Unas puertas se abren ante Valentina, y cuando ve lo que hay en el interior, una armería completísima llena de todo tipo de armamento, se le cae el cigarro de la boca.
- Oh, dios…
Esta parte me mató...estupenda!!!
Pero sobretodo la parte del bar en donde se podría resumir ".... y Valentina? pues ella bailaba" jajajaj me imagino a Valentina bailando sola mientras queda cagada y media a su alrededor
Sublime... ya quiero ver peleas frente a frente jejejej
prefiero lo bien hecho y natural no importa ke sean pekeñas o grandes pero ke esten en su lugar a algo plastiko, falso o ke simplemente no se ve bien. es por eso ke me gustas tu y pamela anderson no
¡Llegaron las peleas a muerte! La sangre salpicada en todas las direcciones, las muertes insensibles, el cúmulo de la depravación y la sutileza a las que apuntaba esta singular historia.
Espero que disfrutéis tanto leyéndola como yo disfruté escribiéndola. Aquí llega el...
CAPÍTULO 14
Anochece sobre la ciudad.
Eve, Miley, Spike, Killer y Wolf están reunidos en una zona no muy amigable de la ciudad, hay muros con pintadas y casas viejas, la mayoría con aspecto de estar destartaladas. Están bajo un gran puente que cruza las vías del tren por encima y comunica varias secciones de caminos pobremente asfaltados. Se oye un disparo lejano y una lata caer al suelo, y después, Eve sujetando la pistola se vuelve hacia sus amigos triunfante.
Los gemelos están sentados sobre unos bidones charlando entre ellos, sólo Miley y Spike, quienes también portan armas, parecen interesados en su puntería.
- Os lo dije, os iba a dejar en mal lugar – dice ella.
- Eso habrá que verlo – dice Spike, alzando su Luger – Me llevé varios trofeos cuando estuve en el cuerpo. No tienes nada que hacer contra mí Eve.
Un tren atraviesa a toda velocidad al lado de ellos, iluminándolo todo, y atronando con su rugido ensordecedor.
A lo lejos, un Porsche verde metálico observa la escena. Dos chicas vestidas de smoking aguardan sentadas en el interior.
- ¿Vas a seguir toda la puta tarde con lo de los leones?
- Sí hasta que me des la razón.
- Eres de ideas fijas, rubia. No pienso dártela, dejemos el tema, ¿vale?
- Claro – refunfuña – Es lógico que una persona como tú diga eso. Será la falta de vitaminas, que no te dejan pensar bien.
- Desiste, Claire – dice Valentina, pintándose los labios de rojo carmín con ayuda del espejo del asiento del copiloto – Mi único aporte de vitamina C lo obtengo cuando bebo vodka con naranja.
Ambas observan al grupo de personas que practican tiro junto a las vías.
- ¿Son esos de ahí? – pregunta Claire.
- Eso parece. – responde su compañera, achinando los ojos.
- Bien, espera a la señal de "hacer tonterías", ¿de acuerdo?
- Yep.
Claire y Valentina se bajan del coche, cierran las puertas de un portazo y se encaminan hacia el grupo; ambas llevan sus armas a mano. Se avecina una pelea.
Eve, sujetando la pistola, se vuelve a mirar a las dos chicas que llegan.
- Ahí están – dice Spike con tranquilidad.
Eve se adelanta a sus compañeros y se pone a la cabeza. Les apunta a las dos con la pistola.
- Quietas.
Claire y Valentina se detienen. La rubia levanta las manos en señal de paz.
- Qué hacéis aquí – espeta Eve.
- Buscamos a Vicky, ¿sabes tú dónde está? – pregunta Claire, mientras Valentina se prende un cigarrillo.
- No. Ni aunque lo supiera. Para qué coño quieres ver a Vicky.
- Queremos negociar, Eve.
- Venís de parte de Renata Ocampo, ¿verdad? – dice Eve, deseosa de disparar.
Pausa de Claire.
- Sí, venimos por orden de ella. Sólo queremos negociar, no vamos a hacerla daño.
- Qué coño dices. Ella es la dama de la puta fortuna, ni aunque te lo propusieras le harías daño.
- Ya, ya sí. Dinos dónde está, y te aseguro que nadie saldrá herido. – la suficiencia de Claire es impresionante, teniendo en cuenta cómo era al principio.
- Largo de aquí si no queréis que os pegue un tiro a cada una.
- Eve – dice Spike, como siempre muy calmado. Ella se da la vuelta, hablan entre ellos en susurros.
Miley observa a Claire sentada en un bidón, y los gemelos esperan pacientes a que ellos tomen alguna decisión.
Tras hablar entre ellos, Spike se dirige a Claire.
- Queréis hablar negocios, pues hablemos.
- Me parece perfecto – responde ella.
- Pero debéis ateneros a nuestras condiciones. Sabemos que vais armadas, así que es difícil de creer que vengáis en son de paz. Si de verdad no vais a herir a nadie, tenéis que darnos vuestras armas.
- Está bien – responde Claire sin pensarlo.
- Ah, y… ella se quedará aquí – Spike señala a Valentina.
- ¿Qué? – se extraña ella.
- Me parece bien – responde Claire de nuevo, sacándose la pistola de la funda de la cadera. Con un gesto de desdén, se la tiende a Spike. Luego se da la vuelta y toma el arma de Valentina.
- Claire, qué cojones estás haciendo.
- Confía en mí ¿quieres? – responde Claire en un susurro.
Pero nadie sabe que lleva a la altura de los riñones la pequeña recortada que Renata le regaló.
Eve y Spike escoltan a Claire por encima del puente.
- Qué bonita pistola la que llevas. Una Glock, ¿eh? – dice Spike, observando el arma que le acaba de quitar a la joven rubia.
- Tienes mal gusto hasta para las armas, Spike – responde ella con una sonrisa.
- Ha, ha, ha… - se ríe él.
Sin meditar, le apunta con el arma y la pone de espaldas a las vías del tren.
- ¿Qué estás haciendo? – se extraña ella, aún conservando la calma.
- ¿Pretendes que nos íbamos a creer lo de hacer las paces con Vicky? – le grita Eve.
- Yo en ningún momento dije nada de hacer las paces…
- ¡Cállate! Dispárala, Spike.
Claire se arma de valor y empuja el brazo de Spike hacia arriba, el tiro se pierde en el cielo.
Debajo del puente, al lado de las vías, Miley se da cuenta del peligro y se va corriendo en la dirección por la que sus compañeros se han ido. Valentina se sobresalta también y trata de seguirla, pero los gemelos le cierran el paso, y le recuerdan que ella debe de quedarse.
Claire sale corriendo a lo largo de la pasarela. Spike le indica rápidamente a Eve:
- Detén a la otra, rápido.
Miley se encuentra de frente con Claire, quien atraviesa la pasarela corriendo mientras huye, por otro camino. Le golpea con una cadena en la pierna, una de sus armas improvisadas. Claire se detiene. Miley vuelve a intentar golpearla, pero Claire la esquiva como puede. Acorralada, saca la recortada que le entregó Renata y que llevaba oculta, y apunta a Miley, que trata de escapar.
Entonces aparece Spike, apuntándole a la cabeza.
- Eres un poco tramposa.
Claire se da la vuelva y el cañón de la Glock que empuña Spike apunta a su frente.
Ada, la mejor amiga de Claire, aparece por sorpresa por detrás de Spike, y de un increíble empujón le arroja por la borda a las vías; Cae en medio de un grito de sorpresa y terror, se parte las piernas, es incapaz de moverse.
- ¡Ada! – exclama Claire.
- Hola flacucha – saluda ella sonriente – Me avisó Renata, me dijo que anduviera por aquí al tanto… Oí el disparo y temí por ti…
- ¿Y Eve?
- ¿Qué Eve?
- La otra… es igual. Gracias…
Ambas se asoman y ven a Spike abajo, con las piernas mal colocadas.
- Eres una heroína – le dice Claire.
Ada se vuelve y le sonríe, pero se le borra al instante:
- ¡Claire, cuidado!
Miley vuelve a aparecer, esta vez con una pequeña guadaña improvisada, y acuchilla a Claire en un hombro.
Claire se arrodilla del dolor, y entonces Miley atraviesa con la hoja el torso de Ada. Claire la apunta con el arma y la persigue, pero Miley vuelve a huir. Baja corriendo por el otro lado de la pasarela, se esconde detrás de unos contenedores repletos de basura y muebles viejos.
Valentina la alcanza y le pega un puñetazo en la boca que hace que Miley caiga al suelo de espaldas entre los contenedores. Valentina aprovecha una silla vieja y se sienta en ella con el respaldo entre las piernas.
- Hueles a pólvora y a sangre. A podrido, igual que yo. Tú y yo somos iguales, Valentina. – dice Miley con el labio partido.
Valentina se prende un cigarrillo, mientras le apunta con la pistola.
- Me importa una mierda. Si te mueves, te mato. Sin letra pequeña.
Claire acude a Ada, quien está moribunda en el suelo con una horrible herida en el torso.
- Tranquila Ada, llamaré a una ambulancia, te pondrás bien...
Ada ríe.
- De todas las cosas que podrías decirme, te decantas por lo más típico. Qué... qué graciosa eres.
- No te rías. Lo estoy diciendo en serio.
- Claire, me duele como no te lo puedes imaginar. Estoy perdiendo la conciencia. Y creo que lo veo todo un poco borroso.
- Shh...
- Sinceramente, creo... que me estoy muriendo.
- No pienses en ello, no pienses en ello, Ada...
- ¿Dejo... mi mente en blanco? – sonríe.
- Sí... por el contraste.
- Sólo por el contraste.
Ambas se ríen tenuemente con su pequeña broma, sólo ellas parecen entenderla.*
- Claire, ¿sabes que dejé a mi primer novio porque se drogaba?
Claire se sorprende.
- No... no me lo habías contado nunca.
- Ja, ja... sí. Eso pasó. Él era mi primer amor – Claire asiente, queriendo indicar que eso ya lo sabía - Yo estaba un poco ciega y no sabía ver cosas más allá de mis valores. Después de que me enterara de todo y de que cortásemos, yo me metí mundo de las drogas, guiada por su mero recuerdo... Pensé que si hacía eso estaría más cerca de... Sentirme igual que se sentía él.
- ¿Nunca pensaste en volver con él?
Pausa.
- No. – dice con decisión. Pausa larga – Creo que lo único que quería era su perdón.
Ada sonríe por última vez.
Claire aguanta las ganas de llorar, y debido al silencio, concluye que Ada ha muerto.
Tras este momento, Claire se levanta del suelo, toma su recortada y la recarga mirando al cielo, con aparente prisa. Camina con decisión por el puente, Spike la observa desde su perspectiva aún tumbado inmóvil en las vías, gimiendo de dolor. Llega hasta donde están Miley y Valentina; Valentina se levanta de pronto al verla llegar, con el cigarro en la boca, y Miley, sentada en el suelo, sonríe.
- ¿Quieres jugar conmigo otra vez, Claire? Pero sin trampas, ¿eh?
Se pone de pie, y Valentina le apunta.
- Ten cuidado con lo que haces, niña, nadie te ha dado permiso para levantarte.
- Valentina, cállate – le dice Claire.
- ¿Eh? – se vuelve – Pero mira lo que te está diciendo... Se está burlando de ti en tu puta cara, compañera, en tu puta cara...
- ¡No era una sugerencia!
Valentina se calla de pronto, y toma el cigarro de su boca entreabierta. Claire se acerca a Miley, y señala su herida.
- Tú, me has hecho esto.
- Sí. Y también he matado a la negra – dice son sorna.
- Sabes lo que te toca, ¿verdad? – dice Claire, iracunda.
- Si lo que pretendes es asustarme, te lo puedes ahorrar.
Claire apunta a Miley con la recortada, y a la pequeña se le borra la sonrisa. Asiente en un gesto de suficiencia. Claire aprieta con suavidad el gatillo, mientras se decide si disparar o no, y Miley, al ver que de verdad puede hacerlo, en un arranque de pánico, tapa el cañón del arma con la mano, y acto seguido Claire dispara.
- ¡Yaaaaaaaaarghh!
La mano de Miley cae hecha pedazos al suelo, y ella cae de rodillas sujetándose el muñón. Valentina lo mira con asqueamiento, y Claire baja el arma.
Se aproximan la una a la otra, Claire mira a la enloquecida Miley, mientras que Valentina lo evita.
- Está bien, amiga. Lo siento mucho por lo de Ada. – le dice Valentina.
Claire asiente, y ambas se van, dejando a Miley gimiendo lastimeramente en el suelo.
- ¡Duele! ¡Dueleee! – grita y llora a la vez.
Miley se pone en pie y camina con dificultad en dirección a las vías del tren. Allí sigue Spike, quien la observa con resignación desde el suelo.
- Miley...
Miley, desangrándose, se detiene a pocos pasos de Spike.
-Hahaha... duele.
Spike la contempla sin decir nada.
- Duele mucho... Me ha roto la mano... me duele mucho, esa perra me ha roto la mano... duele, duele igual que el amor. ¿Es esto amor?
- Miley... ayúdame. – gime Spike.
- Si me lo tocas es mejor. Eso me decía siempre. Pero lo toco y duele. Igual que el amor. Amor para Miley... siempre tanto amor a Miley. El amor de papá.
- ¿Qué... qué dices?
- Papá me amaba. Pero me abandonó. Y Miley se volvió una chica muy mala; qué chica tan mala es Miley. Siempre haciendo daño. Quita todo lo que puede a todo el que puede. Qué chica tan mala.
- ¿Quitar... qué?
- El amor. Papá me quitó el amor. Cuando tenía seis años, me quitó el amor, pero no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde. Primero se hizo con mi confianza, después con mi inocencia... y luego me quitó el amor. También quería que sus amigos me lo quitaran, pero yo no quería. Ellos no me amaban, como papá. Papá me amaba mucho. ¡Pero me hacía daño!
- Oh, dios...
- ¡Me decía que el amor dolía! ¡Que no tenía que preocuparme! – Miley rompe a llorar de felicidad – ¡Me dolía mucho, así que me amaba mucho! ¡Me lo quitaba, una y otra vez! Me solía pegar después... no sabía porqué, si eso no era amor; pero entonces me explicó y yo lo comprendí perfectamente... me pegaba porque no tenía el cuerpo que él deseaba. ¡Tonta de mí! ¡Cómo no se me ocurrió madurar antes! Le gustaba verme llorar, creo que quería beber de mis lágrimas.
- ... – Spike es incapaz de contestar.
- ¡Y se lo quité! – cae de rodillas al lado de las vías.
- Miley... oigo algo...
Se oye a lo lejos un tren aproximándose.
- ¡Se lo quité porque le amaba! ¡Le hice daño, porque le amaba! ¡Ese era mi amor! ¡El amor que yo le debía! Le hice daño, mucho daño... y no volvió. Él... él... ¡Me abandonó! ¡Me abandonó para siempre! No quería que se fuera, pero lo hizo. ¡Me mintió! ¡Me prometió que se quedaría conmigo para siempre! ¡Me mintió! Por eso... se lo quité.
Se echa la mano a la cara y sigue llorando desconsoladamente.
El tren hace acto de presencia, a lo lejos.
- Miley, por favor...
- Él me amaba... Me amaba... y me mintió...
La luz del tren les deslumbra.
- ¡Miley!
- ¡Me amaba!
El tren pita y arrolla sin piedad a Spike, manchando a Miley de sangre mientras sigue llorando.
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Oculto:
Hola fans : P echaba de menos el poder hablar sinceramente sobre mi fic. Lamento muchísimo haber tardado tanto en traer nuevos episodios, pero éste en particular he tenido que reescribirlo y me ha costado encontrar un momento de lucidez. Y con los próximos capítulos se avecina un trabajo similar o peor, así que ¡paciencia! Os prometo que la terminaré y que tendrá todo el morbo que queríais =P
En este cap por fin "mueren" varios personajes relativamente importantes, Spike, Ada y Miley. Y pongo "mueren" con comillas porque realmente Miley no la palma, sólo se vuelve loca de remate por la mutilación y no volvemos a saber nada más de ella, así que para mí es como si su personaje hubiera muerto.
Nuevamente el * hace referencia a que Ada es negra. La mente en blanco y su piel oscura contrastan, de ahí la pequeña broma interna entre ella y Claire.
Y bueno, no quiero spoilear nada, pero en los próximos episodios se avecinan muchas más muertes, así que no os los perdáis!
Qué buen final el de Miley... una muy buena manera de sacar de circulación a un personaje sin matarlo necesariamente (que es lo más común de hacer y lo archivisto ya). Qué mejor con un conflicto que explota a lo que era su pesonalidad durante los capítulos anteriores.
Qué pena por Ada, me caía bien. Supongo que la buenaza de Renata al menos le irá a hacer un funeral
Spikendejo escribió:si los gemelos taban vigilando a Valentina como se libro de ellos y recupero su arma para ir despues a golpear a Miley detras del basurero?
Esperaba que nadie se fijara en ese detalle xD
Cuando lo escribí tuve que surpimir alguna escena porque creía que recargaban demasiado la acción. Ahora veo que debí dejarlo como estaba.
Básicamente, el arma de Valentina la guardaban los gemelos, ella lograba burlarlos para conseguirla y amenazarlos con ella. Como bien expliqué en otros capítulos, los gemelos son partidarios del Club de la Lucha y odian las armas, pero en el combate cuerpo a cuerpo son infalilbles, por eso ella recurre a su arma para que la dejen escapar.
También quité otro diálogo entre Valentina y Miley cuando la está vigilando en los cubos de basura, en el que ella le dice que no la matará porque es Claire quien le tiene ganas.
Aún así me alegro mucho de que te haya gustado, sinceramente no pensé que te molaría cuando me cargaba a tu personaje de esa manera tan cruel, pero al bueno de Lou Bishop ( su nombre original ) tenía que darle un final un poco tétrico.
Y también me anima ver que te diste cuenta de esa pequeña laguna argumental, demuestra que lees poniéndole interés
Rain Ocampo escribió:Qué buen final el de Miley... una muy buena manera de sacar de circulación a un personaje sin matarlo necesariamente (que es lo más común de hacer y lo archivisto ya). Qué mejor con un conflicto que explota a lo que era su pesonalidad durante los capítulos anteriores.
Qué pena por Ada, me caía bien. Supongo que la buenaza de Renata al menos le irá a hacer un funeral
Gracias por considerarlo un buen final me gustó ese recurso desde que lo vi en "Kill Bill" cuando la novia le saca el ojo a Elle Driver y la deja ciega, es una manera cruel de vengarse de ella sin matarla.
Y sí, Ada era muy buena chica, era un personaje secundario pero como es la negra, tenía que morir al final irremediablemente... xD
Más muertes, más violencia, más acción, más explosiones!
Más más más!
CAPÍTULO 15
Claire y Valentina caminan juntas en dirección a su coche, con el paso presto para llegar cuanto antes a él.
Pero Eve aparece de nuevo detrás de las dos, y pone uno de sus cuchillos en el cuello a Claire.
- ¡Tú! ¿Dónde te habías metido? – grita Claire, llevándose las manos a la hoja del arma.
- ¡Cállate! ¡Les habéis matado! ¡Ahora moriréis vosotras! – Eve parece histérica.
- Suéltala – le ordena Valentina, apuntánAlexia.
Eve lanza a Claire al suelo con violencia, haciendo que se golpee. Luego en un arranque de furia le da una patada al arma de Valentina, que sale por los aires; le apunta con el cuchillo.
- ¡Te quedaste sin armas, zorra! Ya no vales nada, ¿no? ¡Ven si te atreves!
- Está bien – Valentina se pone en guardia – Creo que me atrevo.
Eve se abalanza con dos cuchillos de combate a por Valentina, rajando el aire mientras ella la esquiva como puede. Valentina intenta golpearla con los puños pero Eve es más rápida, y se lanza sobre ella con los filos de sus armas en dirección a su cuello, y la detiene como puede. Ignoraba que fuera más fuerte que ella. Hacen fuerza durante un buen rato, y los filos de las dos armas se van acercando a su cuello progresivamente: evidentemente, Eve tiene las de ganar.
En el suelo, Claire tose y se levanta como puede.
- ¡Claire, ayúdame, coño!
La rubia reacciona, toma su escopeta de gran calibre y le apunta desde donde está. Pero entonces cae en la cuenta de que es un arma de corto alcance, de modo que se pone de pie, se acerca más, y finalmente separa a Eve de un empujón, le apunta con ambos cañones a ambos ojos, y dispara contra ellos con un ruido sordo.
Valentina se sorprende al ver el arma, mientras retira asqueada a Eve de encima con dos horribles orificios donde antes tenía ojos.
- Compañera, eso ha sido… muy asqueroso.
Claire mira al suelo y baja la escopeta con cansancio.
- Una menos – dice la rubia.
- Bien, y ahora qué hacemos.
- Quedan los gemelos, ¿no?
- Sí, pero se supone que a quien buscamos es a Vicky, ¿no es así?
- Claro. Tendremos que idear un plan. La mansión donde tenía la sede el Club de la Lucha, ¿no estaba por esta zona?
Ambas comprenden que el único recurso que tienen es recurrir a Alexia y a su club. Claire conduce hasta la entrada del devastado caserío. No hay nadie por las calles, sólo farolas que alumbran tenuemente la carretera. Ambas se bajan del coche y Valentina se dirige al maletero, lo abre y medita mientras contempla el interior.
- Creo que tenemos que darle otro aire a esto. No más pistolas de mierda. A partir de aquí las cosas se harán a mi manera. – dice la morena, tomando un uzi con una cincha que se cuelga del hombro, un rifle PSG que entrega a Claire, y un lanzagranadas que carga, y se guarda otros proyectiles.
Tira el cigarro al suelo, y camina hacia la entrada de la casa.
- ¡Alexia! – grita - ¡Sal de ahí! ¡Tenemos que hablar!
Alexia no aparece por el balcón. En su lugar sale su lugarteniente, Wesker White, un hombre vestido de negro con aspecto aséptico.
- Alexia no está aquí – Y tampoco os recibiría si estuviera.
- Entonces dinos dónde están los gemelos – responde Valentina desde abajo, con un arma en cada mano.
- ¿Piensas que me intimidas por llevar armas? Estáis perdidas si es que sí.
Sin dilaciones, se vuelve dentro del caserío. Valentina se muerde el labio. No cabe en sí del gozo; por fin se harán las cosas a su manera.
- Debemos empezar por el principio – dice la joven, cargando el lanzagranadas haciendo mucho ruido.
Valentina se adelanta hacia la puerta del caserío, y al instante, dos guardias del Club de la Lucha salen de él para detenerla, ninguno va armado, tan sólo con sus puños. Claire se agacha con el rifle en mano, dispara a los guardias, y Valentina pasa de ellos.
Entra de golpe dentro dándole una patada a la puerta, y abre fuego sin meditación con el uzi contra todo lo que se mueva en el oscuro vestíbulo.
Claire observa desde la mirilla cómo se ilumina el interior con cada ráfaga de disparos.
Valentina divisa unas escaleras entre la penumbra, pero un grupo de sectarios del Club se lanzan furiosos contra ella. Sin caer en el pánico, levanta su lanzagranadas con la mano izquierda y de un fogonazo impacta una granada contra ellos. Luego se da la vuelta y dispara a una nueva oleada de enemigos con el uzi, lo que provoca que el endeble suelo de madera se hunda.
Ella da un pasa hacia atrás para no caer al sótano. Coge carrerilla y salta por encima del agujero en dirección a las escaleras, cae casi de rodillas, dispara una nueva ráfaga al frente, y una granada a su izquierda.
Los sectarios del Club van cayendo como moscas mientras su viejo cuartel va incendiándose progresivamente.
Por fin, sube al piso de arriba, se abre paso a tiros por el pasillo, y alcanza el despacho de la jefa, donde está arrinconado Wesker White.
Valentina sonríe, triunfal, y camina hacia él mientras le apunta con el uzi.
- Hola de nuevo. ¿Vas a decirme ya dónde están los gemelos?
- Vete al infierno, puta.
Wesker White recibe un par de tiros en las piernas del uzi. Entonces habla.
- ¡Aaagghh…! Están… en el edificio que hay detrás… escoltando a Vicky y a Bosco…
- Gracias...- dice Valentina.
- ¡No dispares, por favor!
Valentina baja el arma.
- En estos momentos... siento compasión. Eso haría de mí una buena persona, por supuesto; de no ser porque considero la compasión como el sentimiento más penoso y humillante que un ser humano puede sentir por otro. No me gustaría estar en tu piel ahora mismo y saber que alguien está sintiendo compasión por mí, y por eso es incapaz de matarte.
- ...
- Pero nada es eterno en esta vida, Wesker White.
- Qué...
- ... Será mejor que corras.
Dicho esto, Valentina sale de la casa corriendo, y cuando está a la altura de la francotiradora Claire, tira el uzi al suelo, sin munición.
- ¿Lo tienes? – pregunta la rubia, levantándose del suelo.
- Están en el edificio abandonado que hay detrás. Los gemelos están protegiéndoles.
- Cómo me gustan, poniéndolo difícil. Son unos auténticos jefes finales.
Valentina se ríe y dispara una granada incendiaria al edificio, que termina por prenderlo entero.
Bajo la luz del fuego que desprende el edificio, aparece Alexia, quien camina taconeando con los brazos cruzados.
- Valentina, zorra, por qué no te matan de una vez.
- ¿Crees que es divertido para mí ver cómo todas las malas personas mueren menos yo? – con indiferencia, mientras hace recuento de munición.
Alexia se dirige a Claire.
- Me va a costar trabajo encontrar nuevos descerebrados para mi club – dice Alexia, compungida.
- No te preocupes, siempre hay gente dispuesta a cumplir con los objetivos de tu noble causa. – responde Claire, quitándose la americana.
- Mataste a Nekro.
Claire levanta la vista.
- Sí. Lo siento pero se lo buscó.
- Eh, no te confundas, Claire. No pretendía fingir que me importaba. Las cosas que sabía hacer bien ése se contaban con los dedos de mi mano. Y eso que yo no considero el pulgar un dedo.
- ¿Y por qué no? – pregunta la rubia, remangándose la camisa.
- Manías de cada una. Yo no te pregunto por qué te pones esos horribles pendientes.
Claire se lleva una mano a la oreja.
- Pero Ada también murió – dice Alexia.
- Ella sí que me importaba.
- Claro, lo doy por hecho. Por eso tengo una gran curiosidad por saber si en algún momento probaste esto – saca una bolsita -, las pastillas que ella vendía.
Claire las mira con recelo.
- No.
- ¿Te parece propio eso de una buena amiga?
- No me gustan las drogas, me da igual que la gente se las meta, pero a mí no me gustan.
Alexia le abre la palma de la mano y le deja la bolsita con cuidado.
- Eres libre de hacer con ellas lo que quieras.
- No me des esto.
- Es un último recuerdo de ella, ¿no te parece? – se vuelve a poner erguida – Yo sí que no las quiero para nada, qué mejor que tú para conservarlas.
En estos momentos llega Valentina hasta ellas dos.
- Claire, sólo nos queda munición para la pistola – le entrega unos cargadores – habrá que usarla con cuidado.
- ¿A dónde se supone que vais?
- A por los putos gemelos – dice Valentina mientras recarga.
- ¿Para qué les queréis a ellos dos? – dice la jefa del club.
- Para hablar.
- ¡Jajaja...! No van a hablar. – responde Alexia riéndose.
- Entonces para matarles.
Claire y Valentina se alejan de Alexia.
- Ten.- le dice Claire a su compañera, dándole la bolsita con pastillas.
- ¿Qué es esto?
- Lo sabré cuando lo pruebes.
- ¿Yo? ¿Acaso soy tu conejillo de indias, zorra? – responde Valentina.
Le mira mal, y después se traga un par a la vez. Claire se queda perpleja, y se vuelve hacia Alexia. Ella le vocaliza que son alucinógenas. Se gira de nuevo, y tras encogerse de hombros, se traga también otro par.
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Oculto:
Odié este capítulo Valentina parece mi mary sue. En ningún momento quise pintarme a mí tan ultrapoderosa e invencible, pero Chloé, mi personaje, es así de impulsiva.
Bueno, por fin Eve mordió el polvo, y el Club de la Lucha se fue a la mierda. Espero que os haya gustado =P
El próximo contendrá más, más y más, y estamos llegando al final!
Simple y sencillamente es BRUTAL el segmento del club de la lucha, impresionante la forma en que lo has hecho y con ese pedazo de cancion, carajo... que gran escena, sencillamente que GRANDISIMA escena.
no me puedo ni imaginar lo que se viene, con ese par drogadas, joder, me cuesta imaginar como se puede poner mas brutal despues de la grandiosa escena final de Miley y Spike y esa masacre en el club!!
espero el siguiente capitulo con todas las putas ganas!
Lord Emperador Chingon Cabron del ala jurídica de una asociación civil.
Con la esperada pelea entre los gemelos y las dos sicarias.
POR FAVOR, es MUY importante la música, todo el sentido del combate se centra en ella, y a ser posible subid un poco el volumen y dejaos llevar por ella : )
Killer y Wolf están sentados en el suelo repleto de escombros de un edificio circular, altísimo, pero medio derruido por zonas. Tiene un gran patio con forma de circunferencia el cual es atravesado por numerosas pasarelas en los distintos niveles.
La luz de la luna y las farolas del exterior se cuelan tímidamente por el patio interior.
Los gemelos saben lo que les espera.
- Deberíamos huir.
- No. Estamos protegiendo a Vicky.
- Nos van a matar. Como lo hicieron con los demás. No entienden de normas lógicas. Son salvajes, y lo que es peor: van armadas.
- Eres un maldito cobarde…
- ¿Eso crees?
- Cobarde porque hace tres años juramos lealtad a una mujer que hace lo posible por protegernos. Y esa mujer nos ha ordenado que la protejamos a ella. Y eso es lo que vamos a hacer, ¿de acuerdo?
- Sí, hermano. Cómo se me había olvidado algo así. Daremos nuestra vida por ella si es preciso.
- Míralas. Ahí están. Las dos.
- Sí, pero ¿qué les pasa?
- Alexia les dio esas pastillas alucinógenas.
- Oh, ya veo… Dios la bendiga.
- Vamos, hermano. Es nuestro turno.
Ambos se levantan del suelo.
Valentina y Claire se adentran entre los escombros del edificio. Ambas apuntan con sus armas a la oscuridad. Nada les alumbra el interior. Llegan al patio, donde trastabillan contra los escombros del suelo.
Una luz muy vaga les muestra el entorno, pero allí no hay nadie.
- Estoy… mareándome – gime Valentina, apuntando a cualquier parte.
Un calor abrasador le sube a Claire desde el estómago a la garganta, y se establece en su frente. El golpe le hace perder la compostura y se dobla por la mitad.
- Aaah… - se lleva las manos a la cabeza.
Pero tan pronto como viene, se va.
- ¿Qué pasa…? – pregunta Valentina entornando los ojos en la oscuridad.
- Na…da… me dio un chungo de repente… pero ya se me pasó. Creo que esas putas pastillas me están afectando más de la cuenta.
Valentina trastabilla.
- Deja de decir gilipolleces y estate alerta por si aparecen ese par de maricones… Tenemos que matarles, coño… ¿Qué mierda es eso?
Le ha parecido ver una figurita blanca mirándole desde una esquina del patio.
- Había un bicho blanco mirándome, Claire…
- Deja… de decir gilipolleces… ¡Mierda los gemelos!
Claire apunta hacia adelante.
- ¿¡Dónde!?
- ¡Delante de tus narices, no los ves!
- No… no les veo – responde Valentina caminando hacia el lugar.
- ¡No vayas! ¡Te van a pegar si te acercas!
- ¡Pero no ves que no hay nadie!
- ¡Aléjate te van a pegar!
Valentina apunta a Claire.
- No… ¡Están detrás de ti!
- De… ¿de mí?
Claire hace el amago de mirar hacia atrás.
- ¡NO! No te des la vuelta – le grita Valentina. – Tienes a uno justo detrás.
- ¡Es mentira, no hay nadie!
- ¡Tú sí que no veías a nadie, zorra!
- ¡Deja de apuntarme de una puta vez!
- ¡No me da la gana!
Claire apunta a Valentina.
- ¡Entonces te disparo yo antes!
- ¿Qué haces? ¡Están detrás de ti, maldita sea… Uhg!
Valentina recibe un codazo en el abdomen de un muchacho pelirrojo que se mueve a la , según ella, velocidad de la luz.
Siente caer hacia atrás a cámara lenta. Y todo el peso de su espalda va a dar contra el suelo del patio.
Su pistola cae de la mano y resbala varios metros lejos de ella. Se siente incapaz de reaccionar.
El chico sujeta a Claire por ambos brazos y la sostiene inmovilizada, mientras otro muchacho idéntico se planta delante de ella, y con furia le golpea varias veces con la mano desnuda en la cara y el estómago.
Simultáneamente, Valentina agita la cabeza e intenta ponerse en pie. Coge su pistola dando tumbos. Le ha parecido ver a un gnomo blanco junto a ella.
Trata de ignorar las alucinaciones y apunta torpemente a los gemelos, que están ensañándose con la rubia.
Dispara. Una, dos, tres veces. Las balas están lejos de acertar a ninguno de los dos. Ni tan siquiera les rozan.
Pero es suficiente para que se asusten, sueltan a Claire, y desaparecen igual de rápido que han venido.
- Claire… ¿Estás bien?
Ella se limpia un hilito de sangre que cae de su labio.
- Sí, estoy de coña.
La rubia carga el arma.
- ¡Tú ve por la derecha! Yo iré por la izquierda. Han ido arriba, seguro.
Ambas miran al cielo. Una de las pasarelas que cruzan el patio circular por el primer piso proyecta la sombra de uno de los gemelos.
- ¡Vamos!
Ambas echan a correr.
Llegan al primer piso, no hay nadie.
- ¡Yo subiré arriba! – grita Lil.
La rubia se dirige con rapidez a las escaleras, y vislumbra a Killer al término de ellas. Es muy rápido y desaparece de su vista. Claire sube al segundo piso más y llega a la pasarela del patio, corriendo frenéticamente detrás de Killer, apuntándole como puede, disparando a todas partes, vaciando su cargador, inútilmente.
Es demasiado rápido.
Killer se da cuenta de que Claire está sin balas, aprovecha mientras ella recarga, para girarse y embestirla frontalmente.
Claire cae de espaldas, y al hacerlo, apunta a Killer al corazón, y antes de que éste intente huir, dos balazos le atraviesan el pecho.
El gemelo cae miserablemente por la barandilla y estampa todo su cuerpo muerto contra los escombros del suelo dos pisos más abajo.
Un charco de sangre comienza a crecer bajo su cadáver.
Valentina lo observa todo desde la pasarela del primer piso. Mira hacia arriba y ve a Claire asomada.
- ¡Cuidado, Valentina!
La morena se da la vuelta y recibe una embestida de Wolf, el otro gemelo.
Golpea su mano, y su pistola cae al piso de abajo.
Luego le pega un puñetazo en la cara. Valentina ni tuerce el cuello, y se la devuelve con la misma fuerza. Wolf la recibe sin inmutarse.
- ¡Valentina, mi pistola!
Claire le lanza el arma desde el segundo piso.
Valentina y Wolf la observan caer a cámara lenta. Ella se lanza hacia delante, la coge al vuelo y cae torpemente sobre el suelo la pasarela.
Wolf intenta huir, corriendo en la otra dirección como alma que lleva el diablo.
Valentina le apunta.
Y le dispara.
Tres balas perforan su espalda al mismo tiempo que Wolf da con todos sus huesos en el suelo.
Minutos después, Claire y Valentina se reúnen penosamente. Ambas están destrozadas.
Claire se tira el contenido de una botella entera de agua por la cara, y se la frota para despejarse.
Valentina recarga su pistola recuperada. Luego tira de la corredera hacia atrás de manera violenta.
- Ahora a por esa puta de la suerte – dice.
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Oculto:
Como véis, todo el capítulo se centra en una sola pelea.
Era mi intención describirla así, tan espaciada y larga, para dar tiempo a la música a hacer efecto. El tema en cuestión es "The Rhythm of the Heat", de Peter Gabriel, que marca un ritmo al principio tribal, y luego frenético a la pelea.
No había otro método mejor para recrear la idea de los alucinógenos. Aunque os aseguro que el despliegue visual es acojonante en mi cabeza, pero luego es realmente complicado hacerlo llegar al lector sólo por medio de palabras xD
Bueno, con los gemelos muertos sólo queda la parejita final, espero que sigáis leyendo hasta el final!
Y cómo no, espero que os haya gustado : P
Hace mucho no sigo Velvet ni sus capitulos..
Simplemente son excelentes los finales, la música (Que es, en mi caso, lo que mas me mola) y la forma en como esta escrito son muy buenos. Realmente espero el proximo capitulo, excelente fic ^^
Algo de visual hubiera sido confortante xD Muy buen capítulo, espero el siguiente, a ver que tal sigue :O
me gustó ese recurso desde que lo vi en "Kill Bill" cuando la novia le saca el ojo a Elle Driver y la deja ciega, es una manera cruel de vengarse de ella sin matarla.
Valentina parece mi mary sue. En ningún momento quise pintarme a mí tan ultrapoderosa e invencible, pero Chloé, mi personaje, es así de impulsiva.