Save The Queen (Fanfic)

[Ada Wong Kennedy]

Como no he visto sección de fanfics y hay algunos por aquí, imagino que éste debe ser el lugar correcto. Que me corrijan si me equivoco ^^U.

Disclainer: Resident Evil no me pertenece ni ninguno de sus personajes. Todos los derechos reservados a Capcom y a Shinji Mikami. Algunos personajes son propiedad de mí misma.

FreeTalk: Antes de nada, es mi primer fanfic sobre Resident Evil. He cogido este proyecto con bastante entusiasmo, y espero que sea bien recibido ante todos los lectores y lectoras. Unos cuantos avisos antes: habrán escenas de violencia explícita, seguramente de sexo y/o cosas cosas desagradables que pueden no agradar a todo el mundo además de, en algunas ocasiones, lenguaje soez. Quien avisa no es traidor. Para situaros un poco, este fanfic está ambientado dos años después del Code: Verónica; los sucesos del Resident Evil 4 no han ocurrido y como si no existiesen. No por un motivo especial, sino porque aún no he completado el juego, por lo tanto, me resulta imposible (así que nada de spoilers en las reviews, por favor xD). Por último, espero que os guste y disfrutéis tanto como yo lo hago escribiendo.


Save The Queen


Capítulo Uno: ''La Organización''.


Nueva York, diciembre 2002.

El whisky sabía a agua. Los dos cubitos de hielo que flotaban en el líquido ocre se habían derretido en su totalidad cuando Leon volvió a dar un ligero sorbo, apenas rozándole los labios. Nunca disfrutó bebiendo alcohol, y hoy no era una excepción eventual. Sentía la música en el interior de su cabeza, retumbándole en los tímpanos y produciéndole la poco placentera sensación de ser llevado por las olas del mar en una tormenta tropical. Para su disgusto, la penetrante oscuridad acompañada de una espesa humareda sobre sus cabezas ayudaba en cantidades a que el lugar se asemejase a una bacanal más que a un simple club de barrio. Leon notó una fría gota de sudor cayendo por el dorso de su rostro, desde las sienes hasta tropezar con la mandíbula para seguir su rumbo a través de la piel del cuello. Hacía calor. Muchísima calor. El aire estaba cargado, mezclado con el olor de alcohol barato y el humo. En todo aquel edificio, o al menos en la correspondiente planta donde estaban, no había un sólo orificio, por minúsculo que fuese, que contactase con la fresca noche que podían disfrutar en el exterior. Echó de menos, por un segundo, no haber tomado la carrera de policía como iba a hacer. Pero entonces recordó Raccoon City, y se dijo a sí mismo que mejor podía soportar la pestilencia de un antro oscuro como éste que el olor a podredumbre que despedían las calles de la anteriormente ciudad.

-Hey Scott, ya que estamos aquí, podríamos aprovechar; acabo de ver un par de pivitas que...-la socarrona voz de Jack Deveraux se detuvo ante la mirada reprochadora de Leon. No podía distinguirla muy bien por la escasez de luz; pero estaba segurísimo que sus ojos azules no mostraban especial acuerdo ante aquella tentativa; Jack resolvió no molestar a Leon y concentrarse en lo que en esos momentos tocaba: pillar in fraganti a los hombres de Vlad Igarov. El joven de piel oscura se frotó con vehemencia el mentón, en un intento fallido de engañar a su compañero, haciéndole pensar que él estaba concentrado en el trabajo pendiente.

-Vamos a movernos un poco, si es que podemos...-murmuró en voz baja Leon; ciertamente, investigar entre la multitud de personas bajo los efectos del alcohol u otras sustancias tóxicas no facilitaba la empresa. Pero, en cualquier caso, para eso estaban allí. Sobra decir que él deseaba largarse cuanto antes.

-¿Qué tal si tú te recorres la zona este y yo la oeste? Dentro de dos minutos, si no hemos encontrado nada, volvemos aquí y damos por finalizada toda esta mierda, ¿ok?-Leon sonrió a medias y asintió. En su fuero interior, esperaba no encontrar nada y así, en dos minutos, podría respirar aire de la calle; no aquel hedor. Con dificultad, se hizo paso entre la marea de gente que se aglopaba alrededor de una tarima, dónde una mujer joven bailaba acompañada de un musculoso hombre. Conforme pasaba la zona de baile, se acercaba el espacio libre para ir al baño, o como muchos otros hacían, mantener contacto físico de forma exhaustiva con algún acompañante.

-Maldita sea, ¿por qué le da por salir a toda la gente un jueves por la noche?-pensó para sí mismo. Iba encaminado hacia un pequeño hueco vacío al lado del baño de hombres cuando una mano le agarró del brazo. Se giró bruscamente para mirar al poseedor o poseedora de la extremidad. Encontró a una mujer de cabello largo y rubio, en esos momentos algo despeinado y con unas enormes ojeras oscuras. Le miró lascivamente, con ojos inyectados en sangre.

-Fóllame.-espetó repentinamente, con voz hueca. El aliento le apestaba a alguna extraña mezcla de alcohol con marihuana. Leon gesticuló todos los músculos de su rostro en una mueca de notable repugnancia hacia aquella mujer, que iba sobrada de todo tipo de sustancias. Con un tirón, se deshizo del agarre de ella y caminó más rápido aún hacia el rincón despejado.

Una vez llegó, finalmente, a su destino intentó aclarar la turbada vista frotándose los ojos con el dorso del brazo. Conforme los segundos pasaban, se encontraba más angustiado. Las arcadas acudían a él con mayor frecuencia y por poco no sentía la bilis en su esófago. Respiró hondo, dejando escapar el aire lentamente entre la comisura de sus labios. Alzó la vista nuevamente, en busca de Vlad Igarov. Nada. Dentro de aquel cosmopolita club, no vio un sólo hombre obeso con aspecto de mafioso. La mayoría era gente joven, de entre dieciocho años hasta veintiséis.

-Otra mirada; si no veo nada, me largo de aquí; ésto es insoportable.-pensó, mientras la mirada se le tornaba borrosa por enésima vez desde que traspasó las puertas. Y entonces encontró lo que menos esperaba. Lo que ni siquiera se le habría pasado por la cabeza: oculta entre el bullicio, una mujer con aspecto oriental, cabello negro....un rostro muy familiar. Se sorprendió a sí mismo reconociéndola tan fácilmente; pero ya lo había hecho, aquella mujer era Ada Wong.

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Veinte minutos. Desde hacía veinte minutos dos agentes secretos de Umbrella Corp. le habían perseguido por toda la calle. Los vio deambulando alrededor del viejo apartamento donde estaba escondida; la habían localizado. Tras maldecir su propia mala suerte, dedujo que lo mejor que podía hacer era huir. No iba a arriesgarse a armar un alboroto, el Hive Capture Force debería estar buscándola también. No estaba dispuesta a hacerles el trabajo fácil, ni a unos ni a otros. Ada, en su propia odisea en un desesperado intento de huir, había acabado en el Lenny's; hoy no era su día, definitivamente. Aquel era un antro de reducido espacio y extrañamente muy visitado por toda la flor y nata de la sociedad neoyorkina. Notaba el sudor en la frente; las manos heladas; el corazón latiéndole a mil por hora. Pocas cosas conseguían alterar tanto a Ada Wong; había sido entrenada para mantener la sangre fría ante cualquier situación, y su carácter ayudaba mucho. Pero cuando se enteró de que iban a por ella, su máscara forjada en hielo se derritió completamente. Huyó; pero eso no le iba a servir de mucho.

Lanzó varias miradas a todos lados, dentro de lo poco que podía ver con la oscuridad y el humo; no encontró el esmoquin negro de los agentes con el brillante símbolo de Umbrella en la solapa de la chaqueta. Suspiró más relajada.

-Debo largarme de aquí cuanto antes. Necesito salir de la ciudad.-pensó; tras unos segundos, su mirada se iluminó levemente.-Podría ir a Chicago; es el único lugar que se me ocurre, más tarde deberé pensar otra alternativa, pero hasta entonces....

Dejó la mente en blanco súbitamente. Los dos agentes acababan de entrar en el Lenny's. Ella estaba en el amplio palco superior, así que los vio perfectamente atravesando el umbral de las puertas metálicas y haciéndose paso entre la aglomeración de gente. Caminaban con firmeza pero muy rápido; demasiado. Ya estaban subiendo las escalinatas. Desesperada, Ada corrió hacia la parte este del palco, donde estaban los baños. Quizás, con suerte, pudiese esconderse en uno de los retretes. Rápidamente, se metió en el baño de mujeres. Cerró la puerta de un fuerte golpe, lo que advirtió a las mujeres que había dentro de su presencia. Algunas estaban retocándose el maquillaje en los espejos, pero no conseguían hacer una sola línea recta. Otra vomitaba sin cesar con la cabeza metida en la taza del inodoro. Al fondo, había otra mujer, más joven, con una jeringuilla clavada en la vena situada en la intersección del numero con el cúbito y el radio. Echó una mirada desdeñosa al pobre ser postrado y después se fijó en la ventana abierta que había en lo alto de la pared. Con esfuerzo, conseguiría llegar. Se subió sobre el estropeado radiador, que se tambaleaba peligrosamente bajo sus pies, cuando alcanzó el alfélizar de la ventana. Agarró con fuerza la pequeña repisa e hizo un impulso hacia arriba. Agradeció en silencio que todas las mujeres que había allí no estuviesen en sus cabales como para darse cuenta de lo que hacía.

Pero, entonces, escuchó alboroto fuera. Justo detrás de la puerta.

-Déjanos pasar, inmediatamente.-era una voz gruesa, muy ronca. Dedujo que debía ser de uno de los agentes.

-Lo siento, caballeros. No tienen pinta de ser ninguna damisela a la que deba dejar pasar al baño de mujeres. Perdónenme por el excentricismo, pero tengo la costumbre de dejar entrar a los hombres al baño de hombres, y a las mujeres al de mujeres.-aquella voz denotaba sarcasmo a raudales. Ada se quedó pensativa un segundo: aquella voz ya la había escuchado. Agitó la cabeza para dejar de lado esos pensamientos y se centró en subir a la ventana. Pudo sacar medio cuerpo fuera cuando los agentes, tras discutir con aquel hombre, lograron entrar al baño. El chillido de las mujeres le sirvió de alarma para dar un salto al vacío desde el segundo piso. Cayó el suelo de pleno, dio dos vueltas sobre el asfalto y se levantó rápidamente. Las piernas las tenía levemente entumecidas.

-¡¡Ahí está!!-el agente de voz gruesa gritó desde la ventana. Estaban a punto de conseguir saltar, cuando alguien los empujó por detras y cayeron de cabeza al suelo. Ada pudo ver con mínimo detalle sus cráneos explotando al contactar con la firme estructura del suelo asfaltado. La sangre repartida por doquier; los restos de masa gris aún caliente desparramados por la acera. Era todo un espectáculo digno de una película gore. Ada despertó de su ensoñación contemplando los cadáveres de los agentes. Estaba a salvo; al menos por ahora.

-Debo largarme de aquí, cuanto antes....

El sonido de las puertas del club cerrarse la alarmó. Un hombre había salido. La silueta que pudo ver, no muy claramente por la oscuridad de la noche, mostraba a un hombre alto y musculoso, con una chaqueta, que venía corriendo hacia ella.

Cuán sorpresa fue encontrarse a Leon Scott Kennedy delante de sus narices.

-Ada....-titubeó él con los ojos muy abiertos. Ella debería tener la misma expresión. Habían pasado dos años desde la última vez que se vieron; ella, supuestamente, había muerto. En sus brazos, para ser más concretos. No era el momento de reencuentros, y mucho menos con alguien como Leon. Por una vez en su vida, Ada Wong no supo cómo actuar.

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Con pericia y algo de ingenio había logrado deshacerse de los agentes de Umbrella. Justo después de ver pasar a Ada como un rayo y entrar al aseo de mujeres, los dos agentes de aspecto imponente habían aparecido. Leon se había percatado del símbolo que los identificaba como trabajadores para la corporación farmacéutica. Era demasiada casualidad que hubiesen llegado poco después de Ada; muy sospechoso. A pesar del aturdimiento natural que sentía desde que estaba allí, unido al shock que le produjo ver a Ada, consiguió pensar con rapidez y ayudar a la mujer. Entre sus planes no estaba lanzarnos por la ventana, pero no pudo evitarlo. Dio gracias en silencio porque nadie que estaba presente allí podría delatarlo nunca. Después de haber cometido aquella especie de homicio-accidente, salió corriendo hacia la calle para encontrarse con Ada. No sabía qué iba a decirle, pero se arrepentiría el resto de su vida si no se acercaba a ella.

Y así estaba ahora. Frente a frente con ella, como un estúpido con la boca abierta pero sin decir nada.

-Cuánto tiempo, Leon.-dijo por fin ella. Si estaba nerviosa, conseguía disimularlo muy bien, o eso le parecía a Leon.

-Y que lo digas....Tú...-comenzó a decir, pero se cayó. Podía decir muchas estupideces, pero soltarte ''¿tú no estabas muerta?'' sonaría de oligofrénico sin remedio.

-Gracias, por haber acabado con esos dos.-señaló con el dedo índice los dos cadáveres.-....Debo irme. Un gusto volver a verte, Leon.

-¡Espera! ¿Esos tipos iban detrás de ti?-Ada asintió.

-Pero no hace falta que te preocupes por mí. Sé ciudarme sola.-aquel comentario sonó algo prepotente. Demasiado fría, Leon la recordaba más....condescendiente.

-Creo que puedes confiar en mí, Ada. Además, esos tipos eran de Umbrella.-se quedó mudo unos segundos, Ada estaba de espaldas a él preparada para irse.-Hay demasiadas cosas que explicar; pero, si estás en peligro, te podría ser de ayuda.

Ada no parecía muy convecida de la proposición, pero por algún motivo, recapacitó y aceptó la ayuda de Leon. Se giró, sin sonreir.

-Necesito un lugar donde ocultarme provisionalmente, nada más.-murmuró. Leon, enseguida, respondió.

-Mi apartamento está no muy lejos de aquí, y creo por poco tiempo pasaría desapercibido.-la mujer parecía muy incómoda ante la situación. Entrelazó sus brazos y agachó la cabeza levemente.

-De acuerdo.

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La casa de Leon era de espacio reducido, práctica para vivir una sola persona, pero dos ya resultaban demasiado. Ada se sentía extraña, incómoda; pero, a la vez, feliz. Reencontrarse con Leon S. Kennedy no era algo que se esperase, pero se alegraba de comprobar que seguía bien. Al parecer, tenía una vida tranquila. Él le indicó que esperase en el pequeño salón. Ada obedeció y se sentó con tranquilidad en un tresillo de color turquesa, apegado a la pared y enfrente del monitor de televisión y una sencilla mesa de café. Necesitaba trazar un plan, y rápido. Seguramente Leon la invitaría a quedarse allí. Por esa noche, no tenía más remedio que aceptar. Pero no iba a quedarse mucho más tiempo: a la mañana siguiente, saldría a escondidas y pondría rumbo a Chicago. No iba a mezclar en todo ese asunto a Leon; bastante daño le hizo en el pasado. Lo mejor era marcharse tal cual y como si nunca se hubieran encontrado.

-¿Estás bien?-Leon entró en el salón. Se había quitado la chaqueta y debajo llevaba una camiseta negra sin mangas. Se sentó frente a ella, con la preocupación reluciendo en su rostro.

-Sí. No te preocupes.

-Ahora que estamos más....tranquilos.-empezó a decir dubitativamente; no estaba seguro de si tranquilos era la palabra idónea, pero no estaba en condiciones de ser meticuloso con su léxico.-Creo que estaría bien que me explicases por qué te persigue Umbrella.

-No es conveniente mezclarte en todo esto; no tiene nada que ver contigo.-sentenció Ada, con serenidad.

-Permíteme que lo dude. Tengo suficientes motivos para ir contra Umbrella, y en estos dos años que han pasado, he intentado ayudar en lo posible para que su maldita corporación se vaya a la mierda.-Ada dejó escapar un suspiro. Tenía razón, era normal que actuase así.

-Seré breve. Umbrella podría volver a 'renacer'. Después de la destrución de la isla Rockfort y la base de la Antártida, la compañía había sufrido pérdidas irreparables. Actualemente, sólo queda el laboratorio asentado en Francia en condiciones de funcionamiento. Pero con eso les basta.

Leon la escuchaba con atención; posando el mentón sobre sus dos manos. Ada midió sus palabras, no quería decir nada más fuera de lo estrictamente necesario. Ada le contó su relación de hace años con una compañía enemiga de Umbrella, descubriendo su pertenencia al Hive Capture Force, la división militar de dicha Organización. Leon asentía lentamente conforme procesaba la información.

-Entiendo. Por eso deseabas hacerte con la muestra del G-Virus en Raccoon City.-Ada curvó sus labios en una sonrisa.

-Chico listo.-Leon se recostó sobre el sillón donde estaba sentado. Tenía semblante pensativo.

-Y ahora te persiguen por....

-Una simple cuestión táctica. Quieren deshacerse de todos sus enemigos.-mintió Ada. No tenía por qué contar toda la verdad, sólo algo similar para contentar las ansias de información de Leon. Le dolía mentirle, pero era su única alternativa. Una mentira piadosa.

-Ya veo. Deberías quedarte aquí, al menos hoy. Mañana pensaremos algo; te ayudaré.-sentenció Leon de forma irrefutable.

-Sí.

----

Era una habitación oscura; parcialmente conquistada por las tenebrosas sombras.
Únicamente brillaba el monitor de un ordenador y una pequeña luz sobre el escritorio, repleto de papeles y libros. Albert Wesker estaba sentado, con una nota sobre la mano. Era un papel completamente blanco, sin una sola arruga y escrito en perfecta caligrafía. La característica pulcritud de la Organización, pensó. Las órdenes eran claras y concisas: otra sección del H.C.F. se encargaría de recuprar a Sherry Birkin de las manos de Umbrella Corp.; él tendría que trabajar en solitario, como acostumbraba y deseaba, con el fin de encontrar a Ada Wong, una desertora.

Fin del Capítulo

[HiToGoRoShi]

ayy ya aburre los fanfics, es un calambre al ojo humano.

[Ada Wong Kennedy]

Si no te gustan, no sé qué haces perdiendo el tiempo entrando a postear .

Saludos!

[ItEm]

ayy ya aburre los fanfics, es un calambre al ojo humano.

de acuerdo contigo: algunos son aburridos y bastante malos (no lo digo por este en particular)

[Ada Wong Kennedy]

Séh, al igual que hay películas malas, libros malos, videojuegos malos....pero no creo que éste sea el lugar para opinar sobre eso.

Saludos!

[Dragma Kerp]

Es un pelín largo no?? Aun no lo he leido xq ahora no puedo. Luego si puedo lo leo y ya te doy mi opinión, Editando o en otro post

[cronos50]

Pues esta muy bien felicidades, creo que los fanfics son muy buenos y mas si se hacen en equipo, por lo que hitogoroshi, creo que te haz equivocado , ademas de la dificultad de hacer uno, son buenos, y leer no cae de mal.

A la escritora no te gustaria entrar al Nuestro Propio Outbreak 2?

[Fury]

ayy ya aburre los fanfics, es un calambre al ojo humano.

Como dice el viejo adajio........¨jamas jusgues a un libro por su tapa¨
De igual forma ¨jamas jusgueis a un Fenfic por su longitud¨.

A pesar de que este sea mas largo que la biblia

saludos

[HiToGoRoShi]

ayy ya aburre los fanfics, es un calambre al ojo humano.

Como dice el viejo adajio........¨jamas jusgues a un libro por su tapa¨
De igual forma ¨jamas jusgueis a un Fenfic por su longitud¨.

A pesar de que este sea mas largo que la biblia

saludos

Como decia mi tia Alina..... jamas jusgues a Pablus por su ortografia

No es Fenfic sino Fanfics

[J.A.O.V]

ayy ya aburre los fanfics, es un calambre al ojo humano.

Como dice el viejo adajio........¨jamas jusgues a un libro por su tapa¨
De igual forma ¨jamas jusgueis a un Fenfic por su longitud¨.

A pesar de que este sea mas largo que la biblia

saludos

Como decia mi tia Alina..... jamas jusgues a Pablus por su ortografia

No es Fenfic sino Fanfics

JAJJAJAJAJA otra vez la burra al trigo
A MI ME parecio muy bueno tu fanfic, sigue asi.