RE8, o cómo volver a tomar el pelo a los jugadores
Publicado: 15 May 2021 22:43
AVISO: SPOILERS. Este tema es un análisis tras jugar el juego y superarlo en el modo de dificultad alto. Si sigues leyendo es posible que leas cosas que arruinen tu experiencia de juego si no has jugado aún.
Al grano. Como fan de la saga era de obligado cumplimiento el acudir y comprar esta nueva entrega. Tras la abyecta estafa que sufrí (al igual que millones de jugadores en todo el mundo) con Resident Evil 3 Remake y un videojuego que no llegaba a durar ni una hora me aventuré a probar Resident Evil VIII.
Voy a empezar hablando de lo poco bueno y salvable que tiene este juego. Que de Resident Evil tiene el nombre. La ambientación. El entorno donde se desarrolla el juego es excelente y han sabido aprovechar al máximo el RE Engine que tan buen resultado ha dado en otros títulos de la saga. Hay fases muy intensas, sobre todo al principio donde vas con una basura de cuchillo y una pistola de balines abriéndote paso en medio de un paraje hostil lleno de licántropos que no dudan en ir mordisqueándote hasta dejarte como un bocata en la hora del recreo. Punto, eso es todo. La ambientación, y al principio. También en la casa Benevento cuando se van las luces y encuentras a ese bebé mutante que realmente es de lo más bizarro que he visto en toda la saga.
¿Cosas malas? Para empezar la historia. Cuando metes a Chris Redfield en una portada esperas una trascendencia del personaje que profundice aún más en su historia. Es todo basura, mentiras, cuentos chinos de Capcom que nos la ha vuelto a colar vendiéndonos un Chris que lo único de oscuro que tiene es su traje. Eso y un comportamiento cuanto menos bipolar. Salva a Ethan Winters para dejarlo a los pies de los caballos en medio de un terreno hostil. No se entiende. Su influencia en el juego es mínima. Ni siquiera el rato en el que le controlamos nos sirve ni para compensar ni para justificar una historia mediocre donde Chris Redfield es de todo menos relevante.
Tampoco me ha gustado cómo avanza el juego. Al principio, como survival horror, apunta bien. Realmente sientes el agobio y te sientes acorralado por los enemigos. La cosa avanza bien hasta que llegas al castillo Dimitrescu y una gigante con pamela te empieza a stalkear por todo el castillo intentando aparentar ser una reminiscencia de Mr.X que no le llega ni a la cintura. Enemigos demasiado expresivos, hablan demasiado. MrX asustaba por ser tan inexpresivo, frío y perseguirte con un único objetivo: machacarte. Aquí hablan demasiado y tienen movimientos muy predecibles. A partir de ahí, la casa Benevento ofrece un buen rato de terror y tensión, pero nada más. Todo se resuelve demasiado rápido. De Moreau ni hablo, algo que podría haber dado muchísimo juego reducido a la mínima expresión. En un momento nos hemos plantado con 3 de las 4 partes para avanzar en el juego.
Y llegamos a la parte de Heisenberg. La parte de la fábrica es bastante extensa pero lo de acabar colocando a un puto transformer de enemigo final era ya el colmo de los sinsentidos en Resident Evil. Hemos visto de todo: zombis, gusanos gigantes, tyrants, nemesis, perros..... nos faltaba un puto enemigo hecho de acero al que llegas a través de niveles que parecen orcos sacados del mismísimo Mordor ¡¡Coño!! Hasta tiran flechas!!! Putos hombres lobo que saben usar armas. Definitivamente Resident Evil se ha echado a perder.
Y con todo esto encontramos un final del juego en el que sin entender bien por qué nos dicen que Ethan era un zombi todo este tiempo, controlado por un puto hongo y de pronto aparece resucitado en la caravana del Duque, un ser que ni se sabe quién es, de dónde ha salido ni cómo coño ha alcanzado semejante sobrepeso, pero ahí le tenemos, un aliado que nos lleva a enfrentar a un enemigo final que es de lo más surrealista y exagerado que haya visto en el juego. Porque esto ya no son BOWS, ahora son deidades, personajes con poderes sobrenaturales que sobrepasan la lógica y lo terrenal.
En definitiva. Resident Evil ha muerto. Llamémoslo survival horror y mi lectura del juego será diferente. Pero esto ya ni es Resident Evil ni es nada. RE siempre fueron zombis, noches eternas, soledad en medio de un terreno hostil y bioterrorismo. Nunca hombres lobo, muñecas diabólicas, vampiros gigantes o putos orcos de Mordor tiraflechas. Han convertido la franquicia en una aberración que no hay por dónde cogerla ¿divertida? sí, pero no es Resident Evil y los puristas de la saga entenderán perfectamente lo que digo
Al grano. Como fan de la saga era de obligado cumplimiento el acudir y comprar esta nueva entrega. Tras la abyecta estafa que sufrí (al igual que millones de jugadores en todo el mundo) con Resident Evil 3 Remake y un videojuego que no llegaba a durar ni una hora me aventuré a probar Resident Evil VIII.
Voy a empezar hablando de lo poco bueno y salvable que tiene este juego. Que de Resident Evil tiene el nombre. La ambientación. El entorno donde se desarrolla el juego es excelente y han sabido aprovechar al máximo el RE Engine que tan buen resultado ha dado en otros títulos de la saga. Hay fases muy intensas, sobre todo al principio donde vas con una basura de cuchillo y una pistola de balines abriéndote paso en medio de un paraje hostil lleno de licántropos que no dudan en ir mordisqueándote hasta dejarte como un bocata en la hora del recreo. Punto, eso es todo. La ambientación, y al principio. También en la casa Benevento cuando se van las luces y encuentras a ese bebé mutante que realmente es de lo más bizarro que he visto en toda la saga.
¿Cosas malas? Para empezar la historia. Cuando metes a Chris Redfield en una portada esperas una trascendencia del personaje que profundice aún más en su historia. Es todo basura, mentiras, cuentos chinos de Capcom que nos la ha vuelto a colar vendiéndonos un Chris que lo único de oscuro que tiene es su traje. Eso y un comportamiento cuanto menos bipolar. Salva a Ethan Winters para dejarlo a los pies de los caballos en medio de un terreno hostil. No se entiende. Su influencia en el juego es mínima. Ni siquiera el rato en el que le controlamos nos sirve ni para compensar ni para justificar una historia mediocre donde Chris Redfield es de todo menos relevante.
Tampoco me ha gustado cómo avanza el juego. Al principio, como survival horror, apunta bien. Realmente sientes el agobio y te sientes acorralado por los enemigos. La cosa avanza bien hasta que llegas al castillo Dimitrescu y una gigante con pamela te empieza a stalkear por todo el castillo intentando aparentar ser una reminiscencia de Mr.X que no le llega ni a la cintura. Enemigos demasiado expresivos, hablan demasiado. MrX asustaba por ser tan inexpresivo, frío y perseguirte con un único objetivo: machacarte. Aquí hablan demasiado y tienen movimientos muy predecibles. A partir de ahí, la casa Benevento ofrece un buen rato de terror y tensión, pero nada más. Todo se resuelve demasiado rápido. De Moreau ni hablo, algo que podría haber dado muchísimo juego reducido a la mínima expresión. En un momento nos hemos plantado con 3 de las 4 partes para avanzar en el juego.
Y llegamos a la parte de Heisenberg. La parte de la fábrica es bastante extensa pero lo de acabar colocando a un puto transformer de enemigo final era ya el colmo de los sinsentidos en Resident Evil. Hemos visto de todo: zombis, gusanos gigantes, tyrants, nemesis, perros..... nos faltaba un puto enemigo hecho de acero al que llegas a través de niveles que parecen orcos sacados del mismísimo Mordor ¡¡Coño!! Hasta tiran flechas!!! Putos hombres lobo que saben usar armas. Definitivamente Resident Evil se ha echado a perder.
Y con todo esto encontramos un final del juego en el que sin entender bien por qué nos dicen que Ethan era un zombi todo este tiempo, controlado por un puto hongo y de pronto aparece resucitado en la caravana del Duque, un ser que ni se sabe quién es, de dónde ha salido ni cómo coño ha alcanzado semejante sobrepeso, pero ahí le tenemos, un aliado que nos lleva a enfrentar a un enemigo final que es de lo más surrealista y exagerado que haya visto en el juego. Porque esto ya no son BOWS, ahora son deidades, personajes con poderes sobrenaturales que sobrepasan la lógica y lo terrenal.
En definitiva. Resident Evil ha muerto. Llamémoslo survival horror y mi lectura del juego será diferente. Pero esto ya ni es Resident Evil ni es nada. RE siempre fueron zombis, noches eternas, soledad en medio de un terreno hostil y bioterrorismo. Nunca hombres lobo, muñecas diabólicas, vampiros gigantes o putos orcos de Mordor tiraflechas. Han convertido la franquicia en una aberración que no hay por dónde cogerla ¿divertida? sí, pero no es Resident Evil y los puristas de la saga entenderán perfectamente lo que digo