Biohazard: El Mundo del Mañana
Publicado: 13 Ene 2017 06:13
ADVERTENCIA: Spoilers de Revelations 2, Umbrella Corps, RE6, RE5, etc.
Sean bienvenidos a un humilde fic que concebí para ilustrar cómo me imagino el futuro de Resident Evil.
Esto no es una comedia bizarra ni un escrito existencialista. Es un fic para pasar el rato xD así que disfrutenlo!!
Antes de comenzar quiero dejarles algo. Hay varios personajes nuevos que introduzco acá, las descripciones no son muy extensas porque no los quiero marysuear, pero de todas maneras adjunto una imagen con el referente principal que tomé para el aspecto físico de cada personaje.
A medida que avance la historia irán apareciendo. No la hago más larga, los dejo con el fic!
Prólogo.
Un cielo gris plomizo se alzaba sobre sus cabezas. A su alrededor veían edificios en mal estado, vehículos militares y claros indicios de que había una crisis en curso.
Corría el año 2035. Chris Redfield, con sus pertrechos militares y su rifle de asalto en mano, sentía sus sesenta y dos años. Su cuerpo estaba cansado, su cabello era blanco… y albergaba pocas esperanzas.
Chris miró al cielo con resignación. Jill, Leon… ya no estaban en este mundo. ¿Fue 1998 el año que mandó todo a la mierda? Cada día que pasaba lo torturaba más y más. Pensaba en ellos, en Piers y en toda la gente inocente que moría a diario.
El mundo seguía sumido en el terror. Grandes corporaciones vendían armas biológicas a toda clase de grupos terroristas. Conflictos armados estallaban alrededor del planeta. El Sudeste Asiático era un infierno de bioterrorismo, por no mencionar Sudamérica.
Europa enfrentaba diversas crisis a la vez y proliferación de armas químicas. Estados Unidos lidiaba con terrorismo doméstico. África se encontraba soportando cinco guerras al mismo tiempo y dos genocidios en curso. ¿Dónde mierda había paz en este mundo?
Chris estaba cansado.
En un cuartel de la BSAA sobre suelo estadounidense, un superior les daba instrucciones.
Chris se ubicaba cerca, era el hombre al mando. En aquella habitación diminuta donde sólo cabían una mesa y un monitor se encontraban Sheva Alomar (cuarenta y nueve años), Carlos Oliveira (cincuenta y ocho años), Jake Muller (cuarenta y tres años) y su novia Sherry Birkin (cuarenta y nueve años). Ninguno era lo suficientemente joven, todos llevaban décadas marcados por esta guerra.
-¡Atención!-Exclamó el superior.
El monitor mostraba grabaciones de un ataque bioterrorista en Bosnia. Chris ya lo sabía. Sarajevo había sido erradicada por completo.
-Tenemos sospechas de que la causante de esto es una mujer identificada como Natalia Korda. Apenas unas pocas fuentes nos acercaron esta información, por lo que creemos que está muy protegida.-Dijo el superior.
A Chris no le extrañaba. Tras la caída de Neo-Umbrella, varias corporaciones alrededor del globo habían tomado la iniciativa de financiar armas bio-orgánicas y robarse investigaciones entre sí. ¿Para cuál trabajaría Alex Wesker? No podía precisarlo.
Sí. Chris sabía que Natalia era Alex. Su hermana se lo había revelado allá por el 2020 cuando se dio cuenta de lo que pasaba con Natalia. Desde entonces capturarla se convirtió en una prioridad… pero era muy escurridiza.
-De acuerdo a una fuente confiable, Natalia Korda se dirige a Český Krumlov. Su deber es interceptarla y traerla con vida.-Ordenó el superior.
“Ya veremos…” pensó Chris con amargura.
El equipo salió de la sala. Nadie iba especialmente animado. Todos se dirigieron hacia el helipuerto, donde su transporte los esperaba.
En el camino por los pasillos Chris fue observando a sus camaradas. Años de luchar, ¿para qué? Cada amenaza que destruían traía cuatro nuevas al año siguiente. Ningún gobierno del mundo evitó el desarrollo de armas bio-orgánicas. El bioterrorismo superaba a cualquier organización anti-terrorista del mundo. Años de lucha, de perder seres queridos, de consumirse a uno mismo… y la realidad seguía siendo el mismo infierno.
Una vez en el helicóptero, Chris desvió la mirada por la ventanilla y no habló con nadie. Estaba absorto en sus pensamientos. ¿Pero qué pasaba con los demás?
Carlos no dejaba de pensar en Jill, fallecida hacía diez años. Comprobado, la mataron con un explosivo. Chris sacó su cuerpo mutilado de los escombros. Nunca supieron quién había sido. Era una pesadilla de la que no podían despertar. Carlos se limpió una lágrima y endureció su expresión.
Sheva estaba en silencio, pensando en la devastación de su continente. Había decidido formar parte del equipo de Chris, le daba un poco más de esperanza. Ella ya no tenía nada por lo que luchar en su nación, ahora convertida en un horroroso páramo apocalíptico.
Jake y Sherry juntaron sus manos. Al menos se tenían el uno al otro. Pero Sherry pensaba en Leon… y en lo poco que sabía sobre su muerte. Ni siquiera Ada le había dicho algo. La única certeza que tenía era que Leon había sido asesinado en el 2033 por alguien que Ada conocía.
La tristeza reinaba en ese grupo. El helicóptero surcaba cielos grises en camino a una base en el medio del mar para recargar combustible, y luego retomar su ruta hacia Český Krumlov. ¿Qué podían esperar encontrar allí?
Sean bienvenidos a un humilde fic que concebí para ilustrar cómo me imagino el futuro de Resident Evil.
Esto no es una comedia bizarra ni un escrito existencialista. Es un fic para pasar el rato xD así que disfrutenlo!!
Antes de comenzar quiero dejarles algo. Hay varios personajes nuevos que introduzco acá, las descripciones no son muy extensas porque no los quiero marysuear, pero de todas maneras adjunto una imagen con el referente principal que tomé para el aspecto físico de cada personaje.
Oculto:
Prólogo.
Un cielo gris plomizo se alzaba sobre sus cabezas. A su alrededor veían edificios en mal estado, vehículos militares y claros indicios de que había una crisis en curso.
Corría el año 2035. Chris Redfield, con sus pertrechos militares y su rifle de asalto en mano, sentía sus sesenta y dos años. Su cuerpo estaba cansado, su cabello era blanco… y albergaba pocas esperanzas.
Chris miró al cielo con resignación. Jill, Leon… ya no estaban en este mundo. ¿Fue 1998 el año que mandó todo a la mierda? Cada día que pasaba lo torturaba más y más. Pensaba en ellos, en Piers y en toda la gente inocente que moría a diario.
El mundo seguía sumido en el terror. Grandes corporaciones vendían armas biológicas a toda clase de grupos terroristas. Conflictos armados estallaban alrededor del planeta. El Sudeste Asiático era un infierno de bioterrorismo, por no mencionar Sudamérica.
Europa enfrentaba diversas crisis a la vez y proliferación de armas químicas. Estados Unidos lidiaba con terrorismo doméstico. África se encontraba soportando cinco guerras al mismo tiempo y dos genocidios en curso. ¿Dónde mierda había paz en este mundo?
Chris estaba cansado.
En un cuartel de la BSAA sobre suelo estadounidense, un superior les daba instrucciones.
Chris se ubicaba cerca, era el hombre al mando. En aquella habitación diminuta donde sólo cabían una mesa y un monitor se encontraban Sheva Alomar (cuarenta y nueve años), Carlos Oliveira (cincuenta y ocho años), Jake Muller (cuarenta y tres años) y su novia Sherry Birkin (cuarenta y nueve años). Ninguno era lo suficientemente joven, todos llevaban décadas marcados por esta guerra.
-¡Atención!-Exclamó el superior.
El monitor mostraba grabaciones de un ataque bioterrorista en Bosnia. Chris ya lo sabía. Sarajevo había sido erradicada por completo.
-Tenemos sospechas de que la causante de esto es una mujer identificada como Natalia Korda. Apenas unas pocas fuentes nos acercaron esta información, por lo que creemos que está muy protegida.-Dijo el superior.
A Chris no le extrañaba. Tras la caída de Neo-Umbrella, varias corporaciones alrededor del globo habían tomado la iniciativa de financiar armas bio-orgánicas y robarse investigaciones entre sí. ¿Para cuál trabajaría Alex Wesker? No podía precisarlo.
Sí. Chris sabía que Natalia era Alex. Su hermana se lo había revelado allá por el 2020 cuando se dio cuenta de lo que pasaba con Natalia. Desde entonces capturarla se convirtió en una prioridad… pero era muy escurridiza.
-De acuerdo a una fuente confiable, Natalia Korda se dirige a Český Krumlov. Su deber es interceptarla y traerla con vida.-Ordenó el superior.
“Ya veremos…” pensó Chris con amargura.
El equipo salió de la sala. Nadie iba especialmente animado. Todos se dirigieron hacia el helipuerto, donde su transporte los esperaba.
En el camino por los pasillos Chris fue observando a sus camaradas. Años de luchar, ¿para qué? Cada amenaza que destruían traía cuatro nuevas al año siguiente. Ningún gobierno del mundo evitó el desarrollo de armas bio-orgánicas. El bioterrorismo superaba a cualquier organización anti-terrorista del mundo. Años de lucha, de perder seres queridos, de consumirse a uno mismo… y la realidad seguía siendo el mismo infierno.
Una vez en el helicóptero, Chris desvió la mirada por la ventanilla y no habló con nadie. Estaba absorto en sus pensamientos. ¿Pero qué pasaba con los demás?
Carlos no dejaba de pensar en Jill, fallecida hacía diez años. Comprobado, la mataron con un explosivo. Chris sacó su cuerpo mutilado de los escombros. Nunca supieron quién había sido. Era una pesadilla de la que no podían despertar. Carlos se limpió una lágrima y endureció su expresión.
Sheva estaba en silencio, pensando en la devastación de su continente. Había decidido formar parte del equipo de Chris, le daba un poco más de esperanza. Ella ya no tenía nada por lo que luchar en su nación, ahora convertida en un horroroso páramo apocalíptico.
Jake y Sherry juntaron sus manos. Al menos se tenían el uno al otro. Pero Sherry pensaba en Leon… y en lo poco que sabía sobre su muerte. Ni siquiera Ada le había dicho algo. La única certeza que tenía era que Leon había sido asesinado en el 2033 por alguien que Ada conocía.
La tristeza reinaba en ese grupo. El helicóptero surcaba cielos grises en camino a una base en el medio del mar para recargar combustible, y luego retomar su ruta hacia Český Krumlov. ¿Qué podían esperar encontrar allí?