"Velvet" Epílogo + Créditos

[Valentina]

ATENCIÓN

Antes de comenzar la lectura, quiero comunicar que esta historia es un texto que redacté hace un par de años inspirándome en un guión de Tarantino, por lo cual es una historia conclusa y personal. Los personajes presentados no están basados en nadie en particular dentro del foro, pero para hacerla más asequible he modificado los nombres para que la gente se vea identificada. Pese a que está terminada, iré publicándola poco a poco.
Huelga decir que está sometida a derechos de autor como todos los demás fics de RESH

PERSONAJES

La Mafia de Ocampo:

- Renata Ocampo: La jefa de la mafia, una ex-soldado curtida que no duda en aplastar a sus enemigos.
- Claire_Redfield16: Una chica joven e inocente que de pronto descubre que su cabeza tiene precio. Hará lo que sea por sobrevivir.
- Valentina: Una asesina a sueldo profesional con un gusto especial por las armas ruidosas, el tabaco y los malos modos.
- Lykos: El hijo adolescente de Renata. Joven, idealista, e inexperto.
- Woman in red "Ada": Una muchacha universitaria angelical que en sus ratos libres actúa de narcotraficante en la zona.


La Mafia de Vicky:

- Vicky, La dama de la suerte: Una mujer joven con una suerte envidiable, que desed su punto de vista procede de su fe en Dios. Al margen de esto, se trata de una narcotraficante con muchos antecedentes, y lidera un comando bajo el apodo de la Dama de la suerte.
- Bosconemi: El novio de Vicky, por la cual siente verdadera devoción. Le apoya en todo lo que haga.
- Old Wolf / Solid Killer: Dos hermanos pertenecientes al Club de la Lucha. Se alían con Vicky.
- Miley: Amiga de los dos hermanos, es una muchacha desequilibrada y obsesa sexual con un pasado muy oscuro.
- Spike: El mejor amigo de Bosco, antiguo policía, también aliado al comando de la dama de la suerte.
- Eve: La mejor amiga de Vicky, masculina, muy bruta y con mala fama.


El Club de la Lucha:

- Alexia: Es la jefa de esta organización. Dan clases de defensa personal a cambio de dinero y devoción sectárea. No admite armas. Alexia es hortera y escandalosa, pero al contrario de muchos personajes goza de sentido común.
- Wesker White
- Nekromanzer


Cameos:

- Uroboros
- Korvy
- Caleb
- Raziel
- Ill
- Sherry

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CAPÍTULO 1.


Claire se encuentra con Ada en un centro comercial. Ada lee, sentada, levanta la vista y ve a Claire caminando hacia ella.
- ¡Claire!
- ¿Qué tal, Ada?
- Vaya... – sonríe pícaramente – te veo muy bien, la verdad pensé que jamás lograrías recuperarte de esa borrachera.
Ambas se ponen a caminar, Ada lleva unas cuantas bolsas.
- ¡Ah! ¡Si acabé así fue por tu culpa!
- ¿Mi culpa? No es cosa mía si tienes la misma resistencia al alcohol que una lamparita de noche.
- ¿Yo? Si eres tú... que vas por el mismo camino que tu madre. ¿Cuánto pudiste beber? ¿Dos litros? ¿Tres?
- Un y medio, y estaba rebajado.
- Eran por lo menos dos.
- ¡Qué dices! Uno y medio.
- Fueron dos, Ada, la primera botella te la bebiste entera y de eso nos enteramos todas.
- Bueno sí. Pero la segunda...
- ¡La segunda te la acabaste cuando dijiste que te ibas a por más comida!
- ¡Aaaah, eso no es verdad!
- Pues cómo me explicarás, que después de eso la botella estuviera vacía. Antes de irte estaba por la mitad, después la botella y tú desaparecisteis, y luego de pronto, estaba vacía. Y podría pasar por que... qué sé yo, Sandy que también iba bastante ciega, se la había terminado, pero no. Fuiste tú, porque no te separaste del ron en toda la noche.
- Oh.
- Es verdad.
- No lo es.
- Lo que tú digas.
- Vale.
- Pues sí.
- ¡No! Te digo que no. No me la acabé yo, lo juro... ¿Sabes qué? Creo que fuiste tú.
- Hah. ¿Yo?
- Sí tú. Me echas las culpas para librarte del peso. Además, ¿cómo puedes saberlo con certeza?, si probablemente gran parte de la noche la reconstruyeras a partir de recuerdos difusos y fantasías eróticas frustradas.
- Ada. Esto no nos lleva a ninguna parte. Qué más quién se la bebiera, ese líquido ya ha sido filtrado y expulsado, por lo tanto... deberíamos de preocuparnos por encontrar un sustituto en lugar de... boh, discutir quién se llevó el premio la pasada noche.
- Que fuiste tú.
- ¿Volvemos a la mismo?
- ¡Lo digo por la borrachera que te pillaste! Jajajaja... Desde luego lo pasamos en grande.
- Muy cierto. ¿Viste la cara que se le quedó a David?
- ¡Jajajajaja! Seh... creo que nunca te había visto con ese ciego.
- Qué poco ha vivido, el pobre.
- Bueno, Claire.
- Sí.
- Claire, quería hablarte de algo.
A Claire se le va la vista.
- Ya sé qué es.
- ¿Lo sabes?
Asiente.
- Mi padre me lo dijo ayer.
- Bueno... y, ¿estás asustada o algo?
- Hmmm... compensa las cosas. De pronto enterarte de que tu cabeza tiene un precio elevado para los grandes enemigos de tu padre, digamos que no es muy divertido.
- Sí ya, lo siento. Lo que menos quería era hacerte sentir violenta.
- No importa, Ada. Mi padre ya ha encontrado una posible solución.
- ¿De verdad? El señor Uroboros es siempre sorprendente. ¿Qué solución?
- Verás: como no sabemos a ciencia cierta quién es la, o las personas interesadas en matarme para su extorsión... Ha decidido enviarme a una mujer que, al menos en esta ocasión, asegura no tener ningún tipo de interés económico en mi padre, y por extensión, en mí. Me ha dicho que ella podrá protegerme, para, ya sabes, que no me maten y eso.
- ¿Y quién es?
- Se llama Renata Ocampo.
- Oh. No me digas. – sonríe.
- Sí.
- ¡Ah! ¡Con esa mujer hago yo negocios de vez en cuando!
- ¿En serio?
- Por Dios, Claire. Sabes que mis drogas alucinógenas son las mejores de la zona. Y Renata paga muuuy bien por ella. Le debe de gustar bastante, no sé si a ella, o el dinero que después saca arruinándola y vendiéndola en los barrios bajos por precios absurdos. Ella sabrá lo que hace...
- Ya... entiendo.
- Renata da miedo. Fue general del ejército, o algo así. Está bastante curtida. Y tan quemada, que decidió levar su propia mafia como venganza contra el Estado que la dio por muerta, hace varios años... Ya la conocerás. ¡Te caerá bien!





Una mujer joven, Victoria, reza en una iglesia. Su aspecto es duro, pero aún así, lleva un crucifijo en el pecho. Cuando termina, sale, y al hacerlo se reúne con su novio, Bosconemi. No le mira, simplemente le deja que él acaricie su cuello.
- Eres una asesina, y aún así tu dios te perdona por ello. Debes de ser la asesina más hermosa que ha visto jamás.
- No me engañes, sé que a ti no te gusta que lo sea.
- No he dicho que me guste a mí, ya que carecería de importancia: yo te iría a perdonar una y otra vez.
Después se besan con dulzura.

Vicky y Bosconemi se besan tumbados en una cama. Ella se poya sobre su pecho, y él le acaricia el pelo.
- Mañana debemos de levantarnos pronto – le dice ella.
- ¿Y si te retengo aquí?
- Entonces te dejaría inconsciente y me iría yo sola.
- ¿Serías capaz de hacer eso?
- Por poder… - le mira y le da un beso.
- No creo que puedas.
- Soy una asesina, mi amor.
- Y yo soy tu novio…
- Mierda, me he dejado el teléfono en el camión. ¿Te importa si bajo?
- Si tardas demasiado empezaré sin ti.
Ella sonríe, toma un arma de la mesita, y sale por la puerta. Está anocheciendo. Se trata de un motel barato. Mientras camina, se guarda la pistola en la cintura del pantalón, y baja a un gran aparcamiento de camiones.
Un hombre negro y un gran grupo de “matones” se acercan a ella mientras toma el teléfono de su camión.
- ¿Vicky?
Ella se vuelve con rapidez y tienta la pistola.
- Pon las manitas donde yo las vea. Vas a pagar por la que nos hiciste el mes pasado. ¿O creías que lo habíamos olvidado?
- Yo desde luego sí.
Se saca la pistola con rapidez, abre la puerta del camión para que le escude y dispara a varios sin mirar. Tiene tanta suerte que da a tres de ellos.
El negro dispara a sus pies, pero no le acierta y salen corriendo. Vicky se parapeta tras otro camión, dispara dos o tres veces más al aire, acertando en la chimenea de un trailer y cayendo éste sobre otro del grupo.
- ¡Qué suerte tiene!
Vicky se ríe. Se pone de pie de un salto y apunta al negro.
- Soy la fortuna personificada, y ahora sólo me queda una bala, y esta será la que te mate a ti.

Finalmente, vemos a Vicky reunirse con Bosconemi en la habitación.
- He oído disparos.
- ¿En serio?
Se besan.


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[Razor]

Bien, bien =D

Mafia :O Buen comienzo

EDIT: Me equivoqué de palabra

[Lykos]

Pinta bastante bien. Estaré pendiente

[Valentina]

He añadido algunas notas para los personajes más relevantes. Ya que la historia se compone principalmente de diálogos, para que la gente no se pierda entre tanto nombre.

[Umbralex]

pues se ve bien , voy a esperar ver que mas trae esta historia

[Vicky Redfield]

yay!! se ve que el fic tendra de todo y sobre todo mucha acción y violencia

Espero con ansias lo demás, ahora si me pondre a leer (ya que soy re floja para leer xDDD)

[Rain Ocampo]

Renata una mafiosa... jamás lo hubiese pensado

[Caleb]

Pinta muy buena esta historia Esos diálogos me gustaron bastante.

Espero que el próximo capítulo llegue pronto^^

[bosconemi55]

Renata una mafiosa... jamás lo hubiese pensado

Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia jajaajaj

Y el FIC, pues se viene otra obra maestra de este foro.

[Crowper Stark]

Mafia... me encanta!

Oculto:

De pronto, las ideas que yo tengo para fics están siendo usadas...

[mileysmile]

"es una muchacha desequilibrada y obsesa sexual con un pasado muy oscuro"
Tal cual xD

Espero el prox Cap, Con mucha violencia (?

[Mujer Amante]

jajjajajajaj,esta fenomenal, ansio leer mas jajja aunque la descripcion que hiciste se ajusta mas a karolay jejejej

[Valentina]

CAPÍTULO 2



Claire va a ver a Renata por orden de su padre.
Llaman a la puerta en el despacho de Renata.
- ¡Adelante!
Claire abre con miedo, y pasa con una sonrisa nerviosa. Va vestida con una camiseta blanca y una falda de colores por las rodillas.
- ¡Claire, el pequeño cielito del señor Uroboros!
- Hola, encantada – Claire sonríe mucho, y estrecha la mano de Renata por encima de la mesa.
- Encantada igualmente, señorita Claire, toma asiento – Claire se sienta con su bolso encima, y la jefa se levanta y se dirige a un cajón – yo soy la perra de Renata Ocampo, como sabrás. No me pierdas el respeto.
Saca una pistola, que lanza contra la mesa. Silencio de varios segundos.
- ¿... Qué es eso?
- Una Beretta M92F . Una pistola.
- Sé lo que es una pistola, señora. Pero, ¿para qué quiero una?
Renata, sin sentarse, saca un puro, corta el extremo y lo prende. Tras expulsar el humo, le responde.
- Claire, tu padre me pidió que te protegiera, ¿verdad?
- Sí, pero esto...
- Dime para qué sirve un arma.
- ¿Qué?
- Que me digas para qué sirve un arma, espero que sepas para lo que sirve un arma.
- Pues... para matar personas.
- Falso, señorita. Para matar cabrones, concretamente, cabrones que intentan matarte a ti. Eso es de lo que quiere mantenerte a salvo tu padre, ¿no?
Claire parece indignada.
- Así que, ¿ésta es toda tu protección? ¿Una puta pistola?
- Claire, sé que eres un poco nueva en esto, pero no te hagas la sorprendida por ver un arma, no me lo creo. Dime, qué te piensas que iba a hacer por ti, si no.
- ¡Algo más que esto! Un guardaespaldas, o dos, o los que sean, un refugio, buena vigilancia... ¡Mi padre está pagando una barbaridad!
- Lo sé, y lo aprecio por su parte, señorita Claire. Pero, por favor – se ríe - ¿Guardaespaldas? ¿Vigilancia? ¿Qué son todas esas tonterías? ¿Escondites? ¿Pretendes esconderte de los mamones que tienen puesto un GPS en tu cabeza? – se sienta - Hazte a la idea de una cosa Claire, y es que el primer paso para morir inútilmente es considerar idiota a tu enemigo. Darán contigo mucho antes de que tú puedas parapetarte detrás de un guardaespaldas, y créeme que hay personas muy listas que atraviesan cualquier vigilancia que pueda ponerte encima. Por eso es por lo que necesitas un puto arma. Para matarles, Claire, antes de que ellos te maten a ti. Tú serás tu propio guardaespaldas, y créeme: aprenderás a disfrutarlo – saca una pistolera de un cajón de la mesa – Ten. Abróchatelo a la cintura y llévala ahí. A ser posible, que no la vea todo el mundo. Tiene fácil extracción, ¿sabes coger un arma?
- Sí, sí... – Claire toma el arma correctamente.
- No tengas dudas antes de disparar; a la menor sospecha – hace un gesto violento con las manos, dando a entender que se lo cargue – El primero siempre es el peor. Ah, y esto – saca unas llaves y las posa sobre la mesa – Mi casa de Boca Ratón. Darán contigo, sí, pero no pienso dejar que vayan a buscarte a tu propia casa.
- Gracias...
- ¿Tienes coche?
- Sí, un Cadillac Fletwood de 1960.
- Buen aparato – llama por el interfono – Ill, tráele munición a la señorita Claire – se dirige a ella – Veremos si aguantas hasta mañana con ese peso en tu cadera – sonríe.






Un gran patio lleno de columnas, es el centro de una lujosa comunidad de vecinos compuesta de varios bloques. Una muchacha joven, Miley, pasea por él, distraída, de aspecto pulcro y virginal.

Una voz le habla desde una columna. Un chico algo más mayor que ella la mira apoyado en una columna.
- Por ahí vuelve Miley. – dice Killer. – Con las manos llenas de sangre.
Miley se mira las manos de manera inocente.
- ¿Sangre?
Otro muchacho, muy parecido al anterior, sale de detrás de la columna del frente, detrás de Miley.
- Era una burda y ridícula metáfora – dice Wolf.
- Ya sabes, lo de estrujar corazones. “Quitar el amor”. Chantajear a base de sexo. – corrobora Killer.
- Sólo que ha sido empleada en la persona equivocada – añade Wolf – Miley sólo entiende lo de lavarse bien la boca.
- Sí las manos le dan igual.
Miley se cansa de volver la cabeza de uno a otro, y sigue caminando tan tranquila.
- Las manos también me importan – dice ella.
Los hermanos comienzan a caminar detrás de ella, uno a cada lado. Wolf se dirige a Killer.
- La próxima vez trata de hacer metáforas mejores, esta ha sido burda y ridícula.
- Eso – asiente Killer – La próxima vez no haré metáforas.
- Las metáforas son los eufemismos de las personas con prejuicios – dice Miley con voz neutral mientras camina.
- También son el recurso de las personas inteligentes.
- ¿Cómo tú? – pregunta Miley con sorna.
- Como él – dice Wolf.
- Como yo – dice Killer.
- Y como yo – añade Wolf.
- Sois iguales pese a que intentáis demostrar que sois diferentes – observa Miley, mirando al frente.
- No es verdad, Killer piensa que eres muy guapa.
- En cambio, Wolf piensa que tampoco vales tanto.
- ¿Ves? No somos iguales.
- Hoy nos han retado. Un coreano.
- Pero no a los dos.
- Sólo a uno.
- Piensan que por separado no valemos nada.
- Pero le daré bien para el pelo.
- Sí, ese puto amarillo, le daré bien para el pelo.
- Seré yo quien lo haga.
- Por cierto Miley, Alexia no quiere volver a saber nada de ti.
- Ya lo sé.
- Ha sido por haber usado un cuchillo del pan como verdugo para tu última víctima.
- Esa norma del Club de la Lucha de no usar armas está fuera de lugar – reflexiona Miley, ligeramente molesta.

Ella llama a un telefonillo, un hombre les invita a subir.

Suben al piso, un apartamento pequeño pero muy lujoso y bien decorado. Hay fotografías de modelos por las paredes. El hombre que les ha abierto la puerta es Spike, calvo, con gafas de sol.
- ¿Qué hacen los hermanos aquí?
- Me han seguido.
- Bah, es igual. ¿Quieres agua, Miley? Estarás exhausta.
- En realidad no – ella sonríe.
- Cuéntame lo que ha sucedido – dice Spike, sentándose en un sillón.
- Sí, Miley, cuéntanoslo todo – pide Killer.
- Bueno – interrumpe Spike – Yo creo que podrías evitarnos los detalles.
- Si los quieres oír, yo los diré – dice Miley.
- Por favor, ve al grano – pide Spike, arqueando las cejas.
- He conseguido que ese abogado pedófilo lleve el caso de Vicky – responde Miley, resuelta – Ese es el “grano”.
- Excelente trabajo. Vicky estará contenta.










Primer plano del currículum de Valentina, se ve la foto de ella. Luego se la ve a ella en el despacho de Renata, con una camisa semiabierta, gafas de sol tintadas y un pie sobre su otra pierna.
- Valentina. 24 años, tres idiomas, pasaste las pruebas para ingresar en la policía, pero no entraste en el cuerpo por decisión propia... – Renata alza los ojos.
- Sí, nunca me gustó ese lado de la ley.
Renata sonríe.
– Estudios incompletos, antecedentes penales por delitos menores, cumpliste unas horas de trabajo social... Hum... he de suponer que te gustan las armas.
- No puedo negarlo.
- Perfecto... – Renata arruga la nariz – Dime, ¿por qué quieres trabajar para mí?
- He oído que pagas bien.
- Tengo una serie de trabajos, no muy complicados, pero que necesitan ser llevados a cabo, y ya sabes, hacerlos yo sola podría acarrearme ciertos problemas que me gustaría evitar. Si tienes algún problema al respecto entonces es que este trabajo no es para ti.
- Lo único que me importa es lo que acabo de mencionar.
- Bien, muy bien… Actualmente, necesito que se cubran las vacantes de guardaespaldas personal, abogado y… “chica de los recados”, cuál te va mejor.
Valentina se ríe.
- ¿Abogado? ¿Tengo pinta de ello?
- En absoluto. – Contesta Renata con una sonrisa de suficiencia.
- Qué pasó con el que tuviste antes.
- Que no me fue fiel. – Renata sonríe.
- Está bien. Me quedo con el de “chica de los recados”.
– Bueno, señorita... La verdad – mira a la pared - no me gustan las entrevistas largas así que voy a abreviar, me pareces una persona sin escrúpulos, lo que quiere decir que cumples el perfil a la perfección. Creo que vas a quedarte conmigo una temporada, si estás interesada.
- Por supuesto.
- Bienvenida a bordo, Valentina – se dan la mano – Quiero que tu culo esté aquí a las cinco. Te voy a necesitar esta misma tarde.
Valentina asiente, y se levanta. Renata arruga la nariz.
- ¿Qué es ese olor? ¿Qué mierda fumas?
Valentina le enseña la caja.
- Red Apple.
- No quiero que fumes esa porquería aquí, me da náuseas.

[Caleb]

Ohh está demasiado bueno Me encanta la forma en la que narras la historia, los diálogos están excelentes... y me salen hasta los planos^^

Interesantes los personajes de los hermanos... me recordaron a los Gemelos de Matrix xDD pero el resto tiene un buen aire a noir, y por momentos me recuerda a Sin City y Pulp Fiction.

- Red Apple.

[Razor]

Buen cap. La historia me está gustando