Fic: Re: Libre albedrío

Historias, Relatos, fanfics y todo tipo de composición escrita original de temática libre
Responder
Avatar de Usuario
Jeta de Raymond
Tyrant
Mensajes: 734
Registrado: 29 May 2014 15:36
Puntos de Vida: 10 de 10
Ubicación: Flotando en busca del cuerpaso de Ray
España 
x 52

Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Jeta de Raymond » 31 Ene 2015 18:37

En este tema os dejo un fanfic o relato que he escrito hace poco. Es sobre Resident Evil y sobre un personaje bastante secundario, pero la inspiración es así, llega con los temas más inesperados. He de decir que contiene spoilers del RE Revelations, así que si no lo habéis jugado y no queréis estropearos nada, no lo leáis.
Bueno, pues espero que os guste, allá va:

-Un momento, tengo que comprobar algo. Te aviso por radio.-
Dijo Rachael al observar una sustancia viscosa y blanquecina goteando de uno de los conductos de ventilación.
Rachael estaba harta, esa misión tenía algo que olía realmente mal. Al principio ni siquiera estaba dispuesta a aceptarla pero, no le quedó más remedio, sino ellos...
Deslizó el fluido entre sus dedos intentando averiguar qué era. Su tacto era pegajoso y denso.
-¿Qué demonios...?- Preguntó la joven extrañada. Pero, casi sin darle tiempo de poder reaccionar, una criatura humanoide salió por el conducto y la atacó con ferocidad.
Rachael la disparó en los puntos vitales, pero aquél ser seguía avanzando hacia ella en actitud amenazante. Ella estaba aterrorizada. Sabía que esto saldría mal, lo sabía desde el principio. Esas eran las palabras que recorrían su mente mientras huía desesperada por los pasillos de aquel cruzero oxidado. Había conseguido escapar del horrible ser, pero otro monstruo antropomórfico apareció de la nada, lanzando sus despiadadas garras hacia ella. Rachael volvió a disparar, no falló ni una sola vez, todas las balas atravesaron al engendro, pero el problema no estaba en su puntería. Sino en el extraño cuerpo de la criatura, parecía regenerarse al instante, o tal vez las balas de su humilde pistola no sirvieran para derrotar al monstruo.
Rachael se desesperaba, disparaba una y otra vez mientras intentaba escapar mas, de pronto su arma sonó hueca; El cargador se había agotado. La joven agente gritó por la impotencia y, sin pensar, arrojó su pistola hacia el despiadado humanoide, sin hacerle apenas un rasguño.
También consiguió escabullirse de este y logró meterse en un ascensor. Rachael no era capaz de sobreponerse, a pesar de los duros entrenamientos, de tener una forma física perfecta y haber pasado todas las pruebas, ahora estaba indefensa y asustada como una niña en la oscuridad. Mas, ella no pensaba rendirse, no había llegado hasta allí para morir de esa forma.
Pulsó el botón y esperó ansiosa a que se cerraran las puertas. Puede que ya estuviera a salvo, al menos, por un instante. Pero ese barco maldito no tenía piedad para ella, otro ooze, enorme, la atacó desde la espalda. Rachael intentó esquivarle en vano, pues, tras el zarpazo, su rodilla quedó desgarrada. Forcejeó con el monstruo intentando liberarse y por fin se abrieron las puertas del ascensor.
La joven salió de aquella tumba metálica arrastrándose por el suelo. Su pierna aun seguía entre las garras de la criatura. Rachael no podía dejarse vencer ahora, no después de haber peleado tanto. Al fin consiguió zafarse del ooze gigante. Se levantó y echó a correr por los pasillos que llevaban a los camarotes de la tripulación.
Su pierna no respondía como de costumbre y notaba que tenía más desgarros. Sentía sus miembros extraños y su visión había disminuido notablemente. Además, el olor a sangre fresca le indicaba que debía recibir atención médica con urgencia. Pero la adrenalina la ayudaba a seguir y las endorfinas habían eliminado el dolor de su cuerpo.
Al recorrer los pasillos, intentó hacer inventario, pero, a pesar de no poder pensar con claridad, recordó que su equipo era muy reducido, ya no le quedaban más armas para luchar.
Sus ligeros pero torpes pasos le hicieron avanzar sin mirar atrás, por los oscuros y
siniestros pasillos del navío. No reparó en si había más criaturas, solo pensaba en llegar a la enfermería. Sabía que era una zona más segura y que allí podría curar, en parte, sus heridas.
Antes de llegar allí, se había memorizado los planos del barco. Era su primera misión como agente de la FBC y sabía perfectamente que era muy peligrosa. Tal vez imposible.
Al fin llegó a la cabina médica y cerró la puerta echando el pestillo. Por el camino no se había topado con más dificultades, así que creyó que finalmente obtendría un poco de tranquilidad. Observó rápidamente la estancia, mientras pensaba que había conseguido sobrevivir. Debía informar a su compañero Raymond para que... -¡No, no os acerquéis!- Gritó la joven al descubrir a los dos oozes que salían de sus escondites. Pero los ecos de sus moribundas voces reververaron en sus oídos como el mismo eco de la muerte. Ese era el fin. Los monstruos la agarraron del cuello y acabaron con su corta vida chocando su cuerpo contra el cristal de la ventana.





-Un momento, tengo que comprobar algo. Te aviso por radio- Le dije a Raymond al ver gotear una extraña sustancia blanca de uno de los conductos de ventilación.
Una sensación extraña recorría mi cuerpo, esto lo he vivido antes, pensé.
-Raymond, ¿Alguna vez has tenido un Dejà vu?
-¿Qué? ¿De qué me hablas? ¿No habías encontrado algo?
-Si, si, pero...es que es como si...olvídalo, después te aviso.
Raymond ni siquiera me estaba escuchando. Pero tenía la sensación de haber vivido esto antes. Me era tremendamente familiar. Puede que solo fueran cosas mías. Esta misión era una auténtica mierda. Seguro que la acababa palmando, con mi suerte...
Pensé en acercarme y tocar el líquido, pero un extraño presagio me indicó que no debía hacerlo. La observé desde la distancia. Caía desde un agujero, oscuro, húmedo y profundo. Todo olía a mohó allí. Incluso también se olía el intenso hedor de la muerte.
Entonces escuché algo. Algo viscoso y resbaladizo se desplazaba veloz por algún lugar. Pesado y metálico, el ruido se iba acercando más y más. Preparé mi pistola y esperé alerta. De pronto salió del conducto, era un monstruo con forma de hombre. Parecía que no tuviera piel, o tal vez tuviera la de un cadáver. Su cuerpo era escuálido y pellejudo. Y poseía unas grandes garras en vez de manos. Pero no tenía rasgos, solamente unos afilados y largos dientes enormes. Intentó atacarme, pero me adelanté, y las balas agujerearon su cabeza una y otra vez, hasta que cayó desplomado al suelo.
Su cuerpo se deshizo y solamente quedó una masa informe.
Esto iba bien. No me había asustado, era como si ya lo hubiese vivido antes. Puede que los entrenamientos hubiesen servido de algo. Aunque esa misión era un suicidio, yo lo sabía.
Me aproximé con cuidado y examiné la sustancia blanca. Parecía algún tipo de fluido corporal. Supuse que lo expulsaba de alguna forma para desplazarse por los conductos.
Toqué los restos del monstruo con la punta del pié, por si acaso, pero no se movió.
-Raymond, he encontrado una criatura humanoide. Puede que se trate de un infectado.
Es extraño. Puede que haya más de estos, ten cuidado.
-¿Un infectado?
-Si, un infectado.
-Rachael deberías...-
Pero unas interferencias hicieron que dejase de escucharle. Genial. Miré el cargador, solo me quedaban tres balas. "Espero que no haya más mierdas de esas" Pero mi intuición me indicaba que no debía bajar la guardia.
Salí por la puerta con cautela, sabía que otro bicho inmundo me esperaba. Y, efectivamente, un monstruo igual que el anterior se lanzó sobre mí. Disparé las tres balas y todas impactaron contra su cráneo putrefacto, pero no fueron suficiente. Intenté escapar, pero me asestó un arañazo en una rodilla. A duras penas conseguí meterme en un ascensor. Pulsé el botón y me quedé preparada contra una esquina, había otra mierda de esas dentro. Le esquivé varios golpes, pero cada vez estaba más cerca de atraparme. Al fin se abrieron las puertas y salí pitando de allí dejando atrás a mi verdugo.
-¡Por qué a mi, maldita sea!- Dije al recorrer los pasillos. Ya no estaba tan asustada, pero la cosa no pintaba nada bien. Ya no tenía balas, mi transmisor no funcionaba y mi pierna no paraba de sangrar. Parecía que por allí no había más monstruos, pero no podía pararme a investigar, tenía que llegar a la enfermería.
Pensé en tomar otro camino pero, no había tiempo. El único otro camino disponible no tenía salida, además, el bicho del ascensor rondaba por esa zona.
Algo en mi interior me decía que debía volver por allí, que la cabina de enfermería no escondía precisamente mi salvación.
Entonces frené. Tal vez debiera seguir mi instinto. Ahora estaba en la cafetería. La única luz que iluminaba tenuemente el lugar era una luz violeta proveniente de una máquina de refrescos.
Y, sin saber porqué, sentí la garganta seca como el desierto. Negué con la cabeza, ese no era el momento y seguro que ni siquiera tenía una moneda suelta.
Volví sobre mis pasos con sigilo. Todos mis músculos estaban tensos, alerta, por lo que pudiera encontrar. No parecía haber más seres de esos, pero no paré hasta llegar al camino alternativo. Era extraño, el monstruo del ascensor había desaparecido. Pero no podía para ahora. Abrí la puerta con cuidado y apunté con la pistola. Ya no me quedaba munición, pero era lo que había aprendido en la academia.
Miré los conductos llenos de babas con atención, no vi nada. Entonces escuché que se abría la siguiente puerta, sola. Y me giré hacia ella. En un instante, creí ver a una mujer con un neopreno azul entrando por ella, pero no pude confirmarlo, un infectado salió por el conducto cayendo sobre mí.
Cuando escuché los ecos de la voz de aquella joven, mi consciencia se desvanecía lentamente. Si hubiera sido por un solo instante...






-Un momento, tengo que comprobar algo. Te aviso por radio.- Le dije a Raymond otra vez. Esto era de locos, creía haber muerto, pero aquí estaba, de nuevo.
La maldita sustancia blanca caía, como siempre, densamente desde el conducto.
De un momento a otro saldría esa mierda babosa de aquél agujero oscuro y asqueroso.
Preparé el arma, el bicho salió de nuevo. Y acabé con él implacablemente.
Soplé mi arma, me sentía pletórica. Pero no debía confiarme.
-Oye, Raymond, aquí pasa algo raro.
-¿Qué sucede?
-Es que esto ya me ha pasado.
-¿Cómo que ya te ha pasado, Rachael?
-Esta situación, el barco, lo de "Un momento, tengo que comprobar algo" luego vienen un montón de monstruos y la palmo.
-Rachael, tranquilízate. No va a pasarte nada, eres una agente entrenada. Estás preparada para afrontarlo, no te preocupes. Recuerda lo que aprendiste en la academia.-
No lo entendía. Creía que estaba nerviosa.
-Raymond, escúchame, esta escena ya la he vivido. No te estoy mintiendo, esto me acaba de pasar. Y me pasa una y otra vez.
Mi compañero permaneció en silencio unos instantes.
-Pasaste el test de personalidad ¿Verdad?
-Muy gracioso.
-Rachael no entiendo lo que me dices. Tu solo confía en tí misma.
-No, Raymond, es mejor que volvamos a encontrarnos.
-Está bien ¿Dónde estás?
-Estoy en ¡JJJJJFJFJFJF¡- Las interferencias de nuevo. -¡Joder!- Exclamé cabreada.
Ni siquiera podría decirle dónde estaba. Solo tres balas en el cargador y por lo menos cuatro bichos que matar. Genial. Intenté arreglar el estúpido cacharro pero no reaccionaba. ¿Pero qué sentido tenía todo esto? Una y otra vez en el mismo sitio, muriendo, desesperada, sola. No lo entiendo. Por lo menos podría repetirse un buen día de playa. Pero no, tenía que ser el día de mi miserable muerte.
¡Y encima este maldito neopreno que no cierra! ¿Cuál es el sentido de esto? Tal vez sea una oportunidad de sobrevivir. Interesante...
¿Pero qué será lo que debo hacer? Puede que tenga que encontrar a Raymond, intentar reparar el comunicador. Tal vez deba buscar a la mujer del neopreno azul. O quizás deba sobrevivir por mí misma. Eso sería genial, pero es prácticamente imposible escapar y cagarme a todas esas criaturas solo con tres balas.
En esas, un monstruo golpeó la puerta con insistencia. Bueno, me dije, ahora tengo las de ganar. Es como un videojuego, ensayo y error. Y si te mueres, aún te queda una vida más ¿No? Total, morirme me iba a morir igual.
Le di una potente patada a la puerta consiguiendo derribarla. El maldito monstruo yacía en el suelo. Torpemente, intentaba levantarse, pero salté sobre su patética silueta y eché a correr hasta el ascensor. Había ahorrado tres balas. Entré en el elevador apuntando con mi arma. Disparé al monstruo mientras pulsaba el botón y lo mantuve a raya
durante el trayecto disparando oportunamente. Soplé de nuevo el cañón de mi pistola, esto empezaba a gustarme.
Las puertas se abrieron y salí de allí vigilando el pasillo. No había sido tan difícil, pensaba mientras avanzaba por el sinuoso corredor del barco abandonado. Había dejado al bicho del ascensor desparramado dentro, tardaría en salir. Ahora podía encontrarme con la misteriosa mujer de mi anterior vida.
Pero para mi sorpresa, al abrirse la puerta solo vi a otro ser inmundo. Por todas partes, de repente salieron muchos de ellos. Por los conductos, por la puerta de atrás. ¡Joder, si lo estaba haciendo bien!
Intenté esquivarlos, intenté huir, intenté luchar, pero eran demasiados. Otra vez, acabé echa un asco, en el suelo. Viendo como aquellos seres despiadados bebían mi sangre. Sola, abandonada, oxidada, muerta. Como este maldito barco.


-Me siento sola. Tengo miedo...ojalá viniera alguien a salvarme, porfavor...me duele mucho...tengo frío...¡Alguien lo pagará maldita sea!


-Un momento, tengo que comprobar algo. Te aviso por radio.- Le dices a Raymond. Hay una sustancia blanca goteando de uno de los conductos. Te acercas, curiosa, para ver de qué se trata. Pero un monstruo aparece de pronto, cae por el negro agujero empapando tu rostro. Te limpias y disparas. Consigues escapar, pero otra criatura te espera al acecho, disparas, y le lanzas la pistola, desesperada. Ya no te queda munición. Huyes, con torpeza, y llegas hasta un ascensor. No puedes creer que aquella pesadilla tan horrible sea real. Pero así es. Estás sola, aterrorizada y nadie escuchará tus gritos jamás. Consigues llegar hasta la cabina de enfermería, cojeando, pues el ooze del elevador desgarró tu pierna. Y parece que al fin todo ha terminado. Hasta que dos de ellos aparecen de nuevo, como la primera vez que llegaste hasta la cabina. Y, como aquella vez, tu cuerpo se destroza al impactar contra el cristal. Ya no hay nada que hacer, piensas. Es tan injusto, con todo lo que habías luchado. Y ahora tienes miedo y duele y rabias y tienes frío y te quedas sin fuerzas y mueres de nuevo...



-Un momento, tengo que comprobar algo. Te aviso por radio.-
-¿Has visto El Show de Thruman y Atrapado en el tiempo?-
-Si las he visto pero Rachael, debes concentrarte en tu misión. ¿No habías encontrado algo? ¿Estás bien?
-Por ahora estoy bien...
-¿Por ahora? Tu confía en tus habilidades, ya verás que lo consigues.
-Eso tiene mucha gracia.
-¿Por qué lo dices?
-Ya lo entenderás, algún día...
-Te noto extraña. ¿Qué has encontrado?
-Ah, nada, una baba blanca- Le contestó la joven mientras disparaba a la criatura que había salido de uno de los conductos.
-¿Has oído eso, Raymond?- Preguntó de pronto al terminar con el monstruo. Le había disparado con una puntería perfecta.
-¿Oir el qué? ¿Los disparos? ¿Rachael estás bien? ¿Voy para allá?- Quiso saber su compañero.
-Eso, otra vez.
-¿Qué ha pasado?- Raymond comenzaba a impacientarse, a pesar de ser un joven bastante sereno.
-¿Ves? Otra vez. Es una voz. Es como si narrase lo que está pasando ahora mismo.
-Rachael...
-No, no me vengas con que si pasé el test de personalidad.
-¿Me estás diciendo que hay alguien más en el barco?
-¡Yo qué se! Hay una voz, profunda, que de repente dice cosas, lo que estamos diciendo, lo que pensamos...
-¿Lo que pensamos?
-Si- Contestó la joven mientras se abría la puerta y de ella surgía un ooze sediento de sangre. Rachael le esquivó, torpemente y consiguió derrotarlo con sus implacables balas.
-¿Torpemente? ¡Oye tío, sal de una vez!- Gritó enfadada. -¡Quieres dejar de narrar lo que hago!- Espetó. Estaba realmente desconcertada. Además de repetirse lo mismo una y otra vez, ahora también surgía una voz insoportable de la nada.
A su vez, Raymond comenzaba a preocuparse, pues su compañera realmente había perdido el juicio.
-¿Qué? ¡Oye Raymond! ¿Cómo que he perdido el juicio? Si confiases un poco más en tu compañera no tendríamos que arreglar cuentas luego. Porque te vas a enterar cuando nos encontremos. ¡Tch!
Rachael consiguió algo bastante difícil, que Raymond se riera en mitad de una misión.
-¿Cómo sabes lo que he pensado? Rachael, no es que no confíe en tí, pero yo solo oigo disparos y tu voz maldiciendo a ese "narrador" a ratos.
-Pues es cierto, a veces dice cosas. Da igual, Raymond, tu no lo entenderías...ni yo tampoco, la verdad.
-¿Dónde estás? Voy a buscarte.- Raymond creía que su joven amiga estaba en apuros, además de haber perdido los nervios. Era normal, él también lo pasó realmente mal en Terragrigia. La comprendía a la perfección. Y si esa vez no hubiese sido por Parker y Jessica...

-No me digas que me he vuelto loca. Joder, lo que faltaba.
-No te has vuelto loca-
Rachael estaba realmente desconcertada. Por fin esa voz le había contestado.
-¿Y qué pasa? ¿Quién eres? ¿Eres de la FBC, de Veltro?
-En absoluto-
-¿Entonces? No me digas que eres un monstruo que habla.
-No, no soy ningún monstruo. Al menos, creo que no.
-¿Y qué demonios eres?
-Tu ya sabes la respuesta.
-¿Un narrador? ¿Qué es esto, una novela? ¿Y por qué se repite todo el tiempo la misma escena, la de mi muerte?
-Tal vez te cueste aceptar la verdad.
-¿Bromeas? Ya no me cuesta aceptar nada. ¿No ves que la palmo una y otra vez?
-Está bien, pequeña Rachael, te diré qué es lo que sucede.
Estás dentro de un trailer, es más, eres la protagonista de dicho trailer.
-¡No puede ser! ¿O sea que soy la típica rubia pechugona que muere al principio de la película? Qué rídiculo...
-No es exactamente una película.
-Oye pero, ¿Por qué se repite una y otra vez? ¿No puedes hacer algo para que termine? Al fin y al cabo, tu narras la historia.
-Cada vez que alguien visualiza este vídeo, tu vuelves a vivir esta experiencia.
-Genial...¿Y cómo es que me he dado cuenta? A lo mejor es porque todo esto debe cambiar ¿No? Oye yo no quiero morir de esa manera. Nunca me ha gustado esa idea del destino prefijado. Además, ni siquiera puedo descansar en paz, es que lo vuelvo a vivir una y otra vez. Es cansado, agotador e injusto.
-Yo solamente soy el narrador.
-No me vengas con esas. ¡Me tienes que ayudar!
-Pero es así. ¿No te has dado cuenta de que hagas lo que hagas siempre acabas de la misma forma?
-Pero mis actos son diferentes así que esa vez, el Trailer es distinto, aunque termine de la misma manera. ¿No? Entonces ya cambia la historia...
Esto es un asco. Y, además ¿Por qué tengo que llevar un neopreno abierto hasta el ombligo? Es completamente ridículo y está fuera de contexto.
-¿Y qué me dices de tu peinado?
-¿Qué le pasa? A mi me gusta.
-...Bueno, yo me refiero a que son estereotipos que gustan a los consumidores del producto.
-¿Qué producto? Esto es de locos. Así que tengo que ir así, no puedo ni morir con dignidad. Además de ser la típica boba que muere al principio porque pierde los nervios. Pues no, no pienso permitirlo. ¡Esto es humillante!
-Lo extraño es que te hayas dado cuenta, que lo recuerdes...-
-Eso debe ser una señal...Al fin y al cabo, puede que si que exista el libre albedrío. Eso es lo justo, si tengo que pasar por esto, una y otra vez, si todo está planeado de antemano por alguien o algo completamente ajeno a mí...lo justo es que pueda decidir, si no, tanto me da quedarme aquí sentada...-Rachael reflexionaba, estaba perpleja. No solo se
repetía el día de su muerte infinitas veces, sino que, además, había descubierto que solamente formaba parte del reparto de una historia de terror.
-¿Quieres dejar de hacer eso? Total, el trailer ya no tiene sentido.
-¿Y qué quieres que haga? Soy el narrador-
-Pues callarte.- Dijo, pensativa. -Nada, tu a lo tuyo. Oye ¿Por qué no intentas cambiarlo? Intenta narrar otra cosa.
-¿Cómo qué?- Rachael sonreía con satisfacción
-Imagínate una playa paradisíaca, no sé, Hawai, por ejemplo. El sol baña mi piel con dulzura, las olas acarician la orilla con sensualidad.
-¿Con sensualidad?
-Si, pero espera a que termine; Tumbada en una hamaca, a la sombra de una palmera, bebo zumos exóticos y deliciosos. Puede que me bañe a ratos, o incluso que coja mi tabla de surf y cabalgue las olas con libertad.
Ya en el hotel, me dirijo a la sala de masajes. Si, es todo incluido. Todo el servicio me trata con amabilidad y simpatía y hace todo lo posible por que me sienta bien.
Mis músculos se relajan, olvidan el estrés acumulado por el día a día. Y poco a poco yo me voy olvidando también de todo, del pasado y del futuro, solo dejando hueco al presente.
En el comedor paladeo sabrosos platos típicos del lugar, sin restricciones. Por la tarde visito los lugares emblemáticos y preciosos que oculta la isla. Tal vez también pruebe algo típico de la zona y puede que me lleve algún souvenir, de esas chorradas que luego se quedan encima del televisor.
Más tarde, después de cenar, me paseo por los locales más animados y conozco gente nueva, pero sin profundizar demasiado.
Puede que durante la noche vuelva a bañarme en sus cálidas aguas. Y finalmente dormir, tranquila, plácida y despreocupadamente toda la noche.
Esa sería una buena historia, incluso no me importaría que se repitiera varias veces. Eso sí, no quiero perder el libre albedrío.
-Puede que ya no lo pierdas nunca pero, Rachael, ¿Crees que esa historia le interesaría a alguien? Parece un anuncio de ropa veraniega de una tienda famosa. O la promoción hotelera de la isla.
-Para ser un narrador no te guardas tu opinión. Además, claro que le interesaría a alguien.
-¿Estás segura?
-No...pero me da igual. Yo no estoy aquí para interesar a nadie.
-¿Dónde hay que firmar, Rachael? Yo también quiero ir a esa playa.- Dijo la voz de Raymond de pronto.
-¿Qué? - preguntó su compañera desconcertada.
-Si, eso que has descrito no está nada mal.
-Ya veo. Pues es mi ensoñación y estoy negociando para conseguirla, así que no se yo si tu podrás...
-Yo me la he imaginado con la música Theme from a summer place de fondo.
-Muy gracioso. Oye Raymond...
-Creo que yo me pediría un zumo de mango ¿Allí tendrán?
-Raymond...
-Eso está bien Rachael, pensar en un lugar cálido y apacible para no perder los nervios, es una buena técnica. Yo tengo otros métodos pero...-Raymond siempre pensando en lo mismo.
-No es para no perder los nervios.
-Eso sí, no te desconcentres, cuando te recuperes, céntrate. Pero, si quieres, hasta que yo llegue a donde tu estás, podemos imaginar un lugar así. Cuando acabemos esta misión puedes irte allí de vacaciones.
-Muy amable pero, Raymond, no es eso. No he perdido los nervios es que...da igual. Ni siquiera te he dicho dónde estoy.
-Pero la última vez que hablamos estabas en JJJFFFFF- interferencias de nuevo. ¿Dónde estás exáctamente?-
Pero esas fueron las últimas palabras que escuchó de su compañero pues, después de indicarle su ubicación, perdió la conexión por completo.
-Supongo que Raymond estará bien. Aquí la rubia que muere enseñando los pechos soy yo. Oye ¿Y qué hay de mi compañero, el también muere?
-No te preocupes por Raymond.
-¡Menos mal! Por lo menos él sale bien parado.- Dijo Rachael aliviada. - Es buen tío...- musitó, distraída.
Aún se escuchaban susurros espeluznantes desde los profundos conductos de ventilación. Y los siniestros crujidos que surgían de los más recónditos y ocultos rincones del Queen Zenobia. De pronto Rachael tenía miedo. Pero no el mismo miedo que le producían los oozes al devorarla. Sino el pánico que la engullía después. Cuando, ya rendida, con el cuerpo destrozado y el corazón marchitándose, sentía la soledad y desesperación más intensas que hubiese experimentado en su vida.
Pero lo que más la aterraba de todo era tener que revivir esa sensación una y otra vez. Se le pasó por la cabeza si aquello sería algún tipo de purga. Mas, no pensaba merecerlo en absoluto.
Rachael sabía que el karma no existía. Ni recompensas, ni castigos. No importaba como actuases, te pasaría lo que te tenga que pasar. Aunque ella siempre intentaba seguir sus principios y hacer lo correcto, por eso se metió en la FBC, aún sabiendo que podía acabar así, ella pensaba que al menos estaría salvando a otras personas.
Pero no podía evitar sentirse abatida. A la hora de la verdad había fallado y aquel fallo la había llevado a una muerte terrible y violenta. Después a una agonía intensa y desconcertante y posteriormente...tal vez...el virus convirtiese su cuerpo en uno de esos seres. Y tal vez su conciencia no desapareciese por completo. Eso le hacía estremecerse, hacía que los escalofríos serpenteasen por su cuerpo una y otra vez.
-¿Cómo sabes todo lo que siento?
-Soy omnisciente.
-Así que, de alguna forma, tu también sientes lo que yo siento, a través de mi. ¿Cierto?
-Cierto
La joven volvió a meditar sobre el asunto. -Interesante...- Tal vez tenía algo de esperanza después de conocer al narrador de su historia.
-¿Y si hacemos un trato?
-¿Un trato?
-Si. Verás, tu eres el único que puede comprender realmente todo lo que siento, todo lo que sufro y me desespero. Para ti también debe ser un suplicio tener que revivir esto reiteradamente. ¿Me equivoco?
-No te equivocas.
-¿Por qué no intentas narrar otra cosa? Algo que sea agradable para los dos. Así, tu podrás vivirlo a través de mi.
-Eso me encantaría.
-Genial.
-Pero supongo que no todo valdrá y no tiene porqué funcionar.
-No perdemos nada, te lo aseguro.
-Tienes razón.
-Pues vamos a intentarlo. Tu intenta llevarme a algún lugar diferente, mejor, sin monstruos por todas partes. Tal vez deba tener un sentido con respecto a mi historia o tal vez con respecto a este trailer. Pero seguro que tienes experiencia narrando y puedes hacerlo. Tu sabes cómo termina todo esto. Y yo ya me lo huelo. Lo más probable es que Raymond o la chica del neopreno azul me encuentren echa un asco y tengan que acabar conmigo. O puede que me quede vagando por los pasillos de este crucero maldito eternamente. ¿Qué me dices, lo intentamos? No creo que pueda salir algo peor que esto.
-Acepto. Pero no prometo nada. Intentaré narrar un buen final para tí, Rachael.
-Gracias. Espero que también para tí.
-Se me ha ocurrido algo que quizás salga bien.
-¿En serio? Bueno ¿Yo qué tengo que hacer?
-Tranquila, tu solamente espera.
-Está bien.- Dijo con energía. Nerviosa, caminaba de un lado a otro. -Oye...-preguntó con timidez - ¿Podrías comentar lo que hago mientras tanto? Hasta que desaparezcamos, así no me sentiré tan sola.
-Por supuesto.
Rachael se sentó en el suelo, apoyada en la pared. Y se echó a llorar. En silencio. En soledad. Sin soltar su pistola. Agarrándola con firmeza. Era lo único que le daba fuerzas. Lo único que le daba cierta seguridad en aquel infierno acuático.
Aunque sabía que todo estaba perdido y desconocía por completo lo que le depararía el futuro, se aferraba a su arma como al último resquicio de esperanza, como una auténtica superviviente.






-El mar estaba sereno y calmado. Los rayos del sol se escondían tras unas tímidas nubes. Hacía una temperatura cálida y apacible.
Rachael saboreaba su zumo de papaya tumbada en una amplia y cómoda hamaca. -A tu salud, Ray. - Dijo elevando su copa hacia el cielo, adormilada.
Escuchaba el rumor de las olas mientras cerraba los ojos y se abandonaba a un sueño plácido y despreocupado. Su tabla de surf descansaba sobre la arena, esperando a cruzar las aguas de nuevo.
Después del incidente en el Queen Zenobia, el navío, o lo que había quedado de él, había divagado por el océano, y Rachael, transformada en criatura, había sido transportada por las aguas hasta la orilla de una playa cercana.
Allí la encontró una centífica que trabajaba para la BSAA, la Dra Chambers. Por suerte, la mujer consideró que la joven aún seguía viva dentro de ese cuerpo mutado. Puesto que su conciencia no había desaparecido por completo.
Hizo todo lo posible por recuperar su estado original. Y, gracias a sus grandes dotes y conocimientos médicos, logró que Rachael volviera a la vida. Además, con un pequeño presente, pues, consiguió que sus tejidos se regenerasen al instante, tras cualquier traumatismo o desgarro.
La ex-agente de la FBC gozaba ahora de buena salud y de toda una vida por delante. Había conseguido un puesto en la BSAA gracias a cierta persona influyente que consideraba deberle un favor. Además de poseer una buena formación militar y unas potentes habilidades como agente del bioterrorismo. Y de haber adquirido experiencia y dureza durante su misión en el cruzero perdido en el Mediterráneo.
Rachael ahora disfrutaba de sus vacaciones en Hawai. Comiendo cosas deliciosas, conociendo gente y lugares nuevos y venciendo temores pasados con largos baños e intensos masajes.
Pero todo aquello no había sucedido por mera fortuna. Rachael se había esforzado, había luchado y no se habá dado por vencida nunca. Gracias a su poder de decisón y a su carácter inconformista, había logrado derrotar a su propio destino, traspasar los límites de la realidad a la que estaba sujeta y crear una nueva. Una realidad a su gusto y al mío. Y ambos disfrutábamos ahora de una vida plena. Puede que no fuera perfecta y puede que no fuera a durar siempre. Pero algo si estaba seguro, la habíamos escrito nosotros.
Última edición por Jeta de Raymond el 01 Abr 2015 12:27, editado 4 veces en total.
Imagen

Avatar de Usuario
Alexia Ashford
Demon
Mensajes: 9775
Registrado: 30 Sep 2006 20:15
Puntos de Vida: 10 de 10
Resident Evil Favorito: Resident Evil 6
Ubicación: Limbo
x 14
Contactar:

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Alexia Ashford » 02 Feb 2015 00:26

Muy bueno! Me ha encantado! Adoro a Rachael y este fic es una delicia =D>
Imagen

Baby i like your style

Avatar de Usuario
Jeta de Raymond
Tyrant
Mensajes: 734
Registrado: 29 May 2014 15:36
Puntos de Vida: 10 de 10
Ubicación: Flotando en busca del cuerpaso de Ray
España 
x 52

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Jeta de Raymond » 02 Feb 2015 01:09

Muchas gracias! :) Me alegro de que te haya gustado. Tiene algunos fallitos, es que no lo he podido editar bien desde el móvil :oops: A ver si lo arreglo...
Imagen

Avatar de Usuario
Alexia Ashford
Demon
Mensajes: 9775
Registrado: 30 Sep 2006 20:15
Puntos de Vida: 10 de 10
Resident Evil Favorito: Resident Evil 6
Ubicación: Limbo
x 14
Contactar:

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Alexia Ashford » 02 Feb 2015 02:59

Jeta de Raymond escribió:Muchas gracias! :) Me alegro de que te haya gustado. Tiene algunos fallitos, es que no lo he podido editar bien desde el móvil :oops: A ver si lo arreglo...
Detalles xD Pero la narración ha estado increíble y la historia es muy original C:
Imagen

Baby i like your style

Avatar de Usuario
Jeta de Raymond
Tyrant
Mensajes: 734
Registrado: 29 May 2014 15:36
Puntos de Vida: 10 de 10
Ubicación: Flotando en busca del cuerpaso de Ray
España 
x 52

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Jeta de Raymond » 02 Feb 2015 09:25

Alexia Ashford escribió:
Jeta de Raymond escribió:Muchas gracias! :) Me alegro de que te haya gustado. Tiene algunos fallitos, es que no lo he podido editar bien desde el móvil :oops: A ver si lo arreglo...
Detalles xD Pero la narración ha estado increíble y la historia es muy original C:


Rachael se merecía un buen final, me pareció muy injusta su muerte. Y eso que hay muertes injustas en RE...
Imagen

Avatar de Usuario
Alexia Ashford
Demon
Mensajes: 9775
Registrado: 30 Sep 2006 20:15
Puntos de Vida: 10 de 10
Resident Evil Favorito: Resident Evil 6
Ubicación: Limbo
x 14
Contactar:

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Alexia Ashford » 02 Feb 2015 16:08

Jeta de Raymond escribió:
Alexia Ashford escribió:
Jeta de Raymond escribió:Muchas gracias! :) Me alegro de que te haya gustado. Tiene algunos fallitos, es que no lo he podido editar bien desde el móvil :oops: A ver si lo arreglo...
Detalles xD Pero la narración ha estado increíble y la historia es muy original C:


Rachael se merecía un buen final, me pareció muy injusta su muerte. Y eso que hay muertes injustas en RE...
Opino exactamente lo mismo! Rachael era mi personaje favorito en ese RE, incluso le he dedicado varios temas en la sección de RE Revelations xD
Imagen

Baby i like your style

Avatar de Usuario
Jeta de Raymond
Tyrant
Mensajes: 734
Registrado: 29 May 2014 15:36
Puntos de Vida: 10 de 10
Ubicación: Flotando en busca del cuerpaso de Ray
España 
x 52

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Jeta de Raymond » 02 Feb 2015 17:04

Si! Vi el tema de Rachael al descubierto. Me gustó mucho la información, además no me había fijado en su "cameo" en el tráiler del RE Revelations 2 :o
Imagen

Avatar de Usuario
Mataformigues
Tragic Kingdom
Mensajes: 4357
Registrado: 26 Jul 2010 23:09
Puntos de Vida: 10 de 10
Resident Evil Favorito: Resident Evil Remake
PS3 Network ID: Mataformigues
Ubicación: Trapped in a box of tremendous size!
España 
x 48
Contactar:

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Mataformigues » 02 Dic 2015 19:18

Madre mía, ayer descubrí este fic, que me había pasado desapercibido, y acabo de leerlo. xD ¡Me encantan las paranoias que se te ocurren! :lol: Cuanto menos, curiosa forma de remendar el final (y a la vez principio xD) de Rachael en Revelations, con un poco de imaginación y sin tener que tirar de clones como harían otros. xD

Tienes una forma de escribir muy original, me gusta.
Imagen

Avatar de Usuario
Jeta de Raymond
Tyrant
Mensajes: 734
Registrado: 29 May 2014 15:36
Puntos de Vida: 10 de 10
Ubicación: Flotando en busca del cuerpaso de Ray
España 
x 52

Re: Fic: Re: Libre albedrío

Mensaje por Jeta de Raymond » 06 Dic 2015 05:04

Mataformigues escribió:Madre mía, ayer descubrí este fic, que me había pasado desapercibido, y acabo de leerlo. xD ¡Me encantan las paranoias que se te ocurren! :lol: Cuanto menos, curiosa forma de remendar el final (y a la vez principio xD) de Rachael en Revelations, con un poco de imaginación y sin tener que tirar de clones como harían otros. xD

Tienes una forma de escribir muy original, me gusta.
Muchas gracias Mata! ^^
Este fue el primer fic que escribí xD Y se me ocurrió antes de jugarlo, al ver el tráiler de Rachael. Pensé "Y si este personaje tan estereotipado tuviese poder de decisión?" y ahí surgió xD
También me inspiré un poquito en Niebla, de Unamuno. Gran novela que recomiendo con ganas ;)
Imagen

Responder