Situación general.
Oculto:
La sala de reunión era muy amplia pero parecía muy estrecha con tanta gente en ella. Diecinueve sillas estaban situadas frente a un mapa holográmico en donde un hombre con el pecho marcado de condecoraciones recitaba las órdenes. El mapa mostraba una red de islas separadas por 20 kilómetros entre si.
Luego la imagen cambió a un hombre con expresión aterradora con una cruz en su rostro.
-Esto, es lo que denominamos, un cruzado. –dijo de pronto el hombre que estaba al frente. –Es algo nuevo y nunca antes visto. Desde lo que conocemos como el Virus T hasta el Uroboros, esto es mucho mas aterrador. –la imagen cambió nuevamente, mostrando a un cruzado golpeando a otro con un martillo. Ambos parecían disfrutar. –Son seres maniaco homicidas que sin remordimiento practican todo tipo de perversiones, también parecen mostrar una especie de masoquismo extremo, llegando a reírse a carcajadas mientras son mutilados. La infección se contagia a través de los fluidos corporales, casi siempre por mordiscos o prácticas sexuales. A estos infectados se les reconoce mediante una cicatriz en forma de cruz que les aparece en la cara. Creemos que el contagio es inmediato y no hay cura para ello. También quiero dejar bien en claro que un Cruzado conserva todos los conocimientos que tenían antes de la infección, por lo que muchos saben usar armas de fuego y llegan a mostrar atroces signos de inteligencia. Por eso es sumamente importante de que si un miembro llegase a ser contagiado… -hizo una pausa. –Se solicita una breve eliminación.
-¿Padecen autismo? ¿Alguna epilepsia psicomotora? –preguntó una mujer rubia entre los asientos.
-Doctora Eva, estos Cruzados no son enfermos mentales por problemas. Son así a causa de la infección. No se detendrán hasta causar el éxtasis en su cuerpo y éste puede ser algo peligroso. –la imagen cambió nuevamente pero ahora sólo se veía un perfil negro. –Ahora, este sujeto es el que buscamos. No tenemos fotografías pero se le conoce por el nombre de: “Bounty Okhota” que en ruso significa Cazar recompensas. –la imagen cambió nuevamente a una vista satelital de una isla. La densa vegetación era un círculo verde. –Esta isla de aquí llamada Sword era una sede de Umbrella que aún se mantenía intacta. Según los últimos reportes de nuestro contacto allí, fabricaban este nuevo virus pero estaba en etapa de desarrollo. –la imagen cambió a un ángulo mas cercana, mostrando una especie de fábrica manufacturera en la isla. –Allí se realizaban pruebas con humanos. La mayoría de ellos presos, vagabundos… gente con problemas mentales. El virus actúa de tal modo de volver realmente desquiciado y psicópata hasta a un sacerdote de iglesia. Imagínense cuando el virus fue inoculado a estas clases de personas… El sujeto Bounty se cree que tuvo que ver con la exposición del virus al resto de los empleados, generando un caos inimaginable en la isla. Obviamente perdimos contacto con nuestro espía al cabo de unas horas.
Los presentes guardaron silencio, el personal miraba y escuchaba atentamente. Alguno se acomodó en su asiento.
-Se cree que Bounty estaba a cargo de un puesto importante en la isla pero por razones que desconocemos ocasionó el caos. –una imagen satelital reveló la fotografía satelital de un barco navegando en el mar. Pero el barco tenía la forma de aquellos barcos piratas de 1665. –La zona de anclaje y de navegación en esas aguas es muy baja y sólo esto lo puede surcar. –señaló con el dedo el barco de madera. –Bounty navega en esta nave, vigilando la costa. De por si la costa del lado norte de la isla es muy peligrosa para desembarcar ya que allí se estima un numero creciente de cruzados y Bounty lo sabe; es por ello que sólo vigila la costa sur. La costa sur es fácil de abordar pero difícil de seguir adelante. Para llegar al otro lado hay que escalar un monte, unos ciento cincuenta metros. Pero está cubierto de una densa selva y calurosa, repleta de pantanos. Una vez de cara al monte el viento es incesante y tiene la fuerza de un huracán. –el mapa holográmico se apagó y la sala oscurecida se alumbró. –El objetivo es tomar una muestra del virus Cruzado y en lo posible capturar a Bounty. Lo primordial es el virus. Una vez en nuestras manos podremos destrozar esa condenada isla desde el mar. ¿Preguntas?
-Sólo una. –dijo uno de los hombres en primer fila. –Si no podemos ir en mar, ¿cómo iremos?
-En un barco pesado no se puede navegar. En botes tácticos sí. –dijo el oficial superior. –Se dividirán en dos unidades: Walsh comandará la primera e Ivanova la segunda. El grupo de Walsh, denominado Cairo, será conformado por: Eva, Morton, Kyle, Narrows, Becker, Risa, Jones, Baby Williams y Tomas Hiddleston. La segunda unidad al mando de Ivanova será Tyner, conformada por Scherer, Thorne, Brandsen, Lana, Stevens, Emili Hiddleston, Calipso Williams y Lain.
Los presentes se mostraron conformes y el jefe de unidad dio por terminada la sesión. Ambos grupos se dividieron para organizarse. El primero en ir a la acción sería el Cairo y el Tyner quedaría como refuerzo.
…
…
…
Se presentaron en cubierta ya preparados. Todos vestidos de la misma forma: pasamontañas y sobre el unos lentes de visión nocturna, portaban un uniforme negro con todos los aditamentos esenciales, gas pimienta, un arma enfundada en sus piernas derechas, además cinturón con al menos seis cargadores, también colgaba de un costado un enorme cuchillo de cacería, un reloj/brújula en la canilla de sus manos derechas, los guantes llevaban recortados las partes finales de los dedos, radio comunicador en la parte trasera del hombro izquierdo, arneses de seguridad para descenso a rapel o caída libre, en las manos portaban un rifle, m16; con aditamentos especiales de lanza-granadas y adornado especialmente con una mira telescópica y para rematar; unidad de mira láser de precisión.
-¿Estamos listos? –preguntó Shane Walsh mientras se preparaba para descender al bote táctico.
Bajo la atenta mirada de la segunda unidad, el grupo Cairo se acomodó en el bote y emprendieron la marcha hacia la isla. Estaban a un poco más de 10 kilómetros de la isla Sword y bajo la oscura noche el equipo se aproximaba.
Manipulando el motor del bote estaba Kyle, con el pasamontañas subido hasta la frente, sintiendo la brisa nocturna del mar. Mientras aceleraba se puso a ver como el resto de sus compañeros estaban acondicionándose. Por un lado, el jefe del equipo, Shane, estaba en la punta del bote charlando con Roxan Jones y Baby Williams. Esos tres tenían muchas historias vividas y se notaba el fuerte lazo de compañerismo. Por otra parte, cerca de él, el tal Charles Morton: estaba en silencio, con la automática entre sus manos, mirando a algún punto en el mar. Jessica Rise charlaba amenamente con la especialista de los cómputos, Carla Becker.
-Kyle. –dijo de pronto Shane, señalando a dirección de un pequeño islote. –Acércate y prepara para detenernos.
-Sí, señor. –dijo Kyle y viró el motor en dirección al islote. El plan original era detenerse una hora de reloj para evitar dar con la sonda de Bounty en su barco y luego volverían a rumbo.
Desembarcaron y avanzaron hasta los primeros arboles de la selva del pequeño islote. Allí Kyle comenzó a hacer una fogata para cubrir al grupo del frío.
Tomas Hiddleston contemplaba la hoguera un poco apartado del grupo. Eva se le acercó y se sentó a su lado.
-¿En qué piensas?
-En nada en particular. –contestó él.
-¿Te preocupa la isla?
-No. –Tomas sacudió la cabeza.
-Sé que murió tu hermana. –dijo ella. –Tú me lo dijiste no hace mucho. ¿Piensas que Shane y los otros tres tienen la culpa?
-Fueron la causa de que la mataran, seguro.
-¿Y eso no te enfurece?
-Sí.
Eva lo miró a la luz crepitante de la hoguera.
-Que tu rabia no ofusque tu juicio. –y la mujer se levantó.
-Mi juicio no esta ofuscado.
-No, ya lo veo.
Eva se marchó. Tomas se quedó mirando la hoguera un buen rato.
Alrededor de la fogata el grupo se mantuvo caliente un buen rato. Aún faltaban un par de minutos antes de volver a partir.
-Todos revisen su armamento. –sugirió el capitán Walsh. –No quiero encontrarme con un arma atascada en pleno revuelto. –bromeó.
Carla Becker desenfundó su arma, verificó dos veces el seguro y volvió a guardarla en la funda. Hizo lo mismo más de cuatro veces con la mirada pérdida.
Kyle se le acercó sigilosamente y se sentó a su lado.
-Tranquila. –la voz suave del hombre pareció suavizarla. –Si lo hacemos tanto se te terminara trabando. Ya la probaste, está bien. Ahora déjala.
-Sí, es que yo… -se acomodó las gafas. –Estoy un poco nerviosa.
-Como todos. –Kyle se apresuró a responder. –Todos lo estamos.
-Bien, ¡todos arriba! Es hora. En marcha. –Shane pateó arena en la hoguera y fueron nuevamente al bote.
El bote avanzó en el mar oscuro y notaron nublado sobre ellos, impidiéndoles ver mas allá de 100 metros. Pero para Kyle eso no era un reto.
Mientras manipulaba el motor del bote e ignoraba las charlas frívolas del resto de sus compañeros, entrecerró sus ojos para ver si su vista no le había engañado. Notó entonces una silueta acercándose a toda velocidad hacia donde estaban ellos.
-No quiero que suene chistoso pero… barco a la vista. –anunció mientras todos miraban en todas direcciones. –Viene desde nuestro frente. Y rápido.
-¿Podemos perderlo? –preguntó Shane. Estaba pálido.
-No lo creo. Ganan terreno cada dos segundos y es más rápido.
Mientras él hablaba, el barco soltó una salva de aviso hacia ellos. Los cañones todavía estaban demasiado lejos, así que los proyectiles se hundieron en las olas por el lado de babor, pero la advertencia era clara. Cien metros más y estarían a tiro.
-Mierda… esto parece los piratas del puto caribe -susurró Roxan.
-¿Combatiremos? –quiso saber Tomas.
-¿Combatir contra qué? –preguntó Shane.
Observaron sin remedio alguno como se acercaba el barco. El casco estaba enteramente pintado de negro, con bordes dorados, y se distinguía un escudo con una cruz.
-Podemos ofrecerles un buen espectáculo. –dijo Janicks. –Cuando nos aborden para hacernos prisioneros.
-No. –rechazó Shane.
En un navío de aquel tamaño, por lo menos habría doscientos marineros y otros tantos soldados armados en el puente. ¿Qué podían hacer diez hombres en un bote táctico contra cuatrocientos soldados? Ante la menor resistencia, el barco se apartaría un poco y abriría fuego de costado contra el bote hasta que se hunda.
-Es mejor morir con una pistola en mano que por estos bastardos. –dijo nuevamente Janicks.
-Esperaremos. –ordenó Shane.
-Esperaremos, ¿a qué?
Shane no tenía ninguna respuesta. Observó cómo el barco se acercaba hasta que el bote chocó levemente contra el casco de madera.
Shane miró a su alrededor. Kyle estaba cargando a toda prisa su armamento.
-Pienso luchar. –dijo Kyle. –Los demás pueden rendirse como mujeres miedosas, pero yo lucharé.
De repente, Shane tuvo una idea: -Pues haz esto. –dijo y susurró algo al oído de Kyle. Poco después, el hombre “lobo” se lanzó por el bote y se hundió en el mar.
Mientras tanto seguían oyéndose gritos. Desde el barco lanzaron cuerdas al bote. Una hilera de soldados con armas de última generación los miraba desde lo alto del puente principal del barco de guerra, apuntando hacia el pequeño bote. Un soldado saltó a bordo del bote. Uno tras otro, Shane y su equipo fueron obligados a marchar a punta de pistola y forzados a subir por la escalera de cuerda al navío enemigo.
Luego la imagen cambió a un hombre con expresión aterradora con una cruz en su rostro.
-Esto, es lo que denominamos, un cruzado. –dijo de pronto el hombre que estaba al frente. –Es algo nuevo y nunca antes visto. Desde lo que conocemos como el Virus T hasta el Uroboros, esto es mucho mas aterrador. –la imagen cambió nuevamente, mostrando a un cruzado golpeando a otro con un martillo. Ambos parecían disfrutar. –Son seres maniaco homicidas que sin remordimiento practican todo tipo de perversiones, también parecen mostrar una especie de masoquismo extremo, llegando a reírse a carcajadas mientras son mutilados. La infección se contagia a través de los fluidos corporales, casi siempre por mordiscos o prácticas sexuales. A estos infectados se les reconoce mediante una cicatriz en forma de cruz que les aparece en la cara. Creemos que el contagio es inmediato y no hay cura para ello. También quiero dejar bien en claro que un Cruzado conserva todos los conocimientos que tenían antes de la infección, por lo que muchos saben usar armas de fuego y llegan a mostrar atroces signos de inteligencia. Por eso es sumamente importante de que si un miembro llegase a ser contagiado… -hizo una pausa. –Se solicita una breve eliminación.
-¿Padecen autismo? ¿Alguna epilepsia psicomotora? –preguntó una mujer rubia entre los asientos.
-Doctora Eva, estos Cruzados no son enfermos mentales por problemas. Son así a causa de la infección. No se detendrán hasta causar el éxtasis en su cuerpo y éste puede ser algo peligroso. –la imagen cambió nuevamente pero ahora sólo se veía un perfil negro. –Ahora, este sujeto es el que buscamos. No tenemos fotografías pero se le conoce por el nombre de: “Bounty Okhota” que en ruso significa Cazar recompensas. –la imagen cambió nuevamente a una vista satelital de una isla. La densa vegetación era un círculo verde. –Esta isla de aquí llamada Sword era una sede de Umbrella que aún se mantenía intacta. Según los últimos reportes de nuestro contacto allí, fabricaban este nuevo virus pero estaba en etapa de desarrollo. –la imagen cambió a un ángulo mas cercana, mostrando una especie de fábrica manufacturera en la isla. –Allí se realizaban pruebas con humanos. La mayoría de ellos presos, vagabundos… gente con problemas mentales. El virus actúa de tal modo de volver realmente desquiciado y psicópata hasta a un sacerdote de iglesia. Imagínense cuando el virus fue inoculado a estas clases de personas… El sujeto Bounty se cree que tuvo que ver con la exposición del virus al resto de los empleados, generando un caos inimaginable en la isla. Obviamente perdimos contacto con nuestro espía al cabo de unas horas.
Los presentes guardaron silencio, el personal miraba y escuchaba atentamente. Alguno se acomodó en su asiento.
-Se cree que Bounty estaba a cargo de un puesto importante en la isla pero por razones que desconocemos ocasionó el caos. –una imagen satelital reveló la fotografía satelital de un barco navegando en el mar. Pero el barco tenía la forma de aquellos barcos piratas de 1665. –La zona de anclaje y de navegación en esas aguas es muy baja y sólo esto lo puede surcar. –señaló con el dedo el barco de madera. –Bounty navega en esta nave, vigilando la costa. De por si la costa del lado norte de la isla es muy peligrosa para desembarcar ya que allí se estima un numero creciente de cruzados y Bounty lo sabe; es por ello que sólo vigila la costa sur. La costa sur es fácil de abordar pero difícil de seguir adelante. Para llegar al otro lado hay que escalar un monte, unos ciento cincuenta metros. Pero está cubierto de una densa selva y calurosa, repleta de pantanos. Una vez de cara al monte el viento es incesante y tiene la fuerza de un huracán. –el mapa holográmico se apagó y la sala oscurecida se alumbró. –El objetivo es tomar una muestra del virus Cruzado y en lo posible capturar a Bounty. Lo primordial es el virus. Una vez en nuestras manos podremos destrozar esa condenada isla desde el mar. ¿Preguntas?
-Sólo una. –dijo uno de los hombres en primer fila. –Si no podemos ir en mar, ¿cómo iremos?
-En un barco pesado no se puede navegar. En botes tácticos sí. –dijo el oficial superior. –Se dividirán en dos unidades: Walsh comandará la primera e Ivanova la segunda. El grupo de Walsh, denominado Cairo, será conformado por: Eva, Morton, Kyle, Narrows, Becker, Risa, Jones, Baby Williams y Tomas Hiddleston. La segunda unidad al mando de Ivanova será Tyner, conformada por Scherer, Thorne, Brandsen, Lana, Stevens, Emili Hiddleston, Calipso Williams y Lain.
Los presentes se mostraron conformes y el jefe de unidad dio por terminada la sesión. Ambos grupos se dividieron para organizarse. El primero en ir a la acción sería el Cairo y el Tyner quedaría como refuerzo.
…
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Se presentaron en cubierta ya preparados. Todos vestidos de la misma forma: pasamontañas y sobre el unos lentes de visión nocturna, portaban un uniforme negro con todos los aditamentos esenciales, gas pimienta, un arma enfundada en sus piernas derechas, además cinturón con al menos seis cargadores, también colgaba de un costado un enorme cuchillo de cacería, un reloj/brújula en la canilla de sus manos derechas, los guantes llevaban recortados las partes finales de los dedos, radio comunicador en la parte trasera del hombro izquierdo, arneses de seguridad para descenso a rapel o caída libre, en las manos portaban un rifle, m16; con aditamentos especiales de lanza-granadas y adornado especialmente con una mira telescópica y para rematar; unidad de mira láser de precisión.
-¿Estamos listos? –preguntó Shane Walsh mientras se preparaba para descender al bote táctico.
Bajo la atenta mirada de la segunda unidad, el grupo Cairo se acomodó en el bote y emprendieron la marcha hacia la isla. Estaban a un poco más de 10 kilómetros de la isla Sword y bajo la oscura noche el equipo se aproximaba.
Manipulando el motor del bote estaba Kyle, con el pasamontañas subido hasta la frente, sintiendo la brisa nocturna del mar. Mientras aceleraba se puso a ver como el resto de sus compañeros estaban acondicionándose. Por un lado, el jefe del equipo, Shane, estaba en la punta del bote charlando con Roxan Jones y Baby Williams. Esos tres tenían muchas historias vividas y se notaba el fuerte lazo de compañerismo. Por otra parte, cerca de él, el tal Charles Morton: estaba en silencio, con la automática entre sus manos, mirando a algún punto en el mar. Jessica Rise charlaba amenamente con la especialista de los cómputos, Carla Becker.
-Kyle. –dijo de pronto Shane, señalando a dirección de un pequeño islote. –Acércate y prepara para detenernos.
-Sí, señor. –dijo Kyle y viró el motor en dirección al islote. El plan original era detenerse una hora de reloj para evitar dar con la sonda de Bounty en su barco y luego volverían a rumbo.
Desembarcaron y avanzaron hasta los primeros arboles de la selva del pequeño islote. Allí Kyle comenzó a hacer una fogata para cubrir al grupo del frío.
Tomas Hiddleston contemplaba la hoguera un poco apartado del grupo. Eva se le acercó y se sentó a su lado.
-¿En qué piensas?
-En nada en particular. –contestó él.
-¿Te preocupa la isla?
-No. –Tomas sacudió la cabeza.
-Sé que murió tu hermana. –dijo ella. –Tú me lo dijiste no hace mucho. ¿Piensas que Shane y los otros tres tienen la culpa?
-Fueron la causa de que la mataran, seguro.
-¿Y eso no te enfurece?
-Sí.
Eva lo miró a la luz crepitante de la hoguera.
-Que tu rabia no ofusque tu juicio. –y la mujer se levantó.
-Mi juicio no esta ofuscado.
-No, ya lo veo.
Eva se marchó. Tomas se quedó mirando la hoguera un buen rato.
Alrededor de la fogata el grupo se mantuvo caliente un buen rato. Aún faltaban un par de minutos antes de volver a partir.
-Todos revisen su armamento. –sugirió el capitán Walsh. –No quiero encontrarme con un arma atascada en pleno revuelto. –bromeó.
Carla Becker desenfundó su arma, verificó dos veces el seguro y volvió a guardarla en la funda. Hizo lo mismo más de cuatro veces con la mirada pérdida.
Kyle se le acercó sigilosamente y se sentó a su lado.
-Tranquila. –la voz suave del hombre pareció suavizarla. –Si lo hacemos tanto se te terminara trabando. Ya la probaste, está bien. Ahora déjala.
-Sí, es que yo… -se acomodó las gafas. –Estoy un poco nerviosa.
-Como todos. –Kyle se apresuró a responder. –Todos lo estamos.
-Bien, ¡todos arriba! Es hora. En marcha. –Shane pateó arena en la hoguera y fueron nuevamente al bote.
El bote avanzó en el mar oscuro y notaron nublado sobre ellos, impidiéndoles ver mas allá de 100 metros. Pero para Kyle eso no era un reto.
Mientras manipulaba el motor del bote e ignoraba las charlas frívolas del resto de sus compañeros, entrecerró sus ojos para ver si su vista no le había engañado. Notó entonces una silueta acercándose a toda velocidad hacia donde estaban ellos.
-No quiero que suene chistoso pero… barco a la vista. –anunció mientras todos miraban en todas direcciones. –Viene desde nuestro frente. Y rápido.
-¿Podemos perderlo? –preguntó Shane. Estaba pálido.
-No lo creo. Ganan terreno cada dos segundos y es más rápido.
Mientras él hablaba, el barco soltó una salva de aviso hacia ellos. Los cañones todavía estaban demasiado lejos, así que los proyectiles se hundieron en las olas por el lado de babor, pero la advertencia era clara. Cien metros más y estarían a tiro.
-Mierda… esto parece los piratas del puto caribe -susurró Roxan.
-¿Combatiremos? –quiso saber Tomas.
-¿Combatir contra qué? –preguntó Shane.
Observaron sin remedio alguno como se acercaba el barco. El casco estaba enteramente pintado de negro, con bordes dorados, y se distinguía un escudo con una cruz.
-Podemos ofrecerles un buen espectáculo. –dijo Janicks. –Cuando nos aborden para hacernos prisioneros.
-No. –rechazó Shane.
En un navío de aquel tamaño, por lo menos habría doscientos marineros y otros tantos soldados armados en el puente. ¿Qué podían hacer diez hombres en un bote táctico contra cuatrocientos soldados? Ante la menor resistencia, el barco se apartaría un poco y abriría fuego de costado contra el bote hasta que se hunda.
-Es mejor morir con una pistola en mano que por estos bastardos. –dijo nuevamente Janicks.
-Esperaremos. –ordenó Shane.
-Esperaremos, ¿a qué?
Shane no tenía ninguna respuesta. Observó cómo el barco se acercaba hasta que el bote chocó levemente contra el casco de madera.
Shane miró a su alrededor. Kyle estaba cargando a toda prisa su armamento.
-Pienso luchar. –dijo Kyle. –Los demás pueden rendirse como mujeres miedosas, pero yo lucharé.
De repente, Shane tuvo una idea: -Pues haz esto. –dijo y susurró algo al oído de Kyle. Poco después, el hombre “lobo” se lanzó por el bote y se hundió en el mar.
Mientras tanto seguían oyéndose gritos. Desde el barco lanzaron cuerdas al bote. Una hilera de soldados con armas de última generación los miraba desde lo alto del puente principal del barco de guerra, apuntando hacia el pequeño bote. Un soldado saltó a bordo del bote. Uno tras otro, Shane y su equipo fueron obligados a marchar a punta de pistola y forzados a subir por la escalera de cuerda al navío enemigo.
En caso de ser interrogados:
a) Hablar
b) No hablar
Bien, luego de esta siguiente situación comenzará la acción. Sólo espero que puedan salir del barco no me gustaría perderlos a todos juntos y comenzar con el equipo Tyner.
Por mi parte, el soldado Charles Morton decide no hablar.