Resh Siege: Dawn of the Troll - ¡Fic acabado!

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Resh Siege: Dawn of the Troll - ¡Fic acabado!

Mensaje por Ill » 12 Sep 2012 04:53

¡EPA, QUIETO PARAO! Si tienes interés en leer este fic (Imagen) te recomiendo encarecidamente que leas su precuela antes de seguir, te ayudará a entender mejor los eventos que se desarrollan a lo largo de sus nueve capítulos.

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¡Esta noche, con todos ustedes, el fic que nadie estaba esperando, una obra del flojo de mierda que aún no ha terminado joyas como The Quest for Mr. Resh, Mortal Kombat vs Resh Universe, etc. (fijo que me dejo alguno, ya ni me acuerdo de las paridas que he escrito aquí), la secuela del fic revelación del año 2010 (si no ganó el Reshi de Oro fue por tongo, malditos cabrones)!

Dos años después del masivo ataque troll que sufrió la ciudad de Resh los ciudadanos de dicha urbe se preparan para homenajear a varios moderadores que, tras muchos años sirviendo al orden, se retiran. Lo que nadie imagina es que, acercándose lenta pero inexorablemente una nueva amenaza se cierne sobre la nueva Resh City, ¿podrán sus ciudadanos repeler tal peligro o serán todos ellos destruidos?

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ACTO I - PRÓLOGO
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Las nubes, oscuras y espesas como el vello púbico de Chewacca, impedían que la luz del sol pasara a través de ellas. Una sucesión de truenos y relámpagos amenazaban tormenta, lo que unido al tono rojizo oscuro de los pocos trozos de cielo que se podían ver no era muy agradable. La tierra sobre la que las nubes se alzaban era seca, pedregosa, carente de vida. La poca vegetación se concentraba en lugares altos, donde el sol a veces llegaba a alumbrar, o trepaba por los múltiples edificios destruidos que se alzaban sobre una ciudad en ruinas, abandonada, que se erigía en el centro de un valle rodeado de montañas igual de peladas que el resto del entorno. Antaño había sido una gran ciudad, próspera y con un futuro brillante, pero al poco tiempo todo se fue al garete. Las calles se llenaron de crimen, de bandas organizadas, de corrupción, era un completo desastre del que muchos huyeron ante la ausencia de medidas de control adecuadas. El administrador de la ciudad, llamado Beltrán, incorruptible y decidido, plantó cara durante meses al problema intentando encontrar una solución pacífica, pero todo se fue al garete cuando un grupo voló por los aires la zona residencial de la ciudad en un atentado terrorista. Con el terror más presente que nunca y ante los gritos de auxilio que le calaban bien hondo, Beltrán decidió dejar a un lado sus normas y tomó armas en el asunto, eliminando a dos de los líderes de la banda responsable del atentado, Meyers y Robert, y cuando estuvo a punto de acabar también con el tercero, Spike, éste clamó piedad y se rindió. Beltrán no lo mató pese a todas las víctimas que había causado, pero sí lo castigó severamente y en público, poniéndolo como ejemplo para el resto de bandas para que supieran a qué se enfrentaban. Sin embargo, aquéllo hizo algo más que asustar a los criminales, sino que dio una inyección de moral a la población, yendo todos tras los responsables de la decadencia y la destrucción de la ciudad. Una a una, las bandas fueron cayendo bajo la aplastante acción de Beltrán y los ciudadanos armados y furiosos, que al igual que sus presas no tuvieron piedad en dar caza a cualquier delincuente y llevarlo ante el admin o ejecutarlo si oponía resistencia o trataba de escapar.

Tras semanas de refriegas por toda la ciudad la guerra acabó. Beltrán y los ciudadanos que quedaban todavía en Melodysoft habían ganado la batalla, pero habían perdido mucho a cambio. Muchas personas murieron en el transcurso de las innumerables batallas que se libraron y la ciudad quedó completamente arrasada, tanto que ni siquiera Beltrán, con sus dotes especiales, podía hacer nada al respecto. Pasaron días recuperando cualquier otra cosa de provecho y cuando ya no había nada más rescatable todos partieron, dirigidos por Beltrán, hacia una nueva tierra, dejando atrás la ciudad destruida. Sin mirar atrás, Beltrán los guió durante lo que parecieron años hasta un vasto páramo verdoso y cubierto por vegetación y varios bosques, con pequeños montes alrededor que proporcionaban protección. Entre ellos corría el río Reshi, desembocando en un lago enorme sobre el cual empezó a construir una nueva ciudad, aparte de hacerlo también en los alrededores. Todo parecía ir a pedir de boca, pero Beltrán sabía que faltaba algo, medidas de seguridad más potentes para evitar que ocurriera el mismo desastre que en el pasado, para evitar perder todo el trabajo hecho y volver a exponer a su gente al peligro. Construyó un gran puente levadizo como única vía de entrada y de salida de la ciudad, levantando muros infranqueables alrededor de ésta y controlando los accesos del exterior. Ante tal abrumadora cantidad de trabajo Beltrán se dio cuenta de que no daba abasto para llevarlo todo a cabo, así que pidió ayuda a varios conocidos que habían participado en la mayor parte de la construcción de la nueva ciudad. Tras muchas charlas y noches en vela se formó un equipo especial formado por habitantes de Resh City, nombre con el que Beltrán bautizó a su nueva creación. Dotados por Beltrán, este equipo vigilaba Resh constantemente, contrarrestando cualquier actividad negligente o que atentase contra la seguridad de sus habitantes. En un principio el equipo estaba conformado por Gray Fox, conocido popularmente como Jota, John, T-Virus, Evil, Sam y Platman.exe, pero a medida que fueron pasando los años muchos se retiraron y otros se integraron al cuerpo, llegando a haber siete generaciones de ciudadanos de Resh velando siempre por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos (al menos de cara al público).

Tras esta pequeña lección de historia pasemos al tema que nos importa. Regresemos al escenario de Melodysoft destruida, de sus ruinas a punto de ser azotadas por una tormenta. Actualmente Beltrán no permite que nadie se acerque, por lo que en teoría están desiertas. Varios años después de construir Resh City colocó barreras en los montes que se alzaban alrededor, impidiendo el acceso y sólo pudiendo ser desactivadas por él o por Rain Ocampo, co-administradora de Resh City después de servir durante varios años como moderadora y ser su mano derecha durante los incidentes de Melodysoft.

Finalmente la tormenta estalló, cayendo sobre Melodysoft sin tregua, desgastando los ya de por sí maltrechos escombros que cubrían lo que unos diez años antes habían sido calles llenas de gente paseando y coches circulando. El impacto de la lluvia y los truenos retumbaban por todo el valle, pero algo más resonaba desde las profundidades, algo que helaría la sangre a cualquiera...

Muy profundo, más abajo incluso que el antiguo sistema de alcantarillado de la ciudad, había un sinfín de cuevas interconectadas entre sí por multitud de túneles escavados a mano, formando así un laberinto subterráneo. En la cueva más grande, situada en la parte más céntrica, se agolpaban tantos seres grandes, grisáceos, de aspecto tosco, armados con garrotes y con armaduras que apenas cabían, teniendo que colocarse muchos en los túneles de acceso. En el centro, en un pequeño montículo que se alzaba sobre esos seres, sentado en un improvisado trono, se encontraba un individuo de piel pálida, pelo negro como la noche y sumamente delgado, ataviado con ropajes que le permitían esconder gran parte de su rostro.

- Esos patéticos gilipollas nunca aprenden-. Dijo levantándose de su asiento.- ¿Acaso no se dieron cuenta de que aquéllo no era más que un clon?

El individuo estalló en carcajadas. Su risa era fría como el hielo y potente como una explosión. Provocó que los seres, que lo admiraban como a un dios, rieran con él, formando un seguido de risas crueles, deformes y terroríficas que llegaban hasta la superficie, donde la tormenta seguía cayendo. Fuera de ese valle nadie tenía la más remota idea del mal que se estaba gestando en aquel lugar.

El día menos esperado volveremos a atacar y entonces nada, absolutamente nada, podrá detenernos-. Exclamó el individuo sobre los gruñidos de su atroz público, que hacía chocar sus garrotes entre sí y pateaban el suelo con furia, haciendo temblar todo.- Ahora que sabemos sus puntos débiles y con qué defensas cuentan sabemos dónde y cómo golpear-. Siguió diciendo el tipo alzando sus brazos al aire y sonriendo orgulloso.- Aún quedan cosas por preparar, mis queridos trolls, pero tranquilos, no nos impacientemos, pues todo debe salir acorde al plan.

Los trolls vitorearon al unísono, agitando sus puños en el aire.

- ¡Visor, Visor, Visor!-. Gritaban una y otra vez con sus voces ásperas y graves.

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[center]ACTO I - PARTE I[/center][/u][/b]

A miles de kilómetros de allí, ignorando la gran amenaza que se estaba gestando más allá, en un edificio abandonado, tres tipos corrían sin apenas aliento subiendo por las escaleras de servicio de la estructura.

- ¡Vamos joder, vamos!-. Gritaba el primero de todos mientras subía escalones. Los tres tipos portaban armas de fuego y llevaban mochilas a sus espaldas además de llevar un pasamontañas puesto, cubriéndoles la cara.

El tipo abrió de una patada la puerta que había al final de las escaleras y dejó pasar a sus compañeros, tras lo que cogió una granada de su bolsa, quitó la anilla y la arrojó hacia las escaleras, provocando que éstas cayesen al explotar el artefacto.

- ¿Estás seguro de que eso los detendrá?-. Preguntó preocupado uno de sus compañeros, jadeando.
Si no pueden venir a por nosotros estamos a salvo-. Contestó el tipo cerrando la puerta con brusquedad y examinando los alrededores. Habían llegado a la última planta del edificio, que antaño había sido un bloque de oficinas que había caído en el desuso al sufrir graves desperfectos durante el ataque troll que había tenido lugar un par de años atrás.- Y si intentan algo accionaré la bomba-. Añadió sacando un detonador.

Entonces se dio cuenta de que uno de sus compañeros había desaparecido.

- ¿Dónde cojones está Güguel Vot?

El otro tipo se giró, extrañado y asustado al mismo tiempo.

- ¡No lo sé!-. Exclamó alzando su arma, un rifle de asalto. Disparó a ciegas a la oscuridad, pues el edificio no tenía luz y la única iluminación con la que contaban era con la Luna, que entraba tímidamente por un par de ventanas rotas.

- Has fallado sabrosón-. Dijo una voz desde las sombras, provocando que ambos individuos perdieran los nervios y abrieran fuego en todas direcciones.

Cuando dejaron de disparar oyeron a alguien dando chasquidos con la lengua en señal de negación.

- Por ahí no chicos.

De pronto, de la oscuridad, un martillo salió disparado y golpeó al Vot más alejado de la puerta, derribándolo al instante y regresando de nuevo a las sombras. Todo quedó en silencio. El tipo restante, con las manos temblando y agarrando fuertemente el detonador, se acercó a su compañero y le dio con el pie, pero no se movía.

- No despertará en un par de horas por lo menos-. Informó la voz.- Te sugiero que te rindas y me des ese detonador si no te apetece acabar igual que él.

El tipo dudó durante unos segundos, nervioso y asustado, pero no soltó ni el arma ni el detonador, cuyo botón pulsó.

- Si me tocas el puente entero de la ciudad explota-. Dijo triunfante.- Cualquier cosa que hagas que me haga soltar el botón y ya puedes decirle a Beltrán que has provocado la muerte de miles de personas.

No hubo respuesta, lo que hizo que el tipo riera nerviosamente.

- Dime, ¿no te preguntas cómo he llegado aquí arriba antes que vosotros?-. Preguntó la voz en tono burlón.

Antes de que pudiera reaccionar un objeto largo y grueso de color carnoso surgió de la nada, lo rodeó como si fuera una boa constrictor y lo arrastró como si fuera un muñeco de trapo. Al final de aquella especie de apéndice se encontraba un chico joven robusto, con el pelo largo y rubio oscuro, vestido con una sudadera ancha, unos pantalones caídos y zapatillas de skater. En su mano derecha portaba el martillo que había noqueado al otro individuo y tras él, inconsciente, se encontraba su otro compañero. El tipo, atrapado, descubrió con horror cómo aquéllo que lo tenía atrapado surgía de los pantalones del chico, quien le quitó el detonador de las manos sin dejar de apretar el botón.

- Gracias-. Dijo amablemente.- Ahora, si no te importa, permíteme que os presente. Cipote, subnormal, subnormal, cipote-. Añadió haciendo reverencias hacia los aludidos.

El chico sacó una PDA de su bolsillo y la activó.

- Situación controlada Ele, he neutralizado a estos tres payasos, ¿habéis encontrado ya la bomba?

- Aún no Ill, pero ya no queda mucho puente que registrar-. Contestó Ele con su voz suave característica.

- Voy a llevarlos al edificio de administración, aunque me costará un poco moverme sin poder usar una mano y teniendo el falo ocupado.

- Ya he enviado a Caleb a buscarte, tranquilo-. Respondió Ele.

Y efectivamente, en cuestión de segundos, un híbrido entre helicóptero y avión apareció surcando el cielo y acercándose al piso superior del edificio, alumbrando con sus focos la zona. Ill saludó sin soltar el detonador a Caleb, el piloto. Con su cabello negro y semilargo y su indumentaria consistente en una chaqueta de cuero, una camiseta, deportivas y vaqueros era el mejor piloto con el que la moderación de Resh City podía contar. Un compartimento en la parte trasera del vehículo se abrió, permitiendo a Ill subir a los fugitivos con la ayuda de su falo para después finalmente subir él. A sus espaldas Caleb cerró las compuertas.

- ¿Todo bien Ill?-. Preguntó dando potencia a los motores.

. Sin problema Calebín, ha ido como la seda-. Contestó Ill agitando la mano en la que llevaba el detonador.- A ver si Ele y Rain encuentran pronto esa bomba y podemos quitarnos todo este marrón de encima.



Atrapó de nuevo a los tres terroristas con su falo extensible y se sentó cerca de las ventanas de la nave, mirando por ellas al exterior. Bajo ellos se encontraba casco antiguo de la ciudad, la mayoría consistente en las ruinas o edificios abandonados de la ciudad antigua, donde se había librado la batalla contra los trolls de Forocoches. Casi nadie vivía allí, y si lo hacían era en la zona más cercana al puente que conectaba la isla en la que se encontraba. Pronto Ill pudo ver el resto de islas sobre las que Resh City descansaba, implementadas por Beltrán como reforma de los daños causados durante el ataque, dejando el casco antiguo apartado y trasladando el puente de entrada a la nueva isla principal, hacia la que Caleb dirigía el aparato. Resh City se dividía en multitud de islas que flotaban artificialmente sobre el agua, cada uno conformando un distrito. El distrito central, Comunidad, era el más grande y era donde se encontraba el nuevo edificio de administración, más alto, grande e imponente que el antiguo. A sus pies se extendían las múltiples comunidades que poblaban la ciudad, y diversos puentes más pequeños que el principal servían de vías conectoras entre islas. Al lado de Comunidad, con las dos torres más altas después del edificio de administración, se encontraba Videojuegos, y a su vez uno podía encontrar el resto de distritos a medida que atravesaba puentes. Beltrán también había construido un sistema de metro subacuático que conectaba las islas utilizado por miles de personas a diario. Era una auténtica metrópolis, mucho mejor que su antigua versión, y era prácticamente inexpugnable, o eso decía Beltrán al menos.

Oculto:
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El sol empezó a alzarse, arrojando los primeros rayos de luz del día y cegando a Ill.

- Parece que hoy va a ser bastante soleado-. Comentó girándose a Caleb.

- Eso espero-. Dijo Caleb poniéndose sus gafas de sol.- Ya estaba harto de tanta lluvia.

Ill empezó a juguetear con su martillo ante la mirada del tipo que seguía consciente.

- Creía que usabas una espada-. Dijo con voz temblorosa.

Ill lo miró y sonrió.

- Sí, solía hacerlo, pero era muy poco práctico-. Explicó.- Me frenaba mucho y eso me jugó una muy mala pasada hace unos años. A raíz de eso le pedí a Rain otro arma más manejable y práctica y bueno, me dio esto.

- ¿Un martillo?

- No es un simple martillo-. Contestó Ill cogiendo su arma firmemente del mango.- Es el Banhammer, un arma creada por Beltrán hace mucho tiempo. Había estado en desuso desde que su antiguo propietario abandonara la moderación, así que dejó que me lo quedase, y no me quejo para nada, es una herramienta excelente.

El tipo no dijo nada más durante unos instantes.

- ¿Y eso otro? ¿Esa “cosa”?

- Oh, el cipote-. Dijo Ill como si quisiera quitarle importancia.- Es un artilugio diseñado por mí, me viene bastante bien para cuando quiero cubrir grandes distancias rápidamente o atrapar a maleantes como tú. Obviamente no es mi miembro (ése es aún más largo), pero me lo pongo por debajo de los pantalones para que os creáis que sí lo es y así os asustáis. Como habrás podido comprobar funciona a la perfección.

Rió, recostándose en su asiento y apoyando la cabeza en la pared metálica del heliavión. Pensó durante unos instantes en sus primeros meses como moderador, cómo casi no lo cuenta cuando los trolls atacaron. Se sorprendió a sí mismo al pensar en cómo había evolucionado, cómo había aprendido a sacar todo el potencial a sus cualidades y cómo había aprendido a dejar sus miedos atrás. Sonrió de nuevo para sí y cerró los ojos para relajarse, siempre manteniendo pulsado el detonador. Justo cuando empezaba a preguntarse cuánto tiempo más tendría que estar así la voz de Ele volvió a sonar por la PDA:

- Bomba desactivada Ill, puedes soltar el detonador.

- Recibido Ele.

En ese preciso instante Caleb se detenía sobre el helipuerto del edificio de administración para aterrizar.
Última edición por Ill el 10 Oct 2012 03:16, editado 6 veces en total.
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Re: [Minific] Resh Siege: Dawn of the Troll

Mensaje por Caleb » 12 Sep 2012 07:15

Epic, me gustó mucho la introducción. Todo parece que los eventos del fic anterior han sido un montaje del enemigo! Ya quiero ver como sigue :3
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Re: [Minific] Resh Siege: Dawn of the Troll

Mensaje por Noctis » 12 Sep 2012 10:04

¡Imposible! ¡Ill escribiendo un fic! ¡Y encima una secuela! Imagen

La cosa empieza bien. Parece que Visor tiene un as guardado. Además tu "estilo despreocupado" es único.

¿Conoceremos al anterior propietario de "Banhammer" o lo dejas en el aire?

¡Sigue asi! A ver si pues escribir dos fic enteros sin morirte xD

Por cierto...

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NA NA NA NA NA NA NA NA NA ¡CIPOTE!
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Re: [Minific] Resh Siege: Dawn of the Troll

Mensaje por Ill » 12 Sep 2012 21:34

ACTO I - PARTE II
- Bajaré a estos tipejos a las celdas de contención mientras Rain y Ele regresan-. Dijo Ill a Caleb mientras éste apaga los motores después de aterrizar.

- De acuerdo, yo iré a la oficina de Rain a esperar.

Ill cargó con los tres tipejos gracias a su falo extensible y, tras bajar de la azotea, tomó el ascensor para bajar al nivel donde se encontraban todas las celdas. Caleb, en cambio, se quedó en el piso superior pues era allí donde Rain y los moderadores de mayor cargo tenían su despacho. Era un largo pasillo, estando el despacho de Rain al fondo de éste, junto al de Beltrán. Para llegar tenía que pasar por el despacho de S.Redfield, Tavo y varios despachos vacíos reservados para miembros antiguos de la moderación en caso de que algún día decidieran regresar al servicio activo. Iba decidido hacia el despacho de Rain pero le distrajo un ruido procedente del despacho de S.Redfield. La puerta estaba entreabierta y pudo ver por el hueco a Samuel recogiendo cosas y metiéndolas en una caja, incluida una foto de su mujer y otros objetos que tenía en su mesa para decorar. Caleb apartó la mirada, triste, y siguió su camino, abriendo la puerta del despacho de Rain y entrando en éste.

Estaba tan ordenado como de costumbre y debido a la reforma del edificio había sido ampliado, teniendo una pequeña zona para relajarse con un sofá de cuero de cara a la gran cristalera que le permitía ver la ciudad, aparte de contar con una pecera bastante grande junto al compartimento que él sabía que contenía a Reshi, el hunter que Rain había creado en sus primeros años para que sirviera de ayuda a Beltrán, obedeciéndolos sólo a ellos dos. Caleb se sentó en la silla que había frente al escritorio de Rain y esperó cabizbajo. Por el rabillo del ojo vio cómo otro heliavión se acercaba al edificio, así que no tendría que esperar mucho más a que Rain llegase. Y efectivamente, unos cinco minutos después, Rain y Ele entraron en el despacho. Rain, pese a ser un poco baja, estaba bastante en forma; tenía el pelo largo, de color castaño claro y solía vestir con ropa de skater cuando no iba trajeada para eventos oficiales. Ele, por otra parte, era alta, delgada y tenía el pelo negro a la altura de los hombros más o menos aparte de llevar una indumentaria más oscura.

- ¿Dónde está Ill?-. Preguntó Rain mientras tomaba asiento.

- Está encerrando a esos tipos en una celda, me imagino que no tardará mucho en subir-. Contestó Caleb.

Ele se sentó en el sofá de cuero tras coger un vaso de agua del dispensador que Rain tenía cerca de su mesa.

- Hicieron un buen trabajo chicos-. Dijo Rain cogiendo un montón de papeles y colocándolos ordenadamente.- Enhorabuena.

Ele y Caleb asintieron en señal de agradecimiento y siguieron en silencio.



- ¿Qué ocurre?-. Preguntó Rain extrañada.

- Se va a ir, ¿verdad?-. Preguntó Caleb levantando la mirada.

- Eso me temo, ésa fue su decisión-. Contestó Rain resignada.

- ¿Y Tavo y Wex?

- También, ya han empaquetado sus cosas y mañana vendrán a buscarlas.

Ele dio un trago de agua antes de hablar:

- ¿Hay alguien pensado para ocupar sus puestos?

- No, aún no-. Contestó Rain abatida.- Beltrán está demasiado ocupado para estar pendiente de todas estas cosas y los únicos que realmente quedamos activos somos nosotros, ni siquiera Ill aparece siempre.

- Pero al menos algo hago-. Dijo éste entrando por la puerta.- Tampoco es que la ciudad esté muy agitada últimamente.

- Aún así sólo somos cuatro personas realmente activas, Ill-. Le replicó Rain levantándose.- Tenemos que encontrar alguna solución o cuando pase algo realmente grave no estaremos preparados.

- ¿Qué hay de los demás?-. Preguntó Ill.

- S.Redfield, Tavo y Wex ya entregaron su placa y su arma reglamentaria-. Le informó la administradora dando vueltas por el despacho.- Umbralex no da muchas señales de vida tampoco, Valentina y Nolaif están muy ocupados con su vida personal y Pelao sigue recluido para intentar superar su drogodependencia y su weonería, estamos solos.

- ¿No podemos pedir ayuda a nadie?-. Preguntó Ill cruzándose de brazos.

- No están preparados para una responsabilidad tan grande, y eso si es que les interesa la oferta-. Contestó Rain.

- Pues no sé, la verdad. ¿Ninguno de vosotros tiene alguna idea?-. Preguntó Ill dirigiéndose a Ele y a Caleb. Ambos negaron con la cabeza.

---
Era mediodía pasado. La ciudad estaba repleta de vida, las calles estaban llenas de gente, todo era normal. Los ciudadanos no estaban al tanto de la crisis que la moderación estaba sufriendo, querían evitar decirle nada al público para evitar que el temor y la inseguridad se extendieran como la pólvora, y más sabiendo la cantidad de “predicadores” que se dedicaban a promulgar las malas noticias con tal de provocar malestar general.

Ill se encontraba en la terraza de su apartamento, bebiendo un poco de cerveza mientras estaba apoyado en la barandilla, atisbando el horizonte. Hacía unos minutos que le había llegado un mensaje de Rain por su PDA informándole de que por la tarde se encargaría de notificar la marcha de tres moderadores y que en dos días se celebraría una ceremonia de despedida para conmemorarlos como se había hecho con todos los anteriores. Samuel, Wex y Tavo se unirían a la larga lista de moderadores retirados, desaparecidos o caídos en acto de servicio como Alex Survivor, Jaman, Korvy o Evil. Ill terminó la bebida de un trago, entró en la casa y echó el vaso dentro del fregadero, ya lo enjuagaría y lo metería en el lavavajillas más tarde. Observó durante unos instantes el Banhammer, colocado sobre la mesa del salón. No le daba miedo que alguien pudiera entrar y llevárselo pues sólo él, o en su defecto Beltrán o aquél a quien éste considerase apto para su uso, era capaz de alzarlo. Al poco tiempo de conseguirlo un par de ingenuos se colaron en su casa e intentaron robarlo, pero al no poder levantarlo se vieron sorprendidos por Ill y acabaron saliendo volando por la terraza a base de golpes de pija. “Eran buenos tiempos” pensó Ill mientras iba hacia el baño para darse una ducha y luego comer. Después quizás iría al Club Multi, el bar que solía frecuentar por las noches, a ver qué se cocía por ahí.

Caleb, por su parte, desahogaba su frustración haciendo flexiones en su casa. Llegó hasta las cien y entonces paró, agotado. Estuvo unos minutos tumbado en el suelo boca abajo, recuperando la respiración poco a poco, y entonces se levantó. Se dio una ducha para despejarse y refrescarse y después fue al salón, donde tenía su fiel guitarra eléctrica. Se sentó en el sofá y la agarró para tocar un rato y relajarse. Intentó dejar la mente en blanco mientras tocaba, pues no quería hacer que su apartamento volara por los aires debido a su “poder” particular, pues Caleb era capaz de materializar lo que tocaba con su guitarra, pudiendo utilizar la música tanto para atacar como para defenderse, provocar explosiones o invocar cosas (odiaba ir con Ill pues éste siempre le rompía las bolas para que invocara falos gigantes en distintos tamaños y formas).

Mientras tanto, Rain seguía en su despacho preparando el discurso que daría al día siguiente. Ele la ayudaba en lo que podía pero avanzaban muy poco a poco pues Rain corregía a cada momento lo que ya había escrito ya que no quería sonar muy catastrofista a la hora de hablar con los ciudadanos. Estaban tan enfrascadas en dicha tarea que no veían cómo a lo lejos, lenta pero inexorablemente, una gran nube negra se acercaba a Resh City.

- ¿Crees que así estará bien?-. Preguntó Rain a Ele pasándole lo que había escrito.

- Sí, no creo que la gente monte un quilombo y se rasguen las vestiduras porque tres moderadores antiguos se retiran del servicio, ni que fueran los primeros-. Contestó Ele leyendo por encima.

- El problema no es ése, es que sólo quedamos cuatro plenamente activos-. Dijo Rain.- Si ocurriese algo muy grave y tuviéramos que emprender medidas de emergencia no sé cuánto podríamos aguantar hasta que llegasen los no tan activos.

- Creo que ha llegado la hora otra vez Rain.

- Sí, no veo qué otra opción hay-. Se resignó la Gefa recostándose en su silla.

Esa misma noche todos se reunieron en el Club Multi para tomar algo, aunque no había muchos ánimos a decir verdad. Los cuatro se reunieron con varios amigos más como Crow, Eder, Spike y Norblameth. La noche había empezado con mal pie cuando nada más llegar Rain informó de que Leigiboy Redfield y Umbralex también habían depuesto sus placas aquella tarde, lo que dejaba al grupo bastante mermado teniendo en cuenta que Beltrán se encontraba de nuevo fuera de la ciudad en un viaje de negocios y otros mods como Valentina, Drácula e Hipocondríaco (comúnmente conocido como Pelao) no se encontraban disponibles por causas diversas.

- He llegado a la conclusión de que necesitamos incorporar a más gente al equipo-. Dijo Rain. Crow y Eder dejaron de discutir al instante como siempre solían hacer por cualquier cosa cual matrimonio cincuentón y prestaron atención al igual que el resto.- Nos encontramos en un momento difícil y tenemos que tomar la iniciativa, la ciudad es demasiado grande para sólo nosotros cuatro y creemos que llegó la hora de hacerlo.

- ¿Y a quién van a añadir al grupo?-. Preguntó Eder.

- Mañana después de dar el comunicado nos reuniremos todos para debatir en privado-. Contestó Rain.

- Bueno, mañana será mañana, bebamos tranquilos ahora y ya nos amargaremos después-. Dijo Spike antes de dar un trago de su cerveza. Caleb e Ill lo siguieron.- Ahora, ¿quién quiere que le cuente una historia cien por cien del Meduso?

Al acabar la noche todos se despidieron y se fueron a dormir. Crow y Eder, al vivir juntos en el mismo apartamento, se fueron juntos.

- ¿Quién crees que saldrá elegido?-. Preguntó Eder a Crow.

- No lo sé, Rain no quiso decir nada en toda la noche al respecto-. Contestó el último.

- Sería genial que nos eligieran a nosotros.

- ¿Crees que hay posibilidades?

- Vamos Crow, somos buenos amigos suyos y yo por lo menos no tengo ninguna sanción-. Dijo Eder riéndose.

- Puto-. Le contestó Crow riéndose también. Era evidente que Eder se refería a cuando Crow era un recién llegado a la ciudad y Wex Payne, activo por aquel entonces, lo multó por exceso de spam. La risa se le cortó al instante cuando pensó que debido a esa multa probablemente las puertas de la moderación se habían cerrado para él.

- Si llegamos a entrar podremos conocer todos los secretos de la administración que no nos cuentan-. Dijo Eder emocionado.

- Yo no me haría muchas ilusiones Eder, seguro que tienen pensado ya a quién incluir y nosotros no estamos en esa lista.

- ¡Oh venga Crow, no seas aguafiestas y déjame soñar un poco!

Era ya muy tarde y las calles estaban desiertas, ni siquiera pasó ningún coche por las manzanas que atravesaron para llegar a su casa. Subieron las escaleras del enorme bloque en el que vivían con cuidado de no hacer ruido y entraron en su apartamiento. Eder se fue inmediatamente a la cama todavía ilusionado con la posibilidad de ser mod pero Crow salió un momento a la terraza a admirar el paisaje nocturno de Resh City que tanto le gustaba. La ciudad, iluminada por miles de luces artificiales, reposaba callada y dormida, no había ni un alma en las calles más allá de un par de vagabundos y, seguramente, yonkis ocultos en el casco antiguo de la ciudad, lugar donde se había librado la gran batalla contra el ejército troll dos años atrás. Era de agradecer que Eder le ofreciera compartir piso para poder mudarse a la nueva Comunidad, pues el casco antiguo era sin duda el barrio más problemático de toda la ciudad y una noche incluso llegaron a asaltarlo. Ele apareció para ayudarle, pero el susto seguía ahí.

Entonces un trueno considerable lo sacó de sus pensamientos. Se inclinó sobre la barandilla y vio al este de su calle, a lo lejos, una gran nube negra que se acercaba por el horizonte, acompañada por numerosos rayos, relámpagos y truenos ensordecedores.

- ¿Otra vez tormenta?-. Se preguntó a sí mismo.- Maldita sea, echo de menos el sol. Tras eso entró en el apartamento, cerró la puerta del balcón con pestillo, corrió las cortinas y se fue a su habitación adormecido, tanto que casi tira al suelo su Xbox 360 (sí, ese cacharro inútil) al acercarse a la cama.

Mañana sería otro día.
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll (Éste lo acabo, tranquilos

Mensaje por Ill » 14 Sep 2012 03:04

[center]ACTO I - PARTE III[/center]
El día amaneció completamente gris. Ya nadie podía ignorar la gran nube negra que estaba al borde de pasar sobre la ciudad, quizás cayese la mayor tormenta en años. Sin embargo, no empañó el impacto que produjo el anuncio de Rain de las bajas en moderación sobre los ciudadanos.

- Sin embargo...-. Decía Rain después de dar el comunicado en vivo por televisión.- ...ya estamos tomando medidas para incorporar nuevos miembros para el equipo y durante la semana próxima llevaremos a cabo pruebas para aquéllos que quieran optar al puesto. Creo que sobra decir que cualquier ciudadano con antecedentes o mal comportamiento queda excluido automáticamente de la selección por motivos obvios, así que rogamos comprensión para evitar conflictos.

Esa parte del mensaje desanimó aún más a Crow y a muchos otros que acumulaban multas o advertencias en su haber mientras que otras personas como Eder se animaban cada vez más y empezaban a prepararse para las pruebas psicológicas (dirigidas por Ele) y físicas (monitorizadas por Rain) a las que serían sometidos.

- Esta tarde a las cinco se llevará a cabo un homenaje a los moderadores que abandonan el puesto al igual que a aquéllos que nos dejaron hace años, espero que no falten para rendirles un último adiós antes de empezar las pruebas para admitir a los nuevos miembros. Gracias y buenos días a todos-. Se despidió Rain, tras lo cual se cortó la transmisión y se dejó paso a Lord Mephisto, presentador del canal principal de la televisión de Resh City.

- Y ahora, tras este mensaje de la administradora Rain Ocampo pasamos a otras noticias-. Dijo ordenando el taquito de papeles que tenía en la mesa ante él.- Se preve una gran tormenta para los próximos días a juzgar por la gran nube negra que se aproxima a nuestra querida ciudad. No obstante, los meteorólogos no reconocen a qué tipo de nubosidades pertenece y se encuentran confusos ante su inminente llegada, esperemos que no sea nada grave y no tengamos que tomar medidas contra inundaciones. Les ha hablado Mr. Goo y me despido de ustedes hasta esta noche, que pasen una buena tarde. ¡Y recuerden que la victoria de Ill en el concurso de películas de terror es un fraude!

Nadie faltó a la ceremonia de despedida de los antiguos mods, celebrada en el Hall de la Fama debido a la lluvia que empezó a caer minutos después de que el noticiario de Mephisto terminase. Dentro del Hall de la Fama la ceremonia estaba teniendo lugar en el salón principal, en cuyo escenario se encontraba el equipo de moderación presente en la ciudad y los miembros del equipo que iban a salir del servicio activo mientras que las gradas se encontraban a rebosar. Todo el mundo iba trajeado para la ocasión, incluso Ill, que había accedido a regañadientes a vestirse formalmente ya que odiaba ir vestido como, según él decía, un “pingüíno” a.k.a "retrasado" (no, en serio, odio ir trajeado). Fuera, en lo alto de uno de los edificios colindantes, una figura encapuchada permanecía impasible bajo la lluvia observando el Hall de la Fama y escuchando el discurso de Rain que resonaba en la zona alrededor de la estructura.

- Y por eso ha sido un orgullo tenerlos en el equipo y espero que algún día puedan volver al servicio activo porque...

Un rayo cayó sobre el edificio de administración, impactando sobre el pararrayos de la azotea y volándolo por los aires. El estruendo fue descomunal, tanto que se oyó dentro del Hall de la Fama y la gente empezó a impacientarse.

- Es sólo un rayo, no se preocupen-. Intentó tranquilizarlos Rain.

Fuera, el individudo encapuchado alzó la vista y vio cómo la nube negra cubría todo el cielo de Resh City, multiplicándose los rayos que caían por momentos.

- Llego demasiado tarde-. Dijo para sí mismo.- Ya están aquí.

Dicho esto, saltó por el borde de la azotea al vacío, agarrándose a la primera escalera de incendios que tuvo a su alcance y columpiándose por ésta y las colindantes hasta llegar a nivel de calle. El bramor y la intensidad de los rayos iba in crescendo a cada segundo que pasaba mientras el encapuchado corría hacia el Hall de la Fama. Poco a poco, una especie de objetos no identificados aparecieron entre la negrura de la nube y fueron descendiendo lentamente hacia la ciudad. La invasión había comenzado.

Las alarmas saltaron al instante, pero a los pocos segundos el suministro eléctrico se cortó y tanto el Hall de la Fama como la ciudad entera quedaron a oscuras. Los ciudadanos empezaron a impacientarse y pronto la voz de Rain no pudo imponerse sobre los gritos, injurias y demás idas de ollas que muchos gritaban, como por ejemplo una voz que clamaba a los cuatro vientos que Superman 64 era el mejor juego de la historia. Los moderadores presentes en la ceremonía (Ele, Caleb e Ill,) saltaron de sus asientos e intentaron poner orden, pero la multitud se había desbocado y sin poder apenas ver y sin sus herramientas de moderación (las habían dejado en el edificio de administración pues no creían que fuese a pasar nada) se veían impotentes ante la marea de gente que intentaba salir a tropel del Hall de la Fama. Los ex-moderadores estaban en peor situación pues se les había relegado ya de sus “poderes”, así que no pudieron hacer mayor cosa que quedarse en el escenario y ayudar a Rain a controlar la situación desde allí.



Caleb y Ele se abrieron paso a codazos entre el gentío y salieron a la calle, siendo recibidos por el aguacero que caía y el bramido de los descomunales truenos que iluminaban el ennegrecido cielo. Más rayos empezaron a impactar contra más edificios de Comunidad y provocaron desprendimientos que se precipitaron contra la multitud que corría sin rumbo por debajo. Ele corrió hacia los cascotes que cada vez caían más deprisa y extendió los brazos, creando un campo de fuerza psíquico (sí, Ele tiene poderes psíquicos por ser psicóloga, ea) que los retuvo dando el tiempo suficiente a los demás para apartarse. Caleb intentaba apartarse el pelo mojado de la cara cuando vio por el rabillo del ojo cómo los objetos sin identificar que el encapuchado había visto descender aparecían entre los edificios y de ellos saltaban unos individuos que desgraciadamente conocía demasiado bien. Resbalando por la acera mojada corrió de nuevo hacia el interior del Hall de la Fama para avisar a Rain pues al no haber electricidad y al haber interferencias las PDA no funcionaban correctamente. La encontró todavía en el escenario intentando poner orden junto a Ill.

- ¡Rain, tenemos problemas!-. Gritó asustando aún más a las personas que aún estaban en el salón.

- ¿Qué ocurre Calebín?-. Preguntó Rain preocupada.

Fuera Ele seguía evitando que los derrumbamientos aplastaran a gente inocente y más o menos consiguió despejar la calle cuando se dio cuenta de que aquéllo no era una simple tormenta. Ante ella había no menos de cuarenta (y llegaban más por momentos) trolls, deformes con sus caras arrugadas y sonrientes y armados con sus característicos garrotes.

- PROBLEM?-. Dijo el que estaba al frente embraveciendo a los que estaban tras él.

Ele se quedó paralizada durante unos instantes. ¿De dónde habían salido esos trolls? ¿Cómo habían podido sortear la seguridad de la ciudad y aparecer como si nada y justamente ese día? El troll dominante empezó a avanzar hacia ella garrote en mano mientras una especie de naves surcaban el cielo sobre sus cabezas, saltando más trolls de ellas y atacando a los pobres incautos que seguían en las calles. Ele apenas tenía tiempo para reaccionar antes de recibir un garrotazo fatal, seguía manteniendo los cascotes en un campo de fuerza y no le daría tiempo a crear otro para protegerse y repeler al troll o utilizar los cascotes como arma. En ese instante, pasándole silbando por un oído, el banhammer apareció de la nada y golpeó al troll directo en el pecho, arrojándolo contra los demás. Ele se giró y vio a Ill corriendo hacia ella, agarrando el banhammer al vuelo tras regresar a su mano y saltando por encima de un pedazo de edificio. Cuando pasó por al lado de Ele le dijo:

- ¡Los demás están en camino!

Tras eso hizo un barrido con el martillo, llevándose por delante a varios trolls y dispersando al grupo. Un troll intentó golpear a Ele por detrás, pero ésta lo frenó a tiempo con un campo de fuerza y lo hizo retroceder, tras lo cual le quitó el garrote de las manos y le golpeó con él. Tanto ella como Ill lucharon durante varios minutos incansablemente contra el centenar de trolls que se les venía encima. Mientras tanto, más y más naves descendían del cielo y empezaban a extenderse por toda la ciudad, asediando calles y poniendo fotos de miembros viriles de 8000x8000 píxeles sin usar spoilers, cubriendo calles y edificios enteros al mismo tiempo que más rayos seguían cayendo e impactando contra las estructuras más altas, partiendo incluso algunas en dos y derribándolas.

Rain y Caleb subían corriendo las escaleras del edificio de administración ya que no se podía utilizar el ascensor mientras el panorama que veían a través de las cristaleras empeoraba a medida que ascendían.

- ¡Agarra todas las armas que puedas y baja a ayudar a Ill y a Ele, vamos!-. Le ordenó Rain a Caleb cuando llegaron al arsenal donde habían guardado las armas. La pared de la habitación tenía un boquete enorme provocado por el banhammer al ser convocado por Ill desde la calle (Rain odiaba que hiciera eso, ya era la quinta vez que tenía que reconstruir la habitación por su culpa) pero el resto de las armas seguían ahí, intactas. Caleb pasó de largo por la katana resplandeciente de Valentina y cogió su guitarra, se enganchó el falo extensible de Ill y se cargó al hombro un cañón bastante pesado con forma de gato. Rain siguió subiendo a su despacho para reestablecer las comunicaciones y la electricidad y de paso activar el escudo exterior de la ciudad para impedir que entraran más trolls.

Abajo, en la calle, Ill volaba por los aires tras ser pateado por un troll de considerable tamaño. Ele lo atrapó al vuelo con un campo de fuerza y lo arrojó de vuelta contra el troll, golpeándolo con el canto del banhammer en la mandíbula y partiéndosela en varias partes. Ill rodó por el suelo tras eso y golpeó el suelo con el martillo, provocando una onda expansiva que hizo retroceder a los trolls que ya empezaban a rodearlo y dándole el espacio justo para contraatacar. Sin embargo, la cantidad de trolls era demasiado grande para Ele y él, la calle estaba completamente atestada y por cada uno que derribaban otros diez tomaban su lugar.

Rain llegó finalmente al piso superior del edificio de administración para encontrar la mitad de los despachos de moderación destrozados por el rayo que había caído sobre la azotea minutos antes. Entró en lo que quedaba del suyo y voló hacia su ordenador dispuesta a reactivar el suministro eléctrico y las defensas de la ciudad, pero algo cayó sobre su espalda y la derribó contra el escritorio. Un pequeño grupo de trolls la había estado esperando, habían destrozado el sistema que liberaba a Reshi y uno de ellos llevaba a cuestas el tanque que contenía la cabeza embalsamada de Genghistroll, el enorme troll que dos años atrás había aterrorizado la ciudad. Rain se uso en pie de un salto y les plantó cara a los trolls, pero mientras unos le hacían frente otros dos, entre ellos el que había robado la cabeza del megatroll, saltaron a una nave que pasó por el lado de la gran cristalera del despacho y se perdieron de vista.

Cientos de metros más abajo la refriega continuaba ferozmente y sin tregua alguna. Ele seguía creando campos de fuerza para atrapar, aplastar o repeler trolls e Ill no paraba de repartir hostias con el banhammer. Un troll más grande que el resto le dio un manotazo al joven moderador y le arrancó el martillo de las manos para después atraparlo y empezar a aplastarle las costillas. Ele intentó ayudarle pero antes de que pudiera hacer que el troll lo soltase otro de esos seres la pateó con fuerza y la alejó de él mientras otros trolls se arrojaban sobre ella y empezaban a aporrearla sin parar. Los ciudadanos refugiados en el vestíbulo del edificio de administración observaban aterrorizados la escena y cómo otros trolls aporreaban las puertas de entrada intentando alcanzarlos. Entre los presentes se encontraban Crow, Eder, Spike, Subro, Norblameth y Karlos, entre otros.

- Creo que Rain tendrá que esperar-. Dijo una voz a las espaldas del grupo. Era el extraño encapuchado, que había huido hasta el edificio de administración al no encontrar a Rain en el Hall de la Fama.

- ¿Cómo dices?-. Preguntó Eder.

- Tomad-. El encapuchado le pasó una tarjeta que Crow cogió al vuelo. Éste la miró y vio que era una tarjeta de identificación de moderador.

- ¿Para qué es esto?-. Preguntó Karlos mirando desde atrás.

- Id a la armería del décimo piso y usad la tarjeta para entrar-. Explicó el encapuchado.- Allí dentro encontraréis equipo de contención para reportadores, recogedlo y usadlo para ayudarnos.

- ¿Perdón?-. Preguntó Spike.- Mi sis no deja que los civiles tengamos acceso a ese equipo.

- La situación lo amerita, Rain lo entenderá-. Contestó el encapuchado abriéndose paso hasta las puertas.- Id, aprisa.

Todos fueron corriendo hacia las escaleras para subir a la armería lo antes posible pero Crow se quedó rezagado y preguntó al extraño:

- ¿Quién eres?

- Lee bien la tarjeta-. Contestó.

Crow miró de nuevo la tarjeta y leyó:

- Tarjeta de identificación Nv.5. Gray Fox.

El extraño entonces se deshizo de su capucha, dejando a la vista una prominente barba, un pelo largo recogido con una coleta y un rostro marcado por el paso del tiempo y la experiencia. A su espalda cargaba dos enormes katanas similares a la de Valentina que desenfundó con un ágil movimiento. Las puertas finalmente cedieron a las embestidas de los trolls y fueron a por él, que comenzó a dar katanazos a diestro y siniestro a una velocidad cegadora, desapareciendo incluso de la vista de la rapidez con la que se movía. Consiguió hacer retroceder al enemigo otra vez hasta la calle pero aún así estaba demasiado lejos de Ele y de Ill, no podría salvarlos a tiempo... Entonces, de pronto, un potente chirrido resonó por toda la calle, haciendo estallar casi todos los cristales y algunas cabezas. Gray Fox alzó la cabeza y vio a Caleb caer en picado con su guitarra eléctrica tocando un solo infernal que prendió fuego a más de un troll y los derritió. Caleb cayó justo encima del troll que estaba a punto de matar a Ill, aplastándolo, y le pasó el falo extensible a su compañero. Éste se lo ajustó alrededor de su cintura y giró sobre sí mismo para derribar con su cipote rosado a todo aquél que estuviese cerca, incluso golpeó con el martillo a uno que tenía cerca mientras todavía estaba en el aire y lo lanzó volando lejos, muy lejos, como si fuese una pelota de béisbol. Caleb le quitó de encima los trolls a Ele y le lanzó el cañón con forma de gato. Era un arma extraña y que sólo Ele sabía manejar, pero más allá de que tenía forma de gato lo más raro es que cuando se le estiraba fuertemente de la cola escupía un rayo de colorines por la boca que desintegraba todo aquéllo que estuviera en la trayectoria del disparo. Al igual que Ill, Ele dio un giro completo tirando de la cola del gato y pulverizando trolls como si nada mientras los demás saltaban en el aire para esquivarlo.

A pesar de haber llegado Caleb y el para ellos desconocido Gray Fox y que tenían todas sus armas de moderación seguían llegando trolls y más trolls.

- ¿Por qué demonios Rain no activa el escudo de energía?-. Preguntó Caleb viendo cómo más y más naves descendían del cielo oscurecido.

- Voy a averiguarlo-. Dijo Ill. Saltó y su falo extensible se aferró a la fachada del edificio de administración, dándole el impulso suficiente como para trepar el altísimo edificio en pocos segundos.

Mientras tanto los trolls se volvían a agolpar alrededor del trío.

- ¿Tenemos alguna posibilidad?-. Dijo Caleb.

- No lo sé-. Contestó Ele concentrándose para crear un campo de fuerza alrededor de ella y los demás.

Cuando los trolls estaban a punto de abalanzarse sobre ellos una cortina de balas derribó a los que estaban en primera fila. La táctica de Gray Fox había dado resultado, Crow, Eder y el resto de supervivientes habían accedido al arsenal y todos iban protegidos con uniformes de contención y cargaban con armas pesadas.

- Llegó la caballería-. Gritó Eder abriendo fuego de nuevo, seguido por los demás.

- Ya me lo agradeceréis luego-. Dijo Gray Fox preparándose para rebanar cabezas y extremidades.

Ill alcanzó el último piso del edificio de administración y vio a Rain enfrentándose todavía a uno de los trolls mientras los otros dos estaban en el suelo muertos. Justo cuando iba a lanzar el banhammer Rain agarró al troll del pescuezo y lo arrojó al vacío justo por encima de su cabeza.

- Y yo que pensaba que necesitarías mi ayuda-. Comentó Ill mirando cómo el troll caía sin remedio y se destrozaba contra el asfalto.

- ¿Cómo van las cosas ahí abajo?-. Preguntó Rain jadeante y finalmente pudiendo acceder a su ordenador.

- Mientras el escudo no esté activado vamos a vernos superados, casi me parten las costillas a mí y a Ele casi la matan a golpes.

- Dame un segundo, creo que puedo arreglar el sistema.

- No sé cuánto tiempo podré proporcionarte.

- Baja ahí y haz valer tu rango-. Contestó Rain un poco molesta mientras seguía tecleando.

- Como tú digas Gefa-. Dijo Ill.

Una de las pequeñas naves que los trolls estaban usando para bajar a tierra pasó justó por delante e Ill se aferró a ella con el falo desapareciendo de la vista. Tras unos minutos tecleando y activando protocolos de seguridad Rain reestableció la energía, las comunicaciones y el tan necesitado escudo de energía. Éste, al activarse, hizo estallar la gran mayoría de naves que todavía surcaban los cielos y disipó lentamente la gran nube negra, dejando ver a los ciudadanos de Resh que observaban desde abajo cómo una gran estructura flotante se alzaba sobre los rascacielos, cubriendo casi toda la urbe y de la que procedían las naves trolls, que al ver que el campo de energía estaba activo habían dejado de descender. Los trolls que había a nivel de calle gritaron furiosos al ver que se había acabado el apoyo aéreo y que estaban atrapados en la ciudad. Si bien habían ocupado completamente distritos como Comunidad, Videojuegos, Resident Evil y Cine y TV los escuadrones de ciudadanos armados con el equipo de contención cedido por Gray Fox se abrían paso poco a poco entre sus filas mientras los moderadores iban calle por calle asegurándose de que no quedara un solo troll en pie. Ele, Caleb y Gray Fox avanzaban lentamente escudados con los campos de fuerza de Ele mientras Caleb hacía estallar trolls con su guitarra y Jota descuartizaba a todo aquel ingenuo que se acercase demasiado.

- ¿Quién eres tú?-. Preguntó Ele a Gray Fox en un breve instante que ambos se acercaron.- ¿De dónde sales?

- Hace muchos años fui moderador-. Contestó Jota decapitando a un troll que intentaba atacar por detrás.- Había vuelto para avisaros, pero parece que he llegado un poco tarde.

- ¿Avisarnos?-. Preguntó Ele, pero la conversación se vio interrumpida cuando un troll bastante robusto atravesó el campo de fuerza y la golpeó, dejando a Caleb y a Gray Fox sin escudo y a merced de la horda que se les venía encima.



Varias calles más abajo un pequeño grupo formado por Crow, Eder, Spike y Norblameth habían sido arrinconados por unos cincuenta trolls en el vestíbulo de un edificio.

- ¡Necesito munición!-. Gritó Eder sacando el quinto cargador gastado de su rifle de contención.

- ¡No me quedan más cargadores!-. Exclamó Norblameth desde detrás.

- A la mierda, no me atraparán vivo-. Dijo Spike saliendo de su cobertura y arrojándole su arma aún cargada a Eder.- ¡ME LA PELAN!

Gritando corrió hacia un par de trolls que tenía cerca y lanzó contra ellos, derribándolos y golpéandolos brutalmente con sus propios garrotes. El resto le cubría las espaldas como podía con la poca munición que les quedaba.

- ¡Ahí va una granada!-. Avisó Crow mientras le quitaba la anilla a una de las granadas que llevaba encima y la lanzaba hacia el grueso del enemigo.

Un troll la vio venir y la devolvió de un garrotazo para la sorpresa del grupo, que corrió a cubrirse. La granada estalló en el centro del vestíbulo, destrozándolo completamente y originando una nube de polvo que impedía ver nada. Crow estaba aturdido y con los oídos pitándole intensamente, aparte de atrapado bajo un montón de escombros. A su alrededor, a pesar de la intensidad de la nube de polvo, podía ver a Eder fuera de combate y a Norblameth gruñendo de dolor mientras se revolcaba por el suelo. Intentó reptar hasta su rifle, pero cuando fue a alcanzarlo un troll apareció de pronto y lo destrozó de un pisotón. Lo agarró, lo levantó en el aire y, tras aullar victorioso, lo arrojó contra la uno de los muros del vestíbulo destrozándolo con el impacto. Crow intentó quitarse de encima los escombros antes de que los trolls centrasen su atención en él, pero pesaban demasiado. Estaba completamente indefenso, notando cómo el cascote que tenía encima le aplastaba el pecho y eso, junto a la polvareda, le dificultaba la respiración. El troll pateó el cascote y agarró a Crow con la intención de estamparlo también contra las paredes o el suelo, agitándolo como un muñeco de trapo. Cuando el troll estaba a punto de destrozarle los huesos a golpes Crow sacó un cuchillo táctico y se lo clavó en la yugular, quedando libre y dejando al troll gritando de dolor e intentando arrancarse el cuchillo. Crow rodó por el suelo, recogió su rifle mientras giraba y le plantó un tiro entre ceja y ceja al troll, derribándolo al instante. Sin levantarse se dio la vuelta y se encaró a los seis trolls que aparecían a través del polvo, que ya empezaba a disiparse, y mientras retrocedía arrastrándose intentó oponer resistencia. Derribó a la mitad de sus atacantes, pero uno lo atrapó por la pierna, lo zarandeó haciéndole soltar su arma y lo arrojó a la calle atravesando las cristaleras rotas. Crow rebotó contra el suelo, destrozándose la espalda, y aterrizó boca arriba, pudiendo ver de forma borrosa cómo lo rodeaban y se disponían a pisotearlo sin parar. En el último instante, pero, una nave troll bajó silbando desde lo alto, girando sobre sí misma y en llamas directa hacia ellos. Era la misma que Ill había abordado, y éste se encontraba pilotándola con cara de no tener ni puñetera idea de qué estaba haciendo. Antes de que se estrellase Ill desenganchó su cipote extensible y salió disparado, chocándose de lleno contra un autobús y doblándolo por el centro como si fuera de papel. La nave se estrelló contra el suelo y aplastó y arrolló a todo aquél que estuviera en su camino hasta que ya convertida en una amasijo de hierros explotó, matando a la mayoría de trolls que había cerca de Crow.

Por otra parte, aún en el edificio de administración, Rain recogía su equipo corriendo para unirse a la refriega. Dejó de lado su viejo y leal skate y optó por su equipo personal de asalto consistente en un rifle táctico con lanzagranadas, una pistola, varios cuchillos y granadas de mano, de humo y de conmoción. Bajó como un rayo las escaleras y salió a la calle. El suelo estaba cubierto por centenares de trolls y algunos ciudadanos muertos aparte de unos cuantos agonizantes. Examinó su PDA de administradora y vio cómo Comunidad estaba casi libre de amenaza, centrándose el ataque en Cine y Tv, territorio del desaparecido Pelao. También vio cómo había numerosos ciudadanos utilizando el equipo de contención de emergencia de los moderadores, preguntándose a sí misma cómo demonios habían accedido a la armería cuando había ordenado expresamente a sus chicos que no les dieran acceso. Se apresuró hacia Cine y Tv para acabar de una vez con la invasión mientras a cientos de metros más arriba la estructura flotante seguía estática sobre el escudo de energía.

Norblameth consiguió ponerse en pie y, dolorido y con el costado sangrando, arrastró a Eder, aún inconsciente, a una pequeña sala que había al otro lado del vestíbulo. Cerró la puerta tras él, recogió el rifle de Spike y se acercó poco a poco al boquete en el que se había convertido el portal que daba a la calle. Había restos humeantes de trolls y escombros por todas partes y las llamas se extendían poco a poco por el destrozado asfalto. Tras echar un vistazo rápido en busca de posibles amenazas vio a Crow arrastrándose por el suelo, cubierto de sangre y con el uniforme destrozado. Fue hacia él y lo agarró del brazo para darle la vuelta y levantarlo para ponerlo a cubierto. Crow se agitó, aturdido, intentando soltarse.

- ¡Calma, soy yo, Nekro!-. Dijo Norblameth para calmarlo.

Con su compañero a cuestas entró de nuevo en el vestíbulo y lo dejó en la misma habitación donde había dejado segundos antes a Eder, que oportunamente empezaba a recuperar la consciencia.

- ¿Qué putas pasó?-. Preguntó éste levantándose y dejando pasar a Nekro y a Crow.

- Que estamos jodidos, eso pasó-. Contestó Nekro tumbando a Crow y sentándose dolorido a su lado.

- ¿Qué fue de los trolls, dónde está Spike?

- ¡No lo sé, sal tú afuera si tanto quieres averiguarlo!-. Respondió Nekro molesto y pasándole el rifle.

Eder los dejó en la pequeña sala descansando y salió a la calle. Estaba peinando la zona con extremo cuidado cuando el autobús que había cerca empezó a agitarse; Eder levantó el rifle de inmediato, apuntó hacia el vehículo y se acerco muy lentamente. De pronto la chapa del autobús salió disparada para estamparse contra un coche volcado que había cerca, y del agujero que ésta dejó en el bus salió Ill mareado y sin el banhammer.

- ¿Qué tal Ederacio de Todos los Santos?-. Preguntó sonriendo al ver a Eder apuntándole al pecho.

- Ill puto-. Contestó Eder bajando el arma y acercándose.

- ¿De dónde has sacado ese equipo?-. Preguntó Ill echando una ojeada al uniforme y al rifle que Eder llevaba.- No sabía que Rain os había dado autorización para usarlo.

- No nos la dio Rain, nos la dio un tipo extraño-. Respondió Eder.- Nos dio una tarjeta de acceso, Crow la tiene encima.

- ¿Tenía una tarjeta de acceso?-. Preguntó Ill extrañado.- Sólo los moderadores las tenemos.

- No tuvimos oportunidad de preguntarle nada, enseguida se metió de lleno en la refriega para salvarles el culo a Ele y a ti.

- ¿De quién era la tarjeta? Quizás la robase.

- El nombre que figuraba como titular era “Gray Fox”.

Ill no contestó de inmediato, sólo extendió su brazo izquierdo y el banhammer voló directo a sus manos de entre el amasijo de hierro que era el autobús.

- Tengo que hablar con Rain, reúne a todos los que estén contigo y nos pondremos en marcha-. Dijo acto seguido.- Me quedaré con vosotros para cubriros, la batalla aún no ha acabado en los otros distritos. En el Hall de la Fama aún debe haber gente, os quedaréis allí, ¿entendido?

- Entendido.

Eder corrió de nuevo al interior del edificio y avisó al resto:

- Nos vamos de aquí, Ill nos acompañará hasta un lugar seguro.

- ¿Qué hay de Spike?-. Preguntó Nekro levantándose con dificultad.

- Tiene que estar en el vestíbulo enterrado bajo los escombros, busquémoslo y pongámonos en marcha-. Contestó Eder ayudando a Crow a ponerse en pie.

Comunidad había quedado libre ya de trolls y las numerosas personas que habían accedido al equipo de contención habían arrasado en Resident Evil y Videojuegos, quedando un último pero enorme resquicio de resistencia troll en Cine y TV. Ele, Caleb y Gray Fox se habían unido al pequeño escuadrón de contención que había en la zona liderado por Anny Wesker para cubrirles las espaldas y sacarles de un apuro si las cosas se ponían feas. Caleb estaba en primera línea de batalla, creando solos de guitarra que beneficiaban a sus compañeros haciéndolos más rápidos y haciéndolos más resistentes a los golpes. Aún así era inevitable que algún troll atrapase a alguien y lo partiera en dos, lo lanzará volando por los aires o lo manteara estampándolo varias veces contra algo, a veces incluso contra otros trolls o ciudadanos.
Caleb se deslizó de rodillas por debajo de un troll de considerable tamaño que estaba a punto de aplastar a varios usuarios y le golpeó con el mástil de su guitarra en las bolas, dándole el tiempo suficiente a Jota como para saltar a su espalda y clavarle las katanas en la nuca, derribándolo al instante. Caleb se incorporó sonriendo a Jota, pero la sonrisa se le apagó cuando otro troll que no habían visto armado con un látigo con púas lo atrapó, desgarrándole la piel y la carne, lo zarandeó en el aire y después lo golpeó bruscamente contra el suelo en repetidas ocasiones. Jota sacó un pequeño cuchillo de su cinturón y lo lanzó al troll, acertándole en el pecho; después rodó por el suelo hasta él, le cercenó ambas patas con las katanas y finalmente le rajó la garganta. Después corrió hacia Caleb e intentó desenredarlo del látigo. Estaba malherido y si no recibía atención médica pronto muy probablemente no sobreviviría. Cortó de un tajo el látigo, dejando a Caleb libre, lo cogió en brazos y se dispuso a alejarse del campo de batalla para ponerlo a salvo. En ese momento cruzó miradas con Rain, que había llegado finalmente y se disponía a unirse a los suyos para exterminar a los pocos trolls que quedaban ya. Sin mediar palabra Jota echó a correr con un moribundo Caleb hacia el edificio de administración, pasando de largo por el lado de Rain. Ésta pensó en seguirlo durante un instante, pero recapacitó cuando vio a Ele en problemas rodeada completamente.

La cantidad de trolls no llegaba ya siquiera a la centena, el escudo de energía impedía que más trolls entrasen en la ciudad y estos rugían desde fuera del escudo, montados en sus pequeñas naves de asalto. Desde el interior de la gran estructura flotante sonó una sirena, y en los laterales se abrieron compuertas para que las naves regresaran a su interior. Poco después la estructura comenzó a alejarse lentamente por donde había venido, hacia las tierras yermas y sin vida de Melodysoft.

Desde la calle Eder, Ill, Nekro, Crow y Spike (como Eder había dicho estaba atrapado entre un montón de escombros cagándose en todo y puteando a todo el mundo) vieron cómo se alejaba poco a poco.

- ¿Van a dejar que se vaya?-. Preguntó Eder.

- No podemos hacer nada-. Contestó Ill secamente.

- Pero...

- Ya discutiremos luego, estamos sólo a unas calles del Hall-. Le cortó el moderador.- Lo primordial ahora es que estéis a salvo.

La calle principal donde se encontraba el Hall de la Fama y el edificio de administración, separados por una enorme plaza con árboles y una fuente con un hunter de mármol, y lugar donde la invasión había dado comienzo, estaba empezando a llenarse de ciudadanos que acudían al lugar en busca de cobijo e información sobre lo que había pasado. Todo el mundo fue tras Ill en cuanto lo vieron acercarse con el maltrecho grupo de Eder y en pocos segundos se armó un gentío alrededor del moderador atosigándolo a preguntas, ruegos y quejas.

- ¿Para esto pago mis impuestos?-. Lo increpó una mujer furiosa.

- ¡Menudo equipo de moderación, ni siquiera pueden protegerse a ellos mismos!-. Gritó un hombre desde atrás.

- ¡Entrad en el Hall de la Fama, no es seguro aquí fuera!-. Dijo Ill intentando calmar los ánimos y dispersar a la multitud.

- ¡Normal que no lo estemos habiendo tipos como tú a cargo de la seguridad!

- ¡Flojo de mierda!

- ¡Corrupto, seguro que está compinchado con esos trolls!

Ill estaba empezando a perder poco a poco la paciencia, pero logró contenerse mientras seguía diciendo que fueran al Hall de la Fama. La gota que colmó el vaso fue cuando de pronto una piedra le golpeó en la cara y unas cuantas personas lo empujaron y lo patearon furiosas. Ill perdió el control y le dio un puñetazo en la boca a un hombre que iba a pegarle un empujón y pateó a una mujer que iba a darle por detrás en el costado, derribándola y dejando a la multitud paralizada por la sorpresa. Ni siquiera Eder, Norblameth, Spike y Crow podían creer lo que acababan de ver. Ill miraba a todo el mundo con rabia, rabia contenida tras años de insultos, mofas y gente aprovechándose de su carácter para pasarse por el forro sus advertencias y que finalmente había estallado al ver cómo la muchedumbre le insultaba, lo calumniaba y lo golpeaba tras haber hecho su trabajo, ni más ni menos.

Todo el mundo sacó corriendo sus PDA para reportar el suceso, hecho que hizo que Ill saliera corriendo empujando a varias personas y perdiéndose por la esquina más próxima. Las PDA de Rain, Ele y Caleb empezaron a pitar como locas ante los centenares de reportes en el mismo instante en el que junto a Anny Wesker y las personas que la apoyaban eliminaban a los últimos trolls.

- No...-. Murmuró Rain abatida al ver la causa de los reportes.
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll (Éste lo acabo, tranquilos

Mensaje por Ill » 16 Sep 2012 16:56

[center]ACTO II - PARTE I[/center]

La ciudad estaba en su mayoría sumida en el silencio. La mayoría de los distritos estaban sin vida, pues sus habitantes se habían encerrado en sus casas y estaban viendo las noticias para saber cómo avanzaba la situación.

- Todavía no se sabe el origen del ataque troll de hoy, pero desde la administración Rain Ocampo asegura que el equipo está centrando todas sus energías en descubrir a los responsables y llevarlos ante la justicia-. Comunicaba Mephisto en un informativo especial.

Rain, Ele y Jota estaban sentados en un salón de los pisos superiores del edificio de administración viendo el programa en la enorme pantalla que a menudo utilizaban para explicar planes y estrategias.

- También cabe destacar la actuación inexcusable y completamente fuera de lugar del miembro del equipo de moderación Ill, que atacó a civiles inocentes como puede verse en esta grabación captada por uno de nuestros ciudadanos-. Continuó diciendo Mephisto.

Dio paso al susodicho vídeo y los tres pudieron ver cómo Ill golpeaba a varias personas, arrollaba a otras tantas para abrirse camino y poder huir e incluso cómo lanzaba el banhammer a un pequeño grupo que intentó cerrarle el paso.

- Maldita sea Ill...-. Murmuró Rain llevándose las manos a la cara mientras estaba sentada. Ele le puso la mano en el hombro para intentar reconfortarla. Jota miró a través de las cristaleras de la sala que daban a la calle y dijo:

- Esa multitud de ahí abajo quiere sangre.

Y efectivamente, abajo un centenar de personas se agolpaba contra los muros del edificio de administración, clausurado hasta nuevo aviso y vigilado por varios de los ciudadanos que habían accedido al equipo de contención.

- ¿Por qué tiene que pasarme todo esto a mí?-. Preguntó Rain levantándose bruscamente volcando la butaca en la que había estado sentada.- Nos atacan en nuestro peor momento, merman nuestras filas, no tenemos apoyo, un moderador pierde el control y se da a la fuga...

- Todo eso tiene respuesta-. Dijo Jota acercándose.- Por eso he venido.

Gray Fox había sido moderador antaño, durante los primeros años de Resh City, pero un buen día, de pronto, decidió entregar su placa y desapareció, solo, dejando atrás a su gente y un gran vacío en el equipo de moderadores.

- Sabía que hace unos años la ciudad sufrió un grave ataque troll, las noticias de esta índole vuelan aunque no lo parezca-. Empezó a explicar el ex-mod.- Estaba en una pequeña comunidad de las montañas cuando me enteré, incluso pude ver el programa informativo que tú misma dirigiste cuando acabó todo-. Dijo mirando a Rain.- Visor y Forocoches habían sido los responsables del ataque en aquel entonces, y me temo que esta vez la historia se repite.

- ¿Cómo puede ser?-. Preguntó Ele cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.

- Hace unas semanas me encontraba merodeando por los alrededores de Melodysoft-. Siguió explicando Jota.- Sé que es una zona vetada, pero quería asegurarme de que la ciudad estaría segura, puede que me fuera de un día para otro pero Resh me seguía importando, así que me colé en el valle utilizando un viejo camino subterráneo que sólo los primeros moderadores conocemos sorteando las barreras que impiden que los curiosos entren.

- ¿Y bien?-. Soltó Ele al ver que Jota se había parado.

- Están ahí-. Dijo Jota.- Visor y los trolls, de ahí vienen, los vi fabricando el armatoste flotante que había sobre la ciudad.

- Visor está muerto, es imposible que sea él-. Replicó Rain.

- No miento, Visor estaba ahí-. Insistió Jota.- El tipo al que Samuel derribó debía de ser un clon, el tipo era un experto en crear clones, ¿no es cierto?


- ¿De ser cierto, cómo pudiste espiarlos sin que te descubrieran?-. Preguntó Rain.

- Me ofendes Rain, te recuerdo que soy invisible si así lo deseo-. Rió Jota.- Además, ¿qué pierdo mintiendo? Visor y el resto de su ejército están en Melodysoft, reorganizándose. Puede que el escudo de energía proteja la ciudad pero encontrarán alguna forma de penetrarlo y estaremos en una situación peor.

- ¿Qué intentas decir?-. Dijo Ele.

- Que tenemos que reorganizarnos, prepararnos para contraatacar y devolverles la pelota cuanto antes-. Contestó Jota.

Rain, Ele y Gray Fox fuera a la enfermería, donde entre otros heridos estaban Caleb, Crow y Norblameth. Caleb estaba muy herido y seguía inconsciente, las heridas que el troll del látigo le había infligido eran muy severas.

- Sobrevivirá, pero no podemos contar con él para el equipo-. Comunicó Rain al examinar su historial.- Tiene sólo un VIT y a duras penas sigue vivo.

- Ill queda completamente descartado también, ¿verdad?-. Preguntó Jota.

- Sí, y tenemos que encontrarlo cuanto antes-. Respondió la administradora un poco crispada.- Lo que hizo no tiene excusa y le va a costar su rango y una rebaja.

- ¿Podremos contar con Drácula, Valentina y Pelao?-. Preguntó Ele intentando reconducir la conversación.

- Tendremos que intentar ponernos en contacto con Drácula y Valentina y sacar a Pelao del centro de rehabilitación donde lo metí hace unos años-. Contestó Rain-. Pero aún así somos muy pocos para organizar una ofensiva a gran escala, y menos en las condiciones en las que nos encontramos. ¿Puedo contar contigo?-. Preguntó dirigiéndose a Gray Fox.

- Por supuesto Rain-. Contestó Jota.- Así de paso podré tener motivos para quedarme esta tarjeta-. Añadió mostrando la tarjeta que le había entregado a Crow.

- De modo que fuiste tú el que dio acceso a la armería.

- Lo siento Rain, pero aunque no lo apruebes no se puede negar que era algo necesario y decisivo para que no nos diezmaran-. Se defendió Gray Fox.- A tus chicos los estaban destrozando y necesitaban ayuda...

Pasaron unas cuantas horas hasta que finalmente Rain pudo contactar con Valentina y Drácula. Ambos se encontraban tremendamente lejos de Resh City y apenas habían oído algo del ataque, pero se pusieron en camino en seguida. Después Rain se dirigió al centro de rehabilitación donde Pelao estaba recluido, en el casco antiguo de la ciudad. Pasó los controles de seguridad y acompañada por un celador pasó a una pequeña sala con una mesa y dos sillas, una de ellas ocupadas por Pelao a.k.a Hipocondríaco.

- ¿Qué chucha query ahora Rain mala onda?-. Saludó Pelao sin levantar la mirada.

Estaba más delgado, no estaba tan pelao como de costumbre y el uniforme blanco de la institución contrastaba con su piel.

- Cállate y escucha pelao malacatoso-. Dijo Rain mientras se sentaba en la otra silla.- Necesito tu ayuda.

- Ya, ¿y de cuánta plata hablamos?-. Preguntó Pelao levantando por fin la mirada.

- No seas mala clase weón, que si hablamos de plata te quedas en pelotas-. Respondió Rain seria.

- No sea mala onda Gefa, que estoy enfermito...

- Si weón, enfermo de curao-. Lo cortó Rain.- Ponme atención mejor, quiero que vuelvas a los moderadores.

- ¿Volver a los mods? ¿Ta segura Gefa?-. Pelao puso cara de concentración y pensó durante unos instantes.- No, ni cagando, tú me tratai muy mal-. Dijo a continuación.

- Pelao culiao no seas mamón, ¿me vas a decir que prefieres seguir aquí?

- Si po, igual no tengo que hacer na y hasta encontrai ricas a las enfermeras luego de un tiempo.

- Flojo culiao, ya párate de ahí que voy a arreglar tu salida de aquí, ya es hora de que pagues alguna wea de las que he hecho por ti, y no sólo yo-. Dijo Rain cada vez más seria y empezando a mostrarse molesta.

- No Gefa en serio, no quiero, si me sacas de aquí voy a pasar curao too el día.

- Pero no puedes ser así, ahora que te necesitamos, ¿o crees que vendría a buscar una wea como tú si no fuera así?-.

- No Gefa, déjeme aquí tranquilito no más, no me meta en más weveos-. Dijo Pelao volviendo a apartar la mirada.

- Pelao weón, nunca te creí tan mala clase-. Replicó Rain claramente decepcionada.- Erís de lo peor, andate a la chucha.

Dicho eso Rain se levantó y se marchó de la sala rápidamente. El celador se acercó a Pelao y lo hizo levantarse para llevarlo de vuelta a su habitación. Rain regresó al edificio de administración esquivando a las masas de ciudadanos indignados y se reunió con Ele y con Gray Fox.

- ¿Alguna noticia sobre el paradero de Ill?-. Preguntó al entrar en el salón donde ambos se encontraban estudiando la información del a que disponían.

- Hemos intentado rastrear su PDA pero parece que se ha deshecho de ella-. Le informó Ele.- Podría estar en cualquier parte escondido, tendremos que rastrear la ciudad entera y los alrededores para encontrarlo.

- Eso podría tomarnos días-. Comentó Jota.

- Es la única opción que tenemos-. Dijo Ele.- Por cierto, ¿qué ha dicho Pelao?

- No quiere saber nada de nosotros, y en parte lo entiendo-. Contestó Rain.- Está en ese centro porque le obligué a internarse, aunque sigue siendo tan weón y flojo como siempre.

- Entonces somos nosotros tres, Valentina y Drácula-. Contó Ele.- Necesitamos más gente para organizarnos.

El trío empezó a registrar los historiales de las personas que tenían pensadas para ocupar los puestos que los ex-moderadores habían dejado vacantes, pero analizándolos a fondo casi ninguno daba la talla para plantearse incorporarlo al equipo.

- Eder es demasiado joven para el puesto-. Dijo Rain descartando a Edercito sabrosón.- Y mi bro jamás aceptaría.

- Podríamos aprovechar a las personas que dirigieron a los ciudadanos armados-. Sugirió Gray Fox.- El chaval al que le di la tarjeta, ¿cómo se llamaba?

- Crow-. Contestó Ele.

- Tiene VIT de menos pero no estamos para excluir gente-. Dijo Rain examinando el perfil del Cuervito lindo.- Podemos pasar por la enfermería a ver qué tal está y a partir de ahí debatir si incluirlo o no.

Sorprendentemente, Crow se había recuperado rápidamente de sus heridas, si bien tenía el cuerpo repleto de moratones y aún tenía los puntos de sutura que le habían aplicado frescos. Ya podía caminar, lo que hizo que Rain empezase a pensar seriamente en ofrecerle unirse al equipo de moderación.

- Si entra en el equipo necesitará algo que le ayude a moverse mejor-. Observó la administradora mientras veían a Crow charlar con Eder animadamente desde fuera de la enfermería.- Algo que lo proteja y que le sirva para defenderse de los trolls.

Entonces una bombilla se le iluminó en la cabeza, la forma perfecta de hacer que Crow se uniera a ellos y les ayudase activamente a preparar un contraataque contra los trolls de Visor e incluso de encontrar y llevar ante ella a Ill.

Entre los demás candidatos decidieron ofrecerle un puesto a Anny Wesker en base a sus actos durante la invasión y ya de paso, para quedarse en Resh y poder calmar la situación de los ciudadanos descontentos, nombrar a un par de moderadores específicos para el distrito de Resident Evil ya que no tenían a nadie en ese puesto desde que Leigiboy Redfield y Serch renunciaran. Mataformigues y Nightmare Hunter, dos ciudadanos que lucharon junto a Anny y que residían por la zona de RE fueron los elegidos, y ambos aceptaron en vista de los momentos difíciles que el equipo estaba pasando. Anny también aceptó con mucho entusiasmo y enseguida se puso manos a la obra junto a Ele y a Jota para organizarse y encontrar a Ill, pues era un problema que siguiera suelto. El problema más grande para Rain llegó cuando fue a comunicarle a Crow que había sido seleccionado para formar parte del equipo de moderación, pues éste se encontraba todo el rato con Eder y no quería crear una situación incómoda dándole la noticia a Crow delante de él. Se dejó caer por la enfermería como quien no quería la cosa y se acercó a los dos:

- Crow, ¿puedo hablar contigo en privado?-. Preguntó interrumpiendo la conversación que ambos amigos estaban manteniendo.

- Claro Rain-. Contestó Crow, poniéndose en pie y saliendo cojeando un poco con la Gefa de la enfermería dejando a Eder solo y extrañado.

Rain esperó un poco a que se alejaran de la enfermería para empezar a hablar.

- ¿Qué pasa Rain, es sobre el haber utilizado el equipo de la armería sin autorización?-. Preguntó Crow asustado al ver a Rain tan seria.

- No, no es eso, verás...

Rain le explicó a Crow la situación en la que se encontraban. Al principio Crow no podía dar crédito, sobre todo al hecho de que quedaran tan pocos moderadores activos, pero tras pensarlo un rato le dio a Rain una respuesta:

- Acepto, haré lo que pueda por proteger la ciudad y al puto de Eder.

- Eso sonó muy gay-. Comentó Rain sonriendo.

Crow se molestó y se giró para irse, pero Rain lo paró antes de que lo hiciera:

- No te vayas todavía, tengo que enseñarte tu equipo de moderador.

- ¿No usaré el equipo de contención?-. Preguntó Crow dudoso.

- No, ese equipo es muy antiguo y hacía años que no lo utilizábamos, acompáñame y te lo mostraré.

Ambos se dirigieron a la armería principal donde reposaban las armas de los moderadores y los ex-moderadores. La katana de Valentina y las pistolas de Drácula seguían ahí, y Jota había depositado anteriormente la guitarra de Caleb y el Gato Lázer de Ele; en la pared aún estaba el boquete del banhammer. Rain llevó a Crow hasta el fondo de la sala, donde había un compartimento cerrado que sólo podía abrirse con una llave especial.

- Toma-. Dijo Rain ofreciendo a Crow una tarjeta-llave con su nombre y sus datos.- Úsala en el lector y recoge tu equipo.

Crow cogió la tarjeta con dedos temblorosos y la pasó por el lector. Se encendió una luz verde y el compartimento empezó a abrirse, revelando su contenido al boquiabierto Crow al ver lo que era.

- Tendremos que hacerle unos cuantos arreglos pues hace mucho que no se usa, pero creo que en unas horas estará en perfecto estado-. Dijo Rain sonriente ante el asombro de Crow. Su PDA empezó a sonar, era Ele.

- Varias personas han reportado diciendo que han avistado a Ill en el casco antiguo, escondido en los callejones centrales que dan al subsuelo-. Informó la moderadora cuando Rain aceptó la llamada.

- Pongámonos en marcha entonces, reunamos al equipo-. Dijo Rain, tras lo cual colgó.



La noche había vuelto a caer sobre el casco antiguo de Resh City, dándole a Ill la oportunidad de salir de su escondrijo bajo las calles mayormente abandonadas para otear un poco la situación. Había arrojado su PDA al fondo del gran lago sobre el que la ciudad reposaba para que no pudieran seguirle la pista y había huido al casco antiguo mientras pensaba en una forma de salir de la ciudad y huir de su castigo. Sabía que había hecho mal y que se lo merecía, pero no se atrevía a entregarse, prefería irse de la ciudad a que lo echaran de ella. Maldiciéndose a sí mismo por perder el control de aquella manera subió a lo alto de un viejo almacén y contempló las luces de la isla de Comunidad, reflejándose los edificios en el agua, sobre todo el de administración. Si esperaba unas cuantas horas más quizá podría escabullirse por los suburbios de la isla, incluso podría usar el martillo como propulsor para salir por aire pero seguro que así lo descubrirían. Siguió pensando en lo que había hecho e intentó autoconvencerse de que tampoco era tan grave, lo que no le permitió escuchar un zumbido a sus espaldas que cada vez se hacía más intenso. Cuando se dio cuenta y se giró un gólem metálico que había ido directo a por él se lo llevó por delante, arrojándolo del tejado del almacén y estampándolo contra el muro de un edificio de apartamentos abandonado, atravesándolo. En el interior del edificio Ill cayó girando sobre sí mismo y se chocó contra otra pared, lo que lo frenó y, confuso, pudo ver mejor qué era lo que le había golpeado. Parecía una persona, pero llevaba puesta una especie de armadura negra y plateada que parecía ser bastante robusta. En el hombro izquierdo llevaba acoplada una gatling, además de numerosas armas dispuestas en distintos compartimentos a lo largo de sus brazos e incluso en sus piernas (hasta su trasto parecía un arma).

- Ríndete Ill-. Dijo el individuo apuntándolo con la gatling y un par de metralletas que surgieron de sus brazos.

Ill lo miró fijamente, pero no contestó.

- Ill, por favor, ríndete-. Repitió el tipo mientras el casco de la armadura se abría y revelaba que el ocupante de la armadura no era otro más que Crow.- No quiero hacerte daño.

- ¿Ahora eres moderador?-. Preguntó Ill con ironía.- No imaginaba que Rain tardaría tan poco en encontrarme un sustituto.

- Ill, ponte de rodillas con las manos en la espalda, Rain quiere verte.

- Si tanto quiere verme, ¿por qué no ha venido ella misma?-. Preguntó desafiante.

En ese momento el helicóptero que Caleb solía pilotar apareció tras Crow, cegando a Ill con sus focos.

- Hazle caso Ill, no lo hagas más difícil-. Advirtió la voz de Ele amplificada.

- ¡Estoy harto de que la gente me trate como si fuera una mierda, ya estoy harto!-. Estalló Ill.

Agarró un cascote considerable que tenía cerca y se dispuso a arrojarlo contra el helicóptero, pero Crow reaccionó más rápido y disparó a Ill con una especie de repulsores que tenía en las manos, lanzándolo de nuevo por los aires. Ill atravesó la pared que tenía a su espalda y cayó hacia la calle sin remedio. Crow corrió tras él e intentó agarrarlo, pero no pudo. Sin embargo, Ill sacó de imprevisto el cipote extensible y enredó a Crow en él, utilizándolo para frenar su caída y de paso llevárselo con él con la inercia. Y en efecto, Crow salió disparado detrás de Ill, golpeándose contra varios muros y llevándose por delante una escalera de incendios entera para finalmente estamparse contra el asfalto. Ill apareció corriendo de un callejón cercano y se lanzó sobre él, agarrándolo por la espalda y levantándolo en el aire para volver a estamparlo con furia. Ele apareció de nuevo con el helicóptero, cegando a Ill y dándole a Crow el tiempo justo para liberarse de la presa de su contrincante, agarrándolo de la ropa y lanzándolo varios metros hacia atrás. Ill rodó por el suelo con fuerza y tardó un poco en levantarse, pero finalmente se mantuvo en pie a pesar de tambalear un poco. Extendió su brazo y se quedó así durante unos segundos para el desconcierto de Crow, que no entendía qué hacía. La voz de Ele lo puso alerta:

- ¡Detenlo Crow!

Pero ya era demasiado tarde, el banhammer apareció reventando el asfalto desde abajo e Ill lo atrapó para acto seguido lanzarlo contra Crow. Éste no pudo esquivarlo y recibió el martillazo de lleno, abollándole el pecho de la armadura y derribándolo sin respiración. El banhammer regresó a Ill y éste se dispuso a lanzarlo contra el helicóptero, pero Ele ya había abierto fuego antes de que pudiera hacerlo y lo obligó a correr para ponerse a cubierto. Crow se levantó con dificultad y cargó uno de los muchos misiles que tenía en su arsenal, disparándolo contra el pequeño muro tras el cual Ill se había cubierto. La explosión arrojó al moderador por los aires, momento en el que Crow activó los propulsores de la armadura y voló hasta él, atrapándolo al vuelo. Ill forcejeó con su captor, golpeándole con el martillo para intentar liberarse, pero Crow no lo soltó. Ill entonces le dio un martillazo a Crow en la cabeza, lo que bastó para que éste lo soltase, aturdido. Ill cayó libremente; por desgracia no había nada con lo que agarrarse con el cipote extensible y estaba a demasiada altitud, el impacto tanto con el asfalto como con el agua del lago que rodeaba la ciudad lo destrozaría. Ele intentó atraparlo con la nave colocándose debajo e Ill se aferró al lateral de ésta aunque el banhammer se le deslizó de entre los dedos al agarrarse al planeador con ambas manos. Trepó con ciudado al techo de la embarcación antes de convocarlo de nuevo para derribar a Ele, pero cuando extendió el brazo Crow apareció de la nada, lo agarró de éste y con una llave lo derribó de nuevo. Ill hizo un barrido con sus piernas al levantarse para intentar tirar a Crow al suelo, pero éste activó los propulsores de la armadura y lo esquivó. Ill se levantó y lo miró con furia mientras Crow levitaba alrededor de la nave.

- Entra en la nave y vamos al edificio de administración Ill, no quiero hacerte daño-. Le avisó Crow.

- A la mierda el edificio de administración-. Gruñó Ill.

El cipote extensible se desenrolló y atrapó a Crow, tras lo cual Ill le dio varias vueltas antes de lanzarlo bien lejos de su posición. Extendió nuevamente el brazo y tras unos segundos el banhammer apareció rompiendo las aguas del lago y elevándose, de vuelta con su amo. Ele vio cómo el martillo pasó rozando la cabina, así que deduciendo que Ill golpearía la aeronave con él hizo un viraje brusco que desequilibró a Ill y lo hizo caer de nuevo por la borda. Crow apareció otra vez cayendo tras Ill, quien dando vueltas como un pelele arrojó el martillo otra vez contra su compañero. Crow esquivó el golpe con una pirueta en el aire y cuando el banhammer regresó hacia Ill lo atrapó, siendo propulsado él también a mayor velocidad y llegando hasta su objetivo más rápidamente. Al alcanzarlo lo embistió, haciéndole soltar por enésima vez el martillo y cayendo ambos en picado dando vueltas sobre sí mismos directos hacia el lago. Atravesaron la superficie del agua como balas, hundiéndose rápidamente debido al peso de la armadura de Crow, que seguía agarrado a Ill y apretándolo mientras éste luchaba inútilmente para liberarse. Crow no veía hacia dónde iba, así que se sorprendió cuando de pronto se toparon con uno de los túneles del metro subacuático de la ciudad, atravesando los muros de hormigón y cayendo sobre las vías del túnel mientras éste empezaba a llenarse de agua. Ambos rodaron por el suelo varios metros al mismo tiempo que el sistema de seguridad de la red del metro detectó el boquete por el que estaba filtrándose el agua del lado, activando el sistema de sellado de la zona. A ambos lados del túnel empezaron a cerrarse unas compuertas herméticas que amenazaban con dejar a Crow y a Ill encerrados en el túnel que cada vez estaba más inundado.

Crow se puso en pie con dificultad y caminó hacia Ill, que yacía casi sumergido en el suelo respirando con dificultad, sin su martillo y con un corte profundo en la mejilla derecha y en la nariz. Crow lo agarró y lo puso de pie aunque las piernas le tambaleaban y apenas podía mantenerse por sí mismo. Arrastrándolo con facilidad gracias a la fuerza extra que le proporcionaba la armadura Crow lo sacó de la sección del túnel que estaba siendo cerrada antes de que las compuertas se cerrasen, quedando el área sellada justo a su espalda tras salir de ella.

Ill se agitó, soltándose de Crow y cayendo de rodillas al suelo desorientado y derrotado.

- ¿Has tenido suficiente?-. Preguntó Crow a Ill.- ¿O quieres seguir destrozando cosas y retrasando lo inevitable?

- Olvídame-. Contestó el segundo con desdén.- No necesito que vengas restregándome cosas por la cara.

- Entonces ríndete, Rain me ha dicho que esta armadura es casi impenetrable y aún me queda suficiente armamento como para volar los túneles de metro enteros, no me hagas hacerlo.

- ¿Llevas cinco minutos en el cargo y ya te lo tienes tan creído?

- No, simplemente no quiero que me pase como a ti y la gente no me tome en serio y acabar atacando a alguien inocente.

Ese comentario enfureció a Ill, quien se levantó y agarró a Crow del cuello y lo estampó contra uno de los muros, agrietándolo. Crow reaccionó al instante y ya sin reparo alguno le disparó a Ill en la cara y se lo quitó de encima, propinándole un puñetazo en la mandíbula que lo dejó finalmente fuera de combate.

Ele sobrevolaba la zona del lago donde había perdido de vista a los dos moderadores. Volaba bajo y con los focos del aparato iluminaba el agua para ver si veía algún cuerpo o alguien nadando o buceando. Entonces la superficie del agua se rompió y Crow ascendió con Ill en brazos. Se mantuvo en el aire esperando a que Ele se acercara con el helicóptero y abriera las compuertas para que pudieran entrar. Crow arrojó a Ill dentro y Jota, que se encontraba en el interior, le puso unas esposas de las que era prácticamente imposible liberarse y que le impedirían convocar el banhammer.

- Tenemos ya suficientes problemas como para que tú des más ahora-. Le dijo Jota con desprecio mientras lo sentaba en uno de los laterales del aparato.- Buen trabajo Crow.

- Gracias, nos vemos en el edificio de administración-. Dijo Crow antes de dirigirse a toda máquina volando hacia allí con los propulsores de su armadura de Cuervito Lindo.


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P.D: Siento como si estuviera posteando para los bots, algún comentario se agradecería aunque fuera una sarta de insultos hacia mi persona :P
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll (Éste lo acabo, tranquilos

Mensaje por Noctis » 18 Sep 2012 19:24

¿Soy el único que nota cierta "influencia" de Los Vengadores? xD

Me gusta el rumbo que toma la historia y parece que esta vez la cosa pinta a un peligro mayor de lo que esperamos.

Y recalcar lo que me he podido reír con algunos guiños a algunos usuarios y eventos. Si: era evidente que algo saldria, pero siempre se agradece ^^

Y la conversación con Pelao... ¿No podías hacerla un poco más difícil de entender?

Sigue así, campeón...

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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll (Éste lo acabo, tranquilos

Mensaje por Ill » 19 Sep 2012 01:39

[center]ACTO II - PARTE II[/center]

Rain estaba esperando en lo que quedaba de la azotea del edificio de administración cuando vio a Crow sobrevolando los rascacielos de Comunidad hasta llegar a ella.

- ¿Ha habido suerte?-. Preguntó la administradora mientras Crow aterrizaba.

- Sí, Ele y Jota lo traen en el planeador-. Contestó Crow quitándose el casco.- Uno de los propulsores me ha dado problemas y la armadura tiene unas cuantas abolladuras serias, iré a la armería a intentar arreglarla.

- Cuando acabemos aquí iré a ayudarte-. Dijo Rain.

Crow asintió y entró en el edificio mientras Ele se acercaba y se disponía a aterrizar en el maltrecho helipuerto. Jota bajó a un esposado y aturdido Ill y lo llevo hacia Rain, que lo miró de arriba a abajo durante unos instantes antes de indicarle a Gray Fox que se lo llevase a la zona de contención del edificio.

- ¿Qué tal se ha portado Crow?-. Preguntó Rain a Ele mientras ésta bajaba del helicóptero y cerraba la compuerta de éste.

- Ha dado la talla, esa armadura no es fácil de controlar, y mucho menos cuando apenas se tiene práctica con ella-. Contestó Ele.

Jota metió a Ill en la celda de mayor seguridad del ala de contención. La celda en cuestión contaba con un sistema antifugas que en cuestión de segundos la incineraba si el preso llevaba a cabo el menor intento de fuga. Además, la celda se encontraba rodeada por un campo electromagnético que evitaba que cualquier transmisión exterior pudiera penetrar en ella y que cualquiera transmisión interior saliese, así que Ill no podría hacer que el banhammer fuera hasta él aunque consiguiera abrir las esposas especiales que Jota le había colocado.

- Me imagino que sabrás qué va a pasar ahora-. Le comentó al prisionero, aunque éste no contestó.

Jota aseguró bien la celda antes de salir, dejando a Ill solo ahí sentado, abatido y cabizbajo.

La noticia de la captura de Ill se extendió como la pólvora y apareció en las noticias, calmando los ánimos de la gente que pedían a gritos la cabeza del moderador y de la administración en general. La multitud que aporreaba las puertas del edificio de administración se fue disipando a medida que pasaba la noche, pudiendo los voluntarios que estaban vigilando las puertas retirarse a descansar. Mientras tanto, el equipo tenía una reunión en la sala de conferencias de la parte superior del edificio. Valentina y Drácula ya habían llegado, y se habían reunido con las nuevas incorporaciones. Rain lideraba la mesa y a su lado estaban Ele y Jota, al lado de estos estaban Drácula y Valentina y finalmente estaban Anny, Crow, Nightmare Hunter y Mataformigues.

- ¿Qué hacemos con él ahora?-. Preguntó Jota a Rain.

- Beltrán es el único que puede despojarle del banhammer, no podremos sacarlo de la celda hasta que vuelva a la ciudad. Hasta entonces nos centraremos en organizar la reconstrucción de las áreas dañadas de la ciudad, tanto las causadas por el ataque troll como las provocadas por Ill, y seguiremos preparándonos para partir hacia Melodysoft.

Pasaron horas encerrados en la sala de conferencias, debatiendo y valorando las distintas posibilidades. Rain y Jota, quienes habían participado en la gran guerra de asoló Melodysoft junto a Beltrán, utilizaron sus conocimientos de la ciudad y sus accesos para prepararse mejor. Tras muchos cambios y discusiones llegaron a un punto en común: Mataformigues y Nightmare Hunter se quedarían en la ciudad para reorganizar a la población, dirigir la reconstrucción de la ciudad y esperar a que Beltrán regresara para informarle de lo sucedido. El resto de moderadores, liderados por Rain, partirían hacia la batalla en el Hermenegildo, un prototipo de guerra que era una versión mucho más grande de los helicópteros normales que la moderación utilizaba y que Beltrán hizo desarrollar después del ataque anterior para contrarrestar. Los moderadores no irían solos pues sería un suicidio, de modo que organizaron una campaña de reclutamiento para que aquellos ciudadanos deseosos de ayudar en la batalla se unieran a ellos. La mayor parte de los habitantes de la ciudad se alistó, pudiendo formar así una serie de escuadrones que se repartirían estratégicamente por Melodysoft para dar apoyo terrestre. A cada voluntario se le entregaría un equipo de moderación como los que se utilizaron durante el asalto previo y todos estarían intercomunicados entre sí y con los moderadores, quedando cada uno al cargo de cada pelotón. Entre los ciudadanos que habían accedido a ayudar a la moderación podían encontrarse de nuevo a Nekro, a Spike, a un Eder ya recuperado y listo para la acción, a Subro, etc. La movilización había tenido un éxito abrumador, muy poca gente se quedó en sus casas y a lo largo de los días siguientes se administraron los equipos y qué moderador estaba a cargo de cada uno. Además, Rain entregó finalmente su equipo de moderador a Anny:

- Toma-. Le dijo mientras le pasaba un rail gun enorme que Anny apenas podía sujetar.- Era de Evil, una antigua moderadora ya retirada. Te acostumbrarás rápido al peso, tranquila.

También le entregó un par de cuchillos de combate capaces de propinar descargas eléctricas como armamento de combate cuerpo a cuerpo y la condujo al campo de entrenamiento donde todo el mundo estaba reunido poniéndose a punto para embarcar en el Hermenegildo. Las tropas descenderían en naves individuales a tierra y desde ahí librarían la batalla mientras otro comando utilizaba el armamento del buque principal desde el aire.

Pasaron unas semanas hasta que llegó la noche anterior a la partida hacia Melodysoft. La ciudad estaba sumida en el silencio, con los nervios a flor de piel y los ánimos caldeados. Apenas había gente en las calles, todo el mundo estaba en casa o en el edificio de administración practicando con munición real para el asalto que se llevaría a cabo próximamente. Rain y sus moderadores instruyeron a los ciudadanos que tomarían parte activa en el combate mientras Anny y Crow se desenvolvían más en el campo de batalla. Anny ya podía disparar el rail gun sin salir disparada para atrás y podía cargarlo fácilmente mientras Crow ya dominaba el sistema de vuelo de su armadura así como el armamento de la que ésta disponía. La noche anterior al comienzo de la operación Crow se encontraba sobrevolando Resh City, zigzagueando entre los rascacielos, en dirección al lago, más concretamente al punto sobre el que luchó contra Ill. Sabía que si Beltrán no le daba permiso no podría alzar el banhammer aunque lo encontrase entre esa masa líquida oscura, pero aún así quiso sumergirse en busca de aquel artilugio. El lago estaba oscuro como la boca de un lobo, así que encendió la linterna que el traje llevaba incorporada y empezó a explorar el vasto fondo. Gracias al sistema de oxígeno de la armadura podía bucear tranquilamente sin miedo a ahogarse, así que se tomó su tiempo y dio varias vueltas hasta que algo brilló al darle la luz de la linterna de refilón. Era el banhammer, hundido en el suelo con brusquedad, tanto que aunque Crow tiró de su mango con todas la fuerza que la armadura le permitía ni siquiera pudo moverlo un milímetro. Maldijo para sí mismo y tras varios intentos igual de fútiles que el primero se dio por vencido y regresó a la superficie, poniendo rumbo al edificio de administración para hacer un examen a la armadura y asegurarse de que todo estaba en orden antes de intentar dormir un poco. Varias calles más abajo, paseando juntos, estaban Gray Fox y Valentina.

- Ha pasado mucho tiempo desde que te fuiste-. Dijo Valentina con reproche.- Llegamos a pensar que habías muerto.

- Ya sé que ha estado feo que no haya mandado ninguna postal ni haya dado señales de vida, pero en eso consisten los viajes espirituales. Necesitaba tiempo para mí mismo y para poner en orden mis ideas.

- Ya, ¿pero tanto tiempo? ¿Y tan repentinamente?-. Preguntó Valentina.- Por la noche estás conmigo y al día siguiente desapareces sin dejar rastro alguno. Me hiciste mucho daño Jota.

- Lo sé, no me siento orgulloso de ello-. Contestó Jota.- No hay momento en el que no me arrepienta de haberte hecho eso, en serio. Si pudiera hacer algo para remediar ese daño lo haría sin dudarlo.

Los dos se miraron fijamente. Los ojos marrones de Valentina reflejaban los ojos verdes de Jota.

- ¿Harías cualquier cosa?-. Preguntó Valentina.

Jota asintió. Sin mediar palabra Valentina lo agarró del cuello de su camisa y lo besó como si no hubiese mañana. Jota le devolvió el beso y la rodeó con sus brazos con fuerza. Tras unos segundos sus labios se separaron y Valentina lo abrazó apoyando su cara en el pecho de Jota.

- No te vayas-. Dijo al borde de las lágrimas.

- No voy a irme a ningún sitio, ya no-. Le dijo Jota para tranquilizarla.

- Prométemelo.

- Te lo prometo.

Drácula se topó con la escena mientras patrullaba por la ciudad como una figura fantasmagórica, de edificio en edificio. Observó durante unos instantes a la pareja antes de continuar con su ronda. No podía dormir, así que era su única alternativa. Pensó en lo que ocurriría al día siguiente, en como en toda guerra habría incontables bajas aún sabiendo a lo que se enfrentaban. Unas cuantas calles más allá, en el Club Multi, se encontraban Rain, Ele, Eder, Spike y Nekro. Los tres chicos estaban animados y deseaban partir a la caza del troll, pero Rain estaba siendo devorada por la ansiedad

- ¿Podemos hablar un momento en privado?-. Le susurró a Ele al oído.

Con una excusa barata ambas abandonaron la mesa y salieron a la calle, lejos del ruido que había dentro del local.

- ¿Qué pasa?-. Preguntó Ele extrañada.

- Sé que lo que vamos a hacer es algo necesario y que todo el mundo está de acuerdo, pero aún así no puedo evitar pensar en las posibles consecuencias-. Dijo Rain.- Sin Beltrán toda la responsabilidad recae sobre mí, si algo sale mal y muere gente será culpa mía y...

- Rain, no empieces a cargarte bultos a la espalda-. La cortó Ele.- Lo que pase mañana pasará, además, tarde o temprano volveríamos a sufrir otro ataque, es más que evidente que sea lo que sea lo que hay en Melodysoft se debe estar reagrupando y fortaleciendo, tenemos que contraatacar como dijo Jota. Estoy contigo.

Rain sonrió.

- Venga, vamos dentro antes de que esos tres monten alguna escena mientras no los vigilamos-. Dijo Ele.
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll - Final del acto II

Mensaje por Ill » 23 Sep 2012 04:30

ACTO II - PARTE III
El día había llegado. Hubo una movilización masiva entre soldados voluntarios, curiosos y el equipo de televisión de la ciudad que ofrecía una conexión en directo con el edificio de administración, en cuyo hangar se estaba reuniendo todo el mundo ya preparado para marchar hacia la batalla. Antes de partir Rain se puso al frente de su ejército para dar unas palabras de motivación:

- Hemos perdido a muchos en el camino y otros tantos no están con nosotros por motivos varios, entre nosotros ha surgido a veces la enemistad, pero éste es un momento en que debemos dejar nuestras diferencias atrás y unirnos contra un enemigo común, un enemigo que presenta una grave amenaza contra todo lo que conocemos y queremos. Por eso os llamo, amigos de Resh, para plantar cara a esa amenaza y llevar la lucha a su casa, para que sepa lo que significa atacar nuestra querida ciudad, si creen que semejante acto quedará impune pronto saldrán de su error. ¡Hacia la victoria!

La multitud gritó, resonando sus voces por toda la ciudad como un bramido de guerra estremecedor que hizo vibrar las estructuras que se alzaban por toda la urbe. Hasta Ill, encerrado en su celda vigilada por Mataformigues, lo oyó.

- Supongo que no necesitan nuestra ayuda-. Comentó el prisionero a su vigilante.

- Alguien tiene que quedarse para cuidar la ciudad y vigilarte a ti-. Contestó Mataformigues.

- Sé que lo que hice estuvo mal, pero no puedes imaginarte la presión a la que te ejercen, cuando lleves más tiempo en el cargo te darás cuenta-. Dijo Ill intentando excusarse.

- No creo que acabe atacando a civiles y dándome a la fuga si es a lo que te refieres-. Respondió Mataformigues.

Ill calló, cabizbajo. El suelo y las paredes de la celda vibró con intensidad cuando los motores del Hermenegildo se pusieron en marcha y la nave despegó, saliendo al exterior a través de una compuerta oculta en la plaza del edificio de administración, junto al Hall de la Fama. El Hermenegildo se elevó poco a poco hasta atravesar el escudo de protección y entonces tomó rumbo hacia Melodysoft, situada más allá de las montañas que había en la lozanía.

Rain y Ele controlaban la nave desde el puente de mando, una estancia enorme que en el frente contaba con varios paneles de cristal reforzado que permitían ver con un amplio ángulo de visión lo que había delante y a los costados del aparato.

- En unas cinco horas alcanzaremos la frontera con Melodysoft-. Informó Rain.- Para entonces tenemos que estar todos preparados para cuando Jota dé la señal desde dentro.

Ésa era la parte principal del plan. Para poder desactivar las barreras y entrar sin sufrir demasiadas bajas Jota utilizaría sus habilidades de ninja erótico para colarse dentro e iniciar una distracción para dar tiempo a las tropas para atacar.

El resto del equipo se encontraba repartido por distintos compartimentos de la aeronave, esperando el momento de entrar en combate. Crow se encontraba, sin la armadura evidentemente, jugando a las cartas con Eder, Nekro y Spike en la sala de descanso mientras Anny dormía en su camarote, Valentina y Jota estaban encerrados en el suyo (if you know what I mean e.e) y Drácula estaba en la cubierta pensando en sus cosas.

- Paso-. Dijo Spike, mostrándose así el flop entero de la partida de póker que estaban jugando. En la mesa había una pareja de ases, dos K y un 2. Él tenía en la mano un dos y otra K, lo que le permitía jugar un full.

- Subo a 1000-. Dijo Eder echando dos fichas de 500 en el centro de la mesa.

- ¡Puta madre!-. Maldijo Crow tirando sus cartas con furia, luego posteó en Facebook por enésima vez que acababa de perder otra mano.

Nekro no reaccionó, se quedó pensativo mirando sus cartas con una poker face de campeonato hasta que finalmente las dejó sobre la mesa tranquilamente. Era el turno de Spike, quién miró bien la mesa, su mano y a Eder, quien sonreía confiado. “El muy puto está echándose un farol, ahora verá” pensó mientras subía la apuesta a 2000. Eder le siguió el juego e igualó la apuesta, llegando así el momento de mostrar las cartas para ver quién ganaba la partida. Spike sacó su full triunfante, pero se le desencajó la mandíbula cuando vio que Eder sacaba una pareja de ases y hacía póker.

- ¡Hijo de la chingada!-. Gritó indignado mientras Eder rió y recogió sus ganancias.- ¡Seguro que hiciste trampa!

- Así es el juego Meduso, no tengo la culpa de tener suerte en él-. Contestó Eder gozando de su victoria y agrupando el premio en montoncitos.

- ¡Deja que reparta yo ahora!-. Exclamó Spike mezclando las cartas.- ¡Ahora verán, sufrirán la ira del Meduso y sus 90 kilos de grasa mexicana!

La travesía transcurrió sin novedades hasta que cayó la noche, momento en el que la nave se encontraba a medio camino de Melodysoft. El cuarteto de putos seguía jugando a póker (Eder había desplumado ya a casi todos y Spike había volcado la mesa en varias ocasiones mentando la madre de Edercito lindo), pero Anny, Valentina y Jota se habían reunido en el puente con Ele, Rain y el resto de la tripulación.

- ¿Alguna novedad?-. Preguntó Jota a Rain.

- Nada-. Contestó la Gefa.- No me gusta, deberíamos haber encontrado resistencia, no creo que sean tan descuidados como para no colocar vigilantes escondidos por esta zona.

En ese momento estaban sobrevolando unas colinas escarpadas, laberínticas y resecas que comformaban los límites del nuevo territorio de Resh. Dichas colinas solían ser el refugio de criminales, fugitivos y otros seres de poco agrado y más allá se encontraba Melodysoft.

- Jota descenderá en una nave de infiltración y desde tierra entrará por donde sea que pueda colarse para crear una distracción y darnos tiempo para desactivar la barrera que impide la entrada, después nos uniremos a la batalla y aplastaremos a esos trolls-. Informó Rain al resto.

Jota se preparó para partir y tras desearle todos buena suerte (especialmente Valentina) subió a bordo de una pequeña nave individual utilizada para reconocer el campo y se desacopló del Reshicarrier, descendiendo lentamente hasta tierra. Todos sus movimientos eran monitorizados desde la nave, así que el resto sabría si tenía problemas o estaba en peligro. El Hermenegildo entonces se elevó un poco, lo justo para evitar ser visto desde el suelo y para evitar aparecer en cualquier radar que el enemigo pudiera poseer. La nave de reconocimiento se posó suavemente y Jota descendió ataviado con su antiguo uniforme de moderador (un traje de camuflaje capaz de adaptarse al entorno, fuera cual fuera) y provisto de gafas de visión térmica y nocturna, granadas de humo y de conmoción, cuchillos arrojadizos, unas cuantas cargas explosivas y sus dos espadas de ninja. Escondió la nave tras un montículo y se aventuró en búsqueda de la cueva que tiempo atrás descubrió y que conducía a un pasadizo secreto que permitía acceder a Melodysoft sorteando las defensas que Beltrán colocó en su día. Saltó sorteando un barranco sin fondo y anduvo agachado parapetándose tras las rocas, adquiriendo su traje un color marrón oscuro desgastado que le permitía hacerse casi invisible. Un ruido a su espalda hizo que se quedase quieto, agudizando el oído. Una pareja de trolls se acercaba por un camino elevado, justo por encima de la cabeza de Jota. Gruñían entre sí en un idioma incomprensible y agitaban sus garrotes. Jota los observó mientras desenvainaba sus dos katanas, listo para atacar, cuando los trolls empezaron a pelearse, golpeándose entre sí con una fuerza brutal. Uno de los trolls recibió un garrotazo del otro y cayó del paso elevado justo a los pies de Jota, matándose en el acto y dejando al otro troll aullando triunfante sin saber que lo único que había logrado era facilitarle el trabajo al mod. Salió de su escondite, saltó, rebotó contra la pared de roca, trepó grácilmente por el otro lado del saliente y con un rápido movimiento atravesó al troll por la espalda perforándole la columna vertebral. El troll cayó como un peso muerto al suelo y no se movió más. Jota subió a lo alto de un montículo cercano y escudriñó la zona. Vio el Reshicarrier camuflarse entre las nubes de la noche y a unos veinte kilómetros la gran barrera de energía que cercaba Melodysoft y supuestamente impedía la entrada de cualquiera a las ruinas. No obstante no tenía que llegar hasta tan lejos, pues la entrada a la cueva por la que pudo colarse no estaba a mucha distancia. Avanzó cautelosamente durante una media hora hasta que finalmente la encontró. Por desgracia estaba custodiada por una docena de trolls que le complicarían bastante la entrada. Planeó una estrategia: Había seis trolls juntos conversando, sería fácil eliminarnos si arrojaba una bomba conmocionadora en sus narices y se liaba a dar katanazos, luego podría aprovechar la confusión para acabar con la pareja que había cerca de la entrada de la cueva y luego podría lanzar un par de cuchillos para eliminar a los dos trolls que se encontraban sobre ésta. Respiró hondo, cogió una de las grandas, le quitó la anilla, espero unos segundos, la arrojó y se dio la vuelta tapándose los oídos. Antes de que nadie pudiera darse cuenta de qué estaba pasando la granada estalló produciendo un destello y un pitido ensordecedor que dejó a los trolls aturdidos. Jota saltó y se colocó en el centro del grupo, descuartizando a los seis como si estuviera cortando mantequilla con un cuchillo al rojo vivo. Después rodó por el suelo, cercenándole los pies a uno de los trolls antes de partir en dos al otro y con un giro fantasmal lanzar un par de cuchillos a los vigías que había sobre la entrada de la cueva. Ambos murieron en el acto cuando los cuchillos les perforaron la garganta, y antes de que pudieran caer al suelo Jota remató al troll que había dejado cojo.

- Ya estoy en la entrada de la cueva-. Informó a Rain por radio.- Me he encontrado un poco de resistencia, pero no es nada grave. A mi señal desconecta la barrera y borremos a estos bastardos de la faz del planeta.

Jota cortó la trasmisión y se adentró en el sistema de cuevas, mimetizándose con la roca oscura y avanzando poco a poco para evitar sorpresas en forma de emboscadas o trampas, nunca se sabía con los trolls. Atravesó galerías enormes y oscuras valiéndose de la visión nocturna y cambiando de vez en cuando a la térmica para ver si había huellas en el suelo que indicasen que algún troll había pasado por ahí cerca o estaba escondido tras una esquina. Sin embargo no encontró oposición alguna, lo que le extrañó teniendo en cuenta que había liquidado a catorce trolls en el exterior. Finalmente salió de las galerías y llegó a una cueva gigantesca que parecía servir de hangar, pues naves como las que habían atacado Resh City estaban ahí estacionadas sin vigilancia alguna. Jota avanzó camuflándose entre los vehículos y colocó un par de cargas explosivas en ambos extremos del hangar, junto a la mayor cantidad de naves posible. Con esos explosivos podría armar un revuelo, pero necesitaba volar algo más grande y vital por los aires como para que el Reshicarrier pudiera atravesar la barrera sin ser derribado en el acto, no podían arriesgarse a hacer un ataque suicida si el enemigo poseía armamento tan avanzado como el que habían utilizado en el asedio de Resh City.
Jota se internó más todavía en el sistema de cuevas y notó cómo el terreno descendía a medida que avanzaba. Finalmente llegó a una caverna sin salida pero ancha y profunda como un silo nuclear. Centenares de trolls iban de aquí para allá, construyendo una especie de estructura acorazada con forma de troll gigante a la que le faltaba la cabeza. Jota se camufló entre las sombras con las katanas en mano y observó con detenimiento lo que el enemigo hacía. Desde el Reshicarrier el equipo de moderación y la tripulación podían ver a través de la cámara integrada en el traje de Jota lo que éste estaba contemplando.

- Eso me resulta familiar...-. Murmuró Valentina.

- Desagradablemente familiar-. Dijo Rain.

Jota siguió agazapado en la oscuridad y esperó, pues una tropa bastante numerosa de trolls entró en la caverna arrastrando lo que parecía ser la cabeza de un troll gigante y más feo que una nevera por detrás.

- La cabeza de Genghistroll...-. Musitó Rain al reconocer su antiguo trofeo.

Nadie se movió, nadie habló, ni siquiera Jota que se pegó lo más posible a la pared para que los trolls que pasaban a escasos centímetros de él lo detectasen.

- No puede ser...-. Masculló Rain.

- ¿No es ése el megatroll que destrozó el casco antiguo de Resh?-. Preguntó Anny rompiendo el silencio tan incómodo que se había creado.

- ¿Para eso querían la cabeza?-. Preguntó Ele.- ¿Pretenden revivirlo o algo por el estilo?

- ¡Jota, tienes que volar esa cosa con los explosivos!-. Exclamó Rain de pronto.- ¡Haz lo que sea pero no permitas que hagan lo que sea que tengan pensado!

Gray Fox se deslizó muy lentamente evitando ser visto y siguió con cautela al grupo de trolls que arrastraban la cabeza de Genghistroll hacia el colosal cuerpo que se extendía hasta lo más profundo de la caverna, donde la luz apenas llegaba. Era casi imposible acercarse a la cabeza sin que lo descubrieran en el acto, no sólo estaba la docena de trolls que cargaban con el cráneo sino que no menos de treinta más trabajaban terminando de montar el cuerpo del megatroll, ni siquiera Jota era tan habilidoso como para eliminar a tantos enemigos él solo sin que nadie se percatase. Desde el puente del Hermenegildo todo el mundo observaba nervioso los movimientos del moderador, pero de pronto la transmisión se cortó.

- ¿¡Qué diablos!?-. Exclamaron Eder y Crow al unísono.

Entonces, de pronto, algo impactó contra el lateral trasero de la nave, agitándola de lado a lado y haciendo que más de una persona se cayese al suelo. A través de los grandes paneles que permitían ver el frente de la nave todos pudieron ver como miles de pequeños puntitos luminosos empezaban a aparecer de la nada y se aproximaban al Hermenegildo abriendo fuego.

- ¡Nos han detectado, maniobra evasiva!-. Ordenó Rain poniéndose en pie e intentando calibrar la nave.

Drácula, quien seguía en la cubierta, había estado a punto de caer por la borda. Aferrándose con fuerza a una de las barandillas vio cómo a su alrededor pasaban zumbando pequeñas naves de asalto que disparaban contra la superficie de la nave. Con esfuerzo consiguió trepar de vuelta a suelo firme y desenfundó su querida e infalible pistola, con la que abatió a varias naves con un par de disparos.

- ¡Chicos, no me vendría mal algo de ayuda aquí arriba!-. Avisó a los demás por su intercomunicador.

En el puente el resto del equipo aún seguía aturdido y reponiéndose de la sacudida.

- ¡Crow, ya lo has oído, ve a ayudar a Drácula!-. Ordenó Rain.- ¡Que una escuadra vaya contigo!

Crow asintió e indicó con señas a Eder, Nekro y Spike que lo siguieran. Corrieron evitando a otros tripulantes de la nave confusos o asustados hasta que llegaron al compartimento que almacenaba las armas.

- ¡Cojan su equipo y suban a la cubierta, los veré allí!-. Dijo a sus tres acompañantes, quienes agarraron su equipo de contención y empezaron a prepararse para salir afuera.

Crow se separó del trío y accedió a un compartimento reservado especialmente para él. Sacó de su bolsillo su PDA y accionó un botón, abriéndose una estancia secreta donde reposaba su armadura lista para el combate.

Una explosión enorme provocó un agujero en el hangar de acceso a la nave, provocando que algunas personas, vehículos y otros objetos salieran disparados al exterior. Luces rojas empezaron a aparecer en casi todos los paneles del puente. Rain no tuvo que dar órdenes en aquella ocasión, todo el mundo ya se había movilizado y se preparaban para posibles intrusos y para ayudar a Drácula a despejar el exterior de la nave. Anny tomó su rail gun y corrió junto a varios pelotones ya preparados hacia el hangar donde se había producido la brecha, por la que empezaban a entrar trolls que saltaban desde las naves que posteriormente se alejaban para continuar abriendo fuego a distancia. Valentina también se unió a la fiesta y empezó a bailar con su katana alrededor de los trolls que intentaban alcanzarla pero que acababan descuartizados o muertos en pocos segundos. Otro impacto más, esta vez en los motores delanteros, provocó que el Reshicarrier empezase a perder altura y a desequilibrarse, lo que dificultaba permanecer en pie.

- ¡Ele!-. Gritó Rain.- ¡Mantén la nave en el aire, unos pocos minutos más y atravesaremos la barrera!

Era cierto, estaban cerca de la barrera. El plan no había salido bien y estaban atrapados, así que la única opción que tenían era conseguir entrar en Melodysoft aunque fuese estrellándose contra ésta e intentar llevarse por delante a la gran mayoría de trolls, incluyendo a Visor. Ele saltó al frente del puente y concentrándose con todas sus fuerzas intentó crear un campo de fuerza que mantuviera la nave a flote el tiempo suficiente como para poder estar lo suficientemente cerca de la barrera para que ésta pudiera ser desconectada. El campo de energía era muy débil debido al gran tamaño y peso del Reshicarrier, pero Ele puso todo su empeño y fuerza en mantenerlo lo máximo posible. Mientras tanto, muchas de las tropas salieron a combatir en el exterior a bordo de las naves de asalto mod, iniciándose un combate aéreo entre naves reshianas y naves troll que resonaba por todas las colinas yermadas que se extendían más abajo. Drácula estuvo a punto de caer fulminado por los disparos de varias naves al mismo tiempo, pero Eder, Nekro, Spike y muchos otros soldados aparecieron justo a tiempo para derribarlas a disparos.

- ¡Cúbranme!-. Gritó Eder mientras corría a una de las cuatro torretas de defensa que había en la cubierta.

Nekro y Spike lo imitaron, desatando una oleada de disparos que destruyeron multitud de naves. Entonces, apareciendo desde el costado izquierdo de la nave, Crow salió volando directamente hacia un grupo concentrado de trolls que se acercaban y desplegó varios misiles para después, con una pirueta aérea, quitarse de en medio y dejar que los trolls estallasen en mil pedazos al comerse los misiles de morros.

Sin embargo, el Hermenegildo seguía cayendo, el campo de fuerza de Ele no era suficiente para evitar el descenso del aparato y la moderadora estaba cada vez más débil, hincando una rodilla en el suelo mientras las fuerzas la abandonaban cada vez más.

¡Crow!-. Exclamó Rain por su intercomunicador.- ¡Ele no puede mantener sola la nave en el aire, ayúdala, tenemos que llegar como sea hasta la barrera!

Crow derribó varias naves antes de dirigirse hacia la parte inferior de la nave, cerca de los motores. Estos estaban bastante dañados y Crow no sabía cómo hacerlos funcionar (no sabía ni hacer que el cargador de su portátil funcionase bien y evitar así que se le apagase en el mejor momento del porno) así que agarró la nave como pudo y activó los propulsores a máxima potencia. La inercia era extrema y el joven moderador podía notar cómo el peso del aparato le aplastaba los hombros a pesar de la resistencia y la fuerza que la armadura le proporcionaba, pero no paró de intentar alzar el Hermenegildo.

Mientras tanto, en el hangar, la batalla empezaba a cobrarse demasiadas bajas. Las oleadas de enemigos no paraban de llegar y poco a poco Anny se quedaba sin hombres. Disparó con el rail gun directamente a una nave que estaba dejando a varios trolls entrar y voló por los aires, llevándose a los invasores por delante y dándole tiempo para reagrupar a los supervivientes y retroceder a una posición más ventajosa.

- ¡Vamos, todo el mundo atrás, al corredor de acceso!-. Gritaba mientras proporcionaba fuego de cobertura.

En la cubierta el enemigo reventó una de las cuatro torretas, dejando a Eder, Nekro y Spike como único armamento pesado para repeler la infinita cantidad de naves que seguían acercándose desde todas partes.

- Esto no tiene fin, maldita sea...-. Gruñó Eder.

- Por lo menos mi sis no podrá echarme la culpa a mí esta vez-. Bromeó Spike.

- Al fin podré ir al Valhalla, con una valkiria que me haga una buena...-. Empezó a decir Nekro.

- No hace falta que des detalles, gracias-. Lo cortó Eder.- Centrémonos en esos bastardos.

A pesar de los esfuerzos combinados de Ele y Crow el Hermenegildo seguía cayendo en picado, mucho más lentamente que antes pero perdiendo altitud de todos modos. Crow podía ver cómo el suelo se acercaba cada vez más hacia él e intentó aumentar todavía más la potencia de los propulsores, pero lo único que consiguió fue forzarlos y provocar que la armadura fallase y perdiese toda la potencia. Sin propulsión que lo mantuviera pegado a la nave Crow cayó como un peso muerto, estrellándose brutalmente contra las afiladas y duras rocas que había en tierra, rebotando como una bola de pinball hasta que finalmente se estampó contra el fondo de un pequeño barranco donde se quedó completamente inmóvil. Sin el apoyo del mexicano el Hermenegildo volvió a aumentar su velocidad de caída. Ele ya no podía mantener el campo de energía más y cayó rendida al suelo, exhausta y sin aire. La nave cayó más rápidamente, inclinándose hacia adelante y directa hacia la barrera. El choque era inminente, Rain podía ver cómo la barrera y, tras ella, las ruinas de Melodysoft se acercaban cada vez más. Era el momento de desactivarla, pero cuando usó su PDA para hacerlo no funcionó, la barrera permaneció intacta. El Hermenegildo la atravesó, quemándose con el contacto y destrozando del todo los sistemas que quedaban en funcionamiento. Humeante y convertida en un amasijo de hierros la nave se estrelló contra Melodysoft, arrasando las ruinas de la parte sur de la ciudad y dejando tras de sí un enorme rastro de acero quemado y retorcido. Lo que quedaba de la nave se detuvo, al fin, al llegar aproximadamente al centro de la ciudad. Una vez detenida, el silencio, roto solamente por la batalla que seguía librándose más allá de la barrera, reinó de nuevo.
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll - Final del acto II

Mensaje por Eder » 24 Sep 2012 01:16

Excelente fic, caballero Ill

Continúe y demuestre que usted puede terminar fics :3
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll - Final del acto II

Mensaje por Ill » 28 Sep 2012 00:24

[center]ACTO III - PARTE I[/center]

Mataformigues intentaba contactar con Rain repetidamente, pero no obtenía respuesta. Se encontraba en el despacho de la administradora, manteniendo como le habían ordenado la ciudad bajo control, pero el hecho de que hubieran pasado tantas horas sin respuesta le hacía temerse lo peor. No sabía a quién acudir, pues los pocos ciudadanos que quedaban en la ciudad y que no estaban en el distrito de Resident Evil no le escuchaban mucho y no podía acudir a los moderadores retirados pues ya no poseían ningún poder sobre el resto. Sólo tenía alguien a quien acudir, y ese alguien estaba encerrado en las celdas del edificio de administración.

Cuando entró en las celdas Ill alzó la vista y se levantó de la cama, acercándose al grueso cristal que separaba al guardián del preso.

- ¿Qué pasa, al final vais a juzgarme?-. Preguntó con tono cansino.

- No exactamente-. Contestó Mataformigues.- Creo que Rain y los demás tienen problemas.

- ¿Qué clase de problemas?

- No consigo contactar con ellos desde hace horas, empiezo a pensar seriamente que algo no ha ido bien.

- ¿Y qué vienes a decirme a mí?-. Respondió Ill tumbándose de nuevo en la cama.- Extraoficialmente yo ya no soy moderador.

- Pero tienes amigos ahí-. Dijo Mataformigues serio.- Y aún tienes los permisos para ejercer.

Dicho eso, abrió la celda, lo que sorprendió bastante a Ill.

- ¿Qué haces?-. Preguntó levantándose de nuevo.

- Te necesito, tenemos que hacer algo-. Le dijo Mataformigues.

- Estamos a un día de distancia de ellos, no tenemos transporte, tú no tienes equipo de moderador designado y yo estoy bajo arresto, no sé por qué pero creo que tu idea hace aguas por todas partes.

- ¿Realmente vas a quedarte aquí sentado cuando podrían necesitar ayuda?-. Le preguntó Mataformigues incrédulo.- Me imagino que sabrás que si han fracasado en la misión es cuestión de tiempo que los trolls vuelvan y destrocen la ciudad y la poca resistencia que queda.

Ill suspiró.

- Supongo que se lo debo después de todos los quebraderos de cabeza y desastres que he provocado-. Dijo finalmente.

Ambos subieron corriendo a la armería del edificio. Poca cosa quedaba excepto el cipote extensible que Ill se ajustó a la cintura y un equipo pesado de asalto que Mataformigues se puso. Ill también se puso un uniforme más acorde a la batalla que esperaba librar en Melodysoft, sustituyendo su ropa de calle por otro uniforme táctico reforzado con un ligero blindaje para resistir mejor los garrotazos, disparos y pollazos que seguramente recibiría.

- Ve al hangar a buscar un transporte, después pasa a buscarme por el tejado-. Le indicó Ill.

Mataformigues asintió y fue al hangar mientras Ill subía a la azotea. A sus pies se extendía la ciudad, aún dañada por el ataque troll, pero más silenciosa que nunca, tanto que parecía una ciudad fantasma si no fuera por los pocos coches que atravesaban las principales calles de la urbe. Tras echar un pequeño vistazo a todo Ill extendió el brazo en dirección al lago, situado a un par de kilómetros del edificio de administración. Una pequeña parte del lago empezó a agitarse violentamente.

- Vamos pequeño, no seas tímido, ven con papá-. Murmuró el moderador prófugo para sí mismo.

Finalmente el banhammer apareció de entre las aguas, elevándose hacia el cielo a una velocidad tremenda para luego volar directo hacia su dueño. Ill notó cómo volvía a estar pleno cuando el martillo llegó a sus manos. Acarició la cara de la herramienta suavemente mientras una de las pocas naves que habían quedado atrás, pilotada por Mataformigues, aparecía ante él. Mataformigues abrió la compuerta trasera de la nave e Ill, dándose impulso con el cipote, saltó dentro. Aparte de Mataformigues dentro estaba el otro moderador de Resident Evil, Nightmarue Hunter, quien había decidido unirse a la fiesta en el último momento. Él e Ill se saludaron con un gesto con la mano.

- Espero que la gente no se mate entre sí durante nuestra ausencia-. Comentó Mataformigues.

- No te preocupes, si no volvemos los trolls se encargarán de ellos-. Bromeó Ill, aunque al ver la cara seria que le dedicó su compañero dejó de reírse.- ¿Sabes dónde está Melodysoft?

- Sí.

- ¿Y sabes pilotar esta nave?

- Ya hace unas cuantas semanas que estoy en el cargo, sería muy triste que aún no supiera cómo manejar estos cacharros-. Contestó Mataformigues.- Ahora, si no te importa, abróchate el cinturón, va a ser un viaje movidito.

Ill se sentó en el asiento del copiloto e hizo caso a la orden de Mataformigues, quien puso los motores a máximo rendimiento. El híbrido salió disparando hacia adelante, atravesando el escudo de energía sin problemas y poniendo rumbo a Melodysoft sin que ninguno de sus ocupantes se hiciera la menor idea de lo que encontrarían al llegar.

En Melodysoft, mientras tanto, la batalla había terminado tan pronto como había comenzado. Las pocas naves que habían conseguido despegar del Hermenegildo para defenderlo habían sido derribadas, no quedaba nadie en pie. Había sido una auténtica masacre. Fuera de las ruinas, escondido en el fondo de un barranco, Crow yacía inconsciente. Había sufrido daños, pero la armadura había absorbido la mayor parte del impacto
provocado por la caída y sin lugar a dudas era lo que lo había salvado de la muerte. El pecho era lo que más dañado estaba, rajado de lado a lado y con abolladuras por todas partes, y no aguantaría mucho más trotes. Tras lo que parecieron días el mod despertó, tosiendo sangre que le cayó por la cara y la barbilla e incapaz de moverse, la armadura era demasiado pesada para moverse si ésta estaba apagada. Podía ver sobre él cómo la grieta en la que estaba atrapado se hacía más amplia hasta finalmente ver el cielo oscuro de Melodysoft, el estar allí abajo era sin duda lo que había evitado que las patrullas de trolls que atestaban las colinas mientras buscaban supervivientes lo encontrasen. Intentó comunicarse con alguien, pero era imposible, aunque la armadura funcionase la transmisión no podría realizarse con las interferencias producidas por la barrera, sólo podría establecer conexión con Mataformigues si conseguía poner el traje en marcha.

Tras varios intentos la armadura finalmente se activó, permitiendo a Crow levantarse. La pantalla de datos holográfica le presentó un informe de daños completo, indicándole que el pecho estaba severamente dañado y algunos sistemas no funcionaban correctamente. La gatling, además, había sido arrancada de cuajo con la caída y yacía a varios metros de Crow, irreparable. El mexicano pensó bien sus movimientos, si salía disparado los trolls lo detectarían enseguida y sería derribado, mientras que si se elevaba poco a poco y se movía a ras de suelo evitaría ser visto durante el tiempo suficiente como para ver si había alguna forma de entrar en Melodysoft y comprobar si quedaba alguien vivo. Activó los propulsores de la armadura con el mínimo de potencia y ascendió poco a poco, casi imperceptiblemente, hasta que asomó por el borde de la grieta en la que había caído: La gran nave troll que había atacado Resh City (¿de dónde había salido?) se encontraba en el aire, sobre las ruinas. Humeante y hecho pedazos, el Hermenegildo estaba siendo asaltado por múltiples tropas troll en busca de supervivientes, pero lo más importante para Crow era encontrar una forma de atravesar la barrera. De pronto recordó la cueva por la que Jota se había colado, así que la buscó con cuidado y finalmente la encontró, desprovista extrañamente de vigilancia, debían pensar que todos los moderadores habían caído en combate. Apagó los propulsores y continuó a pie, intentando hacer el menor ruido posible a pesar del chirrido metálico que la armadura dañada producía al caminar y de la luz que emitía la fuente de energía que tenía a la espalda. Acabó llegando al hangar por el que Jota había pasado anteriormente, sólo que en ese momento había muy pocas naves y algunos trolls patrullando. No podía pasar por allí, lo verían por culpa de la armadura y no tenía armamento silencioso, tendría que abrirse paso a tiros o volver atrás, pero justo entonces oyó gruñidos a su espalda, por lo menos dos trolls iban hacia él. Entonces vio gracias al visor de la armadura las cargas que Jota había colocado y que habían pasado inadvertidas hasta entonces, eran su única posibilidad. Disparó con los repulsores a ambas cargas, provocando sendas explosiones monumentales que lanzaron por los aires a varios trolls y provocaron un desprendimiento en la cueva. Crow activó los propulsores y atravesó la zona esquivando cascotes que caían, llegando al otro lado justo cuando un pedrusco enorme caía tras él y bloqueaba el paso. El resto del ejército troll estaría en alerta, así que corrió hacia el silo donde estaba Genghistroll y lo encontró allí plantado, de pie e inerte, pero completo. Sin embargo, había algo que fallaba, no había vigilancia...

Se llevó un golpe por la espalda, tirándolo de morros al suelo. Giró sobre sí mismo y vio al mismísimo Visor de pie ante él, con una armadura bastante arcaica de troll y un casco que le cubría gran parte de la cara a excepción de la boca, que se veía bastante descuidada.



- Sabía que alguna rata había escapado de la trampa-. Dijo alzando el garrote con pinchos que llevaba para aplastar a Crow con él. Éste activó los propulsores y salió disparado hacia atrás, esquivando el golpe. Dio una voltereta y se puso en pie, cargando las ametralladoras de los brazos para disparar a Visor.

- No te saldrás con la tuya, troll puto-. Dijo Crow.

- Ya lo he hecho, ¿no lo ves?-. Contestó Visor.- He acabado con la única defensa de vuestra ciudad, he congregado un ejército de trolls y enemigos de Resh capaz de arrasar lo que se le ponga por delante, he modificado la seguridad para ponerla a mi servicio, ¡incluso tengo espías infiltrados en la moderación!

- ¿Qué?-. Preguntó Crow incrédulo.

- ¿Cómo crees que pude atacar la ciudad hace semanas? Alguien se saltó los controles de seguridad y desactivó las defensas, y además sin dejar rastro que pudiera delatarlo. También esa persona me proporcionó la tecnología y los planos necesarios para crear las naves que mi ejército usa, lo que me ha permitido mejorarlas para el ataque. Y ya lo has visto, vuestra gran nave de asalto no ha durado ni cinco minutos en el aire.

- ¿Sabían qué veníamos para acá?

- Por supuesto, mi contacto sigue en la ciudad, esperando mi orden para desactivar de nuevo la barrera para que mis tropas puedan campar a sus anchas y destrozarlo todo. Ha sido más fácil de lo que esperaba, jamás pensé que en sólo dos años podría llevar a cabo mis planes de venganza.

- Entonces es cierto, el que dirigía el ataque de hace años era sólo un burdo clon más, al igual que tú, me imagino.

- ¿Crees que soy un clon, de verdad?

- No me sorprendería.

- No veo por qué debería escudarme tras más clones teniendo el éxito al alcance de mi mano-. Explicó Visor con grandilocuencia.- Llegaré a Resh City, expondré en público los cadáveres de sus queridos protectores y después aplastaré la ciudad como una hormiga, ¡podré tener mi venganza y nadie podrá impedírmelo!

- No sé si te diste cuenta, pero no todos los moderadores han caído-. Dijo Crow cargando energía.

Acto seguido disparó con los repulsores de las manos a Visor, quien previó el ataque y los bloqueó con su porra, lanzándose acto seguido contra Crow y golpeándolo desde arriba. Crow bloqueó el golpe con los brazos, pero el metal de la armadura se resintió ante el impacto.

- Eso que tienes a tu espalda será el artífice de la destrucción de Resh City-. Rió Visor señalando con la cabeza a Genghistroll.- En sólo unos minutos despertará de su largo letargo, más poderoso que nunca, casi invencible.

- ¿Casi?-. Preguntó Crow con esfuerzo.

Visor lo agarró del cuello. Era sorprendente la fuerza que tenía a pesar de no ser un troll, Crow podía notar como el cuello de la armadura cedía ante el agarre del enemigo de Resh. Crow lo golpeó en la cabeza varias veces, pero Visor ni se inmutó. Probó a dispararle con los repulsores, pero sólo lo hizo gruñir ligeramente. ¿De qué demonios estaba hecho el muy puto?

- ¿Y eso es todo, pretendes destruir Resh porque te expulsaron de la ciudad?-. Intentó entretenerlo Crow.- ¿Ése es tu plan maestro? ¿Y después qué?

Visor dudó durante un instante, aflojando su presa. Crow aprovechó para dar un tirón y soltarse, cayendo de rodillas al suelo.

- ¿Qué haré después?-. Preguntó Visor.- Reinar este mundo, todo el mundo me temerá a mí y a mi ejército, nadie se atreverá a plantarme cara.

- Típico plan de villano de cómic-. Se burló Crow.- Al entrar en la moderación pensaba que serías un tipo que tenía todo bien pensado y planificado con una mente maestra, pero sólo eres un resentido que patalea como un niño pequeño. O eso o el autor de este fic es un flojo que no sabe crear villanos decentes y frescos.

No estaba seguro de que insultar y cabrear a Visor fuera a ayudarle, pero si de verdad iba a morir ahí (y a juzgar por el estado de la armadura eso no tardaría mucho en pasar si se llevaba otro golpe con el garrote) trataría de evitar que el enemigo llevase a cabo sus planes.

- ¿Sabes qué?-. Dijo Visor.- Contigo haré una excepción, no arrojaré tu cadáver torturado a la multitud de tu patética ciudad. Te aplastaré dentro de esa lata y después te daré de comer a mis tropas.



- Inténtalo-. Lo desafío Crow. Mientras Visor lo amenazaba el mod había estado preparándole una sorpresa, quizás no lo dañaría mucho pero le daría tiempo para salir disparado por el agujero que había sobre la cabeza de Genghistroll y que llevaba al exterior.

Visor saltó de nuevo hacia él con el garrote en alto, pero Crow anticipó el movimiento y se propulsó a por él, embistiéndole en el pecho y estampándolo violentamente contra el muro de piedra que tenía detrás. Eso sí le dolió a Visor, quien se quedó sin respiración y soltó su arma. Sin darle tiempo a recuperarse Crow lo arrojó hacia el silo donde Genghistroll reposaba, cayendo en picado hacia abajo. No se detuvo siquiera a mirar si había muerto, si Visor había dicho la verdad tenía que rescatar a los supervivientes del accidente. Salió volando de la cueva hacia el exterior y se encontró entre las ruinas de Melodysoft, deprimentes y polvorientas. La explosión que había provocado en el hangar de naves troll había hecho saltar las alarmas y las tropas estaban movilizándose. Cientos de pequeñas naves surcaban los cielos mientras la barrera se desactivaba. En lo alto, estática, la nave principal troll abría miles de compartimentos en sus laterales para que las naves más pequeñas entrasen. No tenía mucho tiempo, así que Crow voló hacia los restos del Hermenegildo, desiertos, y empezó a explorar por lo poco que quedaba del aparato. Llegaba demasiado tarde, si había habido supervivientes los trolls ya los habrían llevado a la nave para llevarlos hasta Resh City. Si existía una pequeña oportunidad de que alguien siguiese con vida tenía que jugársela.

De pronto, la voz de Visor resonó desde la nave:

- ¡HAY UN MODERADOR SUELTO EN EL EXTERIOR, ACABAD CON ÉL, TRAEDME SU CABEZA!

Las naves que se dirigían hacia la nave troll principal cambiaron de rumbo. Se lanzaron en picado hacia los restos del Hermenegildo, directos hacia Crow, quien no tenía opción aparte de contraatacar. Activó los propulsores al máximo y comenzó a ascender, esquivando los disparos que empezaban a llegar con ágiles piruetas aéreas. Pasó rozando la primera nave troll que intentó llevárselo por delante y la voló por los aires con un misil, después activó un pequeño compartimento que había sobre su hombro derecho del que salieron decenas de pequeños proyectiles que hicieron estallar varias naves que tenía a su alrededor, aunque esa acción le costó dos tiros que recibió en la espalda. Eran demasiados trolls para él, aún estaba demasiado lejos de la nave principal y había no menos de quinientos enemigos entre ella y él. “Es el fin” pensó Crow, la armadura no resistiría una ofensiva tan titánica y aunque lo hiciese no tenía armamento suficiente; aún así no iba a caer sin luchar, eso lo tenía claro. Esquivó otra nave que intentó arrollarlo y voló varias más con los repulsores. Los disparos le silbaban en los oídos y le rozaban continuamente, muchas veces incluso provocaba que un troll volase por los aires a otro al cambiar repentinamente de trayectoria cuando disparaban. Desde el suelo, Visor contemplaba furioso cómo sus fuerzas luchaban contra el moderador. La caída no lo había matado, ni mucho menos, pero le había fisurado parte de la armadura y un hilillo de sangre caía por la mejilla ahora visible al romperse parte del casco. Se limpió un poco la sangre y contactó con la aeronave:

- Iniciad la marcha hacia Resh, yo me encargo de ese maldito cerdo.

Bajó al silo y accionó un panel que permitía activar a Genghistroll.

- El amanecer del troll empieza ahora-. Dijo Visor para sí mismo mientras el cuerpo de Genghistroll empezaba a recibir energía.

Crow mientras tanto seguía esquivando disparos e intentando plantar cara a la cantidad exorbitante de enemigos que iban tras él, cuantos más derribaba más aparecían y todo apuntaba a que la cosa no iba a cambiar. Entonces oyó cómo alguien trataba de contactar con él, tras lo que contestó la llamada.

- ¿Crow?-. Preguntó una voz que en un principio no pudo reconocer.

- Estoy un poco ocupado, ¿quién es?-. Contestó Crow intentando no perder la concentración en la batalla.

- ¿Qué cojones ha pasado?-. Dijo otra voz que sí reconoció al instante.- ¿Dónde está todo el mundo?

Crow buscó a su alrededor instintivamente y vio una pequeña nave de reconocimiento de Resh aparecer por el borde del cráter en el que Melodysoft se encontraba. Muchos trolls desviaron su atención de Crow y se dirigieron hacia el nuevo intruso. Crow gritó:

- ¡Márchense de aquí, hay demasiados!

Mataformigues esquivó con una maniobra rápida un disparo que iba directo hacia la cabina del aparato e inició una retirada. Ill abrió las compuertas traseras y le hizo una señal a Nightmare Hunter para que lo cubriera. Tras eso saltó fuera de la nave, cayendo en picado entre las naves trolls que se elevaban hacia él. Arrojó el martillo con fuerza con efecto y éste describió un semicírculo en el aire, destrozando unas cuantas naves que estaban a la misma altura antes de volver a las manos de su portador. Dio volteretas acurrucado como si fuera una bala de cañón para evitar algunos disparos que le quemaron algunos pelos al pasarle rozando por la cabeza y utilizó el cipote extensible para aferrarse a una nave que le pasó cerca, derribando a su piloto. Crow esquivó un par de embestidas más, pero fue atrapado por un troll que portaba un látigo como el que había destrozado a Caleb. El látigo con púas rodeó el pecho del moderador y lo perforó, destrozándolo más todavía, tanto que Crow podía notar cómo las púas le rasgaban la ropa cual troll pajero al que dejan mal ante todo el mundo y le hacían sangrar al rasgarse su piel. El troll (no el pajero, el que iba sobre la nave) lo zarandeó en el aire como un pelele hasta que Crow, dolorido, dio potencia a sus propulsores y salió disparado con el troll tras él, agarrado al látigo, aunque no tardó mucho en soltarse al dar Crow un viraje brusco para partirse en dos al chocarse contra otra nave que también se fue a tomar por saco. Nightmare Hunter disparaba desde su helitransporte mientras Mataformigues intentaba esquivar la ofensiva troll, aunque con la cantidad de disparos, golpes y muñecos de Woody pervertido armado con sendos dildos púrpuras que la nave estaba recibiendo era un milagro que siguieran en el aire. De pronto, las naves trolls detuvieron su ofensiva, elevándose para alejarse de Mataformigues y Nightmare, cuya nave humeaba y estaba bastante magullada, y de Crow, que se había detenido extrañado levitando en el aire; no había rastro de Ill. Un estruendo ensordecedor resonó de pronto, haciendo temblar incluso a los moderadores, y las ruinas de Melodysoft empezaron a abrirse de par en par. El hueco que se estaba formando engulló los restos del Hermenegildo y muchos edificios en ruinas, cayendo a un abismo del cual, poco a poco, empezó a surgir una figura colosal. Un brazo gris se apoyó en el borde derecho del hueco mientras otro hacía lo mismo en el borde izquierdo, y tras darse impulso una cabeza deforme, con gestos toscos, dientes de sierra irregulares y, en definitiva, más feo que la chucha, Genghistroll había despertado.
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll - Inicio del acto III

Mensaje por Eder » 03 Oct 2012 00:35

¿DÓNDE ESTÁ EL NUEVO CAPÍTULO?
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll - Inicio del acto III

Mensaje por Ill » 03 Oct 2012 05:01

ACTO III - PARTE II


Ninguno de los moderadores supo reaccionar. El megatroll empezó a salir de su madriguera, agrietando el suelo bajo su peso. Era tan alto que tanto Crow como el helitransporte con los mods de Resident Evil, que estaban a bastante altura, apenas le llegaban a la altura del pecho y eran como mucho del tamaño de uno de los dedos de sus manazas. Los trolls más pequeños aullaron excitados, confiados en que su hermano mayor aplastaría a los sucios moderadores que seguían en pie, ensordeciendo a estos. Genghistroll gritó entonces, levantando el polvo del suelo, haciendo temblar las montañas y haciendo que tanto Crow como la nave pilotada por Mataformigues saliesen disparados para atrás, perdiendo el control y dando tumbos por el aire. Era tan grande que, si quería, le bastaba con estirar el brazo para atrapar a ambos objetivos y aplastarlos contra su otra mano, pero no lo hizo, sólo los contempló. Por uno de los hombros del troll, grandes como un campo de fútbol, apareció la diminuta figura de Visor, armado con su garrote y sin casco de troll, dejando ver su cara, demacrada y huesuda, pero llena de júbilo ante la victoria inminente. Visor habló, resonando de nuevo su voz desde la nave gigante como si estuviese conectado a ella:


- ¡Contemplad, mis queridos moderadores, el artífice de la destrucción de Resh City!-. Alzó su puño con furia.- ¡Y de vuestra muerte!

Empuño su garrote hacia delante, entonces Genghistroll movió el brazo hacia adelante para atrapar a Crow, quien no tuvo tiempo para reaccionar para apartarse. Los dedos de Genghistroll estaban a punto de rozar al cuervito cuando el banhammer apareció de la nada y golpeó la mano con mucha fuerza, desviándola de su trayectoria. Ill caía en picado tras el martillo, con un par de heridas visibles tras la refriega contra las naves troll pero aún en pie. Genghistroll levantó la vista y, a juzgar por cómo frunció el ceño y gruñió enseñando los dientes reconocía al moderador que iba directo a por Visor mientras el banhammer regresaba a sus manos. Crow aprovechó para disparar un par de los pocos misiles que le quedaban en el traje a la cabeza del coloso mientras éste intentaba rechazar a Ill de un manotazo como ya hiciera una vez. Genghistroll no los vio venir al estar totalmente concentrado en destrozar al verguero más vergático del foro y se los comió de lleno, gruñendo de dolor y cerrando los ojos. Ill aprovechó para caer sobre su mano y deslizarse por su brazo, que estaba en diagonal, directo hacia el hombro donde Visor esperaba furioso. Las naves troll reanudaron su ofensiva, pues el tan supuestamente invencible Genghistroll empezaba a tener problemas contra solamente dos moderadores. Mataformigues se interpuso entre las naves que quedaban en el aire, unas cien aproximadamente (por cuestiones argumentales de pronto hay tan pocas, me da pereza escribir diez páginas iguales de tira y afloja entre los buenos y los malos, total sabemos que los buenos van a ganar. Coño, es un fic escrito por puro aburrimiento, mal desarrollado, con demasiados personajes de importancia irregular, trama absurda, ripeando vilmente a Los Vengadores (aunque a decir verdad el primer fic ya era así y aún no se había ni anunciado oficialmente esa película), repleto de tópicos, soluciones milagrosas y convenientes, paridas sin sentido, con capítulos demasiado largos, sin suspense alguno y ni siquiera tiene comentarios, me puedo permitir alguna tontería como ésta de vez en cuando. ¿Gusta? Cojonudo. ¿No gusta? Ajo y agua, haced vosotros vuestro propio fic y llorad cuando nadie lo lea porque es un ñordo infecto y pustuloso como éste. En fin, lo que digo siempre, penes para todos y un poco de spam al año no hace daño) para cubrir a sus compañeros aunque fuese durante unos momentos.

- ¿Estás loco?-. Le gritó Nightmare Hunter.- La nave está destrozada, ¡van a derribarnos!

- ¡Tú dispara, yo me encargo del resto!-. Le respondió Mataformigues internándose entre las múltiples naves enemigas que iban y venían entre ellos.- ¡Crow!-. Dijo por su intercomunicador.

- ¡Dime!-. Contestó Crow varios cientos de metros más abajo, disparando con los repulsores a las rodillas de Genghistroll para intentar derribarlo.

- ¡Hay que liberar al resto del equipo y derribar esa nave, y tú eres el único que puede hacerlo!-. Le dijo Mataformigues.- ¡Ve, nosotros te cubrimos!

Crow echó un rápido vistazo a su alrededor: Genghistroll estaba centrado en sacudirse de encima a Ill, que luchaba a martillazo limpio contra Visor, quien se defendía a garrotazos, a lo largo de la parte superior del megatroll. Mataformigues y Nightmare Hunter se defendían como podían de las naves, destruyendo algunas Nightmare a tiros desde la parte trasera del helitransporte. El mexicano reanudó entonces su cometido principal, rescatar a sus compañeros de la nave gigante troll antes de que fuera demasiado tarde. Activó los propulsores a máxima potencia y ascendió como una bala, derribando a varios enemigos por el camino para facilitar las cosas a sus compañeros. La nave de asalto principal preparó sus cañones, apuntando al cuervito lindo, y entonces disparó. Los proyectiles, similares a descargas eléctricas potentísimas, las mismas que habían destrozado edificios en Resh, impactaron de lleno en el joven moderador, que notaba la energía recorriendo su cuerpo y, en un principio, dejándolo paralizado. Pero entonces sintió cómo la armadura recuperaba energía poco a poco, absorbiendo los rayos y usándolos para potenciarse. El ascenso del moderador se acentuó, y aprovechó ese instante, ya a escasos metros del aparato, para disparar con ambos repulsores contra el casco tosco y arcaico de éste. El disparo fue tan fuerte que lanzó a Crow de nuevo hacia abajo dando vueltas sobre sí mismo, pero también fue lo suficientemente potente como para perforar la nave.

Cientos de metros más abajo, Ill seguía entablado en combate con Visor a lomos de Genghistroll, intercambiando golpes con el líder troll mientras escapaba del agarre del horrendo ser sobre el que se encontraba.

- Desde luego te has superado con este bicho, he de admitirlo-. Chanceó Ill tras golpear brutalmente a Visor, quien detuvo el ataque de un garrotazo y retrocedió hasta casi llegar al escaso cuello de Genghistroll. Justo sobre sus cabezas caían los trozos de casco que Crow había destrozado, directos hacia ellos. Ill levantó la vista al verlos venir de reojo, lo que le dio la oportunidad a Visor de golpearlo en el pecho con el garrote, lanzándolo directamente a las manos de Genghistroll, quien lo atrapó en el aire y se dispuso a aplastarlo de un apretón. Mataformigues no podía ayudarlo, estaba demasiado ocupado esquivando por enésima vez otra oleada de disparos, aunque algunos de ellos dieron en el blanco y el helitransporte empezaba a perder altura. Nightmare Hunter estuvo a punto de caer al empezar la nave a ponerse de lado, pero en el último se aferró a una barra que había en la parte trasera del compartimento de pasajeros perdiendo su arma, que cayó hacia las ruinas. Genghistroll aplastaba a Ill, quien apenas podía resistir usando todas sus fuerzas. Notaba cómo sus huesos empezaban a resentirse, no aguantaría mucho más. Los trozos del casco de la nave troll cayeron de lleno sobre Genghistroll, hecho que provocó que éste soltase a Ill, quien aliviado extendió el cipote y se aferró al taparrabos que el megatroll llevaba puesto para taparse las vergüenzas, aunque el peso del moderador tiró de él y dejó a la vista una polla descomunal y un escroto enorme y peludo, cosa que hizo que hasta al propio Ill le brillasen los ojos con emoción. Tras admirar el cipote troll durante unos instantes agarró al vuelo el taparrabos desprendido y lo utilizó como paracaídas improvisado para frenar su caída mientras Genghistroll caía de rodillas al suelo, aturdido, y levantaba una cortina de polvo y arena que empezó a enturbiar el aire y a dificultar la visión, lo que le vino de perlas a Mataformigues, que hizo descender el helitransporte para evitar ser derribado e impedir que Nightmare Hunter saliese despedido de éste.

Crow, mientras tanto, había entrado en la nave troll por la brecha que había provocado y se estaba abriendo paso por sus laberínticos pasillos repletos de recovecos por la fuerza. Tardó un buen rato en darse cuenta de que estaba andando en círculos, lo que facilitaba bastante la tarea de frenarlo a sus enemigos. Sin embargo, tras liquidar a varios a tiros un superviviente huyó por un corredor poco visible. El instinto le dijo a Crow que debía seguirlo, y eso hizo, hasta que llegó a lo que parecía ser la sala de mando de la nave, llena hasta los topes de trolls que operaban los extraños y complejos mecanismos que mantenían el mastodóntico navío en el aire. Los trolls, mediante el mismo sistema que Visor usaba para comunicarse con la nave, avisaron a éste de que Crow estaba ahí, lo que enfureció aún más al líder troll. Se incorporó, arrojando su garrote con furia, y corrió hacia la oreja de Genghistroll, que estaba empezando a incorporarse.

- ¡Olvida al del martillo, destruye la nave!-. Le ordenó a la desesperada. Perdería una de sus mayores armas, la que le permitía atacar por sorpresa y con efectividad desde el aire, y a la gran mayoría de sus tropas, pero también acabaría con la vida de Crow y con las de los supervivientes del asalto al Hermenegildo, lo que sólo dejaría a dos moderadores de barrio y a uno al que le fascinaban sospechosamente los penes como defensa de una ciudad en la que su hombre seguía escondido, esperando órdenes.

Genghistroll alzó sus brazos en dirección a la nave, destrozando algunos transportes troll en el proceso, y la agarró por la parte delantera, destrozando el casco y hundiéndolo. La sala de mando, donde Crow seguía, fue arrancada de cuajo y con ella varios trolls. El mexicano activó los propulsores de la maltrecha armadura y evitó salir despedido al zarandear Genghistroll el aparato, pero aún así la situación estaba jodida para los supervivientes de Resh que estaban encerrados en algún lugar de la nave.

Ill, Nightmare Hunter y Mataformigues se habían reunido en tierra, alejándose a toda prisa de las cercanías de Genghistroll para evitar que los pedazos de la nave troll cayesen sobre ellos y los aplastasen.

- ¡Está destrozando la nave!-. Exclamó Nightmare Hunter jadeando.

- ¡Hay que detenerlo, aunque sea una nave enemiga hay gente ahí dentro!-. Contestó Mataformigues saltando por encima de un amasijo de hierros que antiguamente debía haber sido parte de un coche.

Ill se detuvo y se giró para encarar un cascote enorme que iba directo hacia él. Mataformigues y Nightmare Hunter le gritaron que se apartase, pero el moderador tan solo lanzó el martillo y lo destrozó con el impacto.

- ¡Buscad algún medio de transporte que funcione, no podéis hacer nada aquí!-. Ordenó mientras recogía el banhammer y desviaba otro cascote de un golpe.

- ¿Qué piensas hacer?-. Preguntó Mataformigues.

- Tengo un plan, no es lo más sensato del mundo pero es un plan-. Contestó el moderador.

Recordó la vez en la que el “antiguo” Genghistroll casi lo mata de un manotazo, siendo salvado por Rain en el último momento. Esa vez no sólo no estaba Rain para sacarle las castañas del fuego (es más, seguro que si por ella fuera ya le habría pateado el culo) sino que estaban las vidas de muchas personas en juego, tenía que acabar con la criatura cuanto antes. Ill analizó rápidamente los distintos puntos a los que podía atacar, pero ninguno parecía ser lo suficientemente vulnerable. De pronto, una idea apareció en su cabeza, sonrió y se dio impulso con el banhammer, directo hacia el pene de Genghistroll. Antes de chocar con el miembro del titán lanzó el martillo hacia la cabeza de éste (el glande no, la cabeza superior, la que algunos seres humanos usan para pensar) y con las manos libres se aferró al pellejo del pene, mordiéndolo con fuerza. El troll gruñó al mismo tiempo que el banhammer le golpeaba en la mandíbula, arráncandole varios dientes y haciéndolo inclinarse hacia atrás, lo que provocó que Visor cayese de sus hombros y se precipitase al vacío. Ill mordía el pene de Genghistroll y se agitaba con fuerza, arrancándole un pedazo de piel que escupió inmediatamente. Para su sorpresa, el miembro troll empezó a ponerse erecto, dándole una base sólida y estable sobre la que ponerse en pie.

- Así que te va el rollo sado, ¿eh?-. Comentó Ill escupiendo varias veces para eliminar cualquier rastro de pellejo en su boca.

Vio a Visor precipitarse contra el suelo, chillando como un castrati rasurándose los huevos con una motosierra. Podía dejarlo caer y que se aplastara contra el suelo, pero luego pensó en lo que Rain haría en su situación; muerto no podría darles información sobre más ejércitos trolls y demás polladas de enajenado mental. Lo atrapó con el cipote extensible y lo acercó hasta él, pero no lo soltó. Visor no se resistió de todos modos, ni siquiera lo miró. A cientos de metros de altura la nave troll, libre de la presa de Genghistroll, yacía doblada y con medio casco destrozado. Crow, extrañado por el repentino ataque de Genghistroll contra los suyos, había conseguido mantenerse dentro, pero los daños eran demasiado severos como para que el aparato se mantuviera mucho tiempo en el aire, tenía que encontrar a los supervivientes cuanto antes y salir de ahí. Levitando por los pasillos y aniquilando a algún que otro troll rezagado acabó encontrando un bloque de celdas en el sector sur de la nave, todas ocupadas por diversas personas, la mayoría heridas, algunos de gravedad.

- ¡Crow!-. Dijo Eder desde una de las celdas al verlo entrar. Tenía una herida bastante fea en una pierna y un impacto de metralla en un hombro, pero aún así sonreía de pie al ver a su compañero moderador. Dentro de la celda también estaban Spike, inconsciente, y Jota.
Apártense de las puertas, voy a sacarlos de ahí-. Dijo Crow cargando los repulsores, tras lo cual comenzó a volar por los aires las cerraduras de las celdas, dejando así libres a sus ocupantes.

Sorprendentemente el equipo de moderador al completo había sobrevivido, algunos más mal parados que otros, pero al menos podían mantenerse en pie (¡Sí, por una vez Rain no está al borde de la muerte!). Valentina corrió a los brazos de Jota, Drácula se arrancó la su destrozada capa, su abrigo y su sombrero (dejando a la vista su aspecto real, bastante tétrico e indescriptible para el hombre común), Rain se aseguraba de que Ele, quien llevaba un casco raro puesto, se encontraba bien, Anny sonreía aliviada y Nekro y Eder cargaban a Spike para salir de ahí.

- ¿Están todos bien?-. Preguntó Crow.

- Dentro de lo que cabe, sí-. Contestó Rain.- ¿Tú?

- Tuve mis problemas, pero ya ven, aquí estoy-. Dijo Crow.

- ¿Qué está pasando, cómo llegaste hasta nosotros?-. Preguntó Anny extrañada.

- Llegó ayuda, Mataformigues y Nightmare Hunter vinieron desde Resh-. Explicó Crow.- Ill vino con ellos.

Esperó que Rain dijese algo al respecto, pero en su lugar preguntó:

- ¿Qué hay de Visor?

- Tuve un enfrentamiento cara a cara con él, lo tenía todo planeado desde el principio, incluso nuestro contraataque-. Empezó a explicar Crow.- Convencido de que iba a matarme me dijo que en Resh City hay un topo, un traidor que cortó el suministro de energía de la ciudad y que probablemente hackeó los sistemas para evitar que desactivásemos la barrera de Melodysoft.

Casi todos se sorprendieron al oír semejante revelación, pero Crow aún no había terminado:

- Y eso no es todo, Visor consiguió despertar a Genghistroll, si no salimos de aquí pronto destrozará la nave con nosotros dentro.

- Entonces no tenemos tiempo que perder-. Dijo Rain decidida.- Pero necesitamos nuestras armas, nos las quitaron al capturarnos.

- ¿Dónde están?-. Preguntó Crow.

- En esa sala de ahí detrás-. Respondió Ele señalando una pesada puerta acorazada que había tras ellos.- Supongo que podrás abrirla.

- ¿Por qué no la abres tú usando tus poderes psíquicos?-. Preguntó Crow.- Es más, ¿por qué no escaparon usándolos?

- Los trolls me pusieron este casco especial, impide que pueda utilizarlos-. Contestó Ele.

- Permíteme entonces-. Dijo Crow. Agarró la parte posterior del casco, que tenía un cierre de seguridad, y lo arrancó con fuerza. El casco cayó al suelo con un ruido seco.- Ahora apártense.

El grupo se quitó de en medio, dejándole a Crow vía libre para disparar a la puerta acorazada. Antes de nada, escaneó el traje para ver el estado en el que se encontraba, lo que le permitió comprobar que si bien el rayo troll había cuadriplicado la potencia de la armadura en un principio estaba empezando a drenar la energía de ésta, quedando tan solo un poco menos del 50% para que la armadura quedase inoperativa. La nave entonces chirrió y, unos segundos después, empezó a desprenderse lo que quedaba de la parte delantera, desequilibrando el resto del aparato y a sus ocupantes. Casi todo el grupo cayó al suelo, rodando por el suelo del bloque de celdas, incluso Crow, quien había apagado los propulsores justo antes para no gastar más energía de la necesaria. La nave troll empezaba a iniciar su lenta pero imparable caída.

- ¡Crow, rápido!-. Gritó Rain intentando quitarse el culo del Meduso de la cara.

Crow activó de nuevo los propulsores y, con la nave casi completamente en posición vertical, disparó contra la puerta acorazada tras concentrar energía del traje, dejándolo a un 25%. La puerta salió despedida hacia arriba, pero con la inercia de la caída se precipitó sobre el grupo. Ele, aún débil, la frenó con un pequeño campo de fuerza, dándole tiempo a Crow para entrar en la habitación y recoger todo lo que encontrase allí. Mientras rebuscaba entre los montones de objetos que había ahí dentro (había muchos tesoros, entre ellos varias estatuillas de los Reshi de Oro) contactó con Mataformigues y Nightmare Hunter, que seguían en tierra.

- ¿Sigue el helitransporte operativo?-. Preguntó mientras sacaba de un montón de trastos la katana de Valentina.

- Está muy dañado, dudo que se ponga en marcha de nuevo-. Contestó Mataformigues desde el otro lado.

- Vas a tener que hacerlo, necesito una extracción-. Dijo Crow mientras recogía la rail gun de Anny.- Tengo supervivientes conmigo y no voy a poder sacarlos a todos de aquí yo solo, y menos todavía con Genghistroll ahí fuera.

- Ya, bueno, respecto a eso...

Mataformigues y Nightmare Hunter observaban a Ill, con Visor atrapado con el cipote extensible, sobre el pene aún erecto y sangrante de Genghistroll, que seguía aturdido por los golpes que sus cabezas habían recibido.


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Y en la siguiente actualización, ¡el final!
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll - Próximamente, el final

Mensaje por Ill » 10 Oct 2012 03:09

ACTO III - PARTE III
- ¿Me reciben?-. Preguntó Crow de nuevo.

- Sí, sí...-. Respondió Mataformigues.- Ahora mismo nos ponemos en marcha, aunque no prometo nada.

Mataformigues y Nightmare Hunter corrieron entre los escombros de Melodysoft, pasando por encima de los humeantes restos de las naves troll derribadas y de algunos de sus ocupantes, que yacían inertes, esparcidos por todas partes.



En la nave nodriza troll, que caía sin remedio, los supervivientes luchaban por mantenerse en pie.

- ¿No podemos dejarnos caer y ya está?-. Preguntó Nekro.

- Estamos a mucha altura, nos mataríamos-. Contestó Rain.

- ¿No hay cápsulas de escape ni nada?-. Preguntó Crow.

- Ahora que lo dices, creo que sí...-. Dijo Ele.- Sería muy extraño que un aparato de este calibre no tuviera.

- Pongámonos en marcha entonces, puede que Mataformigues no consiga hacer despegar su helitransporte-. Dijo Crow.

Luchando contra la inercia de la caída y caminando por lo que anteriormente eran las paredes de la nave el grupo recorrió los pasillos en busca de un hangar, encontrándolo a los pocos minutos no muy lejos del bloque de celdas. Dentro había unas cuantas naves, la mayoría volcadas o destrozadas, pero finalmente encontraron unas cuantas que podían utilizarse con un poco de suerte. Sin embargo, los controles para abrir la compuerta del hangar que daba al exterior no funcionaban.

- ¡Maldita sea!-. Exclamó Rain.- ¡Hay que abrir esa compuerta como sea!

Crow lo intentó, pero gastó fútilmente energía de su traje pues la compuerta apenas notó el impacto, era demasiado resistente para la escasa potencia de fuego con la que contaba. Además, la energía restante del traje se redujo a poco menos de un 15%.

- ¿Qué hacemos ahora?-. Preguntó Eder asustado.

- Tiene que haber un sistema auxiliar para abrir las compuertas en algún lugar-. Dijo Anny.

- Móntense en las naves, me encargaré de buscarlo-. Dijo Crow.- Y no me esperen, tengo una idea para librarnos de Genghistroll.

Activó los propulsores y, movido por la intuición, planeó por la nave hasta encontrar lo que parecía ser el puente de mando, abandonado y sin señal alguna de trolls. Examinó todos los paneles que seguían operativos hasta que se topó con el sistema de apertura del hangar en el que se encontraban los demás, dejándoles la vía libre al resto. Las naves despegaron y salieron al exterior, encontrándose con el desolador paisaje de Melodysoft destruida y Genghistroll, de rodillas, bajo ellos. Mataformigues y Nightmare Hunter desistieron en su intento de reactivar el helitransporte y salieron de nuevo al exterior al ver las naves salir. Crow les habló por el comunicador:

- No se preocupen, las naves que están descendiendo ahora son de los nuestros.

Ill también miró cómo los demás escapaban de la nave troll, quitándole la vista de encima a Visor. Éste llevaba ya un rato cortando el cipote extensible con un pequeño cuchillo que llevaba escondido, rompiéndolo y quedando libre. Ill no tuvo tiempo de reaccionar antes de recibir una embestida que lo tiró del pene de Genghistroll.

Visor lo vio caer y después trepó con una velocidad cegadora hasta los hombros de Genghistroll, hablándole directamente al oído. El megatroll se espabiló de pronto, poniéndose en pie casi aplastando a Ill.

- Oh, mierda...-. Murmuró Eder al ver al titánico monstruo encarándolos y preparándose para cargar su ataque.

Entonces, desde la nave nodriza troll, los cañones de rayos se activaron y atacaron a Genghistroll, que gritó de dolor y se agitó mientras toda esa energía recorría su cuerpo y lo freía por dentro.

- Así que eso es lo que quería hacer Crow, aprende rápido el chico-. Comentó Ele.

Pero pronto descubrirían que los cañones de la nave troll no serían suficiente, ya que Genghistroll avanzó hacia ellos y propinó un puñetazo demoledor a la nave, partiéndola en dos y explotando en pedazos. Todos miraron boquiabiertos cómo los restos del aparato caían esparcidos por todas partes, golpeando a Genghistroll y a algunas de las naves de huida.

- ¡Agárrense fuerte!-. Exclamó Rain intentando retomar el control de su nave, en la que iban también Ele, Jota y Valentina, pero el impacto había sido demasiado fuerte y descendían sin control hasta que finalmente se estrellaron. La nave de Eder, Nekro, Spike, Drácula y Anny consiguió mantenerse en el aire y corrió tras la de Rain para auxiliar a sus compañeros.

Visor contemplaba con sadismo en sus ojos la explosión de la nave troll, sonriendo. ¡Al fin se había librado del moderador de la armadura!

Ill, Mataformigues y Nightmare Hunter corrieron al lugar donde habían aterrizado los demás, reuniéndose todos definitivamente. Por fortuna nadie se había matado, y al salir de la nave con alguna que otra magulladura Rain miró a Ill, haciendo que esté retrocediese y apartase la mirada. Mataformigues intentó contactar con Crow, pero no recibía respuesta.

- ¿Nada?-. Preguntó Nightmare Hunter.

Mataformigues se puso blanco y negó con la cabeza, tras lo que se acercó a la administradora.

- Creo que les ordené quedarse en la ciudad y vigilar al cautivo-. Criticó la Gefa de mala onda.- Pero dadas las circunstancias me alegro de que no me hayan hecho caso.

- ¿Qué hacemos ahora?-. Preguntó Anny.

- Visor está en lo alto de Genghistroll-. Dijo Ill.- Hay que acabar con ambos y poner fin a esto.

- En solitario no conseguiremos nada, tenemos que luchar juntos por una vez-. Dijo Rain.- Unamos fuerzas y actuemos como un equipo.

Todos asintieron.

- Ill-. Empezó a ordenar Rain.- Tienes que derribar a Visor y alejarlo de Genghistroll, por separado será más fácil acabar con ellos, Ele te lanzará contra él, intenta no fallar. Valentina y Jota, ustedes encárguense de debilitar las piernas de Genghistroll y hacerlo caer de rodillas, luego que Anny, Drácula, Mataformigues, Nightmare Hunter, Eder, Nekro y mi bro (Spike ya se había recuperado y estaba más o menos consciente) suelten toda su artillería contra él, a ser posible en puntos débiles como el cuello o los ojos, hay que impedir que pueda contraatacar y dejarlo a nuestra merced. Luego Ele y yo iremos a por su cabeza, tengo que recuperar lo que me pertenece.

El grupo asintió de nuevo, aceptando sus roles.

- Una vez Genghistroll haya caído nos centraremos en Visor, así que Ill no la cagues y no lo dejes escapar.

- No te defraudaré esta vez Gefa-. Contestó el joven moderador.

- Perdimos a mucha gente por culpa de Visor, incluido Crow, no dejen que sus muertes hayan sido en vano.

Mientras terminaba de hablar, Genghistroll se giró y los encontró a todos congregados ante él.

- ¡Ha llegado la hora!-. Gritó Visor desde el hombro de Genghistroll.- ¡Creéis que habéis ganado, que mi plan no se ha cumplido, pero os equivocáis!

Se desplazó un poco a la derecha y volvió a hablar:

- ¡Ni con todas vuestras súper armas podéis acabar con nosotros, os aplastaremos como a cucarachas...!

- Ya he oído suficiente-. Dijo Ill agarrando con fuerza el banhammer.- Ele, cuando quieras.

Ele empezó a concentrar energía, Ill notó cómo sus pies se despegaban del suelo.

- No seas puto y dale bien fuerte-. Comentó Eder.

Ill sonrió y entonces Ele liberó toda la energía, arrojando a Ill tan fuerte que éste rompió la barrera del sonido y llegó en pocos segundos hasta Visor, que estaba tan inmerso en su discurso típico de villano putazo de cómic (o de Wesker de Resident Evil 5) que no lo vio venir y el mod se lo llevó por delante golpeándole en la cara con el banhammer. Ambos salieron disparados hacia el suelo, usando Ill a su enemigo de “colchoneta” para no hacerse daño al aterrizar. Jota, gracias a sus habilidades de ninja, apareció de la nada junto a la pierna derecha de Genghistroll y le hizo un par de tajos profundos y enormes, debilitando al troll y haciéndole hincar la rodilla. Valentina hizo lo propio con la otra pierna, dejando al troll con las piernas inutilizadas, de rodillas y rugiendo de dolor y furia. Intentó aplastar a ambos kataneros, pero estos lo esquivaron grácilmente y dejaron paso al escuadrón de artillería, que disparó sin reparos contra el cuerpo y la cabeza del megatroll. Anny y Drácula le destrozaron el pecho combinando el fuego de la rail gun y del revólver personalizado del último, mientras que el equipo de contención disparó a la cara del mastodonte, que intentó cubrirse con las manos. Demasiado centrado en bloquear la mayoría de los disparos e intentar atrapar ciegamente a sus atacantes, Genghistroll no vio venir a Rain y a Ele, quienes atacando conjuntamente le destrozaron la mandíbula antes de ser golpeadas al agitar el megatroll los brazos como un loco. Aún teniendo las piernas heridas se puso en pie, y también empezó a curar la heridas de bala y la mandíbula rota.

- ¿Pero qué...?

Genghistroll trató de aplastar a un pisotón al grupo de tiradores, que se dispersó entre las ruinas para esconderse del troll y cobijarse. Ill, que tenía a Visor inmovilizado completamente tras haberle colocado el banhammer encima, contemplaba la escena a lo lejos. Visor rió con dificultad:

- ¿Ves ahora por qué es imposible que ganéis? ¡El troll es invencible, por mucho daño que le hagáis se regenerará y se hará más fuerte!

Por desgracia tenía razón. Genghistroll alzó ambos brazos en el aire y golpeó con rabia el suelo intentando atrapar a Valentina, partiendo la tierra en dos y provocando una onda sísmica que casi derriba a Ill. El equipo estaba más ocupado esquivando una muerte segura que en atacar al megatroll desbocado.

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- Tiene que haber alguna forma de detenerlo-. Dijo Ill.- ¡Dímelo!-. Exclamó mientras pateaba a Visor en la cara. Éste tan solo siguió riendo, escupiendo sangre a los pies del moderador.

Valentina se deslizó por debajo de un montón de hierros doblados para esquivar una barrida del troll mientras Eder, Spike y Nekro disparaban desde atrás para que la moderadora pudiera escapar. Genghistroll se giró para atacarlos a ellos, pero Jota apareció de la nada, le rajó la mejilla derecha y desvió la atención hacia él. El mod ninja saltó acrobáticamente por los escombros que había en su camino mientras Genghistroll intentaba aplastarlo, provocando boquetes del tamaño de sondas espaciales allá donde golpeaba. Ele corría tras el troll, concentrando energía para intentar inmovilizarlo, pero si apenas había podido mantener el Hermenegildo a flote poco puedo hacer para frenar a su adversario, que arrastró a Ele y a su campo de fuerza durante varios metros antes de ésta lo dejase marchar al ver que era demasiado para ella.

- ¡Es inútil!-. Gritó Nekro.- ¡No podemos con él!

- Haz algo en tu miserable vida y dime como detenerlo-. Siguió amenazando Ill a Visor.

- ¿Para qué?-. Preguntó éste irónicamente.- Vas a matarme igualmente.

- Como si no lo merecieras, después de toda la muerte y destrucción que has causado.

- Si mal no recuerdo mi informante en Resh me contó algo acerca de un moderador que atacó a civiles inocentes e incluso a compañeros suyos, ¿crees que no mereces un castigo tú también por eso?

- ¿Un informante?-. Preguntó Ill antes de reaccionar a lo que dijo Visor.- ¡No te atrevas a compararme contigo!

- Mis tropas posteaban penes por todo, ¿no haces tú eso a menudo?

- ¡Cállate!

- Vas de héroe y no eres más que un troll, como yo, sólo que parece que aún no te has dado cuenta, ¡únete a mí y acabemos con tus compañeros, conviértete en aquéllo para lo que naciste!

Ill lo miró fijamente durante unos instantes antes de contestar:

- Ni en un millón de años, estoy dispuesto a recibir el castigo que me merezco al volver.

- ¿Al volver?-. Preguntó Visor.- ¿Tan seguro estás de que vas a regresar a casa?

Eder se quedó sin munición, al igual que Drácula y Nekro. El Meduso, Mataformigues, Nightmare Hunter y Anny eran los únicos que todavía tenían balas, pero tampoco durarían mucho. Las heridas de Genghistroll seguían regenerándose y cada vez tenía más fuerza, haciendo temblar el suelo como si fuera un terremoto con simplemente dar un paso. Rain rodó para esquivar un pedrusco que el megatroll había arrojado y se reunió con Jota, que estaba escondido tras un montón de escombros.

- ¡Es inútil, no le hacemos nada!-. Se quejó el ninja mientras limpiaba sus espadas de sangre.

- Tiene que haber algo que podamos hacer, examinémoslo bien antes de seguir atacando.

Justo al terminar de hablar Eder pasó zumbando por encima de sus cabezas, pero antes de que se destrozase contra un muro que todavía seguía en pie Ele apareció y lo detuvo con un campo de fuerza. Aún así Eder había sufrido un golpe bastante fuerte y le dolía mucho el pecho, señal de que probablemente tuviese rotas varias costillas.

- Podrías convertirte en mi mano derecha-. Dijo Visor a Ill.- Tan solo tienes que quitarme esta cosa de encima y ayudarme a aplastarlos a todos.

Ill se quedó pensativo durante unos instantes.

- ¡Ya sé!-. Gritó de pronto.

Sin decir nada salió corriendo hacia sus compañeros, dejando a Visor maldiciendo y forcejeando inútilmente para quitarse el banhammer de encima. La primera persona con la que se topó fue con Valentina.

- ¿Qué haces aquí, no tendrías que estar vigilando a Visor?-. Le preguntó extrañada al verlo.

- Creo que sé cómo podemos dañar a Genghistroll sin que se regenere-. Contestó Ill rápidamente, sin aliento.

- ¿Qué dices?

- ¡Su pene, lo llevaba cubierto hasta que le arranqué el taparrabos y cuando ataqué ahí casi lo tumbo (por motivos obvios prefirió omitir el hecho de que le había mordido el cipote a un troll).

- Entonces quieres decir que...

- ¡Hay que cortarle la verga, así no podrá regenerarse más y podremos acabar con él!

- Déjamelo a mí entonces.

Valentina sacudió su katana y echó a correr en dirección a Genghistroll, que había atrapado a Spike, quien gritaba “¡METAL!” mientras le vaciaba su último cargador en la cara al megatroll. Subió hasta el punto más alto y más cercano que encontró y se lanzó directa a por el miembro viril del monstruo, cercenándolo de una estocada y provocando una marea de sangre al más puro estilo película gore japonesa. Genghistroll gritó con todas sus fuerzas, haciendo retumbar toda Melodysoft y ensordeciendo a todos, incluso a Spike que, tras la amputación del pene, quedó libre, cayendo. Valentina aterrizó de rodillas, con la katana goteando sangre al más puro estilo badass de anime, tanto que no vio aparecer con dificultad, de entre un montón de escombros, un pequeño troll que todavía seguía vivo y se disponía a disparar a la moderadora por la espalda. Sin embargo no tuvo oportunidad de hacerlo pues Spike cayó de lleno sobre él, aplastándolo con sus noventa kilos de chingadera rara nivel pro y de grasa mexicana.

La teoría de Ill demostró ser cierta cuando Anny disparó su rail gun directa a la cabeza de Genghistroll y la herida que el disparo provocó no se regeneró, dejando media cara del troll quemada y sangrante.

- ¡Es el momento, al ataque!-. Gritó Rain.

Jota y Valentina volvieron a hacerlo caer de rodillas tras cebarse con sus piernas mientras los que aún tenían munición vaciaban sus últimos cargadores al mismo tiempo que Ele lo inmovilizaba con un campo de fuerza al no oponer el troll resistencia. Estaba malherido, pero aún seguía vivo y apartó, con esfuerzo, a los espadachines de un manotazo.

- ¡No tengo munición!-. Gritó Anny retrocediendo. Poco después la siguieron el resto de sus compañeros.

- ¿Qué hacemos ahora?-. Preguntó Spike.- Podría intentar aplastarlo, pero necesitaría que algo me subiera hasta ahí arriba.

- Aún tenemos una nave de transporte funcional-. Le recordó Nekro.- Pero no sé yo si sobrevivirías a un impacto así.

- Habrá que arriesgarse-. Dijo Spike.

- Espera-. Los interrumpió Anny.- ¡Miren!



Una figura surgió de entre lo poco que quedaba de la nave, elevándose en el aire.

- No puede ser...-. Musitó Rain, sorprendida.

Crow, con la armadura cayéndose casi literalmente a pedazos, había sobrevivido a la explosión de la nave principal troll y volaba con más pena que gloria hacia Genghistroll. Estaba al borde del desmayo, pero se paró ante el troll y se quedó levitando en el aire. Genghistroll lo reconoció e intentó atraparlo, pero el campo de energía de Ele se lo impidió y se quedó de rodillas, respirando con dificultad y abatido. La armadura empezó a acumular la poca energía que le quedaba, iluminando el firmamento con una luz cegadora, y entonces abrió fuego. El disparo de energía concentrado destrozó completamente la parte superior de Genghistroll, quedando solamente de la cintura para abajo, humeante y sangrando a chorros.

Algunos chillaron de la emoción y de la sorpresa, otro chillaron al ver cómo la armadura de Crow perdía toda la energía y caía directa al suelo, estrellándose de nuevo. Todos corrieron hacia el lugar del impacto, encontrando a Crow hundido entre un montón de cascotes, inerte. Le faltaban varias piezas de la armadura, dejando a la vista el magullado cuerpo del mexicano, con la ropa desgarrada, quemada, mientras que tenía varios cortes y quemaduras en la piel. Jota se agachó y le retiró el casco (o lo que quedaba de él), dejando su rostro a la vista. Estaba hecho pura mierda, pero pudieron ver que respiraba, estaba inconsciente pero seguía vivo. Lo cargaron entre unos cuantos y se dirigieron al punto donde Ill, con Visor aún atrapado bajo el banhammer, esperaba. Los nueve moderadores y los tres miembros del equipo de contención supervivientes rodearon al artífice de todo aquel desastre, cuya expresión dejaba ver que estaba claramente asustado y desvalido.

- ¿Tregua?-. Fue lo único que consiguió decir con un hilillo de voz.

Ill recogió el banhammer y Visor se puso en pie temblando. Todos lo miraban con odio, asco y al mismo tiempo lástima.

- Esto...-. Empezó a decir Visor, pero Rain lo interrumpió.

- Ni se te ocurra decir nada.

Salió del círculo y se acercó a él, quedando sus narices a escasos centímetros. Visor, nervioso, sonrió, lo que provocó que Rain le propinase un cabezazo que le rompió la nariz. Visor retrocedió, tapándose la nariz sangrante con ambas manos, pero riendo todavía.

- Esto no ha acabado todavía, tengo más ases en la manga-. Dijo entre risas.- Todo esto no ha hecho más que comenzar.

- Sabemos que tienes un infiltrado en Resh-. Dijo Rain bruscamente.- Déjame decirte que vamos a buscarlo día y noche, removiendo tierra, mar y aire hasta encontrarlo. No quedará nada que haga que la gente te recuerde.

- No hay mayor ingenuo que el que cree tener la situación bajo control-. Respondió Visor.- El ejército troll de Melodysoft ha caído, pero nos hemos llevado a muchos con nosotros.

Rain apretó la mandíbula, Visor siguió hablando:

- Espero que disfrutéis de esta “victoria”, pues será la úl...

No llegó a terminar la frase, Rain le arrebató la katana a Valentina de las manos y se la clavó en el pecho a Visor, quien en sus últimos segundos de vida contempló con ojos de sorpresa a la administradora antes de caer muerto al suelo.

Nadie dijo nada, todos miraban al suelo. Jamás habían visto a Rain tan cabreada, parecía Beltrán cuando despedazo a Meyers por destrozar Melodysoft años atrás, todavía temblaba de la rabia contenida que tenía dentro. Ele se acercó a ella y la agarró por los hombros:

- Ya está, se acabó.


[center]---------------------[/center]

[center]ACTO III - EPÍLOGO[/center]
Tras regresar a casa con el helitransporte arreglado de forma chapucera con partes de naves troll que no estaban del todo destrozadas los supervivientes fueron recibidos con una mezcla de desolación y alegría. Muchos lloraron la pérdida de amigos y familiares, mientras que otros aplaudían anímicamente y con lágrimas de felicidad en los ojos la labor de los héroes de la ciudad. La gran mayoría necesitaba atención médica urgente, sobre todo Crow y Eder, así que se colapsó el ala médica del edificio de administración y tuvieron que ingresar a muchos en el Hospital General de Resh, donde todavía había heridos del ataque troll que había destrozado la ciudad anteriormente. Afortunadamente, los heridos mejoraron rápidamente y no hubo más pérdidas humanas, si bien hubo cuantiosas pérdidas materiales. Mucho equipamiento de la moderación había sido destruido, así como el proyecto más costoso de la historia de la ciudad, el Hermenegildo. En el fragor de la batalla también se perdieron artilugios como el gato lazer y la armadura de Cuervito Lindo, que quedó completamente destrozada, siendo imposible rearmarla de nuevo. La economía de la ciudad se resintió considerablemente debido a las pérdidas, pero con el tiempo acabó recuperándose. Lo que quedaba de Melodysoft fue borrado del mapa, destruido completamente para evitar más problemas, y se intensificaron más todavía las medidas de seguridad y se reconfiguraron los accesos a los paneles de moderación. Bajo la atenta mirada de Rain la ciudad resurgió de sus cenizas, reconstruyendo los desperfectos y compensando a los familiares de los caídos. Beltrán llegó de su viaje de negocios tres días después de acabar con la amenaza troll, cagándose en la puta al ver el pitote que se había vuelto a montar durante su ausencia. Por otra parte, el equipo de moderación empezó a investigar para encontrar al topo de Visor cuanto antes, trabajando día y noche.
En cuanto a los “héroes de Melodysoft”...

Rain y Ele, junto a Beltrán, se dedicaron a examinar todos los reportes, avisos y quejas de los ciudadanos para dar caza al traidor lo más pronto posible.

Eder, Nekro y Spike, junto a otros nuevos voluntarios como thenemesis y alex_wesker, crearon una patrulla ciudadana de vigilancia dirigida por Crow y por Anny.

Mataformigues y Nightmare Hunter tuvieron la oportunidad de ascender a moderadores globales, pero declinaron la oferta alegando que preferían dedicarse solamente a vigilar el distrito de Resident Evil, que ya habían tenido suficiente guerra por el momento.

Jota cumplió su promesa y se quedó en Resh City con Valentina. Ambos se mudaron juntos, lo que complicó bastante a Korvy la tarea de sacarle a la moderadora fotos en la ducha.

Drácula siguió patrullando las calles por su cuenta, acechando desde las azoteas con su aspecto intimidador y su fiel revólver. No había delincuente que se le escapara...

Ill recibió una advertencia en vez de una rebaja de VIT por agredir a ciudadanos inocentes a cambio de haber ayudado en la batalla de Melodysoft, pero el moderador prefirió entregar su placa, el banhammer y abandonar la ciudad durante un tiempo. Esa decisión apenó a sus compañeros, pero no hubo forma de convencerlo para quedarse y, tras una larga despedida, se fue.

Caleb se recuperó de sus heridas y se reincorporó a la formación mod.

Pelao siguió en el centro de rehabilitación, chupando del bote durante todo el tiempo que pudiese antes que de Rain lo mandase a la chucha de una patada.


---


Era de noche, ya había llegado el invierno y hacía un frío que pelaba igual que puta profesional. Nevaba, pero poco parecía importarle eso a una figura con gabardina que contemplaba el edificio de administración desde la plaza que había frente a la estructura iluminada como un árbol de navidad. La figura misteriosa tiritó, se acomodó la gabardina y dijo para sí mismo:

- Nos veremos pronto, amigos...

¿CONTINUARÁ?


En fin, espero que los pocos que han leído el fic lo hayan disfrutado y que estéis al tanto para la tercera y última parte de la trilogía de Resh Siege, que postearé en el futuro. Qué decir, ¡al fin he terminado un fic!

Besito en el culito, chao (L)
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Re: Resh Siege: Dawn of the Troll - ¡Fic acabado!

Mensaje por Eder » 16 Oct 2012 01:51

¡Un fic terminado en RESH, no puede ser, que alguien me pellizque en el ojete para asegurarme de que no estoy soñando!

Pues nada, gran fic que pasa junto al mío a la posteridad al ser los primeros acabados en mucho tiempo :3

A ver si los demás siguen el ejemplo!
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