escuchaba, solo veía la pistola que apuntaba en la dirección de donde ellos estaban.
Pronto todo se convirtió en un caos, varios guardias conteniendo a varios presos, pero nadie al sujeto de la pistola. El tirador estaba vestido como los tipos que charlaron con su padre aquella mañana. Todo parecía un motín como en las películas, de pronto un disparo sonó, Rand no escuchaba otra cosa que sea ese disparo.
Centésimas después un chorro de sangre salió por la espalda de su padre. Le habían disparado a traición, sin ningún aprecio por nada de lo que hizo, Rand solo observó como su única familia caía en el piso con un disparo en el medio de la espalda.
Rápidamente el niño vio al tirador que salió corriendo dejando la pistola en el piso, y pasando sin que nadie le diga nada. Rand se acercó a su padre, este estaba en el piso, mirando hacia arriba sin ningún brillo en sus ojos.
- Papa- Rand miró su cuerpo lleno de sangre –Estarás bien, quédate conmigo- Rand agarró su mano mientras hablaba entre lagrimas.
- Rand… l-lo sien-to- El padre apretó su mano
- Tranquilo, pronto vendrán a ayudar…-
- No- Tosió sangre-Ya he terminado mi trabajo, eres un niño muy bueno y gentil, eso quería, solo no lo pierdas-
- No digas eso, sobrevivirás- Rand lloraba, siempre fue muy sensible.
- Ere un niño bueno, y debes saber la verdad… toma, esta llave abre mi cofre, ahí está la verdad- Su padre sacó una llave de su bolsillo y se la dio
- No… no me dejes… por favor- Rand apretaba mas fuerte su mano
- Me hiciste pasar buenos momentos hijo… gracias…- Alex comenzó a soltar la mano de su hijo
- Por favor… no te mueras-
- Gracias… gra…- El padre soltó la mano de su hijo, Rand sentía como la vida se le escapaba entre los brazos. De pronto comenzó a golpear su pecho, intentado reanimarlo en vano, hubo muchas lágrimas en ese momento y nunca nadie se percató de la escena.
Rand se paró despacio y miró lo que fue su padre alguna vez, ahora su vida había sido arrebatada por un simple objeto. El niño corrió hacia donde estaba la pistola del asaltante, la agarró y la puso en sus bolsillos sin pensarlo, luego se fue de la prisión, mezclándose entre el motín sin que lo vieran.
Dio un vistazo a su padre por última vez, con su mirada llena de lágrimas escapó de la cárcel por la puerta principal. Al salir comenzó a correr a su casa sin mirar hacia atrás… cada paso que se alejaba era una tortura.
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Por fin había llegado a casa, y no le importó nada en el camino, solo llegar y abrir el cofre, “donde estaba la verdad”. Cruzó un par de semáforos en rojo, chocó muchas personas, pero se empeñó en llegar en una pieza.
Entró en el vestíbulo del edificio sin saludar a nadie y se apuró a subir a su apartamento, al llegar estuvo media hora buscando esa condenada cajita. Ya comenzaba a sentirse molesto cuando pudo verla debajo de su cama.
Rápidamente Rand buscó la llave en su bolsillo y la abrió, todavía tenía lágrimas en sus ojos, pero no sabía porque estaba revisando esta caja en vez de estar con su padre, tal vez quería saber la verdad ante todo.
Dentro de este cofre había un par de documentos médicos, unas fotos, todo parecía raro… pero Rand no les dio importancia a todas esas cosas.
Ni siquiera sabía lo que buscaba ahí dentro, ya que buscar “la verdad” era algo raro. Al rato pudo encontrar una carta, tenía la letra de su padre, y estaba firmada por él. Al instante el niño comenzó a leerla sin pensarlo.
A medida que llegaba al final, más triste se ponía, no podía creer lo que veía, eran tantas cosas que había ocultado Alex todo este tiempo. Cuando terminó de leer se quedó helado, solo miró hacia todos lados y se echó a llorar en silencio. Luego corrió hacia su habitación y se encerró, dejando caer la carta en el piso. Esta decía…

Querido Rand, si estás leyendo esto significa que no soy lo suficiente duro para decirte la verdad, que estas revisando mis cosas sin permiso o algo peor. Aquí podrás encontrar muchos documentos que te demuestran que no somos solo nosotros dos en nuestra familia, tienes una hermana.
Tu madre, el día que te dio a luz, también tuvo una hija, la policía vino a buscarla para atenderla para luego llevarla a la cárcel de nuevo, pero tu madre ya había muerto. Para asegurarse que los bebes estén bien, quisieron llevárselos, afortunadamente pude esconderte, pero no a tu hermana.
Los años pasaron y jamás pude contarte la verdad, además no podía acercarme a ella ya que los padres habían levantado una orden de restricción perimetral contra nosotros para protegerla.
Espero que esto haya servido, y recuerda siempre decir la verdad para no terminar como tu padre, ere un niño bueno y sé que siempre lo harás

Junto con la carta había partidas de nacimiento, orden de adopción y fotos de Natalia, su hermana…

*O* cuantas cosas XD, Ciao

[Lukkas Redfield]

Muy bueno el capítulo, que mal que Alex haya muerto u.u, pero todo el capítulo estuvo interesante, sobre todo la carta y su hermana que no conoce o.O... Seguilo pronto .

[Azrael]

gracias Lukkas como siempre por comentar XD, se que hay mas personas que leen esto, pero no sean timidos, no me molesta que comenten

Capitulo 5: Natalia Crane

Rand pasó llorando todo ese día, por las mentiras, por la muerte, por su hermana. No podía creerlo, parecía casi como que su padre estaba listo para morir.
Había sido asesinado y nadie tenía la culpa, nadie que él supiera, el tipo podría estar suelto por ahí. Mientras el cuerpo de Alex seguía en la cárcel pudriéndose. Jamás podría volver a verlo, su sonrisa, su cara, nada.
El niño pasó todo el día tirado en la casa llorando, hasta que se dio cuenta de la hora, hoy era el día que cobraban la renta, hoy era el día en que se quedaba sin casa.
Rand lo esperó fuera de la casa sentado junto a la puerta, tenía un bolso y una mochila, llevaba toda su ropa, una foto de su padre y el, otra de su hermana y la carta que había en la cajita.
Cuando el sujeto llegó lo miró con tristeza, no podía dejar a un niño en la calle porque no pagaba la renta. Nadie era tan inhumano para hacerlo, el cobrador vio a Rand ahí tirado, este estaba lleno de lágrimas, con su remera blanca mojada por las mismas también.
Pareciera mentira que hace unas semanas era un niño normal, lo más raro era su mirada, en sus ojos no se reflejaba tristeza, se reflejaba odio y resentimiento.
El cobrador estuvo un largo rato dentro de la casa juntando cosas que no servían para los próximos dueños del lugar. No podía dejar de pensar en el pobre niño solo.
No encontraba solución alguna… entonces se le cruzó una persona por la cabeza.
Su nombre era Jeredaya, era un sacerdote de una gran ciudad, por motivos que no se conocen había venido a la ciudad e instaló un orfanato con ayuda del gobernador. En ese lugar había niños sin padres ni madres, listos para que alguien los adopte y que empiecen su nueva familia.
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Qué triste estaba, todavía seguía sentado afuera donde alguna vez fue mi hogar, ahora estaba lleno de escombros, cosas de la policía y como si fuera poco, un estúpido que cobraba la renta quería sacarme de ahí.
Pero como dijo mi padre, debo ser bueno y gentil si quiero llegar a levantarme de esto, aunque cada minuto que pasa me hace creer que eso no ayudará.
Estaba sentado lamentándome por la muerte de mi padre cuando este hombre se me acercó, el sujete con corbata que cobraba la renta. Solo lo miré con cara de tristeza, no podía ni sonreír en ese momento.
- ¿Está bien?- Dijo el sujeto, lo hubiese mandado a donde ustedes saben, pero pude ver que tenía buenas intenciones. Papá siempre decía que yo podía ver la bondad de la gente con solo mirar sus ojos.
- Puedes llamarme Carl- Siguió el sujeto, yo solo asentía con la cabeza
- Escucha, se lo que le pasó a tu padre… una lástima- ¿TU CREES MALDITO HIJO DE…? pensé mientras apretaba un puño para no golpearlo ni llorar.
- Conozco a alguien que tiene un orfanato, creo que estarías mejor ahí- En ese momento me tranquilicé, no podía creer que algo bueno estaba pasando.
- ¿En serio?- Dije con total esperanza
- Si… ahí conocerás personas nuevas… lo dirige un sacerdote amigo mío, si quieres puedo decirle que te recoja por aquí- El tipo sonrió al escucharme hablar así.
En seguida se levantó y se fue caminando por el pasillo, antes que se perdiera por las escaleras le di las gracias, dudo mucho que me haya escuchado, pero al menos fui educado.
Estaba feliz ahora, esto podría significar un cambio de vida para bien, aunque también tenía miedo, que tal si más cosas malas me pasaban…
Estuve esperando al sacerdote todo el día, por un momento creí que no vendría, pero entonces vi a un hombre que se asomó por la escalera. Tenía una túnica larga negra, con un cuello blanco, era bastante viejo ya, pero su cara reflejaba bondad. Lo reconocí por su relicario, ese símbolo parecido a una “T” que llevaban todos los hombres religiosos.
Se acercó muy despacio a mí y comenzó a preguntarme cosas…
- ¿Tu eres el niño huérfano?- Dijo con una voz dulce
- Si- Respondí miedoso, siempre fui muy tímido
-¿Y cómo te llamas?-
- Soy Rand…- Luego miré hacia abajo y ambos estuvimos en silencio un rato.
- Sabes, a pesar de lo que te pasó, no debes sentirte culpable, debes seguir adelante sin importar nada- Rió, de alguna manera me sentí mejor en ese momento
- Pero, no tengo a nadie…- Respondí
- Si… me tienes a mí y a todos los chicos del orfanato, todos ayudaremos a que te sientas mejor- No fue necesario seguir hablando, ya estaba convencido a ir con él. Al rato el sacerdote se paró y comenzó a caminar hacia afuera.
Yo lo seguí, el miró hacia atrás y me sonrió, sabía que lo seguiría.
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Durante el trayecto, el cual fue bastante largo, hablamos con el sacerdote, me habló sobre su religión, eso me interesaba mucho. Me contó sobre el Infierno y el Cielo, sobre Dios y Satanás y otras cosas religiosas.
Su nombre era Victorio, sus padres eran de Italia, y habían venido en busca de paz y armonía. Dijo que su madre había muerto y que el había encontrado refugio en la fe en dios… o algo así.
Al llegar al orfanato, pude ver el edificio, era bastante grande, también parecía muy viejo, pero seguro tenía muchas habitaciones. No podía creer que por fin tendría un lugar al que llamar hogar.
Antes de cruzar la calle ambos escuchamos a dos personas gritando, era un policía y un tipo que corría de él. Victorio puso una mano en mi pecho para detenerme y dejarlos pasar sin interrumpir, cuando pasaron delante de nosotros el fugitivo soltó un collar.
Era pequeño y estaba hecho de plata, yo me incliné para agarrarlo, su cadena estaba hecha de pequeñas pelotitas de plata y tenía una figura de una estrella invertida encerrada en un círculo. Me pregunté qué significaba, pero no tuve tiempo de preguntarle a Victorio.
Cruzamos la calle rápido, él quería alejarse de esa situación lo más rápido que podía.
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Llegamos por fin al orfanato, adentro estaba bastante descuidado, pero no culpaba a nadie, debe ser muy difícil mantener solo a todos estos niños.
Cuando llegamos, 4 chicos se asomaron para ver si su “padre” había llegado. Victorio esbozó una sonrisa y asintió con la cabeza.
- Chicos él es Rand- me presentó –Ha perdido a su padre y no tiene adonde ir, háganlo sentir como en su casa- Todos los chicos me miraron con firmeza, yo solo asentí con la cabeza avergonzado.
- Ven, te llevaré a tu habitación- Una niña de cabello oscuro se me acercó y me tomó del brazo y rápido subimos al segundo piso del edificio.
Al llegar pude ver un pequeño cuarto, tal vez el más pequeño de todos los que vi en el trayecto, había tres camas, lo suficiente para estar apretados. La chica se sentó en una de ellas y me miró con una sonrisa.
Yo no sabía qué hacer así que me puse a desempacar, sacaba mi ropa tranquilamente, pero la chica no podía quitarme la mirada de encima.
- ¿Qué pasa? H-Hay algún problema- Dije yo rompiendo el silencio con timidez
- No…. Es muy raro tener a alguien nuevo por aquí- Ella rió, tenía el pelo negro y corto, era morena de piel, llevaba unos jeans algo gastados y una camiseta marrón.
- Entiendo… y… ¿estás tú sola?- Respondí sin mirarla mientras sacaba mis cosas del bolso
- Sip, ambos compartiremos la habitación-
- ¿Y la tercera cama?-
- Es por si las dudas- Rió ella mientras torcía la cabeza para tener una mejor vista de mi persona.
- Lo siento pero debo irme ahora- Rápido salí corriendo, acababa de acordarme de algo que tenía que hacer.
- Está bien… nos vemos luego….- Dijo ella media sorprendida mientras me alejaba.
Crucé todo el edificio hasta encontrarme con Victorio. El estaba leyendo un libro en la cocina, no le presté mucha atención en ese momento.
- Padre, debo irme- Lo dije con prisa
- Claro hijo, ¿a dónde?- Respondió en un tono amable
- No importa, es… un secreto-
- Esta bien- Sonrió – ¡Pero ten cuidado!- Gritó al ver que yo me alejaba
Al salir crucé la calle a mucha velocidad y me paré en seco en la vereda de enfrente, tenía los documentos que mi padre me dio. Era hora….
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Ya había pasado una hora desde entonces, estaba frente al parque donde indicaban los papeles.
- Así que este es el lugar- Rápido comencé a caminar por enfrente del parque hasta encontrarme con una casa, la casa que venía a ver.
No tuve el valor para tocar timbre, pero me asomé por las ventanas en busca de algo que me interesara. Una casa bastante linda, de dos pisos, parecía grande y espaciosa… me paré en la entrada para observar por el orificio de la puerta, pero no pude ver nada.
Antes de irme decepcionado escuché una voz detrás de mí que hizo que me asustara.
- Hola- Dijo un hombre con tono amigable, yo giré sobre mi mismo con un poco de miedo
- ¿Qué estabas buscando?- Volvió a insistir
El tipo vestía una camisa blanca con jeans marrones, tenía el pelo corto castaño y usaba gafas.
- Um…- Dudé, ¿que podía decir? “Estoy buscando a mi hermana perdida que ustedes adoptaron”
- Debes estar buscando a Natalia- El tipo sonrió –Está columpiándose en el parque-
- G-Gracias- Dije con timidez
- De nada- El tipo volvió a cerrar la puerta y yo me dirigí hacia el parque, buscando a “Natalia”, cada paso que me acercaba al parque era una duda, una pregunta estúpida que me hacia retroceder.
Al cabo de unos minutos pude ver una niña columpiándose en el parque, entonces me paralicé frente a ella, no podía dejar de observarla, era mi hermana, mi única familia.
Era tan obvio que la observaba, que la propia chica se detuvo y comenzó a acercarse hacia mí. Ahora lo veía, era igual a mí, tenía el pelo largo marrón, pero peinado hacia adelante, no hacia atrás, mis ojos, incluso mi estatura. Aunque todo esto era obvio, es decir…. Era mi gemela.
- ¡Hola!- Parecía muy amigable, tenía una musculosa celeste y unos pantalones negros.
- ¿Por qué me observas así?- Preguntó. Yo no respondí -¿HOLA?- En ese momento reaccioné
- ¿Cómo te llamas?- Insistió
- Rand…- Dije tímido como siempre
- ¿Rand? Que nombre raro, me pareces familiar… ¿te he visto antes?-
- No, no creo- Maldición, éramos iguales, por supuesto que me había visto.
Ambos guardamos silencio, Natalia me miró más de cerca en ese intervalo, no parecía sospechar nada.
- Eres lindo- Torció la cabeza con toda su inocencia
- Debo irme- Yo no soporté mas tanta presión y corrí hacia la calle, afortunadamente pude esconderme en una construcción para que no me vea. Al llegar pude recapitular todo de vuelta, pese a mi cobardía… había conocido a mi hermana. Y eso era un logro muy grande….
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Los siguientes cuatro años de mi vida fueron muy aburridos, ya con catorce años me sentía una nueva persona, parecía que el asesinato de mi padre hubiese pasado hace mucho, pero no. Creía que con diez años podía soportarlo, pero se necesitaron cuatro largos años para superarlo, pero al final de esos “cuatro largos años” estos sueños extraños comenzaron aparecer….

Proximo cap "Fade To Black"... saquen sus propias conclusiones ¬w¬